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Resumen sobre la conferencia de Castelleriro, J.M. Construcción de las pirámides de Egipto, Resúmenes de Historia antigua

Castelleiro, J.M. (2022, 16 de noviembre). Así se construyeron las pirámides de Egipto. [Conferencia]. Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Valencia, España.

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 13/02/2023

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¡Descarga Resumen sobre la conferencia de Castelleriro, J.M. Construcción de las pirámides de Egipto y más Resúmenes en PDF de Historia antigua solo en Docsity! Castelleiro, J.M. (2022, 16 de noviembre). Así se construyeron las pirámides de Egipto. [Conferencia]. Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Valencia, España. Pirámides egipcias, física y matemática En el marco de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, en el salón de actos «Joan Fuster», el ponente Don José Manuel Casteleiro Villalba, Doctor Ingeniero Industrial, Licenciado en Ciencias Físicas e Ingeniero Técnico Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid, nos plantea su resolución a un tema controvertido, la realización de las pirámides en Egipto. Durante cuatro mil quinientos años no se ha dado una explicación razonable al método y forma en que fueron construidos estos espectaculares monumentos funerarios. El doctor Casteleiro, en esta exposición, explica detenidamente su teoría, fraguada durante ocho años de estudio sobre el tema, basándose en el análisis de todos los datos encontrados en Internet al respecto, así como el estudio de miles de dibujos de las diversas herramientas supuestamente empleadas para la tarea. La teoría del ponente está ampliamente apoyada por diversas personalidades de las áreas científicas relacionadas, así como por el egiptólogo y escritor español José Miguel Parra Ortiz, considerado como una de las mayores autoridades en su rama. La teoría sobre el método de construcción utilizado por los egipcios antiguos se plasma por parte del doctor Casteleiro a lo largo de su libro “Estudio sobre la construcción de las pirámides de Egipto”1 donde desgrana los argumentos que sostienen sus afirmaciones sobre la inviabilidad de los planteamientos que otros 1 El libro solo se puede adquirir enviando un correo electrónico a la dirección josemanuelcasteleiro@gmail.com. interesados por el tema han venido afirmado como válidas hasta el momento, así como su propia teoría junto con la relación de razonamientos y la demostración de las pruebas que la hacen casi irrefutable, la denominada teoría de las rampas cortas. La primera parte de su exposición consiste en demostrar mediante las matemáticas y la ingeniería que los métodos que se han venido afirmando como válidos por diversos investigadores hasta el día de hoy, no se sostienen, teniendo en cuenta a su vez, las condiciones climáticas, así como la tecnología y el saber del que se disponía en la época y teniendo en cuenta que toda la construcción era realizada en el exterior, a plena luz del día y añadiendo a ello la carencia de conocimientos sofisticados de matemáticas necesarios para realizar los cálculos correctamente. Entre estas teorías y métodos se incluyen algunos tan variopintos como desde la intervención de vida extraterrestre hasta la erosión de la roca mediante canales de agua. Con respecto a las explicaciones al fenómeno de la construcción de tan colosales monumentos por parte de elementos venidos del espacio exterior, apoyándose en las diversas imágenes que muestran las posibilidades, se encuentran la nave extraterrestre que viaja por el espacio con la pirámide ya construida mediante el uso de unos motores que levantarían siete mil doscientas toneladas de peso del monumento, que es depositado en el desierto de Egipto. ¿Es posible la existencia de un motor que pueda transportar tal peso desde no se sabe qué distancia y en qué condiciones? Y a su vez en dichas imágenes, las pirámides se dibujan totalmente erosionadas, tal y como las vemos en la actualidad, no como las vieron los egipcios, cubiertas con una pátina de piedra caliza preciosa. Seguidamente se cuestiona el uso de grúas para subir y depositar las piedras que forman los monumentos y cuando se procede a aplicar las matemáticas y la física para fabricarlas se observa que para levantar unos cuarenta y cuatro mil kilogramos que pesarían los sillares, serian necesarias para construir el cabestrante que soportara y moviera la carga, dos vigas de treinta metros de longitud y de dos metros de diámetro. En la época el único material disponible para fabricar tales elementos sería la madera. La posibilidad de la existencia de un árbol de tales dimensiones es casi imposible. A su vez con respecto al movimiento vertical o de subida de los sillares que conforman la pirámide que sería de unos ochenta metros, siguiendo con la aplicación de las ciencias antes mencionadas, se necesitaría una fuerza equivalente a la de ciento cincuenta y ocho personas que tuvieran unos setenta kilogramos de peso aproximadamente y con respecto al movimiento vertical, el resultado de los cálculos se multiplicarían exponencialmente por cada sillar, así como para el número de sillares necesarios en la edificación se cuadrados, y que cómo se ha explicado anteriormente, de esta se partiría para construir las doscientas diez terrazas necesarias para alcanzar la altitud de ochenta metros, con una desviación de treinta grados, se necesitaría la fuerza de mil operarios, que no tendrían espacio físico en la rampa ya construida para seguir realizando su trabajo. Y para rematar la imposibilidad de este sistema, se ha de tener en cuenta que para llevar a cabo los cambios de dirección se tendría que fabricar una estructura de treinta metros de altura, y que como se ha reseñado en sistemas similares anteriormente, tendría que ser de madera, encontrándose con los inconvenientes antes descritos al respecto. Y para finalizar la miscelánea de procedimientos incluidos en los clasificados como impracticables se describirá el método de Jean-Pierre Houdin. Este sistema consiste en una galería que va ascendiendo en forma de escalera donde cada rampa interior termina en un espacio abierto temporalmente, que se utiliza para situar una grúa que coloca los bloques de piedra que con la fuerza de ocho operarios sería arrastrada hasta la siguiente rampa interior, con lo cual la pirámide se va construyendo paralelamente a la rampa. Pero la orientación desde los bloques es complicada, ya que existen dos ángulos, el ángulo beta, que es horizontal y el ángulo alfa, que es vertical, y el requisito de calcular un numero de ángulos considerable pone a este método en la misma tesitura que el de Mark Lehner, la necesidad de ordenadores para realizar dichos cálculos para no dar lugar a errores de desviaciones. Concluyendo está parte de la conferencia se llega a la conclusión de la imposibilidad de que cualquiera de los sistemas conocidos antes reseñados fuera el utilizado para la construcción de las tumbas faraónicas. El doctor José Manuel Casteleiro plantea la existencia de dos tipos de pirámides; las pirámides macizas y las pirámides con cámaras interiores. En el primer caso se contabilizan unas trescientas y en el segundo caso, solo una, la pirámide de Keops. Una vez descartados los sistemas anteriores, este se planteó la necesidad de la existencia de un método que permitiera la construcción de las primeras y que fuera compatible para la realización de la segunda. Y con esa idea dio comienzo su investigación. Y seguidamente aparece en escena Sneferut, primer faraón de la dinastía IV del imperio antiguo que gobernó durante veinticuatro años, circa 2613 a 2584 a. C. Durante su reinado la construcción de las tumbas reales sufrió una serie de sustanciales cambios que dejaron definido un método de construcción de las mismas. De las tres pirámides construidas por Sneferut, la más destacable es la denominada «Pirámide Roja» levantada en Dahshur, Egipto y cumple las siguientes características: se considera de tipo acodada; las piedras son diferentes entre sí; no se le da relevancia al interior de la construcción; las antiguas pirámides tenían caras con inclinaciones de entre setenta y dos y setenta y ocho grados, sin embargo en la «Pirámide Roja» el desnivel se rebajó hasta cincuenta y dos grados para facilitar su construcción; se consiguió un recubrimiento perfecto. La clave de la consecución de esta perfección se hallaba en la forma de los bloques que se tallaban con una forma fija y otra variable pero que se ajustaban perfectamente unos con otros. La importancia de esta construcción es que constituye la última fase de la evolución de las pirámides egipcias. El siguiente hito en la edificación de estos monumentos lo fija el hijo y heredero de Sneferut, Jufú, más conocido como Keops, que reinó desde el año 2584 al 2558 a.C. al ordenar levantar la gran pirámide de Guiza o pirámide de Keops. Partiendo de este método, el doctor Casteleiro aborda en su exposición los puntos principales en los que se asienta su teoría. Con respecto a la formas de medida y control de la verticalidad de los monumentos plantea que los antiguos egipcios utilizaron una especie de reloj solar, colocando una estaca que determinaba los solsticios de verano e invierno, que eran conocidos por estos por el método de observación, trazando líneas con la ayuda de una cuerda que se fijaba a dicho poste para medir y fijar la base de la pirámide de forma igual por sus cuatro lados. Este sistema incluso se pudo utilizar a escala, ya que conocían estas, con lo cual era el patrón para edificar un monumento mayor o menor, según sus necesidades. A continuación creaban la primera terraza sobre la arena del desierto junto con dos rampas pequeñas colocando el revestimiento correspondiente y encima de este colocaban una caja llena de agua, a modo de nivel consiguiendo así que las aristas estuvieran perfectamente orientadas al eje de la pirámide y una superficie completamente plana donde asentar piedra tras piedra que garantizaba la estabilidad de la edificación. Las rampas que se utilizaban en la edificación eran de tamaño pequeño, independientemente de la dimensión de la pirámide a construir. Dichas rampas tenían una pendiente de entre tres y cuatro grados, lo que facilitaba el trabajo de los obreros de forma notable, y se disponían en los cuatro lados de la pirámide. Con respecto a la forma de elevación utilizada para mover las piedras necesarias, con un peso superior a cuarenta toneladas, hasta una altura de sesenta metros aproximadamente, se realizó arrastrando los bloques por grupos de entre quinientos y setecientos operarios. Estas eran colocadas sobre otras rampas cortas complementarias con las rampas iniciales hasta llegar al lugar en que se debía depositar la piedra. Los operarios se situaban a su vez, en otras rampas cortas adicionales desde donde realizaban el trabajo de posicionamiento del sillar en el monumento. En diversas excavaciones arqueológicas se han encontrado restos de estas rampas, con lo cual se reafirma el método expuesto por el ponente. […] los arqueólogos encuentran restos de rampas cortas con escasa pendiente, casi cada vez que excavan un edificio faraónico, tal cual sucedió en varias de las mastabas de la necrópolis al oeste de la Gran Pirámide, como puede ser la G6064. Unos restos que parecen confirmar la teórica viabilidad del sistema de construcción propuesto aquí por el profesor Casteleiro […]2 La confirmación de la efectividad del método planteado por el profesor Casteleiro va de la mano del profesor Antonio Ros, que realizó una maqueta a una escala de 1/100 de la pirámide de Keops con el fin de comprobar el sistema de construcción, resultando esta la prueba afirmativa de la excelencia del mismo. «Todo con un método de gran simplicidad, sin ningún tipo de concomiendo especial, ni matemático ni constructivo, pero que posibilitó abordar la construcción por todos los lados de la Pirámide con un gran número de obreros trabajando simultáneamente. El método está corroborado con sencillos cálculos de cargas y de tiempos, resultando perfectamente verosímil […]»3 Con respecto a mi opinión, el título que especifica el contenido de la conferencia es muy atractivo, no se puede negar, pero una vez finalizada esta, la ponencia me ha resultado casi incomprensible en su contenido por el uso de ciencias como las matemáticas o la física, de las que mi conocimiento es limitado y está oxidado en la actualidad, para exponer los argumentos. He de plantearme, como bien dijo el ponente al comienzo de la misma «[…] espero llegar a un público como el presente, que se dedica a estudiar Historia […]», si soy el único al que le ha llegado un batiburrillo de cifras y de referencias a medidas, cálculos y magnitudes tanto oral como visualmente, que no han servido para aclarar el método sobre la edificación de las pirámides de Egipto que pretendía hacernos llegar el profesor Casteleiro. Todo lo anteriormente expuesto sobre las diversas teorías existentes sobre la construcción de las pirámides egipcias ha sido fruto de tener la posibilidad de volver a ver y escuchar al ponente gracias a la grabación en video de la conferencia que se nos ha facilitado, a la vez que el estudio y búsqueda de fuentes sobre el tema, lo cual me lleva a ratificar mi mantra particular: “Si te implicas, aprendes”, y con esto ratifico que 2 Prólogo de la obra de José Manuel Casteleiro Villalba, Estudio sobre la construcción de las pirámides de Egipto. Redactado por José Miguel Parra Ortiz 3 Segundo prólogo de la obra de José Manuel Casteleiro redactado por el profesor titular de la UPM - ETSII de Madrid, D. Antonio Ros Felipe.
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