RESUMEN POR CAPÍTULOS DE LA REGENTA- TODOS, Resúmenes de Lengua y Literatura

¡Descarga RESUMEN POR CAPÍTULOS DE LA REGENTA- TODOS y más Resúmenes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! RESUMEN POR CAPÍTULOS DE LA REGENTA  Capítulo I Bismarck y Celedonio siempre realizan la función de campanero en la catedral de Vetusta. Fue entonces cuando oyeron a Don Fermín de Pas de Pas, Magistral de la santa catedral y Provisor del obispo, subiendo a la torre para contemplar las vistas, acción que hacía siempre antes o después del coro. Media hora después el Magistral se alejó dirigiéndose hacía la Sacristía encontrándose con Saturnino Bermúdez quién se dedicaba a contar la historia sobre la catedral a los señores Infazón, amigos de Obdulia. Saturnino tenía atracción a las casadas, estando una vez enamorado de la Regenta sin ella ser consciente, suspiraba por el amor de Obdulia sin importar que fuese viuda.  Capítulo III En este capítulo es introducido el personaje de Ana Ozores, la Regenta, se pone a pensar en su infancia y recuerda como una noche siendo joven se escapó con su amigo Germán en una barca y al no poder volver decidieron pasar la noche allí. Su familia escandalizada al descubrir donde había pasado la noche se plantean la opción de mandarla a un internado. Al finalizar su recuerdo le entra un ataque de nervios, toca la campana y aparecen la criada junto a su marido que le dan de beber una tila, su marido duerme y posteriormente se va a cazar junto a Frigilis.  Capítulo V El padre de Ana Ozores, Don Carlos, fallece una noche. Las tías de Ana, doña Ágeda y Anuncia, se deberán ocupar de ella. Ana también cae enferma fruto de los nervios y sentimientos de tristeza que preceden su nueva situación, huérfana sin padre ni madre. Con el paso del tiempo y alentada por sus tías Ana empieza a comer y se convierte en una mujer muy hermosa, quién había crecido criada por sus tías y bajo sus normas ante las que ella se mostraba sumisa sin mostrar su verdadero carácter. Ana tenía vocación de escribir obras literarias, encontraba un desahogo al explicar lo que sentía mediante los versos. Al describir esta pasión, sus tías no quieren que sea literata ya que en una mujer noes bien visto. Ellas querían que se casase con un marido rico, en el transcurso del tiempo conoció a Víctor Quintanar quién fue su marido, sin amor se casó con él ante el deseo de sus tías de encontrar un marido con mucho dinero.  Capítulo VI En este capítulo se hace una detallada descripción del casino de vetusta, cuyo presidente era Don Álvaro Mesía. Este espacio era introducido por un vestíbulo seguido por diferentes pasillos usados como sala de espera, al final se encontraba una lujosa sala donde los hombres más importantes de Vetusta pasaban el tiempo charlando. La sala de lectura situada al lado de los billares era frecuentada por unos pocos hasta las once de la noche, la llave del estante se había perdido y al conserje se le hacía imposible dar cualquier libro ya que Amadeo Bedoya, antiguo capitán de artillería y ahora bibliógrafo, tomaba la llave pérdida y cada noche cogía algún libro del estante para leer. Los periódicos eran los únicos documentos que realmente se leían, siempre desaparecían ya que eran robados por algunos socios que se resignaban a pagar los 30 céntimos que les correspondían. En la segunda planta se encontraba la sala de los juegos de azar, en la sala contigua al gabinete negro solía haber una media docena de socios fundadores que charlaban de diferentes tiempos para matar el tiempo. Aquel día se encontraban hablando sobre que el Magistral se había negado a confesar la Regenta el otro día, pero Paco Vegallana el único muchacho de la sala, interrumpió contando que él había visto a ambos paseando por el Espolón y Orgaz le había explicado que Mesía quería conquistar a la Regenta y ella deseando liberarse de tal pecado había decidió confesarse al Arcipreste, y este ante tal complicado problema acudió al Magistral cediéndole la confesión al ser más sabio en ese aspecto.  Capítulo X La marquesa y su hijo fueron a buscar a la Regenta y Don Víctor para ir al teatro, Ana no quería ir al teatro porque no deseaba encontrarse con Don Álvaro y al siguiente día debía ir a comulgar y no quería pecar. Después de muchos intentos fallidos por parte de la duquesa para convencer a la Regenta de ir al teatro, se quedó sola en su casa pensando en que no había hecho nada malo. Ya que Mesía podía insinuarse e ir detrás suyo, pero mientras no fuera al revés, no sería pecado. Se para en el balcón y entre lágrimas plantea como hubiera sido su vida casada con Redondo, el sería un maleducado, pero sería la excusa perfecta para caer en brazos de Don Álvaro. La culpa de este mal estar le es atribuida a Frígilis, quién les había presentado y convencido para casarse. Empieza andar hacia al huero cuando decide escribir una carta al Magistral para poder confesarse antes de la comunión. Entra en el despacho de su marido y un invento para atrapar a zorros ideado por Quintanar le atrapa, pide auxilio a Petra alterada ante la situación. Tras terminar el incidente, se olvida de escribir la carta al Magistral y avergonzada por lo ocurrido, reflexiona sobre el amor. Ella nunca había conocido el verdadero amor, tenía un sentimiento de soledad, su marido era como su padre y nunca se había interesado en temas más íntimos. Era un mal marido, se interesaba antes por la caza y sus proyectos que por su propia mujer quién trataba como una hija, Anna tenía 27 años y nunca había conocido el amor y aún peor quizás nunca lo conocería. En ese instante aparece Don Álvaro, quién movido por el deseo de ver a la Regenta en el balcón se había acercado a su casa, al no encontrarla por primera vez tuvo miedo a ser rechazado y por esa razón la empezó a llamar. La Regenta al oír su nombre decidió dirigirse al vestíbulo, el hombre que atormentaba su mente se encontraba muy cerca de ella. Al llegar Don Víctor, ella se echa a sus brazos y Quintanar extrañado por ese comportamiento decide pedir explicaciones, argumentadas por Ana como causa de sus nervios. Don Víctor insiste ante la idea que debería salir a divertirse y no atormentarse leyendo horas en soledad. Tras terminar su argumentación, entra en su despacho y al ver el desorden en cólera llama a sus criados pidiendo explicaciones, la Regenta decide explicar lo ocurrido.