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Orientación Universidad
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Resumen 'Las Actitudes' de Zubieta, Resúmenes de Psicología Social

Resumen, explicación y conclusión, e ideas principales del texto 'Las Actitudes' de Zubieta.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

A la venta desde 25/05/2024

MatyBuda
MatyBuda 🇦🇷

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¡Descarga Resumen 'Las Actitudes' de Zubieta y más Resúmenes en PDF de Psicología Social solo en Docsity! 1 Realizado por MatyBuda LAS ACTITUDES Elena M Zubieta (2020) Resumen: 1. INTRODUCCIÓN Las actitudes han sido, casi desde la constitución de la Psicología Social, uno de los temas de estudio centrales de nuestra disciplina. Tanto es así que se ha llegado a afirmar que sin las actitudes no podríamos comprender la Psicología Social, especialmente en la producción norteamericana. Como señalaba Germani (1966), el interés por este concepto surge de nuestra necesidad de contar con categorías que permitan reducir la complejidad de la conducta social y hallar sus causas generales. Las actitudes son relevantes en campañas preventivas y en intervenciones organizacionales, y su interés principal radica en su papel en los procesos de cambio social. Actúan como mediadores entre el individuo y su contexto social (Morales, Rebolloso y Moya, 1994). Para Triandis (1971, en Echebarría et. al., 1987), la actitud es una idea cargada de emoción que predispone a acciones en situaciones sociales específicas. Fishbein y Ajzen (1975) sostienen que las actitudes son predisposiciones aprendidas a responder de manera favorable o desfavorable respecto a un objeto dado. Ambas definiciones indican que las actitudes tienen un aspecto emocional y motivacional para acciones dirigidas hacia un objeto específico. Las actitudes pueden organizarse en sistemas de valores. El término “ideología” designa un conjunto integrado de creencias y valores que justifican las políticas de un grupo (Katz y Scottland, 1959; en Echebarría et. al., 1987). Las actitudes sociales se caracterizan por la consistencia en la respuesta a objetos sociales, lo que facilita el desarrollo de sistemas integrados de actitudes y valores. Estos sistemas nos ayudan a interpretar y evaluar los hechos, reduciendo la ambigüedad. Son estilos de percepción aprendidos a través de la cultura de pertenencia (Lindgren y Harvey, 1973). 2. MEDICIÓN Y DIMENSIÓN DE LAS ACTITUDES Para entender la composición interna de las actitudes y su complejidad, podemos usar la definición de Eagly y Chaiken (1993) que las describe como una tendencia psicológica expresada mediante la evaluación de una entidad u objeto con cierto grado de favorabilidad o desfavorabilidad. Al hablar de tendencia, se implica que no es algo externo a nosotros ni una respuesta manifiesta y observable, sino un “estado interno”. La actitud se concibe entonces como mediadora entre los estímulos del ambiente externo y nuestras reacciones, es decir, nuestras respuestas evaluativas manifiestas. Dado que la actitud es un estado interno, debemos inferirla a partir de nuestras respuestas manifiestas y observables, que serán de aprobación o desaprobación, atracción o rechazo, aproximación o evitación, etc. En esta tendencia evaluativa, asignamos aspectos positivos o negativos a un determinado objeto, lo que trasciende lo meramente descriptivo y es, por tanto, connotativo. La evaluación implica valencia (dirección) e intensidad. Mientras la valencia se refiere al carácter positivo o negativo que atribuimos al objeto actitudinal, la intensidad se relaciona con la gradación de esa valencia. Por ejemplo, podemos tener una actitud positiva o negativa hacia un líder, pero ese carácter admite varios grados. También puede ser que nuestra actitud sea indiferente o neutra porque no tenemos una actitud formada (no-actitud) o porque nuestra actitud es ambigua, admitiendo aspectos positivos y negativos con la misma intensidad. Así, se representa lo que se denomina continuo actitudinal, que integra la valencia y la intensidad. Es importante distinguir qué actitudes son centrales en nuestro sistema de valores y cuáles son más marginales. La centralidad se complementa con la saliencia, es decir, la importancia que damos a cada actitud en nuestra vida. No todas las actitudes centrales son igualmente salientes. 2 Realizado por MatyBuda Además, una actitud siempre se dirige hacia un objeto específico que debe estar claramente definido. La diferencia entre tener una actitud negativa hacia un estilo de liderazgo en general y hacia el liderazgo de una persona específica, como Pedro, ilustra que los objetos de nuestras actitudes varían no solo en contenido sino también en nivel de especificidad. 3. LAS RESPUESTAS O COMPONENTES DE LA ACTITUD El estado psicológico interno conocido como actitud se manifiesta a través de respuestas observables que tradicionalmente se clasifican en tres categorías: cognitivas, afectivas y conativo-conductuales. Aunque la evaluación es característica central de la actitud, esta puede manifestarse a través de estas tres vías distintas que siempre hacen referencia a un único estado interno. Esta coexistencia y la complejidad interna que implica este estado son la razón por la cual también se refiere a estas vías de expresión como los elementos o componentes de la actitud. 3.1 LAS RESPUESTAS COGNITIVAS A menudo, evaluamos positiva o negativamente un objeto a través de pensamientos o ideas que llamamos "creencias". En un sentido estricto, las "creencias" incluyen tanto los pensamientos e ideas en sí como su expresión externa. Según Morales, Rebolloso y Moya (1994), la evaluación mediante respuestas cognitivas sigue una doble secuencia: primero, establecemos una asociación probabilística entre un objeto y sus atributos. Por ejemplo, si consideramos la organización burocrática y su atributo de rigidez, el primer paso sería establecer la conexión: "la organización burocrática tiene una probabilidad (alta/media/baja) de estar formada por individuos rígidos". En el segundo paso, evaluamos esta asociación, basándonos en la connotación positiva o negativa del atributo. Si la rigidez tiene una connotación negativa, una fuerte asociación con la organización burocrática llevaría a una evaluación negativa de esta última. 3.2 LAS RESPUESTAS AFECTIVAS Aquí se incluyen los sentimientos, estados de ánimo y emociones asociados con el objeto de nuestra actitud. Aunque algunos autores han sugerido que la emoción es el único componente de la actitud, es claro que evaluación y afecto son conceptos distintos y que la evaluación puede manifestarse no solo a través del afecto, sino también mediante cogniciones y conductas. Según la hipótesis de consistencia, es esperable que una evaluación negativa de la organización burocrática y la rigidez de sus miembros se acompañe de sentimientos y emociones negativas hacia estas expresiones. 3.3 LAS RESPUESTAS CONATIVO-CONDUCTUALES Las conductas también pueden ser ubicadas en el continuo actitudinal. Algunos comportamientos pueden ser muy negativos, como evitar interactuar con individuos rígidos, mientras que otros pueden ser muy positivos, como colaborar en las acciones propuestas por el liderazgo situacional de Pedro. En los estudios de actitudes, además de considerar la conducta en sí misma, también se tienen en cuenta las intenciones de conducta, como el acuerdo en apoyar el estilo de liderazgo de Pedro o el desacuerdo en interactuar con una organización debido a su rigidez burocrática. 3.4 LA RELACIÓN ENTRE LAS RESPUESTAS EVALUATIVAS O COMPONENTES DE LA ACTITUD Desde el punto de vista teórico, la actitud es un estado interno de evaluación, mientras que los componentes cognitivo, afectivo y conativo-conductual son las formas en que se expresa. Metodológicamente, aunque estos componentes son diferentes entre sí, todos se refieren a la misma variable: la actitud. Cada tipo de respuesta actitudinal se puede medir con índices distintos, pero deben estar positivamente relacionados para reflejar adecuadamente la actitud en cuestión. 5 Realizado por MatyBuda características negativas a un grupo dominado, justificando su maltrato sin necesidad de respaldo institucional, basándose en las interacciones entre grupos. Explicación y conclusión: Todo este análisis sobre las actitudes nos explica que son fundamentales en la Psicología Social, ayudando a simplificar la conducta social y sus causas. Germani (1966) subraya su relevancia en campañas preventivas y cambios sociales, actuando como mediadores entre el individuo y su contexto. Para Triandis (1971) y Fishbein y Ajzen (1975), las actitudes son predisposiciones emocionales aprendidas que influencian nuestras acciones hacia un objeto específico, siendo emocional y motivacionalmente significativas. También podemos mencionar que las actitudes se organizan en sistemas de valores e ideologías, ayudando a interpretar y evaluar hechos. Según Eagly y Chaiken (1993), una actitud es una tendencia psicológica evaluativa, internalizada, y no observable directamente. Las respuestas observables permiten inferir esta actitud interna, que asigna valencia (positiva o negativa) e intensidad a los objetos actitudinales, formando un continuo actitudinal. La centralidad y saliencia de una actitud reflejan su importancia en nuestro sistema de valores y vida diaria. Otro aspecto es que, las actitudes se expresan en componentes cognitivos, afectivos y conductuales, todos refiriéndose a un estado interno único. Las creencias, emociones y comportamientos son manifestaciones de la actitud, aunque metodológicamente distintas. Las actitudes también se forman a partir de antecedentes cognitivos, afectivos y conductuales, influenciados por experiencias, condicionamientos y repeticiones. Estructuralmente, las actitudes muestran bipolaridad, consistencia y ambivalencia. Pueden ser neutrales, consistentes o inconsistentes según su origen (cognitivo, afectivo o conductual). La ambivalencia surge de creencias evaluativamente mixtas, afectando la estabilidad y relación con la conducta. Finalmente, las actitudes cumplen funciones esenciales: conocimiento, instrumental, ego-defensiva, valórico-expresiva y ajuste social. Ayudan a ordenar el mundo, maximizar recompensas, defender el ego, expresar valores y facilitar la integración social. Actitudes prejuiciosas cumplen funciones ideológicas y de separación, justificando desigualdades y maltrato. Para concluir, las actitudes son complejas estructuras psicológicas esenciales en la Psicología Social, influenciando nuestras acciones y mediando entre el individuo y su entorno social. Se expresan en respuestas cognitivas, afectivas y conductuales, y cumplen funciones importantes en nuestra adaptación y percepción del mundo, jugando un papel crucial en la formación y cambio social. Ideas Principales: - Las actitudes han sido un tema central en la Psicología Social desde sus inicios. - Son relevantes en campañas preventivas y en intervenciones organizacionales. - Actúan como mediadores entre el individuo y su contexto social. - Las actitudes son predisposiciones aprendidas a responder de manera favorable o desfavorable respecto a un objeto. - Tienen un aspecto emocional y motivacional para acciones dirigidas hacia un objeto específico. - Las actitudes pueden organizarse en sistemas de valores e ideologías. - Se caracterizan por la consistencia en la respuesta a objetos sociales. - Son estilos de percepción aprendidos a través de la cultura de pertenencia. - La actitud es una tendencia psicológica expresada mediante la evaluación de una entidad con cierto grado de favorabilidad o desfavorabilidad. - La actitud es un “estado interno” mediador entre los estímulos externos y nuestras reacciones. - La evaluación implica valencia (dirección) e intensidad. - La centralidad y la saliencia son importantes en el sistema de valores. - La actitud siempre se dirige hacia un objeto específico. 6 Realizado por MatyBuda - Las actitudes tienen componentes cognitivos, afectivos y conativo-conductuales. - Las creencias y asociaciones probabilísticas determinan las respuestas cognitivas. - Las emociones y sentimientos determinan las respuestas afectivas. - Las conductas y las intenciones de conducta determinan las respuestas conativo-conductuales. - La consistencia de respuestas evaluativas refleja la actitud en cuestión. - Las actitudes surgen de experiencias, información, creencias y procesos afectivos. - La Teoría de la Acción Razonada de Fishbein y Ajzen destaca la importancia de probabilidad subjetiva y deseabilidad subjetiva. - El condicionamiento clásico y el instrumental influyen en la formación de actitudes. - La experiencia directa con el objeto actitudinal fortalece la formación de actitudes. - La teoría de la disonancia cognitiva postula que ciertas conductas producen cambios actitudinales importantes y permanentes. - La bipolaridad, la consistencia y la ambivalencia son aspectos centrales de las actitudes. - Las actitudes cumplen funciones de conocimiento, instrumental, ego-defensiva, valórico-expresiva y ajuste social. - Las actitudes prejuiciosas o etnocéntricas cumplen una función ideológica y de separación.
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