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Resumen: La ciencia del texto, Pragmática, Resúmenes de Lingüística

Resumen en el que se hablará de la parte de la pragmática del libro 'La ciencia del texto'

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 26/12/2022

joaquin-ignacio-vasquez
joaquin-ignacio-vasquez 🇵🇪

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Vista previa parcial del texto

¡Descarga Resumen: La ciencia del texto, Pragmática y más Resúmenes en PDF de Lingüística solo en Docsity! La ciencia del texto - Teun A, van Dijk. 3. Pragmática: texto, actos de habla y contexto 3.1 ¿Qué significa pragmática? La pragmática como ciencia se dedica al análisis de los actos de habla y, más en general, al de las funciones de los enunciados lingüísticos y de sus características en los procesos de comunicación. Esta ciencia, que tan sólo comienza a desarrollarse plenamente durante los últimos veinte años, tiene carácter interdisciplinario y la estimulan la filosofía, la lingüística y la antropología, pero también la psicología y la sociología. En un principio, la pragmática fue uno de los tres componentes de la semiótica, una ciencia que se ocupa principalmente de los signos y de sus sistemas (en símbolos, significados y comunicaciones) y que representa un componente al lado de la «sintaxis» (el análisis de las relaciones entre signos) y de la «semántica» (el análisis de las relaciones entre signos, significados y realidad). Por eso, la pragmática se consideró de pronto como una descripción de las relaciones entre signos y quienes los emplean. 3.1.2 Además queremos delimitar un poco más el ámbito del análisis de la pragmática al que acabamos de aludir. Mientras que la sintaxis especifica en qué condiciones y según cuáles reglas los enunciados están «bien formados» y la semántica indica las condiciones para que los enunciados sean «interpretables» (tanto en lo relativo al significado como a la referencia), a la pragmática se le adjudica la tarea de ocuparse de las condiciones bajo las que las manifestaciones lingüísticas son aceptables (acceptable), apropiadas u oportunas (appropriate•); estos tres supuestos son válidos para la situación comunicativa en la que se expresa el hablante. Así pues, la pragmática se ocupa de las condiciones y reglas para la idoneidad de enunciados (o actos de habla) para un contexto determinado; resumiendo: la pragmática estudia las relaciones entre texto y contexto. 3.1.3 Si queremos discutir de manera sistemática las relaciones entre texto y contexto, evidentemente habremos de conocer la estructura contextual, además de poseer un conocimiento de la estructura textual. El contexto es una abstracción de aquello que intuitivamente llamaríamos «situación comunicativa». La pragmática se ocupa, pues, de la relación entre la estructura textual y los elementos de la situación comunicativa sistemáticamente ligados a ella: todos estos elementos juntos forman el contexto. 3.2 Acción e interacción 3.2.1 Uno de los descubrimientos más importantes de la moderna filosofía de la lengua, que aporta la base para el desarrollo de la pragmática, consiste en el reconocimiento de que la utilización de la lengua no se reduce a producir un enunciado, sino que es a la vez la ejecución de determinada acción social. Así como en semántica las oraciones (o los textos) pueden ser 'verdaderas' o 'falsas', también en pragmática los actos de habla pueden 'tener éxito' o 'fracasar' en un contexto concreto. La pragmática se ocupa, entre otras cosas, de la formulación de tales condiciones para el éxito de los actos de habla. Como ya hemos visto antes, estas condiciones están relacionadas con los conocimientos, los deseos y las obligaciones de los hablantes. 3.2.2 Para conocer mejor las condiciones que hacen que unos actos de habla tengan, o no, éxito, debemos saber más sobre la acción en general. La teoría de la acción proviene de la filosofía por lo que, en primer lugar, introduciremos algunos conceptos fundamentales de la misma. Para ello partimos de la hipótesis de que las acciones representan un determinado tipo de sucesos. El concepto de suceso se refiere, pues, a modificación; por ejemplo, a la modificación de un estado en otro, denominados respectivamente estado inicial y estado final. Un suceso se produce cuando, en un determinado estado, se añaden o se suprimen objetos o cuando los objetos adquieren otras propiedades o pasan a relacionarse entre sí de otra manera. Esta modificación del estado es naturalmente una función del tiempo: el estado final de un suceso es posterior al estado inicial. Si queremos referirnos a este tipo de series continuas de modificaciones de estados, sin tener especialmente en cuenta un estado inicial o final, hablaremos de procesos. Cuando hacemos algo sabemos que, por regla general, se produce una modificación del estado de nuestro cuerpo: Con la palabra 'hacer' queremos indicar, en la mayoría de los casos, unas modificaciones del cuerpo que son 'externas' (visibles o perceptibles de alguna manera) y que en principio podemos controlar, es decir que dominamos su comienzo, su transcurso y su final. Dado que un hacer únicamente puede tener lugar en una situación en la que el (auto-)control o la controlabilidad son importantes, no se trata sólo de un 'cuerpo', sino de una persona y un sujeto. Para simplificar supondremos que sólo los seres humanos vivos pueden ser personas, aun cuando pueda aceptarse que también muchos animales son 'conscientes' de su hacer y capaces de controlarlo. 3.2.3 Para la caracterización del hacer humano acabamos de emplear algunos conceptos que provienen del ámbito mental o cognitivo, como conciencia, controlar, etc. Estos conceptos són indispensables para una definición satisfactoria del concepto de acción. La diferencia típica entre el hacer 'guiñar los ojos' y la acción 'guiñar el ojo a alguien' se manifiesta entonces también por la circunstancia de que, en la acción, llevamos a cabo un hacer determinado de una manera consciente y controlada. Tanto en la ética como en la filosofía del derecho siempre es importante que en principio seamos responsables de nuestras acciones, precisamente porque son conscientes, controlables e intencionadas. Otro elemento fundamental de las acciones es que no las llevamos a cabo sin más, 'sólo porque sí', sino para conseguir con ello alguna otra cosa. Mientras llevamos a cabo una acción perseguimos determinada finalidad, tenemos fijado un objetivo o determinado propósito. El concepto de «propósito» implica que debemos distinguir entre propósitos e intenciones. Una intención se refiere únicamente a la ejecución de un hacer, mientras que un propósito se refiere a la función que este hacer o esta acción puedan tener. 3.2.4 Ahora podemos describir mejor el concepto central del logro o éxito de las acciones. Considerada por separado, una acción ha salido bien cuando el estado final del hacer coincide con el estado final intencionado, y ha fracasado o no se ha conseguido cuando este no es el caso. Por eso llamaremos también resultado al estado final de la acción. Por otro lado existe toda una serie de acciones que ejecutamos sin un fin especial (es decir, no sólo para satisfacer deseos o necesidades), tales como pasear, bailar, cantar. En estas acciones, propósito e intención coinciden, el objetivo y el resultado son lo mismo. Sin
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