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Resumen y comentario de Por qué Marx tenía razón de Terry Eagleton, Resúmenes de Historia de la Filosofia

Resumen y comentario de Terry Eagleton por capítulos para la asignatura de Historia de la Filosofía II en el grado de Humanidades en la UC3M. Calificación: 9

Tipo: Resúmenes

2019/2020
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Subido el 24/09/2020

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¡Descarga Resumen y comentario de Por qué Marx tenía razón de Terry Eagleton y más Resúmenes en PDF de Historia de la Filosofia solo en Docsity! Resumen y comentario de POR QUÉ MARX TENÍA RAZÓN - Terry Eagleton Gabriela Junquera Prat. Filosofía II Grupo 61. Universidad Carlos III de Madrid El crítico de la cultura británico Terry Eagleton no se pone en una postura fácil tras la temeraria afirmación que recoge el título del libro a comentar, pero expone sus argumentos de forma tan brillante como irónica. Tras los estrepidantes fracasos de los regímenes comunistas, el capitalismo parecía haber llegado para quedarse. Sin embargo, la crisis del pasado 2008 hizo estremecer a los grandes magnates en sus sillones de cuero y dejó salir la pregunta que algunos no se atrevieron a formular antes fuera de sus círculos: ¿Y si Marx finalmente tenía razón? Eagleton crea unos buenos cimientos para lo que será una compleja estructura de argumentos recorriendo buena parte de la obra de Karl Marx en el capítulo 3. Ahí expone cómo funcionan las clases sociales en los modos de producción, dividiendo a la sociedad en explotados y explotadores. Le atribuye a Hegel el concepto de opuestos creando el curso de la historia, aunque explica por qué Marx lo lleva más allá. Según Marx, para llevar a cabo la revolución obrera hay que tener, promover y controlar las formas de producción. El capitalismo es un sistema por ende inestable, ya que sus bases -que son las clases sociales- no se relacionan entre ellas. Es como si los ladrillos pretendiesen soportar un vendaval sin estar pegados por cemento. De ahí, y del propio concepto de clase social nace la desigualdad que caracteriza al capitalismo. Una clase social se crea cuando la producción material está organizada para que haya una plusvalía y que se tenga que transferir para sobrevivir. Es decir, en el caso del feudalismo los campesinos tenían que darle el excedente de su cosecha al señor feudal, incluso cuando no había excedente y era la cantidad de subsistencia. El capitalismo es una versión magnificada y, en tiempos de Marx, en cantidades industriales, literalmente. En el comunismo primitivo, es decir, en la época de cazadores-recolectores de la prehistoria, todos los seres humanos trabajaban para sí mismos y para su propia subsistencia, no los unos para los otros. No había explotados y explotadores. Con esta explicación Eagleton respalda su argumento de que Marx no es determinista por decir que hay clases sociales oprimidas y opresoras, ni mucho menos por afirmar que habrá una revolución y una dictadura del proletariado. El ser humano puede elegir no luchar, aunque sea el momento de hacerlo, como ha ocurrido en otras ocasiones. Lo que Eagleton considera un poco determinista por parte de Marx es la necesidad de pasar por el capitalismo para poder llegar al comunismo. Sin embargo, sin capitalismo no habría vastas desigualdades entre las clases sociales, sin estas no habría lucha de clases y sin lucha de clases no habría revolución. Aún así, parece un poco determinista que deba haber revolución de algún tipo para llegar a la sociedad comunista. En el capítulo 4 Eagleton se dedica a refutar la afirmación de que el marxismo busca la utopía. Marx, en La ideología alemana niega que el comunismo sea “un ideal al que haya que sujetar la realidad”, ya que el marxismo no busca crear una sociedad perfecta sino mejorarla. ¿Y cómo? Muy simple. Partimos del interés particular: quiero vivir en una sociedad mejor, donde pueda trabajar por placer y no por obligación. Y eso nos lleva al interés colectivo: quiero vivir en una sociedad mejor, y para ello tengo que ayudar a mis compañeros, que me ayudarán a mí también a conseguir nuestro objetivo común. Según Marx, la camaradería erradicaría la desigualdad, envidia, competitividad y agresividad. Aquí es donde se le suele llamar utópico. Sin embargo, parece realista que nos necesitemos los unos a los otros para sobrevivir en sociedad, y tendría más sentido que nos ayudásemos a escalar en vez de pisarnos los unos a los otros. Es quizás el tono de la prosa de Marx lo que hace que se le califique de soñador utópico, pero si se analiza en perspectiva tiene sentido que quiera trabajar para construir una sociedad mejor para mí y mis compañeros, que harían lo mismo. Al fin y al cabo, está en la naturaleza del ser humano ser social. Volvemos al determinismo, pero esta vez económico, en el capítulo 5. En el desarrollo del materialismo histórico, Marx explica que el motor de la sociedad humana ha sido principalmente la economía, por lo que ha sido ampliamente criticado y condenado sin remedio de determinista económico y reduccionista. Sin embargo, Eagleton pone a los acusadores entre la espada y la pared afirmando, con bastante razón, que no serían capaces de quejarse del reduccionismo de Marx “sin antes beber o comer”. La Teoría económica de la Historia sostiene que los intereses materiales del ser humano han sido los más influyentes en el transcurso de su historia. Y que sean los más influyentes no significa que sean los únicos, que es de lo que principalmente se acusa a Marx. Se reafirma diciendo que pensar que la economía ha sido el motor principal de la humanidad “es una postura mucho más verosímil que atribuir esa misma relevancia a las dietas, el salto de pértiga o a la conjunción de los planetas”. Y es que el verdadero reduccionista económico es el capitalismo, no el marxismo. Lo explica el autor a partir del concepto de producción. Como expone Marx en Das Kapital el capitalismo aliena no solo al productor si no la producción misma. Para Marx la producción no era un medio para un fin, como lo es para el capitalismo, sino que es creación artística, artesanía, acción humana. Amplía el concepto de producción para incluir al productor, mientras que el capitalismo lo reduce al producto, a la producción porque hay que producir, a la alienación. Como muy bien dice Eagleton “cuando Marx dice que la producción es la esencia de la humanidad no dice que la esencia de la humanidad sea empaquetar salchichas”. Igual que no podemos decir que la economía se reduzca al flujo del dinero o a las inversiones en bolsa, ya que también impactan enormemente en nuestra vida social, cultura, religión… En resumen, Marx defiende la praxis1 frente a la producción capitalista, y Eagleton nos recuerda que, aunque no debería ser así “el ocio es algo que nos tenemos que trabajar”. En el capítulo 6 da un giro interesante y nos explica el tipo de materialismo que presenta Marx, ya que se ha confundido con muchos otros. Durante todo el capítulo nos lo compara con el materialismo de Aristóteles, ya que dice que se basaba en la experiencia, en la observación de conductas humanas que, después, le hacían llegar a las conclusiones. También nos lo compara con Feuerbach, aunque nos advierte que no lo confundamos. Marx se basa en algunos conceptos de este tipo de materialismo, pero lo amplía en una 1 En la Antigua Grecia se llamaba praxis a las actividades de los hombres libres frente al trabajo de los esclavos.
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