Resumen libro el niño feliz, Resúmenes de Psicología del Desarrollo

¡Descarga Resumen libro el niño feliz y más Resúmenes en PDF de Psicología del Desarrollo solo en Docsity! FACULTAD DE EDUCACIÓN CENTRO DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO Grado en Educación Infantil Primer Curso. Grupo T7 RESUMEN DEL LIBRO: “El niño feliz” Grupo 6 Estudiante: Romero de Ávila Vicente, Esther Asignatura: Psicología del desarrollo Profesora: Onate García de la Rasilla, Pilar Madrid, 26 diciembre de 2013 PAGE 7 MÓDULO I En el primer módulo se refiere al fenómeno de los espejos, es decir, los adultos somos espejos psicológicos que los niños utilizan para construir su propia identidad. Los niños imitan a las personas que son más importantes para ellos(sus padres y sus maestros). Los niños construyen su autoimagen de acuerdo con las palabras, el lenguaje corporal, las actitudes y juicios de los demás y se juzgan a sí mismos según como se vean en comparación con otros y cómo sean las reacciones de los demás hacia ellos. También trabaja la autoestima, es la base sobre la que se construyen las ideas de este libro. Dorothy considera que la autoestima es un aspecto central en la educación de los niños. Se deben de sentir bien, valiosos por las personas que ellos quieren y también deben sentirse dignos de ser quienes son. Así serán felices. El niño siente respecto a sí mismo y afecta su manera de vivir la vida. La autoestima elevada e funda en la creencia del niño de tener amor. El niño, como defiende la autora se debe sentir importante por el hecho de existir. Otro concepto que trata es el de las expectativas, para comprender la importancia que tienen en nuestro comportamiento. Tenemos que procurar que las expectativas que hacemos a los niños que tenemos bajo nuestra responsabilidad sean ajustados a ellos, a sus características personales y a su etapa de crecimiento. De esta manera, evitaremos decepciones y que el niño pierda el respeto por sí mismo cuando constantemente siente que él no cumple con lo que los mayores esperan de él. Por ello, las expectativas que hagamos deben ser lo más coincidentes posibles con el momento del desarrollo del niño. El niño busca autorrespetarse, cuando se siente inepto, puede someterse a una vida de autodestrucción y de retracción, o bien elevar diversas defensas que le permitan conservar la PAGE 7 aquí y ahora. Comprobemos a menudo la cuota de atención concentrada que les otorgamos. PAGE 7 MÓDULO III En la tercera parte del libro nos ofrece orientaciones y sugerencias para desenvolvernos en el mundo de los sentimientos. La mayoría de nosotros no trata los sentimientos de los niños de la forma en que quisiera que los demás tratasen los nuestros. Todo niño alienta toda clase de sentimientos, con los cuales la tradición nos ha enseñado a no entrar en contacto directamente. Cuando tratamos los sentimientos negativos mediante la razón, el juicio, la negación, el consejo, el respaldo o la desviación, apartamos al niño de nosotros. Semejante actitud lo fuerza a disminuir su autoconcepto y a reprimir o disfrazar sus verdaderas emociones. Los sentimientos reprimidos no sólo no desaparecen, sino que conspiran contra la salud física, emocional e intelectual. El poder de los sentimientos negativos se diluye cuando las emociones se aceptan con comprensión y se canalizan por salidas aceptables. Nuestro hijo necesita que seamos oyentes activos, y no pasivos. Para liberarnos de actos negativos, deshagámonos primero de los sentimientos negativos, que son la causa de aquellos. Los actos pueden necesitar limitación; pero la expresión de los sentimientos sólo debe limitarse en cuanto a con quién, cuándo y dónde se efectúa. La autora afirma que la expresión de los sentimientos no debe tener limitación, ya que los sentimientos reprimidos no sólo no desaparecen sino que conspiran contra la salud física, emocional e intelectual. Lo que debe limitarse es con quién, cuándo y dónde se efectúa esta manifestación de sentimientos. Sobre este tema la autora nos ofrece consejos para canalizar los sentimientos de ira y los celos en los niños, y para aplacarlos sin que afecten demasiado en la relación del adulto y el niño. La ira, sentimiento normal, enmascara un sentimiento anterior. Cuando aceptamos la ira del niño mediante la atención activa, él nos conduce casi siempre hacia la emoción subyacente. Canalicemos sus sentimientos por salidas seguras. Se PAGE 7 puede reducir el número de momentos de ira, pero no eliminarlos por completo. Cuando el niño cae a menudo en estados de ira, se debe comprobar si sus necesidades físicas y emocionales se encuentran satisfechas, si no enfrenta demasiadas frustraciones, y si realiza suficiente ejercicio físico. También es necesario comprobar nuestras expectativas, el tipo de disciplina que aplicamos, el que no haya exceso de competencia o de comparaciones para él, y las tensiones familiares. Por último, asegurémonos de que le brindamos abundancia de encuentros seguros. Los signos indirectos de la ira son las bromas continuas, la chismografía, el sarcasmo, la actuación de la agresión, el ataque a los valores adultos, los accidentes frecuentes, los temores irreales, la conducta modelo, la depresión y los síntomas psicosomáticos. La aceptación por nuestra parte de la ira del niño evita que este use salidas indirectas o se reprima. Y le permite aceptar su propia humanidad total. PAGE 7