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Sangre de campeón, libro pdf, Esquemas y mapas conceptuales de Lengua y Literatura

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Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2021/2022
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Subido el 12/06/2022

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¡Descarga Sangre de campeón, libro pdf y más Esquemas y mapas conceptuales en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! 3. Un campeón valora sus hermanos Fuimos al patio. Procuré no mirar la sangre en el piso. -Ayúdame a levantar esto -le pedí a Carmela. -Felipe, ¿qué vas a hacer? -Si mi hermano guardaba un secreto en el techo de la casa, tengo que descubrirlo. Se llevó una mano a la boca y exclamó: -¡Virgen Santísima!, ¡no subas!, ¡te puede pasar algo! Comencé a mover la escalera. Carmela me auxilió a regañadientes. La pusimos donde el terreno estaba más firme, pero en cuanto miré hacia arriba me arrepentí de lo que iba a hacer. Era demasiado alto. Carmela suplicó: -Mejor vamos adentro, Felipe. Prepararé la merienda. Asentí. Los fantasmas de la preocupación y la duda comenzaron a atormentarme: “¿Y si mi hermano se muere?, ¿y si queda paralítico?, ¿y si no lo vuelvo a ver?” Traté de tranquilizarme. Recordé que papá había escrito una carta para explicarme algunas de sus ideas. Tuve deseos de leerla. Quería comprender los castigos, los enojos y la frialdad de los adultos. Carmela fue a la cocina; yo a mi cuarto. Busqué uno de mis pantalones sucios en cuya bolsa había metido el sobre. Todavía estaba ahí. Lo abrí. La carta, decía: Felipe: La situación entre tu hermano y tú es intolerable. No puede continuar. 15 Un hermano es el mayor tesoro de la tierra. Los hermanos se necesitan mutuamente, forman parte uno del otro y, al pelearse, abren heridas muy profundas que duelen durante toda la vida. Los hermanos comparten el amor y la alegría de sus padres, pero también los problemas y las lágrimas. Cuando hay carencias, pasan hambre juntos; cuando sus papás discuten, ellos sufren; cuando es Navidad juegan con los mismos juguetes; en vacaciones, se divierten al mismo tiempo. Los hermanos crecen juntos; no son rivales; tienen la misma sangre, el mismo origen; se formaron en el mismo vientre; fueron besados, abrazados y amamantados por la misma madre. Es normal que, a veces, discutan, pero nunca que se guarden rencor, se tengan envidia o se falten al respeto. Conozco hermanos que, al morir sus padres, se demandaron, se traicionaron y hasta se maldijeron por causa de la herencia. Esto es una aberración. Felipe, compréndelo: La amistad y el amor entre hermanos no puede ni debe cambiarse por cosas materiales. Tuve una maestra en la primaria que me platicó una leyenda al respecto: Hace muchos años había dos hermanos. Sus padres tenían un enorme terreno y bodegas donde guardaban las semillas para vender. En un repentino accidente, los padres murieron y ellos quedaron huérfanos. Ambos heredaron la misma cantidad de dinero. Uno de ellos era casado y el otro era soltero. El casado decía: -¡No es justo que mi hermano menor haya heredado lo mismo que yo! En realidad debería tener más, porque desea estudiar en otra ciudad, poner un negocio y alcanzar grandes sueños. Yo, en cambio, tengo la vida resuelta, mi esposa y mis hijos me ayudan y, en realidad, poseemos más de lo que necesitamos. 16 Entonces, por las noches, tomaba un saco de semillas y, en secreto, lo arrastraba hasta la bodega de su hermano para que él tuviera más. El hermano menor también estaba inconforme con su parte de la herencia: -¡No es justo que mis padres nos hayan dejado la misma cantidad a los dos! –decía -. Yo estoy solo y casi no gasto nada. En realidad mi hermano mayor necesita más, pues tiene hijos y esposa que mantener. Voy a ayudarlo dándole parte de mi herencia. Así, cada noche, tomaba un saco de semillas y lo llevaba en la oscuridad hasta la bodega de su hermano para que él tuviera más. Ambos se regalaban una buena cantidad de granos en secreto. Pasaba el tiempo; ninguno de los dos comprendía porqué sus reservas no bajaban, hasta que una noche, se encontraron a la mitad del camino. -¿Qué estás haciendo? - preguntó uno. -¿Y tu? -preguntó el otro -. ¿Qué estas haciendo? Entonces comprendieron lo que sucedía, dejaron caer los sacos a sus pies y se abrazaron muy fuerte. -¡Gracias hermano! -le dijo el mayoral menor--. Eres el tesoro más grande que Dios me ha regalado. Te estaba llevando algo de mis semillas pero, con gusto, daría la vida por ti. El menor, con lágrimas en los ojos, contestó: - Gracias a ti, hermano. Has sido mi consejero y compañero siempre. No podría pagarte eso. Te regalaría todo lo que tengo, si con ello pudiera ver siempre felices a tu esposa, a tus hijos y a ti. Cuenta la leyenda que ese lugar fue bendecido por Dios. Felipe: los hermanos, con sus actos, pueden bendecir o maldecir la casa. Cuando se pelean, dejan entrar a las fuerzas del 17 mal y el hogar se llena de demonios; cuando se ayudan y se quieren, Dios se complace y envía ángeles protectores a esa familia. Nunca maldigas nuestro hogar. Bendícelo. ¡Cómo quisiera decirte, hijo mío, que te amo con todo mi ser! Si he fallado al demostrarte mi amor, por favor, perdóname... Tu madre y yo, a veces cometemos errores, lo reconozco, pero no tenemos nada en contra tuya. Con frecuencia, el hijo mayor de las familias se vuelve muy responsable, porque se le exige más que a los otros; los hijos de en medio se vuelven independientes, porque se les descuida un poco, y el hijo pequeño se hace un despreocupado porque se le consiente demasiado. Felipe, cada lugar en el orden familiar es hermoso, tiene ventajas y desventajas; no reniegues por la parte que te tocó. Jamás sientas celos de tu hermano. Si algún día tienes riqueza, y él no, compártesela. Tiéndele la mano. Cuando te pida que protejas a Riky por ser el menor, no te enojes, no lo tomes como una obligación desagradable, ¡considéralo un privilegio! No todos los niños del mundo tienen hermanos. Tu tienes uno. ¡Cuídalo! Recuérdalo siempre: ustedes forman parte el uno del otro. Pocas cosas le pueden provocar un daño espiritual más profundo a alguien que vivir peleado con su hermano... Terminé de leer la carta de mi padre. La doblé con cuidado. Sentí una repentina angustia; corrí al teléfono y lo tomé con ambas manos. -¡Suena! –le dije al aparato -. Necesito saber cómo está Riky. El timbre del teléfono permaneció silencioso. Tenía muchas ganas de llorar. Carmela me llamó: 18 -¡Felipe, ya está tu cena! No hice caso. Salí al patio y miré hacia arriba. La escalera era larga, pero necesitaba saber de una vez lo que escondía mi hermano en el techo. Me armé de valor y comencé a subir. Al fin, llegué hasta arriba; me sorprendió ver un tiradero de pintura, botes sucios y una brocha. Parecía que Riky había estado jugando a... ¿Ser pintor? No. Recordé algo: Cada mañana, al empezar a pintar, me sorprendía de cuánto había avanzado el día anterior y de cómo algunos de mis brochazos parecían demasiado malos. También recordé que siempre había muchas gotas de pintura en el suelo. ¡Era eso! Mientras yo hacía la tarea de matemáticas encerrado en mi cuarto, por las tardes, Riky pintaba la casa para ayudarme. ¡Había querido disminuir mi castigo dándome una mano en secreto! Entonces me puse en cuclillas y lloré. Sentí las sombras del dolor y la culpa cayendo sobre mi. -¿Por qué? -dije en voz alta -, ¿por qué si a Riky no le pasó nada en la fosa de clavados, ahora se lastimó aquí? En la casa. Él sólo quería ayudarme... Moví la cabeza tratando de apartar a los fantasmas del remordimiento. -Dios mío – continué -, si yo ocasioné todo por mis malos deseos, no castigues a Riky. ¡Castígame a mí! Por favor. Tú sabes que peleamos todo el tiempo, pero yo lo quiero mucho y si algo le pasara, no sé que sería de mi vida... Después de un rato, bajé con mucho cuidado de la azotea. Comí un poco. Puse el teléfono frente a mí, y lo miré durante horas hasta que me quedé dormido. 13. Un campeón se define pronto ¡Hey! –grité -, ¿qué hacen allí? Los hombres escucharon mi advertencia. Miraron hacia todos lados. Volví a gritar: -¿Qué quieren en mi casa? ¡Bájense de esa barda! Un sujeto salió del coche que estaba estacionado adelante y caminó hacia donde yo me encontraba. Traía en la mano un enorme palo, como bat de béisbol. Dudé. Si me quedaba quieto, llegarla hasta mí y me golpearía. Quise amenazarlo: -¡Voy a llamar a la policía! El tipo levantó el bat como para mostrarme, desde lejos, que estaba dispuesto a volarme la cabeza de un batazo. No pude verle bien las facciones; tampoco lo intenté. Salí corriendo como liebre. Sin descansar ni un segundo y sin mirar atrás, fui hacia la caseta de vigilancia de la colonia. Encontré a un oficial. -Cuatro hombres quieren meterse a mi casa -le dije -. Mis papás no están. Acompáñeme, no quiero ir solo. El policía llamó a su comandante por radio y, a los pocos minutos, llegó una patrulla. Me invitaron a subir. Encendieron la sirena y fuimos a mi casa. Los autos sospechosos se habían ido. Todo parcela tranquilo. - Quédate aquí -me dijeron -. Vamos a entrar nosotros para inspeccionar. 66 Les di las llaves de la puerta. Bajaron. Sentí calor en mis manos. Me di cuenta que estaba apretando con mucha fuerza la caja de madera dentro la bolsa. Me fascinaba la idea de que, aunque Ivi no existiera, yo tenía esa extraña caja que si existía. Arriba de mi cabeza había una pequeña lámpara interior de la patrulla. La encendí. Los policías se estaban tardando mucho. Saqué la primera tarjeta y leí: Ha llegado la hora de definirte. Todos los campeones se definen cuando son niños. ¿Qué es definirse? Es imaginarse el tipo de persona que serás dentro de diez o quince años. Hazlo ahora: En tu mente visualiza una película del futuro. Estás ahí; eres el protagonista. Deja que la imaginación te defina con exactitud: ¿Cómo estás vestido?, ¿cómo es tu casa, tu coche, tu pareja, tu familia?, ¿eres profesionista?, ¿de qué carrera?, ¿tienes dinero?, ¿cuánto?, ¿eres famoso?, ¿por qué motivo?, ¿eres artista?, ¿cantante?, ¿poeta?, ¿pintor?, ¿político?, ¿orador?, ¿deportista?, ¿de qué tipo? Imagina esa película y ¡defínete ahora lo mejor que puedas! Debes trazar un plan de vida cuanto antes. Los campeones hacen eso desde su niñez: Si eligen ser escritores, comienzan a redactar un diario, cuentos, versos, ¡lo que sea!, pero escriben algo todos los días. Si deciden ser pianistas, practican, componen sus primeras piezas, se hacen amigos del piano, estudian con ahínco y cada semana tocan nuevas melodías. Si deciden ser karatekas, van al gimnasio y practican catas hora tras hora. Así funciona la vida. Mientras más pronto te definas y comiences a perseguir tus anhelos, más pronto los alcanzarás. 67 Los policías salieron. Guardé la tarjeta. -Todo está en orden -me dijeron -. Puedes entrar con confianza. No le abras la puerta a nadie. Te dejamos estos datos. Por favor, dile a tus padres, cuando lleguen, que llamen por teléfono a la comandancia. -Sí, oficial –contesté -. Muchas gracias. Me bajé de la patrulla y entré a mi casa. Cerré bien. Encendí todas las luces. Luego me senté en una silla del comedor, puse la caja de madera frente a mí y volví a abrirla. Saqué otra tarjeta: En el mundo hay mucha gente dominada por la mediocridad. Los mediocres son personas que nunca sobresalen en nada, no intentan nada y no saben lo que quieren... Dejaron pasar su niñez y su juventud sin definirse. ¡Tú tienes sangre de campeón! Libérate de la mediocridad. ¡Defínete ahora! No puedes pasar por la vida sin dejar huella. Sueña grandes logros e imagina cómo los alcanzarás, pero ¡comienza hoy mismo!, no dejes pasar más tiempo. ¡Vamos!: ¿Elegiste ser un cantante famoso? Inscríbete en clases de canto y participa en todos los eventos musicales. ¿Quieres ser un nadador olímpico? Entrena diario y concursa en cada competencia de natación. Tal vez haya personas que se rían de ti o te hagan burla: ¡Ignóralas! Tú eres un campeón. Abre las puertas del éxito. Los campeones aguantan la burla de los mediocres y continúan luchando por sus metas. Por eso, algún día las alcanzan. Dejé de leer. Fui a mi cuarto por pluma y papel. 68 Regresé y escribí: Dentro de quince años quiero ser: Fabricante de computadoras. Dueño de varios hoteles y restaurantes. Quiero vivir: En una casa muy grande con alberca, junto a la playa; con mucho dinero y un coche deportivo negro. Quiero estar casado: Con una mujer igual a... Me quedé pensando... Iba a escribir “igual a IVI”, pero ella quizá no existía... Observé lo que había anotado. Pensé: “¿Se podrá todo..? ¡Claro! ¿Por qué no?” Para ser experto en computadoras. sólo necesitaba trabajar más con ellas: aprender a usar el Internet, imprimir fotografías y dibujos. Al mismo tiempo, podía estudiar muchas matemáticas y ahorrar dinero para hacer negocios. A la larga, si lograba tener un hotel cerca del mar, podría construir una casa en la playa... Lo... de...una... esposa como... Sacudí la cabeza para alejar esa tonta idea. Salí al jardín llevando la caja de madera. Detrás de las plantas, tenía un escondite donde guardaba mis juguetes favoritos; los saqué todos. Limpié el rincón y metí la caja de IVI. Después de arreglar el lugar, me alejé; sentí algo extraño a mi espalda. Giré con rapidez. Detrás de las plantas había un brillo azul. Pregunté: -¿Quién está ahí? Nadie contestó. 69 -IVI ¿eres tú? Entonces el brillo se hizo más intenso.
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