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Orientación Universidad
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Resumen historia antigua, Resúmenes de Historia antigua

Resumen historia antigua grado arqueologia

Tipo: Resúmenes

2022/2023

Subido el 19/10/2023

montserra-jerez
montserra-jerez 🇪🇸

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¡Descarga Resumen historia antigua y más Resúmenes en PDF de Historia antigua solo en Docsity! 1 Historia Antigua 1º ARQUEOLOGÍA, CURSO 22- 23 Profesor: César Antonio Fornis Vaquero S U M E R I O S Y A C A D I O 2 19 sept. 2022 EL TERCER MILENIO PERÍODO DINÁSTICO ARCAICO O SUMERIO ANTIGUO - Cronología : 2900 a.C - 2340 a.C - Primera civilización urbana . Nacimiento del Estado (centralizado) y la escritura (cuneiforme, administrativa, asociada a palacio y templo) - Imbricación política y religiosa : el palacio y el templo son los grandes propietarios de tierra, exigen diezmo y prestaciones obligatorias sobre el trabajo. - Absolutismo real . Legitimación divina. Constructor de zigurats, canales, diques. murallas. Defensor del pueblo. (Legislación de Urukagina de Lagash, h. 2350). - Origen incierto de los sumerios : posible autoctonía. - El modelo político es el de la ciudad-estado , (diferente de la griega, no es una polis.) Las más importantes son Ur, Uruk, Lagash y Kish. - ConRictos continuos entre ciudade s: aparición de murallas hacia 2600. Sucesivas hegemonías. - Panteón : An/Anu, Enlil, Innana, Dumuzi, Utu, Enki. 5 PERÍODO MESOBABILÓNICO (BABILONIA CASITA) - Época oscura: cuatro siglos (XVI-XII). Babilonia pasa a llamarse Karduniash. Los casitas adoptan la lengua, cultura y dioses babilónicos. Lo único es que se rompe la unificación política lograda por Hammurabi. - ConRictos continuos asirios y elamitas que provocan la caída hacia 1160 - A pesar de que existieron 400 años, sabemos muy poco de ellos. HITITAS - Origen indoeuropeo - Se asientan en Anatolia desde el III milenio, formando pequeños reinos que luchan entre sí. - Hattusil I (h. 1650-1620), primer rey de un estado unificado en Anatolia central (Hatti) con capital en Hattusas (en la actual Turquía), que se expande hacia Anatolia occidental y norte de Siria. - Mursil I conquista el reino de Yamhad / Alepo (en Siria), saquea Babilonia en 1595 y se la entrega a los casitas - Ataques de hurritas y razias de los gasga que provocan el declive de asirios e hititas. HURRITAS - Origen mixto: indoeuropeo y semítico. - Pequeños principados que se unen para configurar un estado unificado con el nombre de Mitanni (con capital en Wassu Ganni, sin localizar), convertido en poder hegemónico en los siglos XVI y XV. - Introducción del caballo y del carro de guerra por la aristocracia indoaria (maryannu) - Panteón presidido por Teshup, donde tienen cabida los dioses védicos (Mitra, Varuna, Indra). InRuyen en el panteón de otros pueblos, sobre todo hititas. - Hacia 1300 el asirio Adad-Nirari somete a vasallaje al rey mitanio y poco después las rebeliones harían que Mitanni termine convertida definitivamente en provincia asiria. 6 IMPERIO MEDIO ASIRIO - Para Asiria en general. Conferencia de Fernando Quesada en la Fundación March, 7/11/2019: Asiria y Assurbanipal. - Desde el s. XIV se produce un resurgimiento asirio aprovechando el declive hurrita, de la mano de Adad-Nirari I y Salmanasar I (fundador de una nueva capital en Nimrud), que someten el norte mesopotámico. El imperio alcanza su cenit con Tukulti-Ninurta I (2ª mit. s.XIII). A su muerte hay una crisis hasta la recuperación con Tiglat-Pileser I (o Teglatfalasar I), a fin s. XII y principio XI aunque efímera porque las conquistas se disiparon a causa de invasiones de nómadas arameos. - Absolutismo monárquico. Los territorios conquistados son sometidos a vasallaje y los más renuentes convertidos en provincias gobernadas por shaknu (o bel pahati). Basado en la guerra (botín, esclavos, imposición de tributo). - Sociedad: Awilu, Hupshu, Ardu. Awilu: clase acomodada. Altos funcionarios de palacios y templos, ricos comerciantes o terratenientes Hupshu: conjunto de población, pueblo llano Ardu: esclavos, que podían ser o por deudas, o por guerra, deportados de ciudades las cuales habían atacado - La lengua asiria es una variante septentrional del acadio. - Panteón presidido por el dios guerrero Assur. Identificación entre Estado, dios y pueblo. El rey es el vicario de Assur. Tiene también importancia Adad. IMPERIO HITITA - Coetáneo del imperio medio asirio. Obra de Suppiluliuma (mediados del siglo XIV): control de Anatolia y después de buena parte de Siria (principados y pequeños reinos), lo que le condujo inevitablemente al conRicto con Mitanni y con el Egipto de Akenatón. Su hijo Mursil I (2ª mit. s.XIV) consolidó las fronteras imperiales. - Muwatalli frenó en la batalla de Qadesh (1285) el intento de Ramsés II de expulsar a los hititas de Siria. La paz con Egipto llegaría en 1274, de la mano de Hattusil III, que preocupado por la amenaza asiria, se inclinó más por la diplomacia que por la guerra (también estableció alianza con los casitas babilonios), logrando dejar a Hatti como la potencia hegemónica del Próximo Oriente, 7 - Destrucción en torno a 1200. Se fragmentó en reinos neohititas. - Poder no absoluto de los reyes. Importancia de las reinas. Administración menos burocratizada en manos de los parientes del rey (lo que favorecía sus aspiraciones al trono). - En economía destaca, junto a la agricultura, la minería, esp. cobre y hierro. El comercio y manufacturas no estaban muy desarrolladas. - Sociedad “feudal” no muy diferente de la de otros lugares del Próximo Oriente. - Código Penal no demasiado severo. Tratados internacionales. - Panteón muy abigarrado (incorporan muchos dioses extranjeros). 26 sept. 2022 EL I MILENIO - Israel - Período de los Jueces, al frente de las distintas tribus. - Unificación de las tribus bajo la monarquía: Samuel y Saúl. David (conquista Jerusalén y extiende el reino por todo el corredor siriopalestino) y Salomón (desarrolla la monarquía administrativa y tributaria y construye el templo de Yahvé) - El Antiguo Testamento como fuente. CIUDADES-ESTADO FENICIAS - Ocupan el litoral cananeo (Fenicia no existía) - Son ciudades independientes, dirigidas por reyes investidos por la divinidad. Se apoyan en oligarquías enriquecidas con el comercio que acabarán sustituyéndolos (constituyen las “asambleas de notables”). Importancia de los sufetes (magistrados) y del templo (garante de las transacciones comerciales). - Arados, Tiro, Biblos, Sidón. Gran importancia comercial (abastecen a los imperios de materias primas, que intercambian por sus excelentes manufacturas) y escaso territorio, con lo que “se lanzan al mar” y fundan factorías y colonias por todo el Mediterráneo. IMPERIO NEOASIRIO - Renace el imperialismo asirio a finales del s. IX. Las bases del imperio se asientan con Tiglat-Pileser III (2ª mit. s. VIII): añade al dominio del norte mesopotámico el control de 10 autonomía y su organización interna, pero tenían que pagar tributo y aportar tropas al ejército imperial. - La sociedad y la economía persa se manifiestan una clara continuidad con respecto a los períodos anteriores. El comercio discurre principalmente a través de las rutas caravaneras (ruina comercial de ciudades que, como Babilonia, habían sido importantes ejes comerciales.) E G I P T O La unificación del Estado: el Protodinástico o Pretinita. - Comprende desde aproximadamente 3300 al 3100 - El territorio parece ya estar dividido en pequeños reinos, con su administración propia, sus templos, sus dioses locales, etc. La agrupación de estos reinos en confederaciones (occidental y oriental) daría paso a la unificación total del Estado, en torno al 3100, con un papel esencial del reino de Hieracómpolis. - El rey Narmer (=Menes? = Aha?) completa la unificación del Alto y Bajo Egipto, valle y delta respectivamente, según se infiere de la paleta que porta su nombre, en la que este soberano es representado con la corona roja del Bajo Egipto y la blanca del Alto aplastando a sus enemigos. - Lejos de implicar una ruptura cultural o política, este proceso se caracterizó por una continuidad en el tiempo que no dejó huella de traumas. La unificación fue un proceso largo y gradual más que la obra de un solo hombre, Narmer o Menes, cuyo reinado entra en el terreno de la leyenda. DINASTÍAS TINITAS - Dinastías I y II (h. 3100-h.2700). Capital en Tinis, compartida con Menfis(“muro blanco” entre el Alto y el Bajo Egipto), con dos necrópolis reales (Abidos, para la primera, con cenotafios, y Sakara para la segunda, con los restos de los faraones). 11 - Tienen como objetivo crear estructuras centralizadoras para el nuevo estado unificado y vencer la tendencia centrífuga de las aristocracias locales del Alto Egipto. - Tímida política exterior: contactos con el levante mediterraneo y expediciones esporádicas al mar Rojo, el Sinaí y Nubia. - Ya está constatada la fiesta Sed, especie de jubileo de origen ancestral celebrado a los treinta años de reinado del faraón marcado por rituales mágicos que buscaban renovar sus fuerzas para el período siguiente (después se repite a intervalos más cortos), la representación del disco solar alado protegiendo al soberano, la barca solar como parte esencial de la tumba real, así como la práctica totalidad de los rituales, ceremonias y prácticas funerarias (incluido el embalsamamiento y la creencia en una vida tras la muerte que necesita del soporte físico del cuerpo, alimentación, vestidos, amuletos, joyas, etc) - Otro tanto sucede con los dioses del panteón egipcio, sea bajo su apariencia animal. humana, o simbólica. - Se percibe igualmente el importante papel desempeñado por las mujeres de linaje real, en especial las madres y esposas de los faraones, lo que será una constante durante la larga historia de Egipto. - Se consolida y multiplica sus signos de escritura jeroglífica, hasta entonces embrionaria. REINO ANTIGUO - Denominación preferible al Imperio Antiguo porque no hay posesiones territoriales estables más allá de las fronteras naturales del Estado. - Comprende de la dinastía III a la VI (c. 2700-2170), todas con capital en Menfis. - Se ha logrado la centralización administrativa sobre el conjunto del país. - El faraón, a quien en teoría se considera una entidad divina (es identificado con Horus) sin por ello perder su naturaleza humana, es a la vez sumo sacerdote del Estado y ostenta un poder absoluto cuya manifestación última la tenemos en las magníficas pirámides de Guiza (o Gizeh). Así, Quéope (Keops) llega a arrogarse la potestad de nombrar a los 12 sacerdotes de los principales dioses (eligen a miembros de la familia real) y de suprimir cualquier tipo de privilegio ancestral de que disfrutara el clero. - • Desde la V dinastía este absolutismo se verá ensombrecido por una creciente inRuencia del clero heliopolitano y de poderosos particulares, que recibirán de los faraones donaciones de tierras y exenciones de impuestos en contrapartida por su apoyo a la institución monárquica. - De la III dinastía ha trascendido a la posteridad la poderosa personalidad de Imhotep (o Imutes), visir del faraón Djoser (o Zóser) al que su fama de escritor, médico y arquitecto (a él se le debe el gran conjunto funerario de la pirámide escalonada de Djeser en Saqqara, precursora de las grandes pirámides) le supuso la divinización en la Baja Época, asociado a Ptah, el dios menfita que ampara y protege a eruditos y artesanos, y luego en la época ptolemaica, identificado con el Asclepio griego. - El gobierno del Estado gira en torno a la figura del faraón, revestido de sacralidad y carisma. El visir (o visires) especie de Primer Ministro, se sitúa al frente de la compleja y jerarquizada administración central, ostentando el ilustrativo título de “jefe de todos los trabajos del rey”, lo que le permitiría reclutar mano de obra para cualquier trabajo, organizar y distribuir las reservas de grano, administrar el tesoro real e impartir justicia en representación del faraón; sólo las competencias militar y religiosa escapan a su dominio, monopolizadas por el soberano. La importancia y responsabilidad del cargo exigía una proximidad al faraón, que frecuentemente elegía a miembros de la familia. - Entre los funcionarios de mayor rango están el “Superior de las Grandes Mansiones” relacionado con los tribunales, el “Supervisor de los Documentos Reales”, encargado de los decretos, cartas, etc. y de la custodia del archivo real, el “Superior del Tesoro” - La administración provincial descansaba en los nomarcas, gobernadores de los nomos o provincias en los que se divide el Estado (22 en el Alto Egipto, 19 en el Bajo), encargados ante todo de cuidar de la irrigación, fijar los límites de las propiedades y recaudar impuestos para el gobierno central (porta títulos como “Excavador de Canales”, “Conductor del País (nomo)” o “Gobernador del Castillo”). El nomarca era además el sumo sacerdote del dios local. El cargo tendió a hacerse hereditario y en momentos de 15 y sarcófagos reales son saqueados) mientras su poder y recursos se equiparan a los de la alta aristocracia y el clero, que forman ejércitos privados y acogen bajo su protección a las clases desfavorecidas, de ahí que habitualmente se preste a esta sociedad el calificativo de "feudal" . No existen imponentes edificios ni inscripciones reales, como sucede con un poder real fuerte y estable. - La progresiva escasez de agua y el avance del desierto promovieron un periodo de carestía e incluso hambrunas, lo que, sumado a los abusos e injusticias que padecía la población y al ambiente de inseguridad, cristalizó en revueltas y agitaciones populares. - Será un nomarca tebano, Mentuhotep I, fundador de la XI dinastía (contemporánea de la IX/X), quien se rebele contra la todavía débil monarquía y acometa la reunificación bajo su mando, la cual culminará finalmente su sucesor Mentuhotep II en el año 2040. EL REINO MEDIO - Se extiende desde el año 2040 hasta aprox el 1785, un período que llenan las dinastías XI y XII - Además de completar la reunificación de Egipto, Mentuhotep II (2061-2010) puso los cimientos del reino medio, con capital en Tebas, mediante una política de centralización en el interior que buscaba restaurar las estructuras administrativas del reino antiguo (en manos ahora de tebanos) y una intensa actividad exterior centrada en Libia y Nubia, destinada a restablecer el respeto hacia la autoridad egipcia entre los pueblos vecinos. De la importancia de la gestión de este faraón nos da fe una inscripción en que aparece asociado a Menes, primer faraón egipcio, y a Amosis, fundador del imperio nuevo. - Con todo, la situación no se normalizará hasta comienzos de la XII dinastía, con Amenemes I (o Amenemhat) (1991-1962), cuando se manifiesta un claro despertar económico y una reactivación del comercio. Aleja definitivamente el peligro exterior con victorias sobre los libios en el Oeste y los asiáticos en el este (y la construcción en ambas fronteras de los llamados “muros del príncipe”), retoma el control de la Baja Nubia (fuente imprescindible de minerales y de mano de obra que se había independizado en el primer período intermedio), reanuda la explotación de las minas del Sinaí y restablece los contactos con el Levante y el mar Rojo. Además de restaurar los límites tradicionales y las imposiciones fiscales de los nomos, otra medida de capital importancia de Amenemes será asociar al trono a su hijo Sesostris I durante casi una década, de forma que no solo 16 garantizaba el futuro de la dinastía, sino que forjaba a su hijo y sucesor en las tareas de gobierno (de hecho, Amenemes moriría asesinado). - Sesostris (1971-1928) rápidamente reprimió la conspiración y castigó a los implicados en el asesinato de su padre, inaugurando un reinado que marca el comieno del apogeo del Reino Medio. Desarrolló una intensa actividad constructora, entre las que destaca la restauración del gran santuario de Ra en Heliópolis, con lo que se ganaba el favor de las gentes del delta y además, simbólicamente, señalaba la vuelta a los prósperos tiempos del Reino Antiguo. En política exterior Sesostris reforzó con fuertes y castillos la presencia egipcia en la 2ª catarata e incluso alcanzó la 3ª, con lo que ponía así bajo su control las ricas minas de oro de la Alta Nubia; continúa la explotación del Sinaí y la inRuencia egipcia se hace notar por primera vez en el corredor palestino(por ejemplo, el rey de Biblos ostentará títulos egipcios). - El reino medio alcanza su madurez con el enérgico Sesostris III (1878-1843), que emprendió una importante campaña en el corazón del corredor siriopalestino y fomenta la colonización sistemática de Nubia, controlada de manera firme y permanente. En el interior su reinado marcó el cénit de la centralización administrativa, prueba de lo cual será la audaz determinación de deponer a todos los nomarcas hereditarios y establecer que las provincias dependan directamente del visir. Al mismo tiempo, se ejerce un estrecho control sobre los impuestos y tributos, que garantizan el sostenimiento de la corte. En suma, la realeza se fortalece notablemente, aunque sin llegar al absolutismo y a la cuasi divinización del reino antiguo.ç - La prosperidad continuará con su sucesor Amenemes III (1843-1797), que, además de desarrollar una importante actividad en las minas de cobre y turquesa del Sinaí, centró su atención en el oasis del Fayum, donde miles de hectáreas fueron recuperadas para el cultivo gracias a un vasto plan de irrigación de esta zona. - Con el final de la dinastía XII llegaría también, de forma súbita y hasta cierto punto enigmática, el final de este breve periodo de esplendor que fue el Reino Medio, dejando paso al segundo periodo intermedio. - El Reino Medio supone, pues, una época de prosperidad económica, estabilidad política y bienestar social. No obstante, hay cambios en la concepción del poder monárquico, que ya no es tan absolutista y divino como en el reino antiguo, sino más humano y cercano a los súbditos. El arte es un fiel reRejo de ello, ya que los faraones son representados de forma más natural, menos hierática, con sus rasgos personales (incluida 17 la vejez). Los reyes vuelven a rodearse de una compleja burocracia, principalmente numerosos escribas, pero también reaparecen desde la dinastía XI los visires y altos dignatarios. - Desde una perspectiva religiosa, el culto a Osiris manifiesta un enorme vigor y se consagra como el más popular del país, mientras el viejo dios solar Ra se sincretiza con Amón, hasta entonces una divinidad local tebana, para dar Amón-Ra, cuyos sacerdotes se convertirán en un poder fáctico (como antes lo fuera el clero de Heliópolis) capaz de aupar y derrocar faraones. También adquiere notable prestigio Sobek, el dios cocodrilo de El Fayum. - El Reino Medio es la edad de oro de las letras y la lengua se convierte en el modelo clásico, el más elegante y pulido, imitado por todo el Imperio Nuevo. Así pues, la literatura narrativa alcanza su apogeo con cuentos como el de Sinuhé, el del náufrago o el del rey Quéope y los magos (precursor de Las Mil y una noches). También se nos han conservado otro tipo de escritos como la Sátira de los oficios, en el que se anima a servir a la administración, ya que después de ser analizados una serie de oficios, se concluye que el de escriba es sin duda el mejor. - El arte del Reino Medio adquiere así mismo la categoría de clásico. Las tumbas reales vuelven a tener un carácter monumental, en consonancia con el reforzado poder monárquico, y las tumbas de nobles y dignatarios se recubren de espléndidos frescos, acordes con el estatus de este grupo social. EL SEGUNDO PERÍODO INTERMEDIO: LOS HICSOS - Comprende la dinastía XIII (c.1785-1550). Es el período peor conocido de toda la historia de Egipto debido a la precariedad de las fuentes. - Esta época se caracteriza por la extrema debilidad de la institución monárquica y por la desintegración política del Estado egipcio, fenómeno acelerado por la penetración de los hicsos (término que significa extrangero denigrando a los asiáticos); los hicsos son un pueblo de origen semita occidental, habiendo iniciado su migración paulatina al delta del Nilo a finales del siglo XVIII. - Es discutible si los hicsos llegaron a extender un dominio efectivo sobre todo Egipto o se limitaron al Bajo Egipto y parte del valle, pero lo que es cierto es que sus jefes adoptarán 20 establecimiento de una cadena de fuertes permanentes, equidistantes y conectados entre sí. - Las casi cuatro décadas de reinado de Amenofis III o Amenhotep III (1402-1364) marcan el apogeo del Imperio Nuevo. Egipto vive un período de paz en el exterior (tratados con hititas y hurritas), acompañado de estabilidad en el interior y una indudable prosperidad económica. Los archivos de Tell-el-Amarna, descubiertos en 1887, muestran las Ruidas relaciones diplomáticas y comerciales mantenidas por este faraón con los monarcas de Mitanni, Babilonia, Hatti o Chipre (contrae matrimonio con princesas de algunos de estos reinos). A Amon consagra el majestuoso templo en Luxor tan bien conservado hasta hoy día también subsisten los colosos de Memnón. - El reinado de Amenofis IV (1364-1347), llamado el faraón hereje, y su esposa Nefertiti es sin duda el que más atención ha suscitado entre los investigadores por la significación de su reforma religiosa. Adorador sincero de Atón, deidad representada por el disco solar (la manifestación más clara y pura del dios sol como benefactor y generador de vida), Amenofis IV rompe con el poderoso clero amoniano, cambia su nombre por el de Akenatón (aquel que beneficia a Atón), y funda la ciudad de nueva planta de Aketatón (“horizonte de Atón”, actual Tell-el-Amarna, en el Egipto medio, un lugar inhóspito, pero libre de la acción humana y de la presencia de otras divinidades), donde se traslada con toda su corte en el quinto año de su reinado. Amarna se nos ha conservado bien hasta nuestros días gracias a su temprano abandono, lo que ha permitido conocer el urbanismo faraónico; una gran avenida procesional señala el eje central de la ciudad en torno al cual se apiñan palacios, templos a Atón, mansiones señoriales y también barrios de artesanos y escribas; las tumbas del soberano, sus familiares y dignatarios se excavaron también en un promontorio rocoso cerca de la ciudad. - Esta revolución religiosa, que conlleva importantes consecuencias sociopolíticas, tiene por finalidad la instauración de un culto monoteísta a Atón (en los textos se evita el plural “dioses), de quien el faraón se convierte en sumo sacerdote, intérprete de su voluntad y distribuidor de los dones y beneficios del dios. Mucho más difícil resulta saber si la doctrina caló realmente entre las clases populares. - En el campo de la política exterior, se ha acusado a Akenatón de despreocuparse del imperio asiático y no defenderlo frente a la agresividad mitannia e hitita, pero últimamente hay evidencias de que Akenatón hizo campañas en el Levante y no falta iconografía que le represente en actitud violenta. 21 - La obra de Akenatón no sobrevivió mucho tiempo. Su sucesor Tutankatón (1346- 1337), todavía un niño que obedece los dictados del clero amoniano, dio los primeros pasos para volver a la ortodoxia y la normalización de la situación: cambió su nombre por el de Tutankamón, abandonó el-Amarna para residir en Tebas y Menfis, los enterramientos volvieron al valle de los Reyes, y, sobre todo, por el llamado Decreto de Restauración , restaurar los antiguos cultos y sus propiedades, (con Amón y los dioses tebanos al frente), que según el decreto habían abandonado. Por lo demás, la tumba de Tutankamón, hallada en 1922 por Howard Carter, uno de los grandes descubrimientos de la Arqueología, ha sido la única no saqueada y ha servido para darnos una idea de la magnificencia de la corte faraónica del imperio nuevo. - Los reyes del período amarniense (Amenofis IV, Tutankamon y Ay) desaparecieron de las listas oficiales de soberanos y su memoria fue condenada, borrando todo como vestigio vestigio suyo en los monumentos. Los faraones de la dinastía XIX y XX, conocidos como los Ramésidas (ya que once de ellos portan este nombre, resultado del intento de emular a Ramsés II), irán devolviendo al clero de Amón sus privilegios y propiedades, mientras muestran al mismo tiempo una predilección por Set, Ptah o Ra, divinidades muy enraizadas en la zona del delta, de donde es originaria la dinastía XIX. Así mismo instalan la capital en el delta oriental, en Pi-Ramsés (actual Tell el Daba), antigua capital de los hicsos, no sólo por razones familiares, sino también por un deseo de controlar más cerca las posesiones asiáticas. - Los 65 años de reinado de Ramsés II el Grande (1289-1224) son los mejor conocidos de la historia de Egipto debido a las numerosas fuentes y a su febril actividad constructora (sobresalen los templos de Abu Simbel, uno consagrado a él y otro a su esposa Nefertari). Apenas llegado al trono tuvo que rechazar un ataque de piratas sardanas (uno de los llamados “pueblos del mar”) a los que venció e integró en su ejército. En Asia se enfrenta en 1285 a los hititas en Qadesh, batalla de la que ninguna de las dos potencias sale vencedora o en todo caso fue una victoria estratégica hitita, que conservan su inRuencia en el norte de Siria (pese a que las versiones egipcias inscritas en varios papiros y templos la consigan como gran victoria egipcia, el acontecimiento más destacado de su reinado). Poco después firmará con Hattusil III un tratado que inaugurará un periodo de medio siglo de paz en el Próximo Oriente; el tratado contempla ayuda mutua en el futuro, devolución de refugiados y prisioneros y delimitaba áreas de inRuencia de ambas potencias en Siria y Palestina. Trece años después será sancionado con el matrimonio de Ramsés II con la primogénita del rey hitita (y más tarde con una segunda princesa hitita). Ramsés II fue divinizado en vida, asociado a grandes dioses egipcios como Ptah o Amón, y celebró hasta 14 o 15 fiestas Sed a lo largo de su largo reinado. 22 - El final de la XIX dinastía transcurre entre reyes oscuros, usurpaciones y problemas internos. Ramsés III (1184-1153) es la principal figura de la XX dinastía y el último de los grandes faraones de Egipto, entregado a una labor de reorganización en el interior y a una eficaz defensa de las fronteras occidental y oriental. Su mayor victoria la consiguió al detener un ataque masivo de los “pueblos del mar”, que llegaron a penetrar en el delta, donde fueron derrotados (el relato y la representación de la batalla naval aparecen en el templo funerario de Ramsés III en Medinet Habu) - El reinado de Ramsés IV (1153-1146) marca la transición desde el esplendor del imperio a la franca decadencia que se vive con los últimos Ramésidas, cuando la corrupción y los sobornos en la administración se ven acompañados además de malas cosechas. Desde Ramsés VI (1142-1135) se pierde el control del Sinaí y del corredor siriopalestino, mientras la inseguridad crece y las tumbas son expoliadas, no sólo las de nobles y príncipes, sino incluso las de los grandes faraones de las dinastías XVIII y XIX (para evitarlo sus momias son trasladadas a escondrijos que han cumplido su función y han permitido su preservación hasta nuestros días). Desde Ramsés X (1109-1099) se pierde también Nubia. - La base de la política expansionista del imperio nuevo es el ejército, que es potenciado, adquiere un carácter profesional y permanente, una especialización (cuadros de caballería, infantería, logística, inteligencia militar), y es reforzado con mercenarios. Su labor no sólo consiste en luchar, sino que también ejercen funciones de vigilancia y guarnición e incluso podían participar en la construcción y reparación de obras públicas. El ejército estaba dividido en unidades colocadas bajo la advocación de alguno de los grandes dioses (Amon, Ra, Ptah y en época ramésida Set) y al mando de un “jefe de tropa” o general. Un contingente clave fue el integrado por los carros de guerra tirados por dos caballos, que portaban un auriga, un arquero y en ocasiones un soldado de infantería que podía descender para luchar y que tenían como principal misión romper las filas enemigas. - La administración es centralizada, aunque por pragmatismo no se elimina la división entre Alto y Bajo Egipto (cada uno con un visir al frente y con tres ciudades que ofician de capitales. Menfis, Tebas y Pi-Ramsés), mientras que los territorios asiáticos incluidos en el área de inRuencia egipcia, que nunca sobrepasaron los límites de la franja siriopalestina (hasta Qadesh o Ugarit), conservaron su organización e instituciones, sólo 25 egipcio de manera severa en Karkemish (605), obligándolo a evacuar inmediatamente toda la región a excepción de la franja de Gaza. Como relata Heródoto, el mayor logro del reinado de Necao lI será la circunnavegación de África por primera vez, llevada a cabo por una Rota fenicia, sin duda con fines comerciales; menos fortuna tuvo, sin embargo, en su proyecto de construir un canal que comunicara el Mediterráneo con el mar Rojo, lejano precedente del canal de Suez. En todo caso, de la prosperidad económica que se vive en el "renacimiento saíta" nos hablan las suntuosas tumbas de la clase nobiliaria que se entierra en Tebas y Menfis. - Desde 525 Egipto pierde su independencia política y no es más que una satrapía dentro del vasto imperio persa. La conquista de éste por Alejandro Magno pondría a Egipto en manos de la dinastía greco macedonia de los Ptolomeo Lágidas. 26 G r e c i a 10 oct. 2022 - Los griegos nunca constituyeron una nación, es decir, una unidad política y territorial, aunque eran conscientes de hablar una misma lengua y de unas señas de identidad comunes (costumbres, leyes, dioses, etc., con las lógicas variaciones regionales), tal y como reReja el famoso fragmento de Heródoto (S.144). Sin embargo, les diferenciaba un fuerte (casi radical, visceral) sentido de autodiferenciación política, que explica que combatieran entre sí continuamente y que, cuando se aliaron, incluso de una forma más o menos estable (lo que no era frecuente), estas alianzas, como la polis misma, eran exclusivas, no inclusivas (tendían a segregar, no a integrar). - El propio concepto geográfico es ambiguo, no existían unas fronteras claras, establecidas. El mundo griego era una abstracción, como "cristiandad" o “mundo árabe" hoy en día. Se extiende allá por donde hay griegos, donde se habla griego, lo que significa todas las riberas del Mediterráneo, desde el mar Negro hasta la Península Ibérica, desde Cirene (en Libia) hasta Marsella, pero con una penetración escasa hacia el interior ("Como ranas alrededor de una charca", así dice Platón que vivían los griegos en torno al Mediterráneo. Por su parte, según Isócrates: «[Los griegos] han conseguido que el nombre de griegos se aplique no a la raza, sino a la inteligencia y que se llame griegos más a los que participan de nuestra educación que a los de nuestra misma sangre», El resto era territorio bárbaro, esto es, habitado por pueblos que no hablan griego (reproduce el sonido bar, bar, bar), considerados de una naturaleza inferior (ya sea el caso de persas, egipcios o romanos, cuyas civilizaciones eran avanzadas, o el tracios, escitas, etc.). Después de que los micénicos fueron conocidos como "aqueos", se impone el nombre de helenos y el de Hélade desde aproximadamente el siglo VIII (griegos provienen del latín Gmec). Los griegos no se unieron ni siquiera para defenderse del invasor persa. Hoy en día el problema subsiste p ej. Macedonia y Chipre. 27 - Conferencia de Javier Gómez Espelosín en la Fundación March (2019): Estudiosos viajeros griegos (para el conocimiento de la ecúmene, desde Ulises a Luciano; dedica mucho a Heródoto, Jenofonte y Alejandro) - Precedida por las civilizaciones minoica (Creta) y cicládica (la Cícladas, en el Egeo), que son prehelénicas, aunque importantes en la formación de la civilización griega.. Todas ellas se inscriben en la Edad del Bronce, la cual en el Egeo se divide en tres grandes áreas: Creta (Minoico, desde ca. 3100), las Cícladas (Cicládico, desde ca. 3300) y Grecia continental (Heládico, con el núcleo en el Peloponeso, desde ca 2800). Tenemos una cronología en tríadas: Minoico/ Cicládico/ Heládico Antiguo, Medio y Reciente, Cada período a su vez dividido en tres subperiodos (I,II,III) - La micénica es la primera civilización propiamente griega. Desciframiento de la escritura Lineal B en 1952 por Michael Ventris cuando descubre que era proto griega - Por la antigüedad e importancia de las excavaciones ocupa un lugar primordial la ciudad de Micenas (el descubrimiento en 1876, por parte de Schliemann, del llamado “Círculo A” de tumbas, que data del 1500 a.C., al que se añadiría en 1951 el hallazgo de un segundo conjunto de enterramientos el "Círculo B", aproximadamente un siglo anterior al primero: conferencia de Manuel Bendala en la Fundación March el 12/4/2018 30 - Por esta misma razón se construye con peores materiales (adobe y piedras pequeñas en lugar de grandes bloques) y los ajustes de las tumbas son más pobres (predomina la incineración, por la inseguridad y los desplazamientos continuos). La fabricación de joyas y objetos de lujo pierde mucha calidad. - Además, la Arqueología permite comprobar que se ha producido una grave recesión demográfica (en algunos lugares solo queda una décima parte de población), un notable descenso en el número de asentamientos, que además son pequeños, aislados y carentes de toda base urbanística. - Se ha perdido la escritura algo que no debe resultar extraño si se piensa que estaba restringida a funciones de la administración palaciega) - La producción y el intercambio de mercancías se ha minimizado y sólo se importa lo imprescindible para la subsistencia (no encontramos ámbar, el oro escasamente y producto de robos o saqueos etc) hasta el punto de que caen en desuso las rutas marítimas trazadas por los micénicos (con lo que la Hélade queda aislada del Próximo Oriente y Egipto), ete. GRECIA ARCAICA (S. VIII-VI a.C) 31 TRANSFORMACIONES EN EL S.VIII - Aumento demográfico, acompañado de un mayor índice de asentamiento (consecuencia de una mayor seguridad) frente a los movimientos migratorios y el seminomadismo de la edad oscura. - Notable incremento económico y de bienestar - Restablecimiento de la arquitectura en piedra (frente a la mampostería propia de la época oscura). - Vuelve la inhumación frente a la incineración de la época oscura. - Profundos cambios en las estructuras políticas: desaparición de la monarquía (excepto en Esparta) en beneficio de la aristocracia (gobierno de los aristoi, "los mejores''). No hay rastro de los viejos palacios micénicos que centralizaban las actividades sociales y económicas. Los regímenes aristocráticos se fundamentan en que el poder reside única y 32 exclusivamente una familia o en un reducido grupo de familias de elevado linaje, normalmente emparentadas entre sí por vínculos de sangre, mientras las oligarquías exigen una determinada cualificación de propiedad (de acuerdo con el proverbio «tanto tienes, tanto vales»), de tal forma que cada individuo participa del Estado en función de sus ingresos y bienes. - Reanudación de la navegación a larga distancia, se recuperan las líneas marítimas del mundo micénico y se abren otras nuevas. Los griegos vuelven a entrar en contacto con otras culturas (particularmente del milenario Oriente), del que toman productos, ideas, etc. (en arte la inRuencia oriental daría como resultado el período Orientalizante) - Pero los fenicios no sólo portaban mercancías. Fruto del prolongado contacto entre fenicios y griegos, el alfabeto se adapta a la lengua griega (introduciendo las vocales de las que carece el alfabeto semítico). El alfabeto griego es mucho más sencillo que el complejo silabario. Lineal B, por lo que se difunde rápidamente. Las inscripciones más sencillas como “yo soy posesión de fulanito” datan del siglo VIII 11 oct. 2022 ORIGEN Y CONFIGURACIÓN DE LA POLIS La polis es la unidad política por excelencia en el mundo griego, pero al mismo tiempo es un modo de organizarse y una forma de vida. En este sentido hay que entender la frase de Aristóteles "el hombre es un animal político". Con todo hay que matizar que un territorio aún mayor de Grecia se organizaba en ethe (estados tribales), sin desarrollar las estructuras propias de la polis. Esta se caracteriza ante todo por su carácter urbano y por el autogobierno: una parte o la totalidad de los ciudadanos toma las decisiones en política interna y externa (salvo en momentos ocasionales en que toma el poder un tirano). La traducción más aproximada, aunque no perfecta, es ciudad-estado, una auténtica novedad en el ámbito mediterraneo. La polis nace en el siglo VIII como aglomeración en torno a un centro urbano (proceso conocido como sinecismo [sincikismós]) y es el resultado del esfuerzo de diversas familias aristocráticas por alcanzar un mejor control del territorio (e incluso de expandirlo poniendo en cultivo zonas incultas o incorporando tierras de los vecinos). Se pasa, pues, de lo individual a lo 35 ● Dedicación a caza, guerra (como forma de enriquecimiento mediante el expolio y como representación de su posición: defensa de la ciudad), certámenes atléticos (donde hacían gala de su riqueza y su areté, concepto que implica virtud y a la vez nobleza). ● Control de las mejores tierras y poseen abundante ganado, lo que les garantiza su elevado nivel de vida; se apoderan de las tierras del pequeño campesino agobiado por deudas, que pasa a jornalero o arrendatario del aristos, en clara situación de dependencia (una mala cosecha podía arruinar a un pequeño propietario, que se endeudaban para sobrevivir). Quejas de Hesíodo y Solón. ● Administración de justicia (ley de Talión) ● La clase aristocrática es muy solidaria, vincula fuertemente a sus miembros a través de instituciones como el matrimonio endogámico (intra o extracomunitario, que sella alianzas entre poderosas familias), el simposio (intracomunitario, refuerza los lazos entre los aristei de una misma polis y en muchos tiene una vertiente política, por ejemplo cuando bajo regímenes democráticos adopta la forma de hetairia o célula conspirativa de oligarcas) y la hospitalidad, basada en el don-contradon, en el mismo tratamiento. Además de las implicaciones económicas y sociales, este tipo de ayuda mutua (que pasa de padres a hijos) suele tener también políticas y militares y pueden llegar a amenazar a las estructuras de la polis. ● Monopolización de instituciones, magistraturas, ejército, incluso en las ciudades que avanzan hacia regímenes democráticos, donde también ocupan los puestos de responsabilidad. ● Tienen como ideal la buena ley, o buen ordenamiento en el sentido aristocrático. Piensan que son los únicos capacitados para la tarea de gobernar tanto por nacimiento como por educación, riqueza y tiempo libre. Su eslogan sería “el gobierno de los mejores es el mejor de los gobiernos” ● Fijación del ethos aristocrático (moral y valores), al tiempo que la poesía lírica canta las excelencias de la clase aristocrática como afirmación subjetiva de un grupo social hegemónico (poesía de Teognis de Megara o Pindaro de tebas, éste ya en el siglo V, que ensalzan las virtudes de los nobles). ● Sus crecientes recursos económicos les permiten consumir productos de lujo, generalmente provenientes de Oriente, con lo que estimulan a su vez la producción artesanal. ● Además de la escritura, tienen una educación musical y artística. 17 oct. 2022 LA REFORMA HOPLÍTICA En primer lugar conviene subrayar que en el mundo griego la jerarquización militar se corresponde con la social: caballero, hoplita, peltasta, escila (arquero) remero (la base de la 36 democracia está en la Rota). Politud (política, cosa pública) y polemos (guerra) comparten la misma raíz. Lenta y gradual evolución (durante decenios) y coexistencia del combate individual) y el hoplítico, que matiza el término "revolution* (Snodgrass) y hace preferible hablar de reforma (no se trata de un arte consciente, deliberado, para modificar la situación anterior). De hecho los elementos armamentísticos que constituyen la panoplia hoplita (hoplita) van a ir apareciendo a lo largo del siglo VIII y primera mitad del VII espía (escudo redondo de doble abrazadera hecho de madera cubierta con una lámina de bronce), pretus o espinilleras, pectoral, casco construido de una sola lámina de bronce (que protegía bien pero deja prácticamente sordo al Hoplita). posiblemente también protecciones para brazos y tobillos: y como armas La Lanza y La espada (xiphos, arma secundaria: la espartana era muy corta, como una daga). Hasta mediados del siglo VII no se puede decir que se haya completado la transición hacia una forma de combate hoplítico. Este armamento tan pesado (unos 32 kg) se fue aligerando y en época clásica eran ya unos 20 kg. Frente al combate heróico individual de época homérica, la táctica hoplítica descansa en la falange, una formación cerrada que exige una alta disciplina y gran entrenamiento para ejecutar bien las maniobras, al unísono. Fue la forma de combate dominante en Grecia desde el siglo VII a las reformas macedonias de mediados del siglo IV. Para ser hoplita es necesario costearse sus propias armas y, salvo excepciones (metecos atenienses), ser ciudadanos de pleno derecho normalmente pequeños y medianos propietarios. La necesidad de establecer una protección mutua, escudo con escudo, hombro con hombro genera una concienciación de la importancia del hoplita en la ciudad, de que su número es superior al de los aristoi, y difunde una cierta ideología isonómica (igualitaria, nobles y gente común comparten filas y peligros). Por otra parte, puede decirse que de alguna forma se extiende el ethos aristocrático y los valores que comporta el conjunto del cuerpo cívico LEGISLADORES De forma paralela al proceso de configuración de la polis, de su armazón material e intelectual, van a ir apareciendo las primeras codificaciones legales por escrito, en gran medida como respuesta a las reivindicaciones de justicia de los ciudadanos no privilegiados, cuya importancia política no se correspondía con su papel en la naciente formación hoplítica. Son producto por 37 tanto de la presión de los grupos sociales desfavorecidos, presión que es capitalizada por determinados aristoi que se encargan de darles uso. La tradición literaria nos ha transmitido los nombres de estos legisladores pioneros, algunos de los cuales tienen la consideración de sabios (Solón y Licurgo) y gozan de gran prestigio y reconocimiento, razón por la cual su recuerdo se ha idealizado o mitificado. Pero la arqueología ha demostrado que se trata de un fenómeno generalizado, y no restringido, a unas pocas ciudades. Un rasgo común a estos primeros legisladores es que su poder es temporal, concedido para mediar en la lucha por los derechos políticos. Su principal labor va a consistir en poner por escrito las antiguas normas consuetudinarias, lo que supone ya cierto adelanto frente a la arbitrariedad jurídica de los nobles. Por lo tanto, hasta Solón estas legislaciones afectan más al ámbito judicial que al político (multas a magistrados por corrupción o abusos, castigos por demostraciones de lujo excesivo, penas para evitar venganzas personales); de hecho, estas complicaciones de leyes ven la luz en regímenes aristocráticos y en muchos casos sirven para reforzarlos. LA COLONIZACIÓN O EXPANSIÓN GRIEGA POR EL MEDITERRANEO ● Hay que precisar, en primer lugar, que no es una colonización tal y como se entiende hoy día (como la practicada por las potencias en época moderna y contemporánea), ni el término colonia tiene el significado que le damos en castellano. La fundación no se convierte en el satélite ni el instrumento de la metrópoli para proporcionarle beneficios, sino que se trata de resolver un problema interno, de proporcionar un medio de vida a una parte de la comunidad que no los tiene y que se ven forzados a emigrar para garantizar al mismo tiempo la supervivencia de los que se quedan. ● Dos siglos (750-550), aunque hoy sabemos que hubo contactos precoloniales desde el s. IX. Abarca desde el mar Negro a la Península Ibérica. 40 ● Papel del Oráculo de Delfos como legitimador y sancionador de la expediciones, se ha dicho que con el tiempo Delíos se convirtió en una especie de centro de información geográfica para las nuevas oleadas colonizadoras (se encuentra al norte del golfo de Corinto y, por tanto, bien situado en la principal ruta de paso a Occidente unos iban a solicitar oráculos, otros a depositar votos de agradecimiento, se intercambiaban noticias entre ellos y con los sacerdotes de Apolo), pero en realidad Delfos no dirigía, sino que legitimaba (los griegos ya conocían el camino, los oráculos contienen indicaciones ambiguas, que sólo la inteligencia del oikistes, aunque no siempre, podría descifrar). El espartano Dorico (hijo del rey Anaxandridas, pero desplazado del trono por su hermanastro Cleómenes), fracasa en (fundar una colonia por no consultar a Delfos: se dirigió a África (en la zona de la actual Libia) y allí fue rechazado por indígenas y cartagineses. Dos años después volvió a intentarlo en Sicilia, esta vez consultó al oráculo si ocuparía permanentemente la tierra de Sicilia, y este le dijo que si. En 510 fue atacado y muerto junto a la mayoría de los miembros de su expedición por un ejército de sículos y cartagineses, cumpliéndo el Oráculo en el sentido de que su tumba ocupó la tierra de Sicilia. ● La colonización da lugar a cierto sentimiento panhelénico (que no hay que exagerar) al poner a los griegos en contacto con pueblos bárbaros que no hablan su lengua y no contaran sus costumbres y creencias (koiné cultural y lingüística). LA TIRANÍA ARCAICA ● Es la otra respuesta (mis violenta) a la crisis cuando no ha sido posible (o suficiente) el arbitraje de los legisladores ● Se extiende desde el siglo VII a V, aunque también hay en otros periodos ● Figura sin la que se comprenderá la época arcaica. Según Aristoteles, es un tirano demagogo, que sale del pueblo y lo engaña, como una forma de populismo, no es así, el tirano es un aristócrata que tiene el apoyo de los hoplitas (clase media acomodada), lo cual sería imposible si fuera campesino, esclavo o artesano. ● Se da en ciudades muy desarrolladas económicamente (Atenas, Corinto, Samos, Megara, Siracusa, etc.), donde se ven ampliadas las diferencias sociales y el descontento del demos ● Fue una forma de gobierno “necesaria” en la evolución política hacia la democracia o la oligarquía desde la aristocracia, cuyo predominio rompe (se puede considerar, por tanto, un régimen de transición). 41 ● No tiene un sentido peyorativo en el arcaísmo (parte de la tradición del s. IV y Aristoteles). De hecho, hasta entonces tirano y rey son términos intercambiables (Herodoto llama tirano al rey Gipes de Lidin). Ofrecimiento de la tiranía a Solón, uno de los Siete Sabios. A la boda de Agarista hija del tirano Clístenes de Sición (c. 572), acudió lo más granado de la nobleza griega y finalmente el elegido fue Megacles de la poderosa familia Alcmeónida y padre de Clístenes, fundador de la democracia ateniense. ● Búsqueda de legitimidad a su gobierno 1) En los santuarios panhelénicos (cultivan la amistad del oráculo de Delfos con ricas ofrendas). Distinta actitud del oráculo délfico en los siglos VII y VI. 2) Inclusión del elemento mágico o heroico para sustentar su gobierno. ● El tirano tiene plenos poderes, pero no supone una ruptura del orden constitucional, solamente controla las instituciones a través de familiares y seguidores. ● En principio cuenta con el apoyo de buena parte del demos, pero se pierde en dos o tres generaciones (sólo se mantenida por carisma), porque no soluciona los problemas del pueblo (que sigue sin participar en el gobierno). ● Se caracterizan por medidas antisuntuarias (contra el lujo aristocrático) y por ser grandes constructores, lo que permite el embellecimiento de las ciudades y emplea mucha mano de obra (según Aristoteles para mantener ocupado al pueblo y que este no participe en política). También son mecenas de intelectuales y artistas. ESPARTA ARCAICA ● Esparta se convertirá en el estado griego más poderoso en la época arcaica. Las dos Guerras Mesenias la permitieron conquistar Mesenia y esclavizar a su población, que pasará a ser los hilotas que trabajan los campos para sus dueños espartiatas. Con ello Esparta alcanza un tercio del Peloponeso (8400km2). Después intentaron conquistar Tegea, pero desistieron tras treinta años, y cambiaron de política hacia el establecimiento de alianzas bilaterales de carácter desigual que constituirán la espina dorsal de la mal llamada liga del Peloponeso, sancionada por Delfos (los antiguos nunca la denominaron así, sino "los lacedemonios y sus aliados"). Corinto, Epidauro, Sición, Elide y el resto de Arcadia se irán incorporando a lo largo de la segunda mitad del s IV (pero no Beocia o Egina). ● Esplendor cultural de Esparta en la época arcaica como centro de artes (música, poesia, cerámica, escultura..). La tradición atribuía el giro a la reforma del éforo Quilón en 556/5 (uno de los Siete Sabios de Grecia, cuya figura es semilegendaria). que produciria un cierre de fronteras, fortalecería la eforia (mayor control de los reves), fomentaría la 42 austeridad, la disciplina y la constante preparación militar, que impregnarán la vida y costumbres de los ciudadanos, quienes supeditarán sus intereses personales y familiares a los de la colectividad y desdeñar, entre otras cosas, el cultivo de toda actividad económica - que no fuera la explotación de la propia tierra-, artística e intelectual. Como resultado, Esparta forjará indiscutiblemente el ejército hoplítico más competente y temible de esta forma de combate. Lógicamente, esta radical transformación es imposible que sucediera en un solo año, sino que fue fruto de un proceso gradual que se extendió a lo largo del silo VI y que culminaría bien entrado el siglo V. En el origen de estos cambios estructurales en la sociedad espartana se halla la pretensión de asegurar el control y sometimiento de la población hilota, especialmente la mesenia, cuyas tierras y trabajo personal garantizaban los recursos materiales necesarios para el sometimiento de la clase dirigente espartiata. Su elevado número y un sentimiento nacionalista latente convertían, empero, a los hilotas mesinos en una virtual, y en ocasiones real, amenaza de subversión contra los fundamentos socioeconómicos e ideológicos del Estado. INSTITUCIONES ESPARTANAS ● Politeia o Constitución ejemplar para los filósofos, intelectuales y oligarcas que la ven como una "Constitución mixta" que combina armónicamente los tres regímenes puros: monarquía, aristocracia y democracia. Es una falacia ya que es una oligarquía estrecha y férrea Legislación original atribuida a Licurgo, legendario organizador de todo el estado espartano que tendría la singularidad de no estar escrita Dudas sobre su historicidad e imposible de datar, lo mismo que su Retra recibida directamente de Apolo en Delfos (se ha dicho que podria ser una proyección cosificada de Apolo, un hechicero legislativo, un todopoderoso demiurgo o supremo hacedor): la retra se sitúa desde el s. X hasta el VI. pero probablemente fuera de mediados del siglo VII, en el contexto de la Segunda Guerra Mesenia, momento especialmente crítico en el que Esparta está transformando su milicia y la sociedad también está cambiando ante los efectos de una aguda crisis interna por la falta de tierras. La Retra o Constitución establece las instituciones principales de Esparta (excepto la eforía) y sus funciones: ● Diarquía: familias Agíada y Euripontida. La principal atribución de los reyes es la dirección del ejército en campanar ciertos poderes religiosos (sancionar fiestas, realizar sacrificios, consultar al oráculo délfico). ● Eforía: colegio de cinco miembros que constituyen la máxima magistratura (uno de los cuales es epónimo). Supuestamente salidos del pueblo, los foros controlan el poder de los 45 Considerado uno de los Siete Sabios de Grecia y nacido en el seno de una familia aristocrática, Solón accede al arcontado, la suprema magistratura ateniense, en 594/3, después de haberse distinguido en la dirección de la guerra contra Megara por la posesión de la isla de Salamina. En el Ática el conRicto socioeconómico se había ido agudizando: desde el siglo VII una serie de grandes familias de aristoi, los Eupátridas, monopolizaban buena parte de las tierras áticas y habían sometido a servidumbre o esclavitud por deudas al antiguo campesinado libre. A ello se añade que a finales del siglo VI Atenas afronta la guerra contra Megara, quizá interviene en Grecia central (participando en la primera guerra sagrada, de controvertida autenticidad) y reanuda las expediciones ultramarinas, particularmente al Helesponto. Para todo ello se precisaba una reorganización militar basada en la táctica hoplítica, pero ésta exigía la existencia de un campesinado libre que escaseaba precisamente en el Ática. ● Además de arconte, Solón fue también árbitro o mediador, a partir de un compromiso entre las distintas facciones políticas atenienses. Según reRejan los fragmentos de sus poemas que se nos han conservado en obras posteriores, Solón se propuso mediar en los enfrentamientos, cada vez más agrios, entre los nobles y el demos: - Di al pueblo la parte que le correspondía, sin privarle de honor ni exagerar su estima. Y de los que tenían el poder y destacaban por ricos, también de éstos me cuidé para que no sufrieran afrenta. Y alzando un escudo alrededor mio, aguanté a los dos bandos, y no le dejé ganar sin justicia a ninguno. Como mejor sigue el pueblo a sus jefes es cuando no va ni demasiado suelto ni se siente forzado (5D) ● Su primera medida consistió en una “liberación de las cargas” (seisachtheía o sisactía) que pesaban sobre buena parte del campesinado, los llamados hectémoros o sextarios, “los de la sexta parte”, que se habían visto obligados a entregar su tierra y a seguir trabajándola como siervos que debín entregar una sexta parte de la cosecha anual (de ahí el nimbre, aunque algunos estudiosos han pensado que se quedarían con f⁄e y entregarían lo demás, lo que parece excesivo); si eso no bastaba para satisfacer la deuda, respondían con su propia persona, con lo que caían en la esclavitud. Pese a la importancia de su legislación para mejorar la situación del campesinado ático, la anulación de las deudas no fue total, aunque si parece que se abolió la esclavitud por deudas (en adelante los acreedores responderán de sus débitos con sus bienes más que con su persona). Tampoco se procedió a un reparto de tierras igualitario como reclamaba el demos. De esta forma, habrá un nuevo campesinado libre con tierra propia y que constituirá la columna vertebral del nuevo sistema sociopolítico creado por Solón, mientras los hombres libres que no tienen tierra trabajan como jornaleros o artesanos (su número también aumenta, explicando el gran desarrollo del artesano ateniense desde el segundo cuarto del siglo VI). 46 ● De gran importancia fue el ordenamiento social timocrático (en función de los timema, los “ingresos”) instaurado por Solón, que procedía a distribuir al cuerpo cívico en cuatro clases sociales en función de la riqueza de cada individuo, único criterio válido a la hora de disfrutar de cargos políticos y militares (en lugar del nacimiento). El primer grupo censitario era el de los pentakosiomedimnoi o ciudadanos que obtienen de sus dominios al menos 500 medimnos (medida de capacidad agrícola que equivale a unos 52 litros en el caso de los sólidos y unos 40 litros en el de los líquidos), el segundo los hippeis o caballeros, los que consiguen más de 300 medimnos, le siguen los zeugitai con un ingreso mínimo de 200 medimnos y finalmente los thetes, ciudadanos que no tienen propiedades o bien que su cosecha no alcanza esta última cifra. Estrechamente ligadas a los derechos políticos estaban las obligaciones militares: en tiempo de guerra los pentacosiomedimnos (una especie de élite dentro de la aristocracia) debían procurar todo tipo de suministros, pero no tenían atribuciones concretas, los hippeis servían como caballeros, los zeugitas como hoplitas y los thetes como infantes ligeros y como remeros. En cuanto a su número, de acuerdo con el rendimiento potencial del territorio, se ha calculado que a principios del siglo VI entre los dos primeros grupos podían reunir 600-675 ciudadanos, los zeugitas serían un millar aproximadamente y los thetes 11000-12000. Lógicamente mujeres, niños, extranjeros y esclavos quedaban excluidos. ● Para garantizar la igualdad (dentro de un grupo censitario), Solón introdujo el sorteo en la elección de los magistrados, incluso cuando ésta se realizara entre candidatos preseleccionados previamente en el seno de las tribus. La magistratura más importante, el arcontado, quedó limitada a las dos primeras clases censitarias; a la expiración del año los nueve arcontes pasaban, de manera vitalicia, a engrosar las filas del Areópago. El tesorero de Atenea se extraía de la clase más alta. El resto de los cargos estaban abiertos a las tres primeras clases. ● Solón instituyó también una Boulé de cuatrocientos miembros, cien de cada una de las tribus áticas (aunque únicamente ciudadanos de las tres primeras clases), cuya principal competencia consistía en época clásica en preparar los decretos que pasaban a ser debatidos por la Ecclesía o Asamblea de ciudadanos, frenando así la capacidad política de esta última. A Solón se ha atribuido igualmente la creación de la Heliea o tribunal popular, quizá erróneamente, porque Aristóteles lo que dice es que los ciudadanos tenían derecho de apelar ante los tribunales contra las decisiones de los magistrados, pero no que esos tribunales estuvieran constituidos por el pueblo. De la asamblea ciudadana se ignora incluso su composición y además carecía de periodicidad (no era aún pues una realidad institucional), el pueblo se reunía sólo cuando las circunstancias lo exigían. ● Así pues, los nobles conservaban aún una importante parcela de poder político (los Eupátridas quedaban englobados en las dos primeras clases censitarias, aunque no ya por 47 su nacimiento, sino por su capacidad económica y ésta podía estar al alcance de ciudadanos de origen no noble), si bien debían ceder parte del mismo a los ciudadanos de la clase hoplítica (los zeugitas o pequeños y medianos propietarios). El resto del demos debía conformarse con participar exclusivamente en una Asamblea (y puede que en unos tribunales) que apenas tienen poderes efectivos. Es más, Solón no sólo no tocó las altas responsabilidades del consejo aristocrático del Areópago (cuyas sesiones seguían siendo orales, sin ponerse por escrito), sino que las reforzó (dice Aristóteles que le colocó como “guardián de las leyes, vigilante de la mayor parte de los asuntos de la ciudad”). Por todo ello la labor legisladora de Solón no contentó a nadie (para unos sus medidas fueron tibias e insuficientes, para otros, osadas y escandalosas), si bien sirvió para apaciguar un tanto la tensión social y con el paso del tiempo muchos atenienses vieron en él al fundador de una constitución equilibrada, que huía de extremismos (la patrios politeia o Constitución ancestral), anterior a las reformas “radicales” de Clístenes y Efialtes. Su mayor logro fue otorgar la igualdad jurídica, que sus leyes fueran iguales para todos. LA TIRANÍA DE LOS PISISTRÁTIDAS ● El conRicto interno no había desaparecido y continuó la pugna entre los grupos nobiliarios por hacerse con el control del Estado. Quien terminará haciéndose con el poder será Pisístrato, gracias al apoyo de muchos pequeños campesinos, jornaleros y artesanos, que se convertirá en tirano en 546 (tras la batalla de Palene), hasta su muerte en 527. La tiranía de Pisístrato, presidida por la moderación y el respeto a la ley, supondrá un paso decisivo en la evolución hacia una democracia. ● Una vez en el poder, Pisístrato no emprende reformas de la Constitución soloniana, ni de las instituciones, que se limita a controlar a través de parientes y amigos; únicamente creó la figura de los jueces de demo (distrito), que privaba a los nobles locales de la potestad de impartir justicia, y además daban créditos a bajo interés, con lo que también suplían a los aristoi en esta labor que generaba dependencias y clientelas. ● Aunque no hay constancia de que el tirano llevara a cabo una redistribución de tierras, sí al menos mejoró los préstamos al pequeño y medio campesinado, entre otras ayudas, para evitar la concentración de tierras en pocas manos (la medida le dio beneficios fiscales, pero recibía un tributo del 5% o del 10% sobre la producción). ● Ejerció una labor protectora de las actividades manufactureras, la cerámica en particular, que favorece el Rorecimiento y expansión del estilo de “figuras negras” y desde 530 del de “figuras rojas”. 50 fundaban sobre las grandes familias y los cultos comunes. Puede decirse, por tanto, que frente al concepto aristocrático y soloniano de Eunomia , Clístenes introdujo el de Isonomía, es decir, la igualdad ante y por la ley, que suponía la participación igualitaria de todos los ciudadanos en los asuntos públicos del Estado y que era compatible con las desigualdades sociales y con una cierta desigualdad política. La palabra Demokratia no está atestiguada hasta medio siglo más tarde. ● Nada más nacer y ser aceptado por el padre, el futuro ciudadano era inmediatamente registrado en su demo (por el demarco o jefe del demo, que controla las listas del demo), del que tomará el nombre junto al patronímico (que en ocasiones se obvia), limitando así la importancia del nacimiento (por ejemplo, Sócrates de Alopece, en lugar de Sócrates hijo de Sofronisco; Alcibíades de Escambónidas en lugar de hijo de Clinias, del genos Alcmeónida). Así, todos los atenienses disfrutarán del mismo estatuto de ciudadanía. Los extranjeros que establecen su residencia en Atenas son también encuadrados en los demos, con lo que asegura su estatuto de meteco y el disfrute de los derechos civiles (nunca políticos). ● En cuanto a las instituciones y magistraturas, Clístenes transformó la Boulé soloniana de Cuatrocientos en un Consejo de Quinientos, a razón de cincuenta ciudadanos seleccionados por sorteo de cada una de las diez tribus (sin que se pueda ser buleuta más de dos veces en la vida), y aumenta sus competencias ejecutivas en detrimento de los arcontes (cuyo número por cierto se eleva a diez, uno por tribu). Cada tribu ejercía de comisión permanente el Consejo (llamada pritanía) durante una décima parte del año (36 37 días, según el nuevo calendario político, que se adapta al año solar de 365 días, en tanto el calendario religioso se sigue guiando por el año lunar, de 354). La presidencia de la pritanía, de la Boulé, de la Ecclesía y, en suma, del Estado recaía cada día en un pritano diferente, el epistates. También se desarrolla notablemente la Heliea, cuyos jurados eran igualmente elegidos por sorteo. El Areópago ve mermadas sus prerrogativas, aunque queda como alto tribunal para delitos de sangre y conserva su prestigio. De la Ecclesía o Asamblea no tenemos noticias explícitas, pero posiblemente se convirtió en el máximo órgano de decisión. ● Desde 501 se crea, no sabemos si por obra de Clístenes, un colegio de diez estrategos (strategoi) o generales, uno por tribu, por elección y no por sorteo (la única excepción dentro de los cargos públicos junto a los tesoreros) debido a que obviamente se requería para el cargo cualificación y experiencia. Los estrategos sustituirán al arconte polemarco en el mando militar, como demuestra el papel de Milcíades el Joven ya en la batalla de Maratón, donde impone su criterio al de polemarco. ● Un nuevo régimen surgido de estas medidas reformadoras no hizo tabla rasa del ordenamiento anterior y así los arcontes y estrategos seguían saliendo de las clases privilegiadas y el Areópago continuaba engrosando sus filas con exarcontes. 51 ● La tradición atribuyó también a Clístenes la instauración del ostracismo, mecanismo destinado a enviar al exilio a los sospechosos de aspirar a la tiranía, pero con el tiempo se convirtió en un arma política para deshacerse de los enemigos políticos. El nombre procede de ostrakon, el tejuelo o fragmento de cerámica sobre el cual se inscribía el nombre del candidato en una sesión de la Ecclesía que precisaba de un quorum mínimo de seis mil ciudadanos. Los condenados salían al destierro por diez años, aunque sus propiedades eran respetadas (en ocasiones de emergencia se les llamaba antes, como a Aristides y a Jantipo ante la amenaza persa). Las excavaciones han proporcionado más de doce mil ostraka con los nombres de destacados políticos como Arístides, temístocles, Milcíades, etc., pero hay centenares de personajes desconocidos; algunos muestran la misma escritura, lo que denota que podían prepararse con antelación, “en serie”, por las facciones políticas. La anécdota de Plutarco sobre el agricultor analfabeto y Arístides el Justo es también ilustrativa a este respecto. ● Un avance más hacia la democracia tendrá lugar en el período de las Guerras Médicas, cuando Temístocles es elegido arconte en Atenas. Temístocles era partidario de una estrategia naval cara a los persas que tiene su base social en los thêtes que sirven a los remos (sin duda los nuevos protagonistas de la escena política ateniense), a la vez que acomete la fortificación de los puertos de Atenas, que se convertirán en el principal polo de atracción del tráfico comercial del Egeo. Su política naval, posibilitada por la explotación intensiva del filón argentífero del monte Laurión y sustentada en su sagaz interpretación de la predicción pítica de que Atenas se salvaría de los persas gracias a un “muro de madera”, esto es, el conformado por las naves, cambiará la historia de Grecia y de la propia Atenas. Gracias a la construcción de una poderosa Rota, los griegos se impondrán a los persas en Salamina y Atenas se convierte en la primera potencia marítima de Grecia. ● En estos años queda configurado el sistema de liturgias, por la cual la polis confiere a ciudadanos acaudalados la organización y el coste de diversas actividades cívicas, de modo que se convierte en un mecanismo de redistribución económica. Las liturgias principales son la coregía y la trierarquía. La primera consiste en sufragar la representación de una pieza teatral (pagar al coro de 15 personas, al Rautista, a los actores, así como las vestimentas y las máscaras), la segunda en costear la construcción y mantenimiento de un trirreme (tripulación incluida); luego había otras menores, como pagar banquetes y fiestas para el propio demo o para la comunidad. A pesar del dispendio, la liturgia se extendía como un servicio a la ciudad y a la vez como una forma de obtener prestigio y honorabilidad. LAS GUERRAS MÉDICAS 52 ● El imperio persa, gobernado por la dinastía aqueménida, se había ido expandiendo imparablemente hacia el Oeste hasta alcanzar el mar Egeo (las poblaciones griegas de Jonia fueron aceptando una dominación no demasiado opresiva: el tributo no era gravoso y existía libertad de cultos y una cierta autonomía en cada comunidad). ● En 499 va a estallar la revuelta jonia, que Heródoto atribuye a la ambición personal y a las manipulaciones del tirano Aristágoras de Mileto. Los griegos del continente no ayudaron, a excepción de 25 naves atenienses y otras tantas de Eubea, por lo que la sublevación fracasó (en 494 capitula Mileto, cuyos habitantes son deportados a Mesopotamia). ● Aprovechando la inercia, Dario I envió heraldos a las principales ciudades griegas del continente para demandar “la tierra y el agua”, esto es, la sumisión (los campos y ciudades, por un lado, el litoral y los ríos por otro). Muchos estados admitieron y escucharon a los heraldos (es decir, medizaron), otras no contestaron y solo Atenas y Esparta, según Heródoto (cuya pretensión es destacar el papel de ambas ciudades hegemónicas), se negaron, es más, los atenienses tiraron al heraldo persa por el barathron (el barranco por el que se despeña a los criminales) y los espartanos a un pozo, “para que ellos mismos tomaran la tierra y el agua” (lo que constituía una evidente violación de la invulnerabilidad de la figura del heraldo). Consecuentemente, los persas desembarcaron en el Ática en 490 y se enfrentaron a los atenienses en la llanura de Maratón ● Maratón fue una victoria exclusiva de los atenienses (los espartanos arguyeron no poder tomar las armas hasta que finalizasen las Carneas) y éstos supieron explotarla perfectamente, en especial su clase hoplítica, que en lo sucesivo mantendrá vivo el recuerdo de los maratonómacos, los combatientes de Maratón, como símbolo de la vieja y añorada sociedad en que los propietarios de tierras determinaban la política del Estado, de un tiempo pasado en el que Atenas no miraba al mar y en el que lo thêtes o remeros, que llenarán las naves de la futura Rota imperial, todavía carecían de peso político. En el «Pórtico de las Pinturas» (Ston Poikile), erigido en el ágora hacia 460, la representación de la batalla de Maratón aparecía asociada a dos victorias míticas de los atenienses: la de Teseo sobre las amazonas y el saqueo de Troya. Sin desmerecer en absoluto la hazaña ateniense sobre unas fuerzas invasoras numéricamente muy superiores, hay que reconocer sin embargo que la campaña de Darío, no estaba ni mucho menos diseñada para la conquista de Grecia, sino que era mucho más limitada en sus objetivos, fundamentalmente situar gobiernos favorables en las Cícladas (cosa que habían conseguido) y, si acaso, llevar a cabo un intento de restaurar al tirano Hipias en Atenas (que acompañaba a los persas en calidad de consejero). Así pues, desde la óptica persa, se trató de un mero revés en el conjunto de una campaña exitosa. Según Heródoto, murieron 6.400 persas, por solo 192 atenienses, cuyos cuerpos fueron incinerados y las cenizas enterradas bajo un túmulo de 12 metros de tierra que fue visitado por antiguos y modernos y que todavía hoy puede verse en la llanura de Maratón (fue excavado en los ss. XIX y XX, encontrándo la plataforma de cremación, restos de huesos, cenizas y cerámica de figuras negras del s. V). En la tradición posterior, Maratón significó "el grito del nacimiento de Europa" (frente a Oriente) y los románticos asociaron esta batalla a la de Waterloo, como hundimiento de dos grandes imperios. ● Jerjes, que hacia 486 había sucedido a su padre Dario, organizará una segunda invasión del solar helénico que esta vez sí contemplará planes de conquista. Durante cinco años se hicieron los preparativos para reunir un ejército integrado por un mosaico de pueblos, culturas y religiones 55 principio ascendía anualmente a 460 talentos de plata (el talento ático equivale a unos 26 kg), en general una suma que podemos considerar moderada para la mayoría de los aliados (entre 150 y 200 según el período) y que se revisaba cada cuatro años, con ocasión de las Grandes Panateneas de julio. Como consecuencia, los atenienses dispusieron del dinero de las contribuciones a su albedrío, utilizándolo Pericles por ejemplo para sufragar el programa de obras públicas en la Acrópolis de Atenas, dirigido por su amigo Fidias (lo que causó protestas entre los aliados, a las que con orgullo y prepotencia contestó que «los atenienses no tenían que rendir cuentas a los aliados, puesto que hacían la guerra por ellos») y sirvieron en las fuerzas expedicionarias, de modo que se convirtieron con el tiempo en los dueños de aquellos que les pagaban. ● Además, los coligados no podían abandonar la alianza, que había sido suscrita a perpetuidad (según Aristóteles se mantendría en vigor mientras los trozos de hierro arrojados al mar por los contrayentes no salieran a Rote), de ahí que los intentos de secesión fueran aplastados por Atenas, incluyendo la confiscación de tierra para repartir entre clerucos atenienses. Atenas se reservaba además una serie de prerrogativas en materia judicial, como por ejemplo llevar en Atenas los procesos que implicasen asuntos públicos contra el imperio, lo que se consideraba una injerencia intolerable en la autonomía de las ciudades. Los atenienses instituyeron también el cargo de episkopoi (vigilantes), que supervisaban el cobro del tributo, el aprovisionamiento del grano y la aplicación de ciertos decretos. Otra medida que encrespó a los aliados fue el decreto de unificación de pesos, medidas y monedas, emitido por un tan Clearco en torno a 437, que implantaba a la fuerza los patrones atenienses e impedía la existencia por ejemplo de acuñaciones locales (símbolo de soberanía). ● Los beneficios económicos del imperio fueron enormes y revertían a prácticamente toda la población ciudadana: a las clases altas por ser la directora de las empresas imperiales, a las clases desfavorecidas porque percibían un salario público por su trabajo en los remos, a los clerucos porque les proporcionaban tierra en el exterior sin perder los privilegios de la ciudadanía ateniense, a los "contratistas" por proporcionar obras públicas y construcción y a los metecos y comerciantes por facilitar y acrecentar los intercambios. En definitiva, el imperio posibilitaba la libertad de las clases inferiores atenienses y la conservación de la democracia. ● Precisamente de forma paralela a la intensificación de su política imperialista, durante la Pentecontecia Atenas alcanza la madurez en sus instituciones democráticas y se consolida como epicentro cultural y artístico, en esa «Escuela/Faro/Modelo para Grecia», como la definiera Pericles, alumno precisamente del filósofo Anaxágoras. En ese tiempo Atenas prácticamente duplica su población. El número de ciudadanos se sitúa en torno a los 50.000 (quizá incluso 60.000). La democracia se desarrolla plenamente como régimen en el que «los gobiernan y a la vez son gobernados», una combinación de 56 eleutheria (libertad). Isonomía (igualdad ante la Ley) e isegoria (derecho de participar en el ágora). Con la democracia todos los cargos públicos (salvo estrategos y tesoreros) eran elegidos por sorteo y limitados a un año, lo que evitaba la acumulación de poder y se limitaba la inRuencia del clientelismo (no es extraño que desde el siglo V el estratego se convirtiera en el principal instrumento de poder); además los magistrados podían ser depuestos en cualquier momento por orden de la Asamblea y a la salida de su cargo debían rendir cuentas ante esta y no ante el aristocrático Areópago. Ahora bien, en política sólo seguían participando quienes tenían holgados medios económicos, pues era necesario tener capacidad oratoria (que ciertamente no está al alcance de todo el mundo, sino de quien puede pagarse un maestro) y dedicarle tiempo, lo que conlleva disponer de un ocio productivo y digno (schole). Los cambios que traerá la Guerra del Peloponeso harán que, junto al político tradicional, con propiedades agrícolas o mineras (Cimón, Pericles, Nicias), surjan políticos de baja extracción social, aunque adinerados, con negocios rentables, tipo nuevos ricos" (Cleón "el curtidor", Hipérbolo "el alfarero", Cleofonte "fabricante de lámparas"). ● El paso decisivo a la democracia radical se produjo en 462/1, cuando Efialtes, líder de la facción demócrata radical, hizo aprobar una ley por la que se privaba al Areópago, que se había convertido en "guardián de la Constitución", de gran parte de sus prerrogativas judiciales (sólo mantuvo ciertos casos de homicidio y delitos contra la religión) e incluso políticas y administrativas (por ejemplo las enthynai o rendición de cuentas de los magistrados), que pasaban a la Asamblea, al Consejo de los Quinientos y a la Hellea, un tribunal popular que constará de seis mil jurados elegidos por sorteo que se reparten en diferentes tribunales (el más común de 501 jurados, que volaban introduciendo una ficha en una urna). Enseguida Efialtes fue asesinado en oscuras circunstancias. ● La desaparición de Efialtes en su grupo dejó vía libre para un joven pero brillante Pericles. En primer lugar, siguiendo a su antecesor Clístenes, "sacó la política a la calle", es decir, evitó que se limitara a los reducidos círculos de aristócratas, y la llevó a la Asamblea, donde con sus discursos se ganó a amplios sectores de la sociedad ateniense (fue estratego 15 veces consecutivas, según Tucídides, "Atenas era de nombre una democracia, en la práctica el gobiemo del Primer Ciudadano"). Pericles además extendió las reformas al arcontado (desde 457/6 los zeugitas podrán acceder a la magistratura suprema y consecuentemente, al Areópago), estableció de manera fija la periodicidad de la Asamblea, la rendición de cuentas de los magistrados y la institución de la misthophoria o retribución por ejercer como jurado en los tribunales y como buleuta en 57 el Consejo, suficiente como para compensar parcialmente a las clases bajas por la pérdida de una jornada de trabajo, pero escasa como para atraer el ánimo de lucro o para vivir a expensas de la ciudad (el pago por asistir a la Asamblea habrá de esperar a comienzos del siglo IV). Esta remuneración por cumplir un servicio público fue sentida como infamante por los opositores a la democracia, una aberración de los "radicales", de modo que en los dos golpes oligárquicos de finales del siglo V fue suprimida. ● Pericles y Aspasia se rodearon además de un círculo de intelectuales y artistas, como los filósofos Anaxágoras de Clazómenas, Zenón de Elea y Protágoras de Abdera («el hombre es la medida de todas las cosas»). el urbanista Hipodamo de Mileto, el escultor Fidias... Algunos de ellos serían atacados como forma de atacar a su mecenas Pericles: Anaxágoras fue expulsado de Atenas por no reconocer a los dioses tradicionales (defendía la existencia de una inteligencia suprema a la que llamó nous), Fidias fue acusado de malversación de fondos durante la construcción de la estatua de Atenea en el Partenón (el oro, adherido a la estatua, se pudo retirar y comprobarse que pesaba los cuarenta talentos iniciales, con lo que quedó absuelto). Su programa de obras públicas embellecerá Atenas y, lo mismo que la política imperialista, dará trabajo a mucha gente. ● En política exterior Pericles expandirá el imperio ateniense, que abarcará casi todo el Egeo y la costa de Asia Menor, pero fracasará estrepitosamente en su intento de formar un imperio continental en Grecia central (derrotado por los beocios) y en su expedición para conquistar Egipto. El gobierno de Pericles coincide, pues, con el apogeo de Atenas y su nombre se asociará a todo el siglo V. Pero este imperio ateniense será desmantelado tras la larga y durísima Guerra del Peloponeso. LA GUERRA DEL PELOPONESO ● En las causas, Tucidides distingue entre unas inmediatas (aitiai) que "encienden la mecha" y otra remota y más profunda (alethestate prophasis), el temor espartano al crecimiento del imperio ateniense, pues éste no había dejado de crecer. ● Grecia queda dividida en dos bloques antagónicos. Esparta cuenta con un imperio continental y posee el mejor ejército terrestre, apoyado por la caballería beocia. Se pensaba que Atenas no podría resistir más de tres años las invasiones peloponesias y que la primera derrota en el mar sería su perdición. La liga no posee fondos de reserva. Atenas cuenta con un imperio naval y tiene trescientas trirremes dispuestas para el uso y más de seis mil talentos en el Tesoro. ● Esparta favorece los regímenes oligárquicos, mientras Atenas los democráticos. La injerencia de estas potencias incrementa la tensión y el conRicto en el seno de estados pequeños, hasta el punto de que llegan a la guerra civil (el ejemplo de la stasis de Corcira). 60 por ejemplo) según los parámetros griegos. Conferencia de Adolfo Domínguez Monedero en la Fundación Juan March, Nov. 2019: La Macedonia de Filipo II: la creación de un imperio. El primer paso de Filipo fue alejar el peligro de pueblos vecinos, con lo que se ganó el favor de toda la nobleza del reino, habitualmente muy independiente. Posteriormente Filipo se expandió por la Calcídica, de la que expulsó a los griegos, especialmente atenienses; se adueña de las minas del monte Pangeo (que proporcionar mil talentos de plata anuales, con los que sufragar la política militar y diplomática) y de la ciudad de Anfípolis, que se convierte en ceca del reino. Desde este momento Filipo participa de modo determinante en el tablero político griego, asumiendo inteligentemente unas veces el papel de árbitro, otras el de liberador, según lo requiriera la ocasión. Al mismo tiempo se atrae para su causa a inRuyentes personajes dentro de los diferentes estados, ya sea convenciéndolos de su buena fe o sobornándolos, y disfrazó su insaciable ambición de conquista como una cruzada panhelénica contra el persa. El siguiente paso lo marca su triunfo en la llamada Tercera Guerra Sagrada (356-346), nacida de la disputa por el control del santuario panhelénico de Delfos, tras la cual es dueño de Grecia central y así lo prueba su presidencia de la liga anfictiónica y de los Juegos Píticos de 346. Desde ese momento Tebas y Atenas condujeron la resistencia griega a los designios expansionistas de Filipo (junto a corintios, argivos, arcadios, pero curiosamente no los espartanos). El enfrentamiento definitivo tendría lugar en Queronea (Beocia), en agosto de 338, con la victoria aplastante de Filipo (su joven hijo Alejandro, de 18 años, mandaba el ala de caballería que combatió al batallón sagrado tebano). Ese mismo año Filipo convoca un congreso en Corinto y funda la Liga de Corinto, una confederación militar que agrupaba a la mayoría de las ciudades griegas y de la que él era hegemón único; todos los miembros eran en teoría libres e independientes, se garantizaba la paz y, como novedad, se prohibía cualquier medida nacida de una revolución (confiscaciones, repartos de tierra, abolición de deudas, liberación de esclavos), una disposición que trataba de frenar los cada vez más frecuentes conRictos sociales e ideológicos en el seno de las ciudades. El nuevo enemigo contra el que Filipo canalizó la política de la liga era el imperio persa, notablemente debilitado a lo largo del siglo IV, sobre todo a raíz de la revuelta de los sátrapas de 371 (sofocada a sangre y fuego), azotado por intrigas de corte y continuas sublevaciones en un vasto territorio muy heterogéneo étnicamente en el que se habían mantenido, gracias a la tradicional tolerancia persa, las señas de identidad nacionales. 61 No sabemos qué planes tenía Filipo, sí contempló en realidad la conquista de todo el imperio, ya que apenas sus tropas habían cruzado a Asia, fue asesinado en Egas, en 336, en el curso de la celebración de la boda de su hija con el rey del Epiro. ALEJANDRO MAGNO A Filipo le sucede con apenas veinte años su hijo, Alejandro III, llamado el Magno, que se había educado bajo la tutela de Aristoteles y que había mantenido agrias disputas con su padre y a favor de su madre Olimpiade. Conferencia de Adolfo Dominguez Monedero en la Fundación Juan March, Nov. 2015: Alejandro Magno: conquistar los confines. Sobre Alejandro pesaron al principio sospechas de haber participado en la conspiración que acabó con la vida de su padre, pero suprimió con celeridad cualquier atisbo de oposición en Macedonia (hizo asesinar a todo posible pretendiente al trono; de los varones de la casa real macedonia solo quedo vivo Arrideo, que no suponía un peligro por su minusvalía), fue proclamado rey por la Asamblea de soldados macedonios y antes de que las ciudades griegas pudieran reaccionar asumió los títulos con los que su padre dominó Grecia. Alejandro dio un escarmiento con la destrucción hasta los cimientos de la ciudad de Tebas en 335 (solo dejó en pie la casa de Pindaro y los templos de los dioses, su territorio fue repartido, 6.000 tebanos quedaron en el campo de batalla, otros 30.000 fueron esclavizados), responsable junto a Atenas de haber acaudillado el movimiento anti macedónico (con Atenas fue más indulgente por motivos políticos, por la importancia cultural de la ciudad y sobre todo porque necesitaba su Rota contra los persas). Enseguida Alejandro retoma el proyecto asiático de su padre, una empresa en origen macedonia pero que Alejandro quiere convertir en panhelénica al presentarla como una reedición de la guerra de Troya; apenas puso el pie en Asia, clavó su lanza para declarar ese territorio objeto de conquista y visita la tumba de Aquiles (el gran héroe homérico al que trata siempre de emular). El Macedonio obtuvo su primera victoria en 334, a orillas del río Gránico, en el mar de Mármara, frente a un ejército cuyo núcleo principal eran unos cinco mil mercenarios griegos, lo que le permite apoderarse de dos ricas satrapías y acceder así a notables riquezas con las que financiar la prosecución de la campaña. Enseguida comienza a "liberar" las ciudades minor asiáticas de la soberanía persa (instaurar democracias y expulsa a los tiranos u oligarcas filo persas, pero deja guarniciones macedonias), muchas de las cuales sin embargo habían alcanzado una gran prosperidad económica y no se sentían oprimidas como se sentirán con el nuevo "dueño"; en lo que no es sino un eufemismo, el tributo que pagaban al tesoro persa es sustituido por una "contribución" de guerra al ejército de Alejandro. Desde allí se adentra en la península de Anatolia. En Gordio, capital de la Gran Frigia y antigua capital del legendario rey Midas, corta el intrincado nudo gordiano (que unta la lanza o timón de un carro de guerra [el de Midas) con el yugo donde enganchan los caballos), que según la leyenda le reserva el destino de dominar Asia; ésta es una de las anécdotas simbólicas que 62 circulaban en torno a Alejandro, como la que refería su entrevista, espuria, con Diógenes el Cínico en Corinto, que vivía en un tonel y rechaza la sociedad y sus valores (una especie de Antialejandro, sin sed de gloria): cuando el rey le preguntó si quería pedirle algo, Diógenes contestó que una cosa bien pequeña, que se apartara un poco para que no le quitase el sol; o la que relata su encuentro con Talestris, reina de las Amazonas, pueblo imaginario del noroeste de Asia Menor, que quería tener una hija con él; Alejandro pasó con ella trece días y le hizo grandes regalos antes de partir. Después de superar en Tarso una enfermedad que casi acaba con su vida, Alejandro afrontó la segunda gran batalla, en Iso, en noviembre de 333, esta vez frente a las tropas reales persas dirigidas por el propio Gran Rey; la victoria, gracias a que el choque tuvo lugar en un espacio reducido que invalidaba la superioridad numérica persa, le abre el camino de Siria y el norte de Mesopotamia y le permite capturar en Damasco a la familia del rey persa Darío III Codomano mientras éste emprende la huida (como reReja el famoso mosaico hallado en la Casa del Fauno de Pompeya, compuesto por más de tres millones de teselas, copia de un original del s. III a.C.) para posteriormente hacer una propuesta de paz: diez mil talentos a cambio de su familia, la entrega de las tierras al oeste del Eufrates y una alianza matrimonial, pero Alejandro la desestima (se cuenta que Parmenión, su general, dijo: «Yo, si fuera Alejandro, lo aceptaría», a lo que el rey contestó «Y yo, si fuera Parmenión, también». La captura del tesoro de Damasco supone una nueva inyección financiera. Continúa hacia el litoral, para tomar el control de los importantes puertos fenicios. Solo encuentra problemas en el largo asedio de la ciudad de Tiro, asentada en una isla, que se prolongó durante ocho meses y acabó con la masacre de ocho mil ciudadanos y la venta como esclavos de treinta mil. En 332 ya era dueño de Siria, Palestina y al año siguiente de Egipto, donde es recibido como un libertador; inteligentemente se apoya en el clero, piedra angular del control sobre el territorio egipcio, lleva a cabo la reconstrucción de los antiguos templos y adopta la titulatura faraónica; a diferencia de los territorios anteriores, no convierte Egipto en otra satrapía, sino que deja el gobierno civil en manos de funcionarios autóctonos. Funda así mismo Alejandría, en el delta del Nilo, una ciudad moderna con un trazado hipodámico, modelo de urbe helenística que sustituye a Tiro como metrópoli que canaliza el comercio entre Oriente y Occidente y nuevo centro administrativo y vertebrador de Egipto (allí trasladó la capital); en otra operación propagandística de gran repercusión, el rey consulta el famoso oráculo de Amón en el oasis de Siwa, que le saluda como hijo del dios: O pai Dios, «Oh hijo de Zeus» (aunque sus opositores en Grecia dijeron que había malinterpretado el O pidion, «Hola muchacho») y le responde afirmativamente a la pregunta de si llegará a convertirse en soberano del mundo (otro tanto hará el oráculo de Baal poco antes de entrar en Babilonia); inmediatamente los oráculos griegos declararon que Alejandro descendía de Zeus, con quien se identificaba a Amón. 65 11 años y forjar un imperio que iba desde el Adriático por el oeste al Punjal por el este y desde las estepas de Asia central por el norte a Libia y el golfo Pérsico por el sur), logradas en tan breve plazo de tiempo le ganaron la inmortalidad: fue divinizado, vinculado con Zeus y Heracles, se le erigieron altares por todo el Oriente. En adelante será modelo para reyes y emperadores, prototipo de conquistador de un imperio universal, pero al mismo tiempo también es convertido en un caballero aventurero dedicado a una infatigable búsqueda mística en la novela helenística y medieval. EL HELENISMO (O PERÍODO HELENISTICO) 323-31 A.C La muerte de Alejandro Magno en el año 323 marca tradicionalmente el comienzo del Helenismo o periodo helenístico, caracterizado por el surgimiento de nuevas realidades políticas, los llamados reinos helenísticos, gobernados de manera personalista por poderosos dinastas, rodeados por una corte de consejeros, aduladores, intelectuales y artistas, así como por la amplia difusión de la lengua y civilización griega por Oriente (la llamada Koiné), consecuencia en gran medida de la conquista alejandrina del imperio persa, pero también del movimiento colonizador hacia esas zonas y de la mavor movilidad social (protagonizada sobre todo por mercenarios, aunque también artistas, filósofos, atletas, intelectuales, comerciantes, etc., que se desplazan en busca de oportunidades). De hecho, Helenismo es un término moderno que procede de hellenizo, que significa "hablar griego, comportarse como un griego", y el historiador prusiano Gustav Droysen fue el primero en aplicarlo a este período, en 1836, porque él lo concibe como un periodo de fusión entre las culturas orientales y la griega, del que nacería un nuevo mundo (idea hegeliana, asistió a las clases del filósofo antes de su muerte en 1831). Hoy día es necesario hacer matizaciones, pues no se trata de un proceso homogéneo por el cual Oriente estuviera unificado lingüística y culturalmente y la lengua y la cultura griegas se fueron implantando por doquier, sino que hay 66 una convivencia, una interacción (mejor que fusión), con las poblaciones autóctonas, que varía según las regiones y en la que no faltan conRictos (normalmente los griegos y macedonios se sitúan como clase dirigente, poco permeable a la asimilación de elementos indígenas). En general coexisten diferentes lenguas, diferentes religiones, diferentes costumbres, diferentes sistemas sociales, diferentes sistemas de posesión de la tierra, etc. No hay que olvidar, pues, que los antiguos nunca emplearon esta denominación ni fueron conscientes de un cambio de período con respecto a la época clásica. Sea como fuere, nos encontramos ante tres siglos de historia que marcan la transición desde un Mediterráneo "griego" a otro "romano", siglos en los que se producen transformaciones no sólo en el terreno político, sino también en el económico, en el social, en el religioso (cultos mistéricos, culto al soberano), en el cultural (época de los avances científicos, las grandes bibliotecas del saber, nuevas escuelas filosóficas: estoicismo, epicureismo, etc.). Alejandro había dejado un hijo ilegítimo, Heracles (tenido con una concubina, Barsine), y Roxana estaba embarazada de otro (el futuro Alejandro IV), pero ambos, lo mismo que su hermanastro Filipo III Arrideo (con algún tipo de deficiencia mental menor), fueron eliminados en la lucha por el poder y la herencia del imperio universal que durante cuatro décadas se entabló primero entre los diádocos, sus sucesores, y luego entre los epígonos, los descendientes de éstos. Al final, quedarán a grandes rasgos configurados los reinos helenísticos, que se mantendrán hasta que Roma dominaba el Mediterráneo oriental: Antigónidas en Macedonia, Ptolomeos en Egipto y Seléucidas en Asia (Siria, Mesopotamia e Irán). Sólo cabe recordar además el desarrollo de los llamados "reinos menores", la mayoría en Asia Menor: Pérgamo, Rodas, Galacia, Bitinia, Armenia, Caria, Capadocia, el Ponto; en Oriente el reino de Bactria (norte de Afganistán, que se escinde del imperio seléucida) NUEVAS REALIDADES POLÍTICAS Ya hemos dicho que el período helenístico se caracteriza políticamente por la cristalización de grandes y poderosos reinos gobernados por monarcas absolutos. Nos podemos preguntar entonces qué sucedió con la polis clásica. Hasta hace unos años se suponía que el establecimiento de la dominación macedónica sobre Grecia había supuesto la muerte de las poles en tanto entidades políticas independientes autogobernadas por sus ciudadanos (a través de regímenes más o menos participativos, básicamente democracias u oligarquías). En la actualidad tiende a admitirse que la polis subsiste, y en algunos casos hasta Rorece, bien es cierto que bajo unos parámetros distintos, fundamentalmente que no se trataba de una ciudad estado auténticamente soberana: aunque la organización interna no se viera afectada por injerencias externas, la política exterior está mediatizada por la potencia hegemónica de tumo. El modelo de polis tradicional, con sus peculiares estructuras políticas, socioeconómicas e institucionales, con 67 sus limitaciones demográficas y sus dificultades para acumular un potencial en recursos materiales y humanos para sostener una expansión duradera en el tiempo, parecía ya agotado. Por otro lado, los conRictos entre las potencias griegas habían mostrado la insuficiencia de la guerra hoplítica tradicional en cuanto a exigencias militares y estratégicas. El ejército de ciudadanos soldados vinculado al territorio de la polis y poco disponible para expediciones en áreas distantes, acostumbrado a combatir estacionalmente, estructuralmente no apto para conquistar y controlar territorios lejanos, se reveló un instrumento inadecuado en relación con la vastedad de los horizontes espaciales implicados y la multiplicidad de las exigencias estratégicas que se encaraban. Por eso ya en el siglo IV se generalizó el uso de mercenarios, que permitia tener en pie ejércitos permanentes de dimensiones no reducidas, dispuestos todo el ano e incluso varios seguidos, soldados más especializados y sometidos a mayor disciplina, entrenados en las nuevas técnicas de la guerra basadas en la movilidad y en un armamento más ligero y eficiente. Lógicamente, se afirmaron los vínculos entre soldados y jefes militares, y como las bases comunitarias de la polis contradecían la acumulación de poder personal, esto favoreció que prevalecieron en la nueva época "condottieri" o "señores de la guerra" y monarcas absolutos capaces de movilizar grandes recursos humanos en vastos ámbitos territoriales. Carentes de genuina independencia los griegos ensayan o profundizan en otras fórmulas políticas como la isopoliteia o doble ciudadanía concedida a individuos o a estados (por ejemplo en el año 200 los atenienses votaron la isopoliteia para todos los rodios en agradecimiento por su apoyo naval) y la sympoliteia o unificación plena de dos estados para formar uno. En el aspecto fiscal, la ciudad debía asumir una serie de cargas, como tributos regulares al poder hegemónico, contribuciones especiales en tiempo de guerra o para un fin concreto, las llamadas "coronas", teóricamente voluntarias, que no son sino cantidades de dinero exigidas con motivo de una celebración. Para aliviar la balanza de pago ciudad contaba con la liberalidad de sus ciudadanos más pudientes, que en su calidad de benefactores (evergetas) no sólo embellecen la ciudad costeando monumen públicas, lo mismo que espectáculos, sino que también asumen alguna que otra corona, recibiendo como contrapartida distintos honores públicos. También es cierto que los monarcas helenísticos no siempre imprimían a las ciudades, en ocasiones sufragaban construcciones de templos, teatros o pórticos, daban regalos o facilitaban préstamos en tiempos de penuria. 70 Dentro de las ciudades, focos de cultura helénica, la educación en la historia y los valores griegos pasaba por el gimnasio, institución fundamental dirigida por el gimnasiarco, en la que además de atletas, niños y jóvenes de clases desahogada recibían enseñanza musical y literaria (poesía épica de homero, drama de Eurípides, etc.) Sabemos por ejemplo que el gimnasio de Pérgamo tenía tres niveles (niños, efebos, jóvenes) y contaba con biblioteca, salas de lectura, pórticos, etc. RELIGIÓN En el ámbito religioso podemos destacar dos características esenciales: crisis de la religión tradicional y proliferación de los cultos extranjeros. Respecto al primero, la sofística de finales del siglo V inyectó en los hombres un cierto escepticismo hacia los dioses. Los cultos y ritos seguían practicándose dentro de la religión pública o ciudadana, pero sin el sentimiento de antaño. En lugar de los grandes dioses olímpicos tienen éxito deidades abstractas como Tyche (Fortuna). Las nuevas casas reales helenísticas trataron de conectar a sus familias con los dioses, buscando con ello una legitimación divina para su posición de poder. Una realidad más novedosa fue la instauración del culto al soberano, que no sólo reforzaba el poder y legitimaba a la dinastía, sino que se convirtió en un vehículo homogeneizador de los distintos pueblos y culturas englobados en los imperios. Es propio de la época helenística, cuando las ciudades buscan la protección que quizá ya los dioses tradicionales no pueden dar. Así, de 290 data el himno ateniense al rey macedonio Antígono y a su hijo Demetrio: Oh hijo del dios más poderoso, Posidón, y de Afrodita, salve! Porque otros dioses están o bien lejos o no tienen oídos o no existen o no nos prestan atención en absoluto: pero a ti podemos verte, no en palabra ni en piedra, sino en verdad. Y así te rezamos. Es un testimonio que habla por sí solo de la necesidad y la incertidumbre de una época. Por otra parte, en época helenística y luego romana adquieren mayor relevancia los cultos mistéricos u orientales, aquellos en los que era preciso iniciarse para participar y se exigía secreto sobre los ritos y experiencias, con lo que son excluyentes, pero al mismo tiempo también inclusivos en la medida en que eran accesibles a sus seguidores independientemente de su origen, sexo o posición social. Los más famosos eran en Grecia los misterios eleusinos y los cabiros en Samotracia (otro dios transgresor como Dioniso también aumenta su popularidad, lo mismo que Asclepio, que curaba milagrosamente a través del sueño a los peregrinos que pernoctaban en su santuario). Pero ahora se difunden por el mundo griego otros cultos provenientes de Asia Menor, como el de la anatolia Cibeles y su pareja el frigio Atis, el asirio Atargatis, así como de 71 Egipto: Isis y Serapis (el nuevo dios introducido por los Ptolomeos) e Irán: Mitra (con predicamento entre los soldados). Todos ellos tienen en común un contacto más personal e íntimo con la divinidad (que no tenía la fría religión tradicional) y sobre todo la soteria, "salvación", esto es, la promesa de una vida más allá de la muerte (en este sentido, el cristianismo será el culto mistérico que triunfe finalmente). Muchos incluyen ritos violentos como Ragelación, castración, etc. Por último, los judíos, muy numerosos en Alejandría y con una capa dirigente helenizada, mantenían su religión monoteísta y exclusivista que rechazaba contacto con cualquier otro dios (como demuestra el conRicto con Antioco IV). 72 E t r u s c o s La civilización etrusca se desarrolla entre los ríos Arno y Tíber y entre los Apeninos y el mar Tirreno (aproximadamente la actual Toscana), un territorio especialmente apto para agricultura y ganadería, no exento de riqueza minera (hierro y cobre sobre todo) y que pronto entrará en las rutas comerciales con Oriente, todo lo cual explica el elevado grado cultural alcanzado por los etruscos, muy superior al resto de los pueblos itálicos contemporáneos. Los etruscos siempre aparecen rodeados de una fama de pueblo misterioso, sobre todo con los románticos del siglo XIX, porque se conservaban de ellos grandes riquezas materiales y abundantes inscripciones escritas en una lengua ignota que desapareció a comienzos de nuestra era (el emperador Claudio pasa por ser el último conocedor de una lengua etrusca que ya se estudiaba como una curiosidad arqueológica). Fueron los griegos italiotas (de Cumas) quienes les transmitieron el alfabeto, que ellos adaptaron a la fonética etrusca, de ahí que el etrusco se pueda leer, pero no entender (sabemos que no es una lengua indoeuropea, ni está emparentada con ninguna otra conocida de Italia). Por tanto, la escritura, que utilizaron desde c. 750 hasta finales del siglo I a.C., no se ha descifrado por el momento más allá de unas pocas palabras. Por otro lado, la literatura etrusca no se ha conservado y las inscripciones preservadas, más de diez mil (un número mayor que las de la Roma republicana), tienen un carácter votivo y funerario, repitiendo siempre un repertorio muy limitado de fórmulas y nombres propios. Por todo ello la fuente fundamental de estudio es la Arqueología. Precisamente un reconocido etruscólogo, Mario Torelli, ha defendido que es necesario desmitificar la civilización etrusca, que no surge de la nada, como explica el llamado "milagro etrusco", sino que es fruto de un proceso histórico tras el cual la cultura etrusca aparece perfectamente configurada en el siglo VIII. Los griegos los llamaron tirrenos (tyrrenoi) los latinos etruscos (tusci o etrusci) y ellos mismos rasena. La llamada "cuestión etrusca" o "problema etrusco", que concierne a sus orígenes y a su lengua, ya preocupó a los autores antiguos tanto como a los modernos. Hoy día el problema se enfoca de distinta manera y no importa tanto el origen étnico como la formación como cultura (etnogénesis) y ésta parece que no hay duda de que tuvo lugar en la península itálica, pues no se detecta arqueológicamente ninguna ruptura entre la Edad del Bronce y la del Hierro, sino una clara continuidad (así lo expuso ya Massimo Pallotino a mediados del siglo pasado). Lo que tampoco se puede negar es que desde muy temprano hubo contactos e inRuencia mutua con elementos griegos y orientales, sobre todo en las ciudades etruscas meridionales (alguna como Caere llegó a erigir un tesoro en Delfos e instituyó unos juegos solemnes en honor de Apolo en desagravio por haber lapidado a los prisioneros foceos capturados en la batalla de Alalia). Los etruscos fueron el primer pueblo que vivió en ciudades en la península itálica; su cultura es, pues, plenamente urbana en el siglo VII. La organización política consistía en ciudades-estado, 75 también por Siracusa (Hierón los derrota en la batalla de Cumas, en 474, tal y como testimonia la primera pítica de Pindaro y los cascos etruscos votivos dedicados por el tirano en Olimpia). Desde el siglo V comienza una lenta decadencia del pueblo etrusco, cuyas ciudades, en las que ya han desaparecido los regímenes monárquicos y tiránicos, sustituidos por repúblicas (como en Roma), irán cayendo una a una en manos de samnitas, lucanos y romanos. Con la conquista de Volsinii (Bolsena), centro político y religioso, en el año 265, Roma termina de integrar a los etruscos en su órbita de inRuencia. Primero los reyes y luego los magistrados romanos adoptaron los símbolos de poder de la monarquía etrusca como el cetro, la silla curul de marfil. la toga praetexta, los fasces (30 varas, simbolizando las 30 curias, atadas en tomo a un hacha con una cinta ritual de cuero rojo) que portan los licores que les abren paso. Los principales elementos de la ceremonia del triunfo tienen también este origen: en ella el rey y luego el triunfador, subido a una cuadriga tirada por caballos blancos, recorría el camino del Foro al Capitolio, pintado de rojo, con minio, las partes visibles de su cuerpo, asimilándose así a la imagen de Júpiter Óptimo Máximo, que le renueva su poder. Pero la inRuencia más duradera se verificará en el ámbito religioso. A diferencia de la griega y la romana, se trata de una religión revelada (como la judía y la cristiana), ya que unos profetas semidivinos la enseñan al pueblo. Conferencia de Jorge Martínez Pinna en la Fundación March, el 15/11/2022: Religiosidad y adivinación etruscas. Entre los dioses del panteón etrusco figuran deidades indígenas, que se irán helenizando (Tinia = Zeus/Jupiter; Larán = Ares/Marte; Uni = Hera/Juno; Menerva = Atenea/Minerva; Turan = Afrodita/Venus) junto a otras prestadas de la religión griega, importadas durante el arcaísmo (Apulu = Apolo; Artimi = Artemisa; Aita = Hades; Hercle = Heracles). Como en el mundo griego y romano estos dioses estaban emparentados entre sí y la mitología les hacía protagonistas de todo tipo de aventuras. Como cualquier otro pueblo mediterráneo, hacían sacrificios y libaciones para aplacar la ira o dar gracias a los dioses, construían altares y santuarios en los que depositaban exvotos, etc. Mayor personalidad revelan los etruscos en sus creencias de ultratumba, tal y como muestra el enorme desarrollo de sus necrópolis. A juzgar por las escenas de las tumbas etruscas, la muerte y el paso al más allá no era algo triste; cuando alguien moría, se exponía su cuerpo varios días ante familiares y amigos, después tenía lugar la procesión hasta la pira y, tras la cremación, hasta la tumba y, por último, se celebra un banquete en honor del difunto con abundante comida y amenizado por bailarines, seguido de unos juegos fúnebres. En época arcaica creían que el alma descansaba en la tumba familiar (de ahí que ésta se concibiera como una casa) y se relacionaban 76 con los vivos a través del recuerdo y el culto a los muertos. Sólo a partir del siglo V, con el declive de su civilización, se empieza a concebir el mundo de ultratumba como algo sombrío y lleno de peligros, presidido por los dioses griegos de los infiernos (Aita = Hades; Persifnai = Perséfone) y poblado de dioses y criaturas temibles (Cerbero; Charun = Caronte). Conferencia de Adolfo Domínguez Monedero en la Fundación March, el 8/11/2022: El más allá de los etruscos. Los etruscos llegaron a los romanos la famosa disciplina etrusca, recogida en unos libros sagrados y caracterizada por un complejo entramado de ritos, mezcla de religión, filosofía y ciencia, en los que la adivinación (la aruspicina), el interés por desvelar el futuro, ocupa un lugar primordial 77 R O M A A comienzos de la Edad del Hierro la Arqueología ha permitido constatar que en la región del Lacio existe un pueblo, el latino, con unas características étnicas, lingüísticas y culturales definidas que lo diferencian de otros pueblos vecinos. El Lacio no era un territorio rico en recursos: no había minas importantes, como en Etruria, ni un suelo muy fértil, como en Campania, ni tampoco buenos puertos naturales que favorecieron la apertura al mar. Si gozaba en cambio de una excelente localización, en la encrucijada entre las dos regiones más desarrolladas de la península. En las tradiciones literarias acerca de la fundación de Roma podemos distinguir dos troncos de leyendas una griega, referida a Eneas, héroe troyano colonizador del Lacio (habría desposado a Lavinia, hija del rey Latino, en cuyo honor fundó la ciudad de Lavinio [hoy Pratica di Mare, donde se ha encontrado una tumba monumental datada en el siglo VII, convertida en santuario en el VI y finalmente transformada en el IV en /eroon a un héroe fundador, posiblemente Eneas], y la romana, que tiene como protagonistas a los gemelos Rómulo y Remo, hijos del dios Marte y de la vestal Rea Silvia, míticos fundadores de Roma amamantados por una loba (una salvación que recuerda a la de Sargón o Moisés). Ambas tradiciones se fusionaron a finales del siglo III a.C., cuando se convierte a los gemelos en descendiente de Eneas a través de una dinastía de once o catorce reyes que reinaron sobre Alba Longa (la ciudad fundada por Ascanio, el hijo de Eneas), el último de los cuales, Numitor, era abuelo de Rómulo y Remo. Después de matar a su hermano por saltar por encima del pomerium o recinto sagrado de la nueva ciudad trazado por Rómulo, éste será el primer rey de Roma, creador de un Senado compuesto por cien patres y distribuidor del pueblo en treinta curias. A la nueva ciudad acudieron hombres de todas partes aprovechando el llamamiento de Rómulo, pero como no había mujeres, raptaron las de los sabinos; tras una guerra indecisa, los dos pueblos se unieron y Rómulo compartió la corregencia con el sabino Tito Tacio. Pues bien, a pesar de esta tradición literaria fundacional, los datos extraídos de las múltiples excavaciones permiten afirmar que Rómulo no existió y que Roma no fue fundada el 21 de abril del año 753 a.C., sino que surge de un sinecismo, de una unificación política de pequeñas aldeas dispersas, fruto de una decisión política adoptada entre 625 y 575, cuando se prepara un lugar específico para asambleas (comitium), un centro cívico (foro) y una casa para el rey (regin). Nace entonces la civitas de Roma, cuando las estructuras de una auténtica comunidad política se sobreponen a las de la vieja organización gentilicia en familias y gentes. Otras construcciones importantes que se van añadiendo en el siglo VI hacen que Roma cristalice como urls y como res publica en un proceso en el que tiene mucho que ver la inRuencia etrusca (mejor que hablar de dominación política, como sostenía la historiografía tradicional). Posiblemente fue Tarquinio Prisco el auténtico fundador de Roma y no Rómulo (él habría trazado incluso el primer 80 la cuarta clase, entre 25.000 y 50.000 ases, otras veinte (aquí Livio no menciona separación de edades) únicamente les dio lanza y jabalina; a la quinta, la más numerosa, entre 11.000 y 25.000 ases, treinta centurias, armada con hondas y piedras; el resto de la población (son los infra classem). con una renta inferior a 11.000 ases, constituía una centuria exenta del servicio militar. Con los ciudadanos principales creó dieciocho centurias de caballería (supra classem). A través de esta reforma, muy inRuenciada por Etruria, Roma adopta la táctica hoplítica (las tres primeras clases serían infantes pesados, las dos últimas los ligeros), lo que concuerda con los hallazgos arqueológicos (los primeros elementos de la panoplia hoplítica encontrados en Etruria son de comienzos del siglo VII). Pero lo que es más importante, el ordenamiento centuriado no cumplía sólo una función militar, sino también civil, porque era la base de los comitia centuriata o asambleas por centurias, en las que solo participan los propietarios de tierras, quedando excluidos quienes no posean bienes inmuebles (proletarii). En ellos en lugar de votar por individuos, con lo que ganaría la masa del pueblo, se hacía por centurias, de tal modo que puestos de acuerdo los caballeros y la primera clase reunían 98 votos (lo que según Livio era lo habitual), más que el resto de las demás clases juntas, que sumaban 91. Se garantiza así la voluntad de las clases acomodadas. Esta reorganización cívica y militar del pueblo romano ha despertado algunas dudas (por ejemplo, el empleo anacrónico del as de bronce o el que se mencione el cambio del escudo redondo por el largo cuando en realidad es coetáneo de la introducción de los manípulos, no anterior a fines del siglo IV). Es muy probable que no fuera culminada hasta mediados del siglo V (cuando aparecen los censores, encargados del censo y de las propiedades) o hasta finales del V (con la introducción del tributo a los ciudadanos); en época monárquica no tendría sentido una asamblea que refuerza el poder de la aristocracia. Lo cierto es que con Servio Tulio Roma se convierte en la ciudad más poderosa del Lacio, no sólo por número de habitantes y extensión de territorio, sino también por superioridad política y militar. La identidad del tercer y último rey romano, Tarquinio el Soberbio (531-509), ha sido objeto de controversia en la historiografía moderna. Durante algún tiempo se creyó que podría tratarse del primer Tarquinio (algunos hechos se repiten como que los dos intervinieron en la construcción del Capitolio y de la cloaca máxima), pero liov se tiende a aceptar que se trata de dos personajes diferentes, quizá emparentados (sería un hijo o nieto de Prisco, según las versiones). Tarquinio el Soberbio fue demonizado por la tradición aristocrática romana, interesada en perpetuar una imagen negativa y despótica de la institución monárquica para justificar su propio dominio político. La violación por unos de los hijos de Tarquinio de la casta y virtuosa Lucrecia quien al din siguiente se da muerte a pesar de su inocencia ante su padre, marido Tarquinio Colatino, primo del rey) y otros notables (entre ellos Lucio Junio Bruto, sobrino de Tarquinio, que habria sido perseguido por conspiración pero logró salvarse porque 81 fingió ser un disminuido psíquico: Bruto significa "estúpido"), fue el detonante de la cólera de la nobleza romana, que expulso al rey y proclamo la República en el ano 509. Los romanos deciden no volver a elegir un rey, sino dos cónsules (reparto colegiado del poder), que serían Bruto y Colatino. Da la sensación de que, más allá de la levenda que encierra el relato analístico, el derrocamiento de Tarquinio se explica como consecuencia de una crisis interna: una revuelta de palacio encabezada por miembros colaterales de la familia del rey, en otras palabras, una reacción de la aristocracia patricia contra la tirania personal Soberbio. LA REPÚBLICA ARCAICA (509-264 a.C) En 509, fecha canónica fijada por la tradición posterior, se instaura un régimen republicano en cuyos órganos de poder parecen participar en principio todos los ciudadanos, patricios o no (los Fasti recogen doce cónsules no patricios entre 509 y 486). Sin embargo en este año tiene lugar lo que Galeano de Sanctis llamó la llamada “serrata de patriziato”, que hará de la clase patricia la monopolizadora de instituciones y magistraturas, de las que se excluye a los plebeyos, es decir a todos aquellos que no son patricios (no solo las clases bajas). El fundamento de este control patricio reside en dos bases: la apropiación injusta de las tierras comunes (ager publicus) y la explotación de los deudores. El conflicto patricio-plebeyo El cierre de filas del patriciado inaugura un periodo que se extenderá a lo largo de más de dos siglos que se conoce como "conRicto patricio plebeyo* y se caracteriza por la lucha de la plebe por ir ganando peso político, esto es, por participar cada vez en mayor medida en la gestión de los asuntos públicos del Estado, reclamación que vendrá acompañada de otras reivindicaciones de carácter económico, especialmente el reparto de berras y la abolición de la esclavitud por deudas. El proceso no fue lineal y continuo, sino marcado por diferentes puntos de inRexión. En primer lugar, la successio in montem Sacrum o retirada de los plebeyos al monte Aventino en 491, rehusando formar parte de las filas del ejército si no se les conceden sus reivindicaciones; el hecho tuvo lugar en una delicada coyuntura, en medio de la guerra de Roma contra ecuos, volscos y sabinos, y se repetirá cada vez que los plebeyos quieran presionar a los patricios (por su simbolismo, en la época de Mussolini, el Aventino era el lugar de reunión de los socialistas). La secesión significó el nacimiento de la figura de los tribunos de la plebe. Desde 471 la plebe mantendrá su propia asamblea o concilium plebis, de la que emanan los plebiscitos, que sólo obligaban a la plebe. 82 La siguiente demanda de la plebe fue que se pusieran límites a los poderes de los cónsules y que las leyes fueran puestas por escrito, para evitar que fueran interpretadas de manera arbitraria por el patriciado. Por ello en 451 se nombró excepcionalmente a diez decenviros -extraídos del patriciado, únicos magistrados de Roma durante un año para codificar las leyes en ese tiempo. Este colegio decenviral se comportó con moderación (viajaron a Grecia para conocer la legislación de Solón y otros) y redactaron dues tablas de leves, más consideraron que su labor no había concluido, por lo que fue nombrada otra comisión de diez decenviros para el año siguiente (450). los cuales se comportaron de forma tiránica hasta el punto de provocar una segunda secesión al monte Sacro que acabó con la deposición de los decenviros: éstos habían añadido sólo dos tablas a las diez anteriores. Es la llamada Ley de las XII Tablas, la primera codificación legal del Estado romano, promulgada por los cónsules de 449 y expuesta en el Foro Con ella se pasa del dominio de lo sagrado (lo que está autorizado, fas), controlado por pontífices y cónsules, al derecho (is), público e igual para todos. No es una constitución propiamente dicha, ni es homogénea ni sistemática (sino que aborda distintos temas) y mezcla el arcaísmo del derecho consuetudinario con novedades legislativas legadas del mundo griego. Así por ejemplo coexiste la ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente) con la imposición de multas (una forma más desarrollada de castigo entre los aspectos más regresivos se prohíben matrimonios mixtos entre patricios y plebeyos y se ratifica la esclavityud por deudas. En 445 la lex Canulein abroga la prohibición de matrimonios mixtos y al año siguiente los plebeyos logran anular el consulado, exclusivamente patricio, y sustituirlo por dos tribunos militares con potestad consular, elegidos indistintamente entre patricios y plebeyos, que se mantendrán como magistratura suprema ochenta años (hasta 367). Un año más tarde, en 443, los patricios reaccionan creando la censura, magistratura exclusivamente patricia. Los censores se encargan del registro de todos los ciudadanos y sus propiedades, asignándoles además tribu y centuria (lo que de hecho implica un importante control de los recursos humanos y económicos). En 367 los tribunos de la plebe Cayo Licinio y Lucio Sextio lograron promulgar las leges Licinine-Sextine, por las cuales se limitaba la posesión de tierra individualmente a 500 inguera o yugadas (125 ha), se suavizaba la situación de los deudores y se volvía a la elección de dos cónsules al frente del Estado, aunque ahora uno de ellos podía ser plebeyo (desde el plebiscito Genucio de 342 se obligó a que lo fuera). Con el acceso de los plebeyos a la más alta magistratura del Estado se considera tradicionalmente cerrado el conRicto patricio-plebeyo, bien que la lucha política no cesa del todo y hay un largo epílogo. Así, a finales del siglo IV los plebeyos fueron ganando también el derecho a poder 85 La primera guerra púnica, que duraría más de dos décadas (261-211), obligó a Roma a dotarse de una armada de la que no disponía hasta entonces (lo hizo hasta en tres ocasiones, debido al infortunio que sufrieron las dos primeras Rotas, abatidas en 255 y 253 por sendos temporales, causando decenas de miles de bajas). Al final el cónsul Cayo Lutacio Catulo se puso al frente de doscientas quinquerremes (gracias a un esfuerzo de financiación con deuda pública e inversión privada) que en marzo de 211 vendieron en las islas Egadas (frente a la costa occidental de Sicilia) a la Rota cartaginesa, hundiendo 50 navíos y capturando otros 70 y provocando la rendición de Cartago. La paz suponía para el imperio africano la pérdida de Sicilia, la restitución de los prisioneros sin rescate y el pago de una fuerte indemnización de guerra (mil talentos en el acto y 2200 talentos más en diez años). El senado romano, inmerso ya en una vorágine expansionista, no se conformó con el anadón de Sicilia y, aprovechando una Cartago amenazada por una rebelión de mercenarios (escenario de la novela Salambó, de Flaubert). hizo lo propio con Córcega y Cerdeña entre 238 y 231. Ante la protesta cartaginesa, Roma le impuso una multa de 1200 talentos mus. Los nuevos territorios extra itálicos pasarían a organizarse en 227 como provincias: una Sicilia, la otra Córcega-Cerdeña. Una Cartago Vencida, endeudada y desmembrada en sus posesiones ultramarinas buscó nuevos rumbos a su política para intentar una estabilización económica. Entre aquellos que defienden una expansión hacia el interior de África y los que abogan por la conquista de la península ibérica, inunda en el senado cartaginés esta última, representada por los Bárquidas (primero Amilcar, luego su yerno Asdnilaal), en la idea de que se trata de un territorio de enormes recursos naturales que pronto les permitiría pagar la indemnización de guerra. La expansión cartaginesa por la península ibérica alertará a los romanos y desembocará en el estallido de la segunda púnica (218-201 a.C). En un movimiento imprevisto, y tras someter a los pueblos hispanos entre el Ebro y los Pirineos (ilergetes, ausetanos y lacetanos), Aníbal cruza los Alpes buscando el acceso más inesperado a Italia. Le acompaña un ejército integrado por 20.000 hombres, 6,000 Jinetes y tres docenas de elefantes. Gracias a la caballería púnica, Anitaal inRige a los romanos una primera derrota en Tesino (un aRuente del Po). Si Tesino no pasó de una escaramuza, la batalla de Trebia (otro aRuente del Po), en diciembre de 218, contra el ejército reunido de los dos cónsules fue un gran desastre bélico para Roma, que pierde más de veinte mil soldados, mientras otros diez mil apenas logran escapar. El siguiente choque de importancia tuvo lugar al año siguiente, en junio de 217, en Las proximidades del lago Trasimeno, donde Aníbal tendió una trampa al cónsul Cayo Flaminio (el otro defendía Roma) en un estrecho paso que se saldó con una auténtica carnicería (pereció la mayor parte del ejército romano, incluido el propio cónsul: unos quince mil hombres, más diez mil hechos prisioneros). La siguiente batalla decisiva tuvo lugar en Cannas, en Apulia a comienzos de agosto, y se resolvió con una nueva 86 victoria cartaginesa y una nueva masacre romana las fuentes indican que murieron entre 50.000 y 70.000 romanos, entre ellos ochenta senadores romanos; conferencia de Alberto Pérez Rubio en la Fundación March el 21/1/2021: Canase la batalla soñada). Cannas supone un punto de inRexión porque significó la defección al bando púnico de la mitad de los aliados de Roma. En los años siguientes la guerra en Italia se convirtió en una guerra de posiciones en torno a Capua, que cayó finalmente en poder romano en 211. Ahora Roma podía continuar hacia el sur, donde se había atrincherado Aníbal. La ayuda que su hermano Asdrúbal intentó llevarle, 20.000 hombres con los que pasó al norte de Italia, fue parada por el ejército de los cónsules de 207 en la batalla de Metauro. Aníbal se refugió en el sur, donde era más fácil la defensa, y allí resistió cuatro años, hasta que en 203 es llamado para defender Cartago del ataque de Escipión. Italia quedó libre de tropas púnicas después de 16 años. Mientras tanto, en estos años también se había estado combatiendo arduamente en la península ibérica. Publio Cornelio Escipión en una operación militar bien estudiada y llevada por tierra y mar, captura Cartago Nova en 209, hecho que marca el principio del fin del ejército púnico en España e Italia. Desde ese momento, Escipión continuó con las operaciones militares en el sur. Con la batalla de Baecula (junto a Bailén, Ciudad Real), en 208, consigue controlar el paso de Despeñaperros y abrirse camino hacia el valle del Guadalquivir. Al año siguiente vence y toma Ilipa (Alcalá del Río) y luego Carmo (Carmona); por fin, en 206 cae sin lucha la ciudad fenicia de Gades, con lo que se pone fin al conRicto en la península ibérica. En 204 parte Escipión hacia África en calidad de procónsul, con una Rota de cuarenta naves y un ejército de 25.000 hombres. El destino de Cartago se selló en Zama, en octubre de 202, donde las legiones de Escipión y la caballería aliada del rey númida Massinisa aplastaron al ejército de Anibal, que dejó en el campo 20.000 hombres. El senado cartaginés pidió enseguida la paz. Las condiciones fueron durísimas: Cartago volvía a las fronteras anteriores a la primera guerra pública, renunciaba a cualquier acción política, tanto en el Mediterráneo como en África (como no fuera con la aprobación de Roma) y se le imponía una contribución de guerra de 10.000 talentos a pagar en 50 años, garantizando el pago con cien rehenes. El senado romano ratificó las condiciones en la primavera de 201 y concedió a Escipión el triunfo y el sobrenombre de "El Africano". Así concluyó un conRicto que hizo de Roma la potencia indiscutida del Mediterráneo occidental y con una proyección futura hacia el Oriente helenístico. Porque al tiempo que combatían a Aníbal, los romanos lucharon también en un segundo frente, en suelo griego, merced a una alianza que habían contraído con los etolios, contra Filipo V de Macedonia, quien se expandía rápidamente por las regiones más occidentales de llíria y que a su vez tenía desde 215 una alianza con Aníbal (inefectiva, o quizá nunca ratificada por Cartago). 87 Es la primera guerra macedónica (211-205), que supone la primera intervención militar romana en Grecia propiamente dicha, la cual sin duda no tenía unos objetivos ambiciosos y de permanencia, sino tan solo de obstaculizar a sus enemigos potenciales y obtener botín y esclavos. El conRicto acabará en 205 con la paz de Fénice (Epiro), que reconocía las posesiones romanas en el lírico. La dominación del Mediterraneo oriental Solventado el largo y cruento conRicto con Cartago, Roma pone sus miras definitivamente en un área geopolítica diferente, el Oriente mediterráneo. El senado encuentra en el rey macedonio Filipo V, antiguo aliado de Aníbal, el primer enemigo. Bajo la batuta del cónsul Tito Quinctio Flaminino, los romanos vencen a los macedonios en Cinoscéfalas ("Cabezas de perro"), en 197, y al año siguiente se firma la paz de Tempe, por la que Filipo entrega rehenes a Roma (entre ellos su hijo Demetrio) como garantía de buena conducta futura, perdía la Rota, pagaba una indemnización de guerra y retiraba sus guarniciones de Grecia y de Asia. Ello significa el final de Macedonia como potencia en el tablero geopolítico heleno, lo que posibilita al hábil Flaminino hacer su falaz y escenográfica proclamación de libertad para los griegos en los juegos ístmicos de 19 (Polibio cuenta que estuvo a punto de perecer entre las muestras de agradecimiento de la multitud que asistía a los juegos): las ciudades no tendrían guarnición ni pagarían tributo, además de gobernarse por sus propias leyes. Los griegos le saludan como salvador (Soter), pero en adelante Roma se erigió en garante de esa libertad griega frente a quienes pudieran amenazarla, incluidos los propios estados griegos, suscitando entonces su intervención. El ambicioso rey seléucida Antíoco III Megas, que había permanecido hasta entonces al margen pese al supuesto tratado que le unía a Filipo, se dispuso a ocupar el lugar de éste, confiado en la tolerancia que los romanos habían mostrado con su conquista de la Celesiria, por lo que desplegó una política expansionista en Asia Menor con proyección hacia Europa que acabaría por dar a Roma la oportunidad de intervenir de nuevo en Grecia. La contundente victoria romana sobre el sirio se produciría en Magnesia del Sípilo (Lidia), en 190, a la que siguió un año después la paz de Apamea (Frigia), por la que Antioco evacuaba todas sus posesiones en Asia Menor (la cordillera del Tauro y el río Halis marcarán la nueva frontera). Siria pierde así sus territorios más helenizados y desaparece como potencia mediterránea (seguirá siendo un vasto imperio oriental), dejando vía libre para que Roma cimente su hegemonía en el Mediterráneo oriental. 90 fuera 91 destruir la República o el Senado (en todo caso frenar la gran inRuencia de los Escipiones, la facción contraria). Tiberio Graco accede a esta magistratur en 133 y enseguida presenta sin pedir el parecer del Senado, como era costumbre, una ley agraria que limita a 500 inger o yugadas (125 ha) la tierra pública (el ager publicus) poseída por cualquier ciudadano (en su mayoría nobles) de forma individual: una comisión de tres miembros se encargaría de confiscar y repartir el excedente a ciudadanos no propietarios hasta un máximo de 30 yugadas por persona que explotan estas tierras a perpetuidad mediante el pago de un canon (vectigal) anual al Estado (teniendo prohibida su venta). Al mismo tiempo que se mejoraba la situación de gente sin recursos se potenciaba la capacidad bélica del Estado, pues el ejército se alimenta de possesores. Sin embargo, su colega Marco Octavio, a instancias de poderosos senadores latifundistas, ejerció la intercessio, el derecho de veto, para paralizar el proyecto y que no llegase a ser votado por las tribus. Tiberio entonces, en una medida sin precedentes, propuso y logró de las tribus la destitución de Octavio con el argumento de que actuaba contra los intereses del pueblo. La oposición senatorial entonces le negó fondos públicos para costear las actividades de la comisión y subvencionar a los ciudadanos que recibieron nuevos lotes (para comprar lo necesario para su cultivo). En ese momento llegó a Roma la noticia de que el rey Atalo III de Pérgamo, muerto sin herederos, labia legado su reino a Roma (suponemos que se lacia para disuadir a vecinos y pretendientes al trono, para cuando pasara el peligro cambiar el testamento, pero no se contaba con que Atalo muriera a los 36 años), con lo que Tiberio propuso ante el pueblo una ley para distribuir el tesoro las tierras del rey (convertidas en ager publicus) entre los receptores de lotes. Para continuar con su reforma, Tiberio se presentó a la reelección (lo cual no estaba expresamente prohibido, pero sí despertaba recelos), pero cuando se debatía en la Asamblea si era pertinente, el senador Comelio Escipión Nasica reunió a otros senadores con sus clientes y atacaron a la Asamblea con armas de madera: murieron apaleados unos 300, entre ellos Tiberio ( golpeado hasta morir con la pata de una silla), y sus cuerpos arrojados al Tíber. Para justificar el asesinato de un sacrosanto tribuno de la plebe, Nasica alego que aspiraba al regran, a convertirse en monarca o tirano (un rumor decía que se le había visto mirando una corona y un manto púrpura y Nasica había participado en la matanza con la toga cubriéndole la cabeza, ampite velato, como un sacerdote que sacrifica un animal), de modo que los cónsules del año 132 emprendieron varios procesos en los que se condenó a muerte a algunos partidarios de los Graco (uno al menos fue condenado a muerte, metido en un saco cerrado con serpientes venenosas, un castigo arcaizante y seguramente de connotaciones religiosas). 92 Diez años después del tribunado de su hermano Tiberio, en 123, Cayo Graco retomó su obra, con mayor determinación si cabe. En primer lugar, Cayo consiguió que hubiera posibilidad de iteración al tribunado de la plebe, con lo que fue reelegido en 122 Cayo reanudo la ley agraria, devolviendo la potestad jurisdiccional a la comisión triunviral y disponiendo no sólo del ager publicus de Italia, sino también del de las provincias (en África, donde por ejemplo se fundaron tres colonias, entre ellas Junonia, en el territorio de la arrasada Cartago). Cayo acompañó la ley agraria de otras medidas populistas como una lex frumentaria que permitía repartos de grano entre la plebe romana a un precio fijo inferior al de mercado (en años posteriores el precio se fue reduciendo hasta alcanzar la gratuidad en 58 a.C.), una ley de repetundis por la que los tribunales encargados de juzgar los casos de corrupción contra gobernadores provinciales serían equites, no senadores (como los propios gobernadores, lo que propiciaba la absolución; estos tribunales habían sido creados en 149 por la lex Gabinia únicamente con senadores), una lex militaris que establecía que los menores de 17 años estaban exentos del servicio militar y que los soldados no deben costearse su propio equipo, sino el Estado; se prohibía también la condena a muerte de un ciudadano romuno sin recurso al tribunal del pueblo y se excluía del Senado a todo magistrado depuesto por el pueblo. El senado reaccionó con sus mismas armas, haciendo que el otro tribuno, Livio Druso, se atraiga al pueblo con medidas demagógicas como suprimir el canon impuesto a los nuevos colonos por Tiberio Graco, crear doce colonias en lugar de tres, y todas en Italia (algo que era a todas luces imposible, pues no había tierra suficiente), etc. Entonces Cayo plantea un proyecto para conceder la ciudadanía romana a los aliados latinos y el derecho de voto (ius suffragii) al resto de los itálicos. Al final, un senatus consultum ultimum decretado por el senado permitió al cónsul bañar Roma con la sangre de los partidarios de Cayo Graco (unos tres mil son asesinados), quien se suicida en 121 (su cadáver fue decapitado y se echó plomo al interior del cráneo). Desde este momento la violencia se va adueñando de la vida pública de la tardía República, bien practicada por la masa, bien por el senado, que recurre a medidas de excepción que reinterpretan o incluso modifican la Constitución. En los años siguientes la facción antigracana, dominada por la familia de los Metelo, fue desmontando la obra del tribuno a través de tres normas: poner fin a los repartos de ager publicus y reconocer la titularidad privada de los lotes repartidos hasta ese momento, segundo y, consecuentemente, abolir el canon por derecho de disfrute de esa tierra y, por último, permitir la venta o donación de los lotes que la comisión agraria había asignado a los particulares (antes inalienables). Con la desaparición de los Graco pasamos a un período en el que el protagonismo político no va a recaer ya en tribunos de la plebe, sino en militares como Mario o Sila, luego Pompeyo, César, todos hombres fuertes apoyados por una gran riqueza y vastas clientelas civiles y militares. La República se resquebraja y se desliza hacia una personalización del poder. 95 Se trata de una medida sin precedentes, sin apoyo legal y que creaba a su vez un precedente para subsecuentes luchas civiles en las que el ejército juega un papel primordial como instrumento de poder por encima del orden constitucional. Nunca antes tropas romanas habían traspasado en pie de guerra el pomerium o límite sagrado de la ciudad para avanzar contra ella a fin de imponer una determinada opción política. Dueño de Roma, Sila revocó la legislación de Sulpicio, pero hubo de partir enseguida para Asia, para hacer frente a Mitridates, que había conseguido apoderarse de Asia Menor. Dos años de guerra, la llamada primera guerra mitridática, permitieron a Sila recibir en el año 85 la rendición del rey póntico en la paz de Dárdanos. El acuerdo, con todo, dejaba íntegro el próspero reino del Ponto en manos de Mitrídates. Mientras Sila estaba fuera de Roma, Cinna, cónsul del año 87 y aliado de Mario, promovió otro golpe de Estado que devolvió el poder a los populares en medio de sangrientas represalias y pillajes indiscriminados; ambos compartirán el consulado en 86 (aunque Mario muere en enero) y luego Cinna continuó ininterrumpidamente como cónsul en 85 y 84. Sila fue declarado enemigo público, su legislación fue anulada, sus bienes confiscados y su vivienda incendiada. Pero Sila, resuelta la guerra asiática, dirigió de nuevo contra Roma sus tropas, leales y enriquecidas por la guerra. Se inicia entonces una guerra civil que dura un año y medio y que deja entre 50.000 y 70.000 muertos (Cinna fue asesinado en un motín). La batalla final en Porta Colina, contra un ejército fundamentalmente de samnitas, le abrió las puertas de Roma el 1 de noviembre del año 82. La guerra de los aliados Los aliados itálicos se sublevaron abiertamente contra Roma a finales del año 91. Es el bellum sociale o guerra de los aliados (socii, aliados), en ocasiones indebidamente denominada guerra social, que se prolongará por espacio de tres años (91-89) y que para muchos investigadores se trató de una auténtica contienda civil. La revuelta se propagó rápidamente por la península itálica, afectando a gran parte de la Italia central y meridional, donde se alzaron más de la mitad de los aliados de Roma. Los rebeldes adoptaron una estructura confederal, con capital en Corfinio (que pasa a llamarse simbólicamente Itálica), donde se acuña moneda (denario de plata, pero con textos y símbolos latinos y oscos; destacan las monedas con la leyenda "Italia", en las que un toro, animal que simboliza a los itálicos, lucha con la loba romana). A imitación de Roma se constituye un senado de 500 miembros con aristócratas elegidos proporcionalmente de las distintas ciudades y se eligen dos cónsules como jefes militares supremos y doce pretores (probablemente uno por cada comunidad principal que combatía contra Roma). El ejército itálico contaba con cien mil hombres, bien pertrechados y organizados como la milicia romana, con lo que Roma tuvo que recurrir a soldados de las provincias (Hispania, Galia, Sicilia y África), que habían combatido 96 ocasionalmente en el ejército romano como tropas auxiliares (auxilia) y que ahora adquirían mayor protagonismo. Varias victorias parciales de los insurrectos a lo largo del año 90 motivaron que el Estado romano decidiera utilizar la vía de las concesiones legales: en ese año 90 se hizo aprobar una ley que otorgaba la ciudadanía romana a todos los latinos e itálicos que hubieran permanecido leales y cuyas comunidades de origen expresaran el deseo de obtener tal derecho, Al año siguiente otra ley concede a título individual la ciudadanía romana a quien lo solicitara, lo que significa una llamada a los combatientes rebeldes para que hicieran defección, pues concede aquello que se reivindicaba al principio. Esto supuso desarmar el movimiento rebelde, que quedó sin capacidad de reacción. Pese a ello, las operaciones militares continuaron algún tiempo. La guerra, que ocasiona 300.000 muertos y empobrece regiones enteras de Italia, había sido vencida técnicamente por Roma, que sin embargo había acabado por conceder lo que pretendían los insurrectos al principio de la contienda, la ciudadanía romana (ésta terminó siendo concedida también a los que se enfrentaron a Roma a lo largo de la década del 80). Conservando la fachada republicana, la lex Valeria del año 82 otorgó a Sila plenos poderes para introducir reformas institucionales que reorganizaran la res publica y lo hace a través de la recuperación de la añeja magistratura de dictator, sólo que ahora en lugar de estar limitada a seis meses no tiene ni limitaciones de tiempo ni de espacio (hasta lograr el total restablecimiento de la República). Su poder era absoluto: puede redactar leyes, transformar las fronteras de Italia, las del pomerium, organizar provincias, nombrar magistrados y realizar un nuevo censo; pero al mismo tiempo era un poder legal, porque no representó una ruptura de los usos republicanos. Pero la estabilidad de la que quería dotar Sila a la república pasaba por la extirpación de todos aquellos que consideraba dañinos, es decir, sus oponentes políticos. Para restaurar el orden interno, Sila publicó listas de proscritos, las llamadas proscriptiones silanas, con personas declaradas fuera de la ley a las que se prohibía prestar ayuda y se ofrecía recompensa por su asesinato o por información sobre su paradero (el odio era tal que el cadáver de Mario fue exhumado y ultrajado); se calcula que murieron hasta cinco mil (al menos 40 senadores y 1.400 equites), cuyos bienes fueron confiscados, incluidos los esclavos, que fueron convertidos en libertos y pasaron a llamarse todos ellos Cornelio en honor de Sila, que de este modo se ganó el apoyo incondicional de varios miles de personas; además, sus descendientes fueron declarados infames, lo que significaba la pérdida de derechos civiles y, por consiguiente, la prohibición de intervenir en la vida política. Otros muchos huyeron al exilio. Puesto que las propiedades incautadas a los proscritos fueron consideradas botín de guerra, Sila dispuso de ellas libremente, entregando las tierras arrebatadas a las ciudades itálicas del bando contrario a sus veteranos y la riqueza mueble e inmueble a sus amigos y seguidores. Pero la mayoría de las propiedades fueron subastadas a precios irrisorios entre los acólitos del dictador, que se enriquecieron rápidamente (el ejemplo más claro es el futuro triunviro Marco Licinio Craso). 97 Una de las principales preocupaciones de Sila durante su dictadura fue gratificar a sus numerosos veteranos. La recompensa consistió en la entrega de tierra, bien de forma individual, bien colectivamente mediante la fundación de colonias. El terreno disponible era el confiscado a los proscritos y sobre todo el procedente de las comunidades itálicas que se le habian enfrentado en la guerra civil, por eso la mayor parte de los 120.000 veteranos fueron asentados en Campania, Etruria y Umbría. Más que objetivos sociales, Sila pretendía convertir sus clientelas militares en sólidas clientelas civiles que le apoyaran en el gobierno y garantizaran la permanencia de sus reformas. Sila llevó a cabo una amplia reforma legislativa e institucional. En primer lugar, aumentó el número de senadores, dado que la guerra civil y las represalias habían dejado la mitad de la curia vacía. El dictador no solo llenó los huecos, sino que, ejerciendo como si fuera un censor, duplicó el número de senadores (de 300 a 600), mayoritariamente con oficiales de su ejército que se habían significado por su valor y por su lealtad, y el resto con los sectores más privilegiados del orden ecuestre, sin duda próximos a su persona. Por otro lado, en el terreno judicial los senadores vuelven a monopolizar los tribunales permanentes, de los que se excluye a los caballeros. Por el contrario, el dictador disminuye el poder de las asambleas del pueblo (los proyectos de ley deben recibir la aprobación del Senado) y el de los tribunos de la plebe, a los que se les sustrae el derecho a convocar al Senado y el derecho de intercessio; el tribunado de la plebe era un importante escalón en la carrera política como paso previo necesario para aspirar a las magistraturas superiores, pero Sila lo convirtió en una vía muerta al prohibir a cualquiera que fuera tribuno ser elegido posteriormente para otros cargos públicos. Sila se alzó por lo tanto contra su propia ciudad, pero para devolver el orden tradicional: no fue en absoluto una revolución. El dictador reguló asimismo las magistraturas (acceso, número, poderes), con el objetivo de impedir que un político acumulara demasiado poder en sus manos acumulando responsabilidades de gobierno u ocupando repetidas veces una determinada magistratura; se trataba de recuperar el viejo ordenamiento aristocrático en el que nadie pudiera destacar en exceso sobre sus iguales. En el terreno económico, con el fin de solventar los problemas financieros del Estado, Sila aumentó sus ingresos gravando con nuevos impuestos a los provinciales. Al mismo tiempo redujo gastos al suspender las distribuciones de trigo subvencionado por el Estado a los habitantes de Roma. Finalmente, de forma sorprendente, tras tres años de gobierno en solitario con una ideología que le asimila a un triunfador eterno, a un nuevo Rómulo, en el año 79 Sila renunció a todos sus poderes y se retiró de la vida pública (privatus) para morir un año después en su lujosa residencia de Puteoli, en la Campania.
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