Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Resúmenes de sobre material de estudio, Esquemas y mapas conceptuales de Teoria del Estado Constitucional

Conceptos manejados por los grandes pensadores de la filosofía.

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2022/2023

Subido el 20/03/2023

rafael-marti-1
rafael-marti-1 🇨🇺

5 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Resúmenes de sobre material de estudio y más Esquemas y mapas conceptuales en PDF de Teoria del Estado Constitucional solo en Docsity! El Estado protege al hombre de sí mismo Seguridad o libertad. Thomas Hobbes resuelve esta clásica cuestión de la teoría política de un modo provocativo en su Leviatán. Él supone que los hombres renuncian a su libertad política y se subordinan completamente al poder del Estado de forma voluntaria. Sin embargo, este es un alto precio para garantizar la seguridad física y vital. La posibilidad de conseguir bienestar y adquirir propiedades solo puede garantizarse si un Estado soberano, centralizado, fuerte y absoluto regula la política. La teoría de Hobbes está influenciada por el caos de la guerra civil inglesa (1642-1649), que le tocó vivir, pero va mucho más allá de eso. Esta es la primera vez que un estadista afirma que los hombres crean su propia sociedad firmando un contrato social. Esta idea como base de la convivencia humana es moderna y liberal. Con ello, desaparece la noción de Dios como creador y garante del Estado. Si bien el Estado debe estar en concordancia con los fundamentos cristianos, la Iglesia no puede ejercer influencia en él. La base del Estado es la razón y también es la base de la filosofía de Hobbes: pensar por uno mismo y no creer en las autoridades, esta es la idea que atraviesa toda su obra con una refrescante claridad. Ideas fundamentales  Leviatán es una de las obras más importantes de la teoría moderna de Estado.  Hobbes parte de homo homini lupus, que el hombre es el lobo del hombre.  Puesto que el hombre no es gregario, moral ni social por naturaleza, rige un estado natural de guerra de todos contra todos.  La visión pesimista de Hobbes acerca de la naturaleza humana tiene un fundamento histórico: experimentó la sangrienta guerra civil inglesa, que debilitó el poder que ostentaba el Estado.  Para escapar de su mortal estado natural, los hombres acuerdan un contrato social y ceden su poder político a un soberano.  Los súbditos deben obediencia al soberano. A cambio, él les ofrece seguridad, protección y bienestar a través de la libertad de acción económica.  Los ciudadanos pueden rebelarse en un solo caso: cuando el Estado se ve incapacitado para protegerlos.  El poder del Estado no puede dividirse, por lo que la Iglesia no debería tener una influencia terrenal.  Hobbes no justifica su teoría social con la benevolencia divina, sino con la razón humana: un cambio de paradigma y el comienzo de la teoría política moderna.  Leviatán es, originalmente, un ser fabuloso de la mitología clásica: un gigantesco monstruo marino, mitad pez, mitad ballena, que devora hombres.  Hobbes escogió este nombre para su modelo de estado porque el monstruo no necesita respetar a nadie, pero respeta a quien le rinde pleitesía.  Esta visión del Estado autoritario hace que la obra siga siendo controvertida. Resumen ¿Qué es el hombre? Antes de pensar en una sociedad razonable para el hombre, es necesario analizarlo cuidadosamente con todos sus conocimientos y capacidades. La primera pregunta es entonces ¿qué diferencia al hombre de los otros seres vivos? ¿Qué lo define? La comprensión funciona del mismo modo para el hombre que para el perro: un perro también entiende que su amo lo llama. Lo particular del hombre es su capacidad de entender aún mejor las cosas: él puede comprender incluso su propia comprensión, es decir, analizar las condiciones en las cuales la comprensión es posible. Así, por ejemplo, la esencia de la inteligencia es la capacidad de sacar las correctas conclusiones sobre el pasado para diseñar el futuro. De esto se desprende que cuanta más experiencia tenga un hombre, más inteligente podrá ser. “Pero no es la inteligencia lo que distingue al hombre del animal. Hay animales que, con solo un año de edad, pueden ver aquello que les resulta beneficioso con mayor claridad e inteligencia que un niño de diez años””. El lenguaje de los hombres es un regalo de Dios. El hombre puede refinarlo a través de sus propias invenciones geniales, en especial las letras y, en menor medida, la imprenta, que le permite una expansión más rápida del lenguaje. Sin embargo, también es posible abusar del lenguaje. Al igual que los animales pueden herir con sus dientes y cuernos, el hombre puede hacerlo con el lenguaje. Sin el lenguaje, no es posible pensar razonablemente: solo los seres dotados de habla pueden realizar generalizaciones y sacar conclusiones. “La séptima causa [del absurdo] son los términos que no dicen nada, pero que las escuelas adoptan y enseñan mecánicamente; términos cómo hipostático, transustancial, consustancial, omnipresente y ese tipo de jerigonzas escolásticas””. La razón es la capacidad de nombrar las cosas por su nombre correcto y de sacar las conclusiones correctas a partir de diferentes nombres y objetos. Muchas personas, sin embargo, se equivocan al hacer uso de la razón, al igual que se equivocan al hacer cálculos aritméticos. Esto produce fácilmente contradicciones, palabras que no son más que humo. La otra cara de la moneda del privilegio del hombre, de formular leyes y teorías, es que puede enredarse fácilmente en tonterías. Con frecuencia, esto se debe a los nombres sin sentido que asigna a las cosas. “La razón es la forma de andar, la expansión de la ciencia es el camino, y el bienestar de la humanidad es la meta””. La virtud intelectual consiste en disponer de una fantasía y de un razonamiento agudos, y de aprovechar su capacidad de discernimiento de manera adecuada. El espacio para la comprensión es la ciencia. Las dos principales áreas, por un lado, son la teoría de los cuerpos físicos, es decir, la filosofía de la naturaleza o la física y, por el otro, la filosofía de los componentes del Estado, es decir, la política y la filosofía social. “El poder soberano no es tan dañino como su ausencia””. En un Estado creado de este modo es importante el hecho de que las personas eligen voluntariamente a su gobernante soberano. De este modo, son los verdaderos causantes de las acciones del poderoso, él es el representante de su voluntad política. Según esta lógica, el gobernante soberano no puede actuar en contra de los intereses del pueblo, por lo tanto, el pueblo está obligado a confiar en él sin criticarlo. “Se entiende que la obligación de los súbditos frente al gobernante soberano dura solo mientras sea capaz de retener el poder con cuya ayuda pueda protegerlos””. La estructura del Estado depende de la armonía entre los súbditos y de su obediencia, y el gobernante tiene la tarea de educar al pueblo en este sentido. El pueblo no debe ver con recelo otros Estados que le parezcan mejores, ni exigir la caída de su propio Estado. El deseo de transformación es como quebrantar el primer mandamiento (“No adorarás a otros dioses”). El gobernante debe enseñar esto. La crítica al gobernante también es una infracción a este mandamiento. La propiedad Una vez creado el Estado, el gobernante distribuye entre los súbditos todos los bienes (por ejemplo, la tierra y el ganado) utilizando para ello su propio buen juicio. Una vez realizada la distribución, les garantiza los derechos de propiedad, es decir que castigará a cualquiera que atente contra la propiedad de un tercero. Por otra parte, el gobernante puede expropiar y redistribuir la propiedad privada: los súbditos no tienen derechos de propiedad frente al gobernante. El gobernante, por su parte, debería tener tan poca propiedad como sea posible, para evitar el abuso estatal; después de todo, el gobernante, al igual que Leviatán, el poderoso monstruo marino del libro de Job, es mortal y falible, por lo que no debería exponerse a estos peligros. “El principal y mayor abuso de las Santas Escrituras, del que se desprenden casi todos los demás, es su tergiversación para demostrar que el Reino de Dios tantas veces mencionado en ellas es la Iglesia actual, o el número de cristianos vivientes o que, quien ha muerto, resucitará el día del Juicio Final””. Una vez distribuida la propiedad, los súbditos están obligados a administrarla, a aumentar su propiedad, a producir bienes que beneficien a toda la sociedad y a comerciar sus bienes con otros Estados. La base material para esto es el dinero: pues esta es la sangre sin la cual el comercio no puede existir. Aunque un Estado creado de esta manera está marcado por la razón y haya sido creado por los hombres, debe estar en concordancia con la idea del Estado cristiano. Esto no significa que el Estado deba subordinarse a la Iglesia. Existe un poder divino y los cristianos deben respetarlo, pero este poder no es un poder terrenal. La palabra de Dios es transmitida a los hombres a través de los profetas, pero el hombre no debe temer aplicar sus propias experiencias para interpretar correctamente la palabra de Dios. Esto vale especialmente para explicar la Biblia de modo tal que su interpretación coincida con las intenciones divinas. Si bien es cierto que la palabra de Dios no puede ser probada ni refutada, tampoco se opone a la razón humana. Por lo tanto, cuando en la Biblia algo resulta irrazonable, es que los hombres que la explican han cometido un error, no Dios. El reino de la oscuridad Las dos soberanías, la divina y la terrenal, están amenazadas por los poderes de la oscuridad que ya se mencionan en la Biblia: la superstición, la brujería, las religiones paganas. Pero una interpretación equívoca de las Santas Escrituras es tan maligna como las ansias desmedidas de poder. Estos poderes están al acecho en todas partes, incluso en la Iglesia misma. Es incorrecto suponer que la Iglesia representa el reino de Dios en la Tierra, del mismo modo que es incorrecto asignar al Papa o a cualquier otro prelado la categoría de un gobernante en el mundo: no son representantes de Dios en la Tierra y tampoco pueden dictar leyes en nombre de Cristo. El poder terrenal solo puede ser ejercido por un poder de Estado. Quien no lo entiende, tiene el juicio nublado y, lo que es peor: blasfema contra Dios. La turbación del espíritu es un peligro general para el Estado, en especial, la que se origina en las falsas filosofías. Un pensamiento errado comienza con el hecho de que los hombres creen en aparentes autoridades en lugar de hacer uso de su propia razón. Sin embargo, quien piensa por sí mismo, corre también el riesgo de caer en lugares comunes, que, aunque frecuentes, también pueden estar errados. He aquí un caso: Aristóteles responde a la pregunta acerca de la causa del hundimiento de los cuerpos pesados afirmando que el cuerpo tiene la urgencia de llegar al fondo. Esta explicación no dice otra cosa que los cuerpos se hunden hacia abajo porque se hunden hacia abajo. La razón no puede conformarse con estas pseudoexplicaciones. Acerca del texto Estructura y estilo El Leviatán es un tratado sistemático sobre la teoría del Estado. La obra está divida en cuatro libros, con un total de 47 capítulos. La primera parte está dedicada a los hombres como la unidad más pequeña del Estado y a su vida en estado natural. Al hacerlo, Hobbes analiza la imagen filosófica del hombre de su tiempo, pero encuentra su propia posición, al distanciarse de la antigüedad clásica y de la escolástica (la filosofía cristiana del medioevo tardío). El segundo libro aborda la sociedad como tal y el pasaje del caos a la sociedad ordenada. En la tercera parte, Hobbes desmenuza la Biblia con gran detenimiento y detalle y logra que su interpretación coincida con su teoría del Estado. Finalmente, la cuarta parte está dedicada a las supersticiones y al escepticismo, a la falsa religión y al hecho de que las Iglesias oficiales también se aprovechan de esto. Hobbes traza un gran arco –desde el hombre a la sociedad, al estado y la religión (incluida la interpretación de la Biblia)– y, al hacerlo, construye un panorama completo de la historia del pensamiento de su época. La obra está estructurada con una claridad tal que el lector nunca pierde el hilo. El estilo de Hobbes es preciso y lineal, cada una de sus ideas está bien organizada, desarrolla sus argumentos paso a paso y evita las abstracciones. Todos los conceptos se explican o definen y, para cada posición, se ofrece una prueba. Hobbes escribe de forma comprensible y entretenida, sobre todo, cuando se deja llevar por comentarios secundarios en contra de la escolástica o de la Iglesia. Ya el estilo muestra que Hobbes es un pensador independiente, que no se arrodilla ante ninguna institución. Enfoques interpretativos  El Leviatán es más que una mera teoría de Estado. Es una obra filosófica integral que explica a los hombres desde sus percepciones, pero también desde sus sueños y objetivos, al tiempo que trata de establecer en qué medida existe un ser capaz de vivir en sociedad.  En la teoría de Hobbes, los hombres firman un contrato social en igualdad de condiciones y con plena libertad. El contrato contempla los intereses de todos, con ello, la razón colectiva se convierte por primera vez en una teoría política.  En una época en la que todavía se creía en el sistema feudal y la voluntad divina, esto significó un cambio de paradigma: desde ahora, el hombre, su razón y su naturaleza están en el centro y se cuestiona el rol de la Iglesia como creadora del Estado y del sentido.  El contrato social también garantiza la posibilidad de acceder a la propiedad y de vivir de forma segura. Aquí resuenan las primeras posturas liberales: el Estado debe crear las condiciones para una economía libre.  El Estado es absoluto y exige obediencia ilimitada. Este elemento autoritario de Hobbes fue criticado muchas veces. Una vez que los hombres deciden ceder su poder, también ceden su capacidad de intervenir políticamente. Lo que les queda es solo la libertad económica y la felicidad privada. Hobbes considera que el peligro de que el Estado pueda tener una conducta abusiva es mínimo.  La famosa imagen del Leviatán muestra una enorme figura humana, el gobernante soberano, compuesta de numerosos cuerpos humanos. La figura simboliza que el poder de Leviatán es tan grande que la libertad del individuo desaparece en él. Antecedentes históricos Teoría del Estado en tiempos de la guerra civil La obra de Hobbes no puede comprenderse sin su contexto histórico. La idea fundamental del Leviatán –la guerra como principio de la existencia humana– es resultado de la experiencia de Hobbes. En la Inglaterra de 1642 se desató una guerra civil entre la vieja nobleza, con el rey Carlos I y el Parlamento a la cabeza. Además, la sangrienta guerra contra España ensombrecía la política inglesa y las diferentes confesiones intervenían en las acciones bélicas. La guerra terminó con la ejecución del rey en el año 1649. Por primera vez en la historia de la humanidad, un rey no fue ejecutado por un enemigo, sino como resultado de una decisión parlamentaria. La monarquía fue disuelta temporalmente y en su lugar se creó una república. Hobbes mismo hablaba de revolución: para él era claro que lo que había estado arriba ahora estaba abajo. Por tal motivo, su búsqueda se concentró en un Estado razonable y ordenado, en un poder fuerte y centralizado, que controlara el caos y que de todos modos fuera capaz de garantizar la felicidad y el bienestar de todos. De esto resulta también su deseo de contar con un poder concentrado, indivisible, imposible de ser limitado por la intervención de los súbditos o por el poder eclesiástico: cualquier tipo de fraccionamiento llevará, según su experiencia, al desorden social y a la insatisfacción.
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved