Modernismo y Generación del 98: Rebeldía y Regeneración en la Literatura Española, Apuntes de Lengua y Literatura

¡Descarga Modernismo y Generación del 98: Rebeldía y Regeneración en la Literatura Española y más Apuntes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98 El mundo occidental, a finales del siglo XIX, atraviesa un periodo de inestabilidad que culmina en la Primera Guerra Mundial. En España, con la Restauración se establece el llamado “turno de partidos”, se asiste a la pérdida de las últimas colonias tras la guerra con EE.UU. en 1998, llega al trono Alfonso XIII en 1902 y comienza el periodo constitucional. Es una época de tensiones en la que comienzan a hacerse notar los movimientos obreros de ideología anarquista y socialista y se inicia el descrédito de la monarquía. El pensamiento positivista en que se sustentaba el realismo se había agotado. Aparecen nuevas corrientes estéticas en Francia que pretenden superar el utilitarismo burgués: el parnasianismo (“el arte por el arte”) y el simbolismo (pretende evocar la realidad a través de imágenes). Son también los años del decadentismo (rebeldía, esteticismo y sensibilidad). Todos estos movimientos, a los que se añaden otras influencias (Walt Whitman, Edgar Alan Poe) estarán en la base del modernismo hispanoamericano, cuya principal figura será Rubén Darío (1867-1916). Por otra parte, en 1913, Azorín acuñó el término generación del 98 para aludir a un grupo de autores españoles en cuyas Obras se hace patente una preocupación por la situación del país y el deseo de una regeneración urgente del mismo. Modernismo y generación del 98 son dos movimientos coetáneos que comparten algunas de sus características: la rebeldía ante la mediocridad y la situación de crisis de la sociedad española, el carácter innovador, la búsqueda de un lenguaje nuevo, el subjetivismo y el “mal del siglo” o hastío vital. El modernismo se caracteriza por su carácter aristocrático, esteticista, decadente, sensorial y cromático. Es un movimiento artístico que no se limita a la literatura, sino que abarca otras manifestaciones artísticas como la arquitectura, las artes plásticas y las decorativas, y se desarrolló aproximadamente entre 1885 y 1916. Fue una reacción contra la estética realista. Además de las influencias mencionadas al inicio, el modernismo se caracteriza por la búsqueda de una renovación formal (métrica, léxico, figuras retóricas) y por reflejar en sus obras el cosmopolitismo, el erotismo y la voluptuosidad; así como por un deseo de escapismo que les lleva recrear mundos exóticos (Oriente) o alejados en el tiempo (la Grecia clásica, el mundo aristocrático del siglo XVIII). Los géneros en los que mejor se plasman estas características son la poesía y la prosa poética. Entre los autores más destacados están los americanos José Martí (Versos libres) y Rubén Darío (Azul y Prosas profanas); en España destaca Manuel Machado (Alma) y, en sus primeras etapas, Valle-Inclán (Sonatas), Antonio Machado (Soledades) y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes, La soledad sonora). Con el nombre de generación del 98 se conoce a un grupo autores españoles nacidos entre los años 1860 y 1875, que cultivaron un tipo de literatura con algunos rasgos comunes, como el gusto por la prosa fluida y alejada de la afectación. Estos escritores identificaron el alma de España con el austero paisaje castellano. Compartieron también una visión pesimista de la sociedad española y el deseo de regenerarla (importancia del krausismo). Recibieron la influencia de filósofos como Nietzsche y Shopenhauer y esto se refleja en sus obras en temas como la dialéctica entre el voluntarismo y la abulia o entre la pasión y la inteligencia. Los géneros más idóneos para los planteamientos de estos escritores son el ensayo y la novela, que se aleja del realismo para hacerse más subjetiva y centrarse en los problemas de