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Resumen. Introducción a la Filosofía. UBP, Resúmenes de Filosofía

Resumen de Introduccion a la Filosofia

Tipo: Resúmenes

2019/2020

Subido el 14/09/2020

CP04
CP04 🇦🇷

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¡Descarga Resumen. Introducción a la Filosofía. UBP y más Resúmenes en PDF de Filosofía solo en Docsity! Introducción a la Filosofía | C.P. Módulo I: Propedéutica. “Filosofía”: del griego philia sophia, significa “Amor a la filosofía”. Llegamos a la filosofía desde situaciones límite. La filosofía se dirige hacia la Totalidad de lo real, con un cuestionamiento continuo y buscando las causas últimas. Unidad 1: Actitud filosófica. Filosofía. El amor (Eros) está en ella como philia, amistad, afecto y cariño. Así como Eros se encuentra entre la indigencia y la riqueza; el filósofo se encuentra entre la sabiduría y la ignorancia. El filósofo vive de ese amor, de esa sed de saber que quiere superar, cumpliéndola y realizándola en el sabio, aunque nunca la cumpla. Eros, hijo de Penia, símbolo de la indigencia; pero también de Poros, dios de la exuberancia. Eros, el amor, hereda de su madre la pobreza de la limitación; de su padre, el anhelo y el impulso para sobrepasarla. Filosofar será evadir los límites de la ignorancia, para arrojarse no a la posesión actual, sino al anhelo, y la esperanza de un saber total. Y, finalmente, el amor mismo será la filosofía. La Totalidad será siempre una ausente. Por eso de la Totalidad no podemos tener un saber, aunque pensar en ella nos resulte ineludible. El hombre sólo puede desear y amar aquel saber que, por su propia finitud, reconoce no pertenecerle. Y eso, precisamente, es la filosofía. Ciencia y filosofía. Ciencia significaría conocimiento sistemático y metódico, como sistema de respuestas que me permitiría comprender la realidad de un objeto, de un fenómeno, de un comportamiento, por su reducción a los elementos que intervienen, sea en su aparición sea en su constitución ¿A qué elementos? A las causas, entendida la causa en un amplísimo sentido, como totalidad de factores concurrentes en la determinación de una realidad. Tanto la filosofía como la ciencia serían conocimiento sistémico de objeto por sus causas. Pero mientras una aspiraría a conocer las ultimidades de lo real, la otra se refería a causas que no las tocarían; que no alcanzan lo que bien podríamos llamar ahora la región del fundamento. 1 Introducción a la Filosofía | C.P. a. Todo dato científico, toda conclusión científica, tiene que poder reducirse, así, a la prueba de la experiencia, ser constatado por la experiencia. Es decir, todos los elementos de la ciencia, o pueden ser, observados, o pertenecen, en sí, a la línea de lo observable. La ciencia se mueve en el plano de las causas homogéneas con las posibilidades de observación material de los sentidos o de las relaciones homogéneas con las posibilidades de construcción formal de las matemáticas. La filosofía apela no a las causas próximas, en el sentido de causas homogéneas con el horizonte de lo material, o a las relaciones de tipo formal, en el sentido matemático, como elementos abstractos de la cantidad, sino a las causas últimas en tanto causas inteligibles. b. La filosofía es ciencia de las últimas causas en cuanto quiere comprender la pluralidad de los seres. c. Esos seres que encontramos en la realidad, son dependientes los unos de los otros, ninguno se explica sino por otro; forman una cadena de incapacidades para existir por sí mismos. La filosofía se llama Teología, ciencia de ese ser. d. La filosofía es ciencia de lo universal. En la teología conocemos el ser supremo, que las causas que los produce. e. La filosofía es una reflexión sobre los acontecimientos característicos de cada ciencia, una ciencia de las ciencias particulares, y entonces, se llama epistemología. Las ciencias no se plantean el problema del sentido. La filosofía es la ciencia del ser que a todos los seres y a todos los conocimientos reúne; la filosofía es, en el mediodía de su luz, la ciencia de Dios, sin el cual no hay ser ni seres: sin el cual no hay ciencia ni ciencias. Unidad II: Esquema histórico del pensamiento. Caracteres del pensamiento antiguo. La cosmovisión grecorromana gira alrededor de tres parámetros: tiempo cíclico, determinismo e inmanencia. Tiempo cíclico. El universo es eterno. En esa eternidad existe una cantidad limitada de materia. Un ciclo finaliza y se inicia uno nuevo que es repetición idéntica del anterior. Determinismo. La misma causa solo puede producir el mismo efecto. Estamos amarrados a un acontecer inexorable. 2 Introducción a la Filosofía | C.P. ayuda al nacimiento de ideas. La actitud de Sócrates es enseñar a alumbrar y encontrar las ideas que están en la mente de los hombres. La verdad no puede ser impuesta por el maestro, sino que debe ser reconocida por el alumno. El método socrático está dirigido a obtener un conocimiento científico y, por lo tanto, inmutable y universal. Su preocupación la centro exclusivamente en el problema moral. Platón La idea es pues una síntesis del conceptualismo socrático y del Ser parmenico. En el caso de Platón este Ser no sería único sino múltiple; habría tantos seres como ideas. El número de ideas es igual al de las cosas existentes en el mundo sensible. Platón diría que las ideas están en un mundo superior al físico, que están en un mundo supra celeste. La realidad aparecería dividida en dos mundos. Uno, el mundo de las ideas subsistentes y eternas, el mundo de la verdadera realidad y por lo tanto superior; el otro, el mundo que captan nuestros sentidos, el mundo del nacimiento, de la mutación y la muerte. El de las ideas es el mundo fundante, el del devenir es el mundo fundado que en el otro encuentra su fundamento. El conocimiento para Platón va a estar definitivamente vinculado a las ideas en la medida que estas son el verdadero ser. Conocimiento en sentido estricto, conocimiento como ciencia solo puede ser el conocimiento de las ideas. Para Platón el conocimiento era un recordar. Lo que siempre es, lo inmutable, el mundo de las ideas es aprendido por la inteligencia y proporciona verdadero conocimiento. Lo que no es siempre, sino que está llegando a ser y dejando de ser es percibido por los sentidos y solo suministra opinión. El verdadero conocimiento tiene su ámbito de validez en el mundo de las ideas. Alegoría de la Caverna. La caverna es este mundo que nuestros sentidos perciben, los prisioneros, los hombres esclavos de esos sentidos; las sombras, los objetos que ellos toman por realidad; el hombre que se libera y asciende a la región superior de lo inteligible es el alma; y finalmente, el sol que primero enceguece, pero luego su contemplación produce felicidad es el Bien, sol del mundo inteligible. El hombre, por medio del amor, puede iniciar la búsqueda de la sabiduría y lograr que al fin de su ascensión se ilumine en el su saber perdido. Para Platón el Ser se identifica con el Bien. Al ser no le pertenece sino la quietud, sino, también, el movimiento. El Ser es la Totalidad. Las ideas son un mundo divino, bajo la primacía del Bien que ocupa para Platón el lugar que nosotros atribuimos a Dios. Estructura del alma; hay en ella tres elementos o facultades: una parte concupiscible, donde encuentran su asiento los deseos y los apetitos de la sensibilidad; una parte irascible, correspondiente a las pasiones generosas, al valor, al impulso; y una 5 Introducción a la Filosofía | C.P. parte intelectual, mediante la cual es posible conocer lo que es, las Ideas, y querer la realización del bien, como camino de la libertad espiritual. La virtud de la sensualidad es la templanza; la virtud de la irascibilidad es la fortaleza; la virtud de la razón es la prudencia o sabiduría. Y cuando estas tres virtudes actúan así, la armonía resultante será la justicia. El Estado ideas será aquel en que tres clases de hombres, los productores como representantes de la facultad sensitiva; los guerreros como representantes de la facultad impulsiva y los filósofos como representantes de la facultad intelectual, estén unidos para realizar la armonía social. Aristóteles. Se opuso a la doctrina de las ideas. Estas ideas de ningún modo pueden explicar ningún movimiento ni cambio en las cosas sensibles ya que están separadas de ellas. Lo abstracto no puede ser lo verdaderamente real; lo verdaderamente real es lo universal en lo particular. La única forma de conocer al individuo es por medio de lo universal que hay en él. La filosofía era, para Aristóteles, el más elevado y noble saber que el hombre pudiera tener; pero este saber, aunque el más elevado, no era el único. Al lado de él había otras como la experiencia, el arte y la ciencia. La filosofía trata sobre todas las cosas, en lo que ellas coinciden, en la que ellas tienen en común. El Ser es el objeto propio de la filosofía. La filosofía hace objeto de sí misma no a un ente determinado sino al ente en general. Lo universal se adquiere a través de la inducción que parte de los datos de los sentidos. La Totalidad es Ser y cada una de las cosas de esa totalidad forma parte de ella en la medida que es, en la medida que participa del Ser. Es a la sustancia a lo que de un modo primero y principal debemos llamar ente. La sustancia es el ente que no necesita de otro, sino que se basta a sí mismo. La sustancia es el sujeto individual que no necesita de otra cosa para existir y es de ella de la que se hace toda predicción posible, de donde proviene una sustancia es lo que Aristóteles llama materia. El movimiento es eterno como lo es también el mundo donde ese movimiento acontece. Dios es inmanente al mundo y a los movimientos que en el mundo transcurren. Cada cosa al realizar su propia perfección realiza la perfección del acto puro, de la Totalidad que es Dios. Para Aristóteles, las ideas existen solo de dos modos: en las cosas, como la forma, imagen o eídas de esa cosa -como aquello que a hace ser lo que ella es-; en la inteligencia, como conocimiento que nos hace conocer lo que esa cosa es. Aristóteles baja las ideas platónicas del mundo supraceleste a las cosas. La idea es llamada por Aristóteles sustancia. La sustancia, la idea de la sustancia, es la idea 6 Introducción a la Filosofía | C.P. platónica puesta en los objetos de la realidad, como sujeto fundamental que unifica, da sentido y constituye a cada objeto en lo que él es. Unidad IV: Edad Media (Dios) San Agustín. Fue un platónico. El tiempo es una sucesión de momentos y la eternidad la simultanea posesión de ellas. Frente a esta realidad mutable, San Agustín opone el Ser perfecto, inmutable y eterno, o sea Dios. El piensa que el mundo únicamente puede tener dos orígenes: o bien Dios lo saca de su propia sustancia por vía de emanación, o lo crea desde la nada. Para San Agustín el mundo es el resultado de una creación ex nihilo. Para este el mundo ha sido creado por la voluntad de Dios y buscar una causa a esta voluntad no tiene sentido ya que justamente, la voluntad divina es causa de todo. El mundo no fue hecho en el tiempo sino con el tiempo. según San Agustín hablar de un antes y un después respecto a la creación del mundo es resultado de la perspectiva humana que no puede ser sino una perspectiva temporal y finita. San Agustín tiene plena conciencia de que esta dificultad para saber lo que el tiempo es, radica en que pareciera que fuese él no-ser la razón misma de su esencia. Los tres momentos que constituyen el tiempo -pasado, presente, futuro- están caracterizados por el no-ser y lo que no es no puede ser medido. El tiempo se reduce, para San Agustín, al presente pero este presente solo existe en el alma. En este presente el alma está en una permanente actividad de atención que también se extiende a lo que espera y esto constituye el futuro, constituyendo esto la memoria. El alma es una distentio que se extiende desde el presente donde ella subsiste hacia lo que ella espera y hacia lo que ella rememora. El tiempo es consecuencia de la finitud del hombre. San Tomas. El Ser no es ente sino aquello por lo cual el ente es. El Ser al participar en toda realidad constituye el acto ultimo de esta y es inmanente a las cosas. Pero el Ser no solo está en la realidad, sino que es lo más íntimo de esta y su principio formal. Las cosas se diferencian no por el Ser sino porque este se participa diversamente según sus esencias. El agregando al Ser que realiza la esencia es de carácter muy particular ya que en vez de perfeccionarlo lo limita y lo constituye un tal ente determinado. Cuando no tiene esas limitaciones el Ser no es sino uno e ilimitado. Y este ser uno y subsistente es, para Santo Tomas, Dios. 7 Introducción a la Filosofía | C.P. 3) Hacer una ordenación de los pensamientos, comenzando por los más simples avanzando hacia los más difíciles y complejos; 4) Hacer una enumeración tan prolija de modo tal que sea imposible omitir nada. ¿Cómo lleva a cabo Descartes la demostración de la existencia de dios? Empieza advirtiendo que en nuestro pensamiento hay ideas y que estas pueden ser se tres clases: innatas, adventicias y facticias. Ideas innatas son las que parecen nacidas con nosotros; no provienen de los sentidos sino de la actividad misma del entendimiento. Ideas adventicias son aquellas que parecen extrañas al pensamiento y oriundas de fuera. Ideas facticias son las hechas o inventadas por nosotros mismos como cuando inventamos. Sucede que en mi pensamiento tengo la idea clara y distinta de lo perfecto, tengo la idea de Dios. Yo no puedo ser el autor de esa idea porque su realidad objetiva es infinita y yo soy un ser finito, soy un ser imperfecto y la prueba de ello es mi duda misma. La existencia pertenece a Dios de un modo necesario, es parte de esencia; su esencia es su existencia. El criterio de la verdad consta de dos momentos: 1) Claridad y distinción; 2) La existencia de Dios como garantía ultima. Después de este proceso Descartes está en posesión de tres sustancias a las cuales conoce con claridad y distinción. Sustancia pensante, sustancia divina y sustancia extensa. Sustancia es, para Descartes, algo que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Las cosas, las ideas, las verdades son lo que son porque así lo ha querido dios. Dios no está sometido a estas verdades, sino que, por el contrario, ellas están sometidas a él. Del ser todas las cosas emergen no por un arbitrario de libertad, sino por una intrínseca necesidad, por una intrínseca racionalidad. Hume. El conocimiento. Impresiones e ideas. Hume reserva la palabra “idea” para referirse a todo lo que conocemos. Denomina al primer tipo de percepción “impresiones” (conocimiento por medio de los sentidos), y al segundo tipo “ideas” (representaciones o copia de las impresiones en el pensamiento). Las ideas son más débiles, menos vivas que las impresiones. Al clasificar los elementos del conocimiento en impresiones e ideas, Hume sienta las bases del empirismo más absoluto. 10 Introducción a la Filosofía | C.P. Si podemos señalar la impresión de lo que procede, estaremos ante una idea verdadera; en caso contrario, estaremos ante una ficción. Nuestros conocimientos están, pues, limitados por las impresiones. Hume introduce una importante clasificación relativa a los modos de conocer. De acuerdo con esta distinción, nuestro conocimiento es de dos tipos: conocimientos de relaciones entre ideas y conocimiento factual, de hechos. Critica del principio de causalidad. Según Hume, la relación causal se ha concebido tradicionalmente como una “conexión necesaria” entre la causa y el efecto, de tal modo que, conocida la causa, la razón puede deducir el efecto que seguirá, y viceversa, conocido el efecto, la razón esta en condiciones de remontarse a la causa que lo produce. Una idea será verdadera si hay una impresión que le corresponda. Por ejemplo: el choque de dos bolas de billar nos dice Hume, observamos el movimiento de la primera bola y su impacto (causa) sobre la segunda, que se pone en movimiento (efecto); en ambos casos, tanto a la causa como al efecto les corresponde una impresión, siendo verdaderas dichas ideas. El principio de causalidad solo tiene valor aplicada a la experiencia, aplicado a objetos de los que tenemos impresiones y, por lo tanto, solo tiene valor aplicado al pasado, dado que los fenómenos que puedan ocurrir en el futuro o tenemos impresión ninguna. En ningún caso la razón podrá ir más allá de la experiencia, lo que le conducirá a la crítica de los conceptos metafísicos (Dios, mundo, alma) cuyo conocimiento estaba basado en esa aplicación ilegitima del principio de causalidad. Kant. Kant comienza su tarea filosófica considerando que la crítica es la única actitud legitima en filosofía y aun en toda actividad científica. Kant aparece como el filósofo que se interroga por la legitimidad de la razón, que se interroga por los límites de esta. En este sentido Kant reconoce que toda su filosofía esta movida por tres preguntas: 1) ¿Qué puedo saber? 2) ¿Qué debo saber? 3) ¿Qué me está permitido esperar? Las tres preguntas refluyen en una que es básica, que es fundamental: ¿Qué es el hombre? Podemos advertir que la sensibilidad supone una pasividad del sujeto, el cual es afectado por algo que existe exteriormente a él. Pero la sensibilidad supone solo esa 11 Introducción a la Filosofía | C.P. afección y no todavía ningún conocimiento objetivo. Y como esa afección varía según las diversas modalidades de los sujetos, lo que es “conocido” sensiblemente solo es la representación de las cosas según aparecen al sujeto. Mientras la sensibilidad representa lo que se aparece como a la subjetividad o sea las apariencias de las cosas, el entendimiento se dirige a lo que las cosas son en sí mismos. Kant advierte que el hombre no tiene una intuición pura que pueda penetrar y conocer la cosa en si o noúmeno. El noúmeno es ese algo al cual se dirige la inteligencia, aunque nuestra limitada inteligencia no lo pueda conocer. La ciencia, para Kant, está constituida por juicios. Si la inteligencia del hombre no puede penetrar la cosa en si debe, al menos, detenerse en lo que es un hecho irrefutable de la razón, la ciencia, y averiguar cuál es el fundamento de los juicios que la constituyen. Kant advierte que pueden ser de dos clases: juicios analíticos, juicios sintéticos. ¿Qué es un juicio analítico? Aquel cuyo predicado esta contenido en el concepto del sujeto, aquel cuyo predicado surge necesariamente del análisis del sujeto. ¿Qué es el juicio sintético? Aquel cuyo predicado no esta contenido en el sujeto. Los juicios analíticos son, en el fondo, juicios de identidad. Este principio es el que las legitima, el que les da su carácter de verdaderos, universales y necesarios. Y este carácter de verdad, universalidad y necesidad no lo obtienen de la experiencia sino del solo análisis del concepto y por eso Kant los llama “a priori”. Kant apela a una tercera clase de juicios que, por una parte, sean universales y necesarios, y, por la otra aumenten nuestro conocimiento. A estos juicios el, los llama sintéticos a priori y advierte que justamente de ellos está constituida la ciencia, tanto la matemática como la física. La crítica de la razón pura. A Kant le interesa interrogar por la legalidad que fundamenta y justifica el factum de la ciencia, que fundamenta y justifica que algo pueda ser objeto de nuestro conocer científico. El sujeto es el que hace que una cosa devenga objeto y por eso el objeto es una resultante del hacer humano y está condicionado por las condiciones de ese hacer. “Las condiciones de la posibilidad de la experiencia son también las condiciones de la posibilidad de los objetos de la experiencia”. Esta experiencia significa simplemente que nuestra experiencia no es una cosa en si sino la resultante de una actitud sintética que practicamos cuando queremos ejercer un acto de conocimiento. Esa síntesis se lleva a cabo entre un elemento puro de la subjetividad no proveniente de la experiencia y, por ello, a priori y un dato de la sensibilidad, un dato proveniente de la experiencia sensible. 12 Introducción a la Filosofía | C.P. Kant comienza haciendo un análisis de la conciencia moral. A lo único que se le puede llamar bueno de un modo absoluto es a la buena voluntad. Esas cosas no son buenas por si sino por el uso que se ellas hacemos. De la buena voluntad no podemos hacer mal uso porque entonces ni seria lo que es. La intención es el elemento básico de la moralidad. Únicamente estamos en presencia de una acción moral cuando esta se cumple por deber, es decir de acuerdo con la ley. La ética kantiana se basa en el reconocimiento de la existencia de la ley, lo cual constituye el factum de la razón. Por eso la razón no es algo objetivo. El imperativo es la forma de relacionarse la imperfección subjetiva de nuestra voluntad, con la objetividad universal de las leyes. Según Kant hay dos clases de imperativos: los hipotéticos y los categóricos. Los “hipotéticos” mandan la acción como un medio en vista de un fin y no por sí misma. El imperativo “categórico” representa una necesidad objetiva de la acción mandada la cual tiene valor por sí misma y no como relación o condición a otro fin. Estos imperativos son, para Kant, juicios sintéticos a priori y no pueden ser aclarados ya por medio del análisis. Dios significa para Kant la máxima unión entre lo que es y lo que debe ser, entre lo real y lo ideal; unión que resulta imposible encontrar en el mundo fenoménico. A este Dios de quien la razón teórica nada podía decir, ni siquiera afirmar su existencia, la razón práctica puede predicarle ciertos atributos. Para Kant, el hombre es una tarea que se extiende al infinito; el hombre no es algo ya hecho sino algo por hacer. El conocimiento, para Kant, no es una especulación teórica sobre la realidad, sino que es su construcción. Siendo la razón el fundamento de toda objetividad, la filosofía consistirá en el estudio de los principios de la razón. Unidad VI: Edad Contemporánea Con Hegel el idealismo alemán adquiere su máxima expresión y desarrollo, y abre un horizonte de reflexión filosófica que se arraigó profundamente en el pensamiento post hegeliano. Augusto Comte. Cuya propuesta entronca en la asunción de la razón y la ciencia como únicos guías de la humanidad capaces de instaurar el orden social sin apelar a oscurantismos teológicos o metafísicos. 15 Introducción a la Filosofía | C.P. Nietzsche. “Filosofía del Martillo”. Su intención fue socavar los pilares que signaban el paradigma de la cultura occidental. “Donde muchos ven cosas divinas, yo solo veo cosas humanas, demasiado humanas”. Heidegger. Sostiene que el hombre hoy a priorizado el pensamiento calculador sobre el meditativo. Hegel. Hegel piensa que él no ha hecho otra cosa que dar expresión al definitivo y verdadero sistema de la ciencia. Hegel significa la madurez y la síntesis de la historia de la filosofía. Absoluto no significa, para Hegel, indiferencia ni que cada uno de ellos deje de ser lo que es. El absoluto es el fundamento común entre Naturaleza y Espíritu, pero de modo tal que la diferencia entre estas no queda abolida en aquel. En la unidad esta la oposición, en la identidad esta la contradicción. A ese Absoluto Hegel lo llama Idea, Idea Absoluta, Razón, Espíritu, Espíritu Absoluto. También lo llama Dios. Y lo llama Espíritu. El espíritu para pasar de su en-si a su para-si, de su potencia a su acto necesita del movimiento, necesita salir de sí mismo, salir de su soledad y poner frente a si a un Otro. Pero este Otro no es algo absolutamente distinto del Espíritu porque el Espíritu es el Absoluto, es el Todo y nada hay fuera del Todo. En Hegel las cosas se originan en el Espíritu y en el Espíritu son abolidas. Este es un inmanente y eterno movimiento siempre permanece el mismo. En ese movimiento todos los momentos son la manifestación del Espíritu; de él surgen y en él se desvanecen, aunque el Espíritu ni surge ni se desvanece. El Todo de ese movimiento puede ser considerados como quietud. Las diversas fases del Espíritu constituyen al espíritu y están actualmente presentes en el. Para Hegel la figura de lo Absoluto es el circulo. La filosofía para Hegel es ciencia solo que en medida que puede establecer sus proposiciones de modo sistemático y dentro de un sistema. La ciencia filosófica debe insertar cada proposición en el contexto de la Totalidad para que aquella sea verdadera. El método para conocer el desarrollo del Espíritu por medio del cual este va conociéndose a sí mismo no puede ser distinto a este desarrollo, ya que el Espíritu va pensándose en cada uno de sus momentos. Este método es el dialectico porque es el espíritu quien se dialectiza en aquel proceso. La dialéctica consiste sencillamente en aceptar aquella ininterrumpida marcha de oposiciones. 16 Introducción a la Filosofía | C.P. En el movimiento dialectico del Espíritu tendríamos, como primer momento, el acto por el cual este pone lo Otro. Pero este Otro pierde su inmediatez, su individualidad en el desarrollo y pasa a ser otra cosa. La nueva cosa producida es la negación de lo anterior y, por tanto, es la antítesis. La lógica es, para Hegel, el reino del pensamiento puro. Pero en un sistema en el que el pensamiento se va materializando y va poniendo sus objetos es evidente que la lógica no puede considerar las puras formas del pensamiento sino también los contenidos, o sea la materia de esas formas. La lógica hegeliana comprende tres partes: la teoría del Ser, la teoría de la Esencia y la teoría del Concepto. El Ser al no tener ninguna determinación es, pues, puro vacío, es negación de todas las cosas. El Ser y la Nada son, por lo tanto, la misma cosa. El devenir es la síntesis, el tercer elemento que reúne a los opuestos, pero en el cual aquellos siguen coexistiendo. Por el devenir se supera, pues, la abstracción del Ser y de la Nada y se logra el primer concepto. En el Absoluto nada es estable, sino que todo en él es devenir. La esencia es, el mismo Ser refiriéndose y retornando a si mismo es cada una de sus determinaciones. Es el ser reflejándose a sí mismo en cada caso. En la medida que la esencia tiene existencia es una cosa. El proceso de la realidad es, para Hegel, necesario porque obedece a leyes inmanentes al mismo proceso y también libre porque es el auto desarrollo de una subjetividad que actúa desde si y no desde nada exterior, por la sencilla razón de que nada hay exterior a ella: nada hay exterior al Espíritu porque el Espíritu es el Todo. A la teoría del concepto Hegel la subdivide en tres partes: la subjetividad, que trata al concepto formal; la objetividad, que trata a ese concepto determinado objetivamente; y a la idea, que es la unidad de sujeto y objeto donde se logra la verdad absoluta. El Espíritu se va determinando y va destruyendo cada una de sus determinaciones. El tiempo es esa negatividad corrosiva. Cada momento finito del Espíritu es parcialmente verdadero y parcialmente falso. La filosofía de la historia considera al Espíritu universal en su manifestación determinado, o sea, el pueblo. Vive por un tiempo en la satisfacción del fin alcanzado y luego cae en la costumbre y se limita a vegetar. Dentro de un pueblo son los individuos los que hacen desarrollar y madurar su espíritu. Pero el individuo solo existe como parte de ese pueblo y no puede trascenderlo. El valor de los individuos descansa en que sean conformes al espíritu del pueblo y sean representantes de él. 17 Introducción a la Filosofía | C.P. El destino del hombre es, pues, converger a esa realidad que le es constitutiva y que él, junto con todos los hombres, integra: la Humanidad, que es el verdadero Gran Ser. El Gran Ser que está constituido, según Comte, por el conjunto de los seres pasados, presentes y futuros es el sustituto, en el estadio positivo, de la idea de Dios. Sera la religión de la Humanidad que es la religión propia del espíritu positivo. Sera, una religión atea que reivindica su alcance etimológico y su función será, entonces religar los individuos dentro del Gran Saber. En la nueva religión le estaba reservado a Comte la función de gran sacerdote. Nietzsche. Nietzsche tuvo plena conciencia que su destino, al cual se aferraba con toda su voluntad, estaba ligado a un inexorable fatalismo histórico. Y él se sentía identificado con el fatalismo de ese proceso hasta tal punto que más que hombre se consideraba a sí mismo como destino. Consecuente con sus principios la voluntad de Nietzsche no podía rechazar ninguno de los momentos del tiempo sino, por el contrario, asentarlos a todos simultáneamente. La Voluntad de Poder, imposibilitada de no querer, solo puede querer su propia infinitud, solo puede quererse a sí mismo; que es lo único que tiene autentica realidad. La vida es ya una determinación de la Voluntad. Mientras la Voluntad de Poder esta mas allá del bien y del mal y se mueve sin sentido y sin meta, la vida pretende ser y es valoración. El meditar sobre lo humano y sobre las proyecciones de lo humano constituye un legit motiv del pensamiento de Nietzsche y no hay obra suya ni problema que desarrolle, en los cuales el hombre, como ser valorativo, no esté ocupado un puesto central desde el cual se interpreta todo lo demás. Le interesa mostrar como todo el mundo del espíritu objetivo está al servicio del hombre y no a la inversa. Pero la valoración no es, para Nietzsche, sino la perspectiva de un individuo. A aquello que era una resultante de la vida, el hombre, víctima de su propia Ilusión, le ha dado una dimensión que trascienda en dignidad a la vida humana. Para Nietzsche solo es verdadero la Totalidad del devenir: solo es verdad el Todo. El problema moral del bien y del mal es casi una obsesión en el pensamiento de Nietzsche. Para el no hay propiamente hechos morales, ni un en si moral, aino que la moral se agota en ser una interpretación, una valoración de ciertos hechos. La moral es la interpretación de ciertos hechos que realiza el hombre y esa interpretación es efectuada por la vida. 20 Introducción a la Filosofía | C.P. La Voluntad tiene dos formas de manifestarse: el poder y el menos poder o impotencia. Ella origina, a su vez, dos tipos de vida: la vida plena que aspira a más vida y a más poder; y la vida decadente que solo desea conservarse y defenderse de la agresión que significa para ella el otro modo de vida. Nietzsche predica la existencia de hombres superiores y hombres inferiores. Esos dos tipos de hombres fundaran, evidentemente, dos tipos diversos de moral: la moral de los señores y la moral de los esclavos. En la moral de los señores es el hombre superior, el hombre noble, el que determina el valor. La moral de los esclavos, en cambio, es la moral de la vida descendente, de la debilidad, de la impotencia. Se comprende, entonces, que esta moral de esclavos busque la alianza de la religión. Y como resultado de esa alianza surge la astuta predica del sacerdote, el enemigo más malvado de la vida, según Nietzsche. El cristianismo, dice Nietzsche, nos robó la cosecha de la civilización antigua y ha tomado partido por todo lo que es débil, humilde, fracasado. Hay un fatalismo de que nadie es responsable y en medio de ese fatalismo somos lo que somos y necesariamente formamos parte del Todo. El hombre, según Nietzsche, es, ante todo, una parte de la naturaleza es naturaleza. En el hombre se reúnen creatura y creador. El haber logrado distancia con el animal y el haberse liberado de prejuicios morales y religiosos supone una primera gran conquista en la lucha emprendida por el hombre. Esta primera meta es alcanzarla por lo que Nietzsche llama el hombre superior. El hombre, dice Nietzsche, es un rio, y la humanitas es solo como una ribera que este rio encuentra y en la cual no debe detenerse. La superación del rio significa su muerte y desembocar en el mar. El Superhombre es, en cierta medida, la muerte del hombre como el mar es la del rio. Pero la muerte del rio en el mar, como la del hombre en el Superhombre, no es una muerte total, sino, más bien, Aufhebung con su triple significado: suprimir, conservar y superar. Superhombre es la expresión que Nietzsche utiliza para mentar al Todo, simbolizando por él, la imagen del mar. La idea de Dios, para Nietzsche, esta identificada con el dios cristiano, trascendente al mundo y creador de el a partir de la Nada. La muerte de Dios, nos dicen estas palabras, no ha significado la desaparición del mar sino solo su desplazamiento. En Gaya ciencia afirma Nietzsche que el más grande de los acontecimientos modernos es el hecho que Dios ha muerto y que la creencia en el Dios cristiano se ha convertido en incredulidad. Pero la muerte de Dios significa, simultáneamente, que la conciencia del hombre ha sido invadida por la Nada y que es la Nada el único horizonte en el cual ella se mueve. 21 Introducción a la Filosofía | C.P. La irrupción del nihilismo es la hora presente no es, para Nietzsche, sino la culminación de un proceso que ya llevaba en si enquistada a la Nada. Por eso el nihilismo no surge al fin del cristianismo sino porque ya estaba dentro de el de forma larvada. Frente al nihilismo cabe dos posibilidades: Una es que la muerte de Dios no signifique la eliminación del lugar que ocupa en el mundo trascendente. El mundo trascendente es conservado y el lugar vacío dejado por la muerte de Dios es llenado con nuevos ideales y con nuevos valores. La otra posibilidad que cabe frente al nihilismo no es reemplazar unos valores por otros, conservando el mundo ideal de la trascendencia, sino rechazar ese mundo que, por caduco, no puede originar ninguna valoración posible. El acto de la voluntad es, pues, quererse a sí misma, querer la total presencia de si misma y lo que escapa a esa presencia, tiene entonces que producir su rechazo y su sufrimiento. El Superhombre es el que va a abolir y, al mismo tiempo, conservar todo lo propio del hombre. El razonamiento de Nietzsche parte de dos supuestos: 1. que la cantidad de fuerza en el mundo es determinada y 2. que el tiempo es infinito. La Voluntad se recupera a si misma pero solo ella misma es su meta y en la circularidad de su proceso todo es inmanente a ella. La afirmación de esta inmanencia fue lo que llevo a Nietzsche a negar un Dios trascendente y a proclamar, en tal sentido, que Dios ha muerte. La actitud de Nietzsche da culminación y expresión a la que estaba implícita en Hegel y, con él, en todo el pensamiento greco-occidental. Heidegger. Traer a la presencia la historia de la filosofía, dialogar y luchar con ella, dar cabida no solo a la palabra sino también al silencio que en ella acontece tiene para Heidegger una importancia aun previa y fundamental: rescatar para el pensamiento lo que es ineludible y, sin embargo, casi siempre olvidado. PREGUNTA POR EL SER. Al enfrentarnos, ahora, con la primer gran obra de Heidegger “Ser y Tiempo” se nos muestra de manera inequívoca que toda su problemática se estructura en torno a la pregunta que interroga al Ser. El Ser no puede llegar a transformarse en simple objeto de conocimiento. El Ser quizás sea mostrable, pero nunca demostrable. Nuestra tarea deberá iniciarse intentando una mostración posible del Ser a través de un ente. 22 Introducción a la Filosofía | C.P. ESTRUCTURA TOTAL DEL DASEIN. SER PARA LA MUERTE. El fin que la muerte supone no solo no es exterior al Dasein sino que, por el contrario, desde que existe el Dasein arrastra ese fin, es ya su fin, en un ser para el fin. Ante la muerte la existencia inauténtica tiene una actitud que le es propia: trata de eludirla. VOCACIÓN Y CULPA. A raves de la conciencia comenzamos a sentirnos estrechos e incomodos en nuestra facticidad y procuramos trascenderla. La llegada de la conciencia es una vocación y este vocar de ellas es un modo del habla. En la vocación la voz de la conciencia no dice nada, no afirma nada. El ser del Dasein es el cuidado cuya estructura esta constituida de tres elementos: estado de yecto, proyección y caída. En el estado de resuelto el Dasein comprende y acepta la totalidad de su ser como finitud y como no ser. LA TEMPORALIDAD. El ser del Dasein es cuidado porque es un ser temporal, porque su ser es tiempo. Solo puede proyectarse el estado de yecto y que solo puede llegar a ser lo que ya es como posibilidad propia. El tercer elemento del cuidado es la caída que consiste en estar absorbido y alienado entre los entes. El Dasein es temporalidad y esta temporalidad muestra es sus tres momentos ser pura exterioridad; la temporalidad es únicamente en la medida que se exterioriza. LA HISTORICIDAD. Dasein es el heredero de si mismo y se hace tradición de si mismo. El destino de este modo no es una fatalidad exterior, ni la libertad solo puede asumir su propio destino. BALANCE Y PERSPECTIVAS DE SER Y TIEMPO. Lo que hace posible la proyección del Ser en general es, dice Heidegger, un modo original de temporalizarse, la temporalidad. Para llegar a la meta -el Ser- la analítica del Dasein es un camino. SER Y NADA. La Nada es, por lo pronto, la negación de todo ente, la negación de todo ente, la negación de la totalidad del ente, de la omnitud del ente. La Nada es un no ente. El Ser es, por ello, lo no ente: es una Nada respecto a todo ente y se identifica de este modo, con la Nada. El Ser puro y la pura Nada son lo mismo. SER Y ENTE. ¿Por qué en general hay ente y no más bien Nada? ¿Qué es la metafísica? Nos interrogamos por el Ser del ente. El Ser, fundamento de todo ente y a su vez sin fundamento, juega el juego que el mismo es; solo queda juego y esto es lo más elevado y lo más profundo. La metafísica sigue siendo lo más elevado de la filosofía, aunque no lo más digno que pueda ser pensado. 25 Introducción a la Filosofía | C.P. ¿Qué es el Ser? El Ser es trascendencia. El Ser no es lo mismo que el ente, solo es lo mismo respecto a él. El Ser al darse se da en el ente. Pero este darse en el ente es un aparecer el Ser en el ente, es una apariencia del Ser. La apariencia y el devenir no son lo contrario del Ser, son que son la manifestación de lo que constituye la esencia del Ser. SER Y DASEIN. A pesar de que el Ser necesita para patentizarse e iluminarse del Dasein, lo esencial en esta relación no es el hombre sino es Ser. El desocultamiento e iluminación del Ser acontece desde su ocultamiento y, por eso, la verdad es un emerger desde la no-verdad. La verdad supone esencialmente la no- verdad. DESTINO E HISTORIA. El privilegio del Dasein sobre los otros entes consiste en ser el destinatario del Ser para su develación e iluminación. La donación del Ser constituye el destino del Ser y en cuanto destino el Ser es histórico. La historia, entonces, o es otra cosa que el proceso en el cual el Ser se dirige al hombre desvelándose y revelándose en el en forma de destino. TIEMPO Y SER. El desocultamiento del Ser es su verdad. Por ese desocultamiento el Ser se hace presente en un ente. El presentarse, el presente, supone el tiempo y, de este modo, el tiempo es la verdad del Ser. El tiempo no es otra cosa que el proceso en el cual el Ser va develándose. SER Y PENSAR. Del Ser sabemos sino a través del preguntar. La respuesta puede significar una detención del pensar cuya esencia consiste en ser pura actividad, en ser acto puro como decía Aristóteles. En el pensar, dice Heidegger, el Ser tiene la palabra y, por ello, ls primera condición que exige el pensar es escuchar esa voz con que el Ser nos habla. Si el pensar testimonia la llegada del Ser al ente, si el pensar esta a la espera de esa llegada, eso significa que el pensar es un modo de la espera. Pensar es esperar. La espera, espera lo ausente y de este modo, esperando pensamos al Ser. Pensar es recordar. El pensar como recuerdo y agradecimiento es corresponder a la voz del Ser. El pensar conduce al Ser al Habla, haciendo que esta sea la casa del Ser. El habla es la casa del Ser y en ella mora también el hombre. Los pensadores y los poetas son los custodios de esa casa. La relación entre el Ser y la esencia del hombre en la cual acontece el pensar supone una apertura. En ultima instancia el que piensa no es el hombre, sino que piensa el Ser a través del hombre. Si nosotros pensamos es porque el Ser destinándose en el Dasein, se ha destinado al pensar y por ello nos convoca para que pensemos. El Ser necesita y quiere ser pensado porque el pensar pertenece al Ser, es la verdad y el destino del Ser. 26 Introducción a la Filosofía | C.P. La Ereignis es aquella mismidad e identidad desde lo cual acontece el Ser, el tiempo y el pensamiento. En la Ereignis nosotros somos y nos mantenemos, pero de ella nada sabemos. La Ereignis, como el Logos griego y el Tao chino son palabras, dice Heidegger, que no admiten traducción. Serenidad. “Serenidad”, un discurso realizado en ocasión de recordar al musico Kreutzer. En el mismo este filosofo luego de entablar una relación entre conmemorar y pensar, nos llama la atención sobre un hecho que nos resistimos a aceptar: el hombre actual esta pobre de pensamiento. Sostiene que el hombre hoy ha priorizado el pensamiento calculador sobre el meditativo. Resumen del discurso “Serenidad” de Martin Heidegger. No es necesario en modo alguno que al escuchar semejante relato pensemos, o sea que reflexionemos sobre algo que cada uno de nosotros atañe directa y constantemente en su propio ser. Todos nosotros somos a menudo pobres en pensamiento; todos nosotros, con harta facilidad, estamos faltos de pensamientos. La fiesta conmemorativa y la ausencia de pensamiento se juntan en buena armonía. Pero, aun cuando estemos faltos de pensamiento, no renunciamos a nuestra capacidad de pensar. La creciente falta de pensamiento reside, por ello, en un proceso que corroe el mas intimo meollo del hombre actual. El hombre actual esta en fuga del pensar. Esta huida al pensamiento es la causa de la falta de pensamiento, pero a esta fuga corresponde también el hecho de que el hombre no quiere verla ni confesarlo. El pensamiento calculador no se detiene nunca, nunca para a reflexionar, no es un pensamiento que medite sobre el sentido que impera en todo cuanto existe. Hay, pues, dos clases de pensamiento, y las dos, cada cual, a su modo, se justifican y son necesarias: el pensamiento calculador y la mediación reflexiva. El pensamiento reflexivo reclama a veces mayor esfuerzo. Exige un adiestramiento mas prologado. Pero además debe saber esperar. El hombre es el ser pensante, o sea reflexivo. ¿A cada crecer de una obra autentica no le corresponde el enraizamiento en el suelo de una patria? Johann Peter Hebel escribe en una ocasión: “Somos plantas, queremos o no confesarlo de buena gana, que debemos salir de la tierra para florecer en el éter y poder dar frutos”. La autoctonía del hombre actual está amenazada en lo mas íntimo. La pérdida de la autoctonía viene del espíritu de la época en que nos ha tocado nacer. 27
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