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SIGLOS XVIII Y XIX DE LA HISTORIA DE ESPAÑA, Resúmenes de Historia de España

Contiene: - Borbones: Guerra de Sucesión, política exterior, modelo absolutista. - Antiguo Régimen. -Ilustración -Carlos III: reformismo borbónico, despotismo ilustrado. - Sociedades Económicas de Amigos del País. -Evolución demográfica s. XVIII. - Ocupación napoleónica y Guerra de Independencia. - Cortes de Cádiz, Constitución de 1812, libertad de imprenta. - Emancipación colonias americanas. - Vuelta Fernando VII: sexenio absolutista, trienio liberal y década ominosa.

Tipo: Resúmenes

2019/2020

Subido el 27/11/2020

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¡Descarga SIGLOS XVIII Y XIX DE LA HISTORIA DE ESPAÑA y más Resúmenes en PDF de Historia de España solo en Docsity! TEMA 4: S.XVIII (1700-1788), REFORMISMO PRIMEROS BORBONES 1. Nueva dinastía: Los Borbones 1.1. Cuestión sucesoria, bandos. En 1700, el último monarca de la casa de Austria, Carlos II, murió sin descendencia. Candidatos: ​Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia) y archiduque ​Carlos de Habsburgo (hijo del emperador de Austria). El testamento, designaba como sucesor ​Felipe V. El nombramiento provocó un conflicto grave para el equilibrio de las potencias europeas. Su acceso al trono español fortalecía el poder de los Borbones en Europa y, Gran Bretaña, Holanda y Portugal declararon su apoyo a Carlos de Habsburgo y entraron en guerra contra Francia y España. Así, pasó de ser un conflicto interno​ a un ​problema de política internacional​. En el interior de España, dividió a los territorios peninsulares. Castilla se mostró fiel a Felipe V, a excepción de gran parte de la nobleza, temiendo perder influencia ante el absolutismo borbónico. En cambio, la Corona de Aragón, especialmente Valencia y Cataluña, respaldó mayoritariamente al candidato austríaco. Debido al temor de las instituciones a perder su poder ante las tendencias centralizadoras y uniformadoras de los borbones. El enfrentamiento derivó en una guerra civil​. 1.2. Guerra de Sucesión En septiembre 1701, se firmó el ​Tratado de la Haya, dando lugar a la segunda ​Gran Alianza, formada por el ​Sacro Imperio, Inglaterra, Holanda, Prusia y la mayoría de los ​Estado alemanes, para hacer frente a Luis XIV de Francia y Felipe V de España. En 1703 se unieron el ​reino de Portugal y el Ducado de Saboya​. La guerra se prolongó pues ambos bandos estaban equilibrados. En España, los ejércitos de ​Felipe V controlaron, en un principio, la ​mayoría del territorio​, a excepción de las ofensivas austriacas y los ataques por mar de la armada inglesa, ocupando Gibraltar (1704). Sin embargo, en 1705 en Cataluña, los sectores partidarios del candidato austriaco firmaron el ​Pacto de Génova​. En agosto una gran flota comandada por Carlos de Austria desembarcó en Barcelona sitiando y bombardeando la ciudad. Las autoridades borbónicas se rindieron, entrando el archiduque en la ciudad. A partir de este momento la ​causa austriaca se impuso también en gran parte de ​Aragón y Baleares​. Las tropas austriacas alcanzaron Madrid y ​Carlos se proclamó rey​, donde ni la nobleza ni el pueblo mostraban su apoyo. En ​1707 un ejército anglo-luso-holandés se enfrentó a las tropas de Felipe V en la ​batalla de Almansa​. Tras la ​victoria borbónica​, los austriacos se retiraron y Felipe V avanzó y recuperó Valencia, Aragón y parte de Cataluña​, aunque los enfrentamientos duraron ​hasta 1710​. 1.3. Paz Utrecht. Fin de la guerra. En 1711 la ​muerte del emperador de Austria​, José I, y la ocupación del trono por Carlos, cambió el curso de los acontecimientos, pues el peligro para la estabilidad europea lo constituye ahora un ​Habsburgo en trono de dos reinos​. Los ingleses manifestaron su interés por proclamar a Felipe V rey de España. La paz entre los ambos se firmó en los ​tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714)​, a cambio de importantes concesiones a Austria (Milanesado, Flandes, Nápoles y Cerdeña) y a Gran Bretaña (Gibraltar y Menorca, privilegios comerciales con la América española). Tras la firma del tratado de Utrecht, únicamente ​resistía Barcelona, Cataluña y Baleares​, que abandonadas por el archiduque, las Cortes catalanas decidieron luchar contra los ejércitos borbónicos. El 11 de septiembre de 1714, las tropas de Felipe V entraron a Barcelona y, en 1715 ocuparon Mallorca. 2. Política exterior española tras la Paz de Utrecht El reinado de los Borbones se inició con una gran pérdida de poder e influencia de la Corona española. Tras el final de la Guerra de Sucesión, los tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714), Felipe V pudo salvar el trono. Sin embargo, la pérdida de peso en el conjunto europeo libró a la monarquía de la pesada carga militar y financiera que había supuesto la guerra. Así, los Borbones se centraron en mejorar la situación de España y a ocuparse de los territorios americanos. Este siglo tuvo una relativa estabilidad. Felipe V firmó una serie de pactos con Francia, ​Pactos de Familia, que ligaron los intereses de ambas monarquías a lo largo del s. XVIII con el fin de fortalecerse frente a Inglaterra y el Imperio austriaco. El reinado de Fernando VI fue una época de ​neutralidad en la política exterior. Los tratados reordenaban el equilibrio entre los países europeos e intentaban evitar el dominio de una gran potencia sobre las demás. ​Inglaterra fue una gran beneficiaria y la que dominaba la política europea. Consiguió equilibrar las fuerzas en la Europa continental y hacerse con posesiones y derechos sobre el tráfico marítimo colonial. El ​primer Pacto fue firmado por Felipe V de España y Luis XV de Francia en 1733 con la intención de Felipe V de recuperar las posesiones españolas en Italia. Consiguió recuperar Nápoles y Sicilia y nombrar rey a su hijo Carlos. Segundo Pacto firmado en ​1743 por los mismos monarcas contra Inglaterra; España se proclamó neutral al subir Fernando VI al trono, y a cambio, recibió Milán y Prima. Tercer Pacto firmado en ​1761 entre Luis XVI de Francia y Carlos III para hacer frente a Inglaterra. Los Borbones contaban con un conjunto de colonias en América y se hicieron verdaderos esfuerzos por mejorar la administración colonial y la flota americana. La Felipe V, mediante los ​decretos de Nueva Planta abolió las instituciones políticas y leyes propias de los territorios de la CA e impuso las leyes y organización político-administrativa de Castilla, abolió sus cortes que se convirtieron en las Cortes de España​. Igualmente, el Consejo de Aragón fue abolido y el ​Consejo de Castilla se constituyó como el órgano esencial del gobierno del país, que ejercía funciones consultivas, tenía facultades legislativas y judiciales y actuaba como Tribunal Supremo de Justicia​. Todo esto, a ​excepción de Navarra y País Vasco. 4.2.1. Organización centralizada y uniforme del territorio Por encima de cualquier institución, se situaba el poder del monarca, que intervenía y decidía en todos los asuntos de Estado. Era auxiliado por las Secretarías​. En 1714 se crearon las Secretarías de Estado y Asuntos Extranjeros, Asuntos Eclesiásticos y Justicia, Guerra y Marina, y en ​1754 se creó la de Hacienda​. Los secretarios eran nombrados y destituidos por el rey; contaban con la ayuda de los funcionarios. Nueva organización del territorio. Eliminación de virreinatos y creación de demarcaciones provinciales. Al frente tenían a un ​capitán general con atribuciones militares y administrativas, que ejercía como gobernador. Se implantaron las reales audiencias, presididas por los capitanes generales, que tenían competencias judiciales. Se extendió la institución de ​corregidor para el control de las principales ciudades. La aportación más novedosa al modelo administrativo: fueron los intendentes​, funcionarios que dependían directamente del rey, gozaban de amplios poderes y tenían como misión recaudación de impuestos y dinamización económica del país. 4.3. Reorganización de Hacienda La preocupación por los problemas económicos llevó a la reorganización de la Hacienda. Se intentó un mayor control de los gastos y se redujeron las partidas para guerras exteriores. Eran conscientes de que si no se ​reformaba el sistema impositivo para que todos los ciudadanos pagasen en relación a su riqueza (privilegiados incluidos), el saneamiento económico era imposible. Aprovechando el ​derecho de conquista​, lo intentaron en los territorios de la C.A. Se trataba de establecer una cuota fija, que se repartía proporcionalmente entre los habitantes según su riqueza. En el ​catastro de Cataluña fue un éxito: se recaudaba más y era menos gravoso para la población. Se intentó extender a toda España (​Catastro de Ensenada, 1749-1753​) pero la resistencia de los privilegiados impidió su aplicación. 5. Influencia ideas ilustradas en España La corriente ideológica predominante en Europa en el s. XVII era la Ilustración​. Los individuos son para los ilustrados seres sociales que, dirigidos por la razón, tienen como fin la búsqueda de la felicidad, basada en el bienestar que se mide por la riqueza. Basándose en estos principios, la sociedad entraría en una época de progreso indefinido, en la que la razón se ve apoyada por la educación y la actividad económica. Asimismo, los ilustrados, sin negar la existencia de Dios, se opusieron al dominio ideológico de la Iglesia y sus privilegios. Por último, se enfrentaron al absolutismo monárquico, defendiendo la necesidad de un contrato entre gobernantes y gobernados que garantizase los derechos básicos del individuo. Pocos ilustrados españoles, la mayor parte pertenecía a la clase de hidalgos y la burguesía y ejercían profesiones liberales: médicos, abogados, escritores, etc. La primera generación de ilustrados destacaron dos clérigos, fray Benito Jerónimo Feijoo y el padre Enrique Flórez, quienes iniciaron un análisis crítico del pensamiento y la sociedad, tradiciones inmovilistas, en sus obras. En la segunda mitad del s. XVIII se produce la eclosión de los grandes nombres de la Ilustración española: Campomanes, Floridablanca, Olavide, Jovellanos o Aranda. Participaron en política durante el reinado de Carlos III, con proyectos de reforma y modernización del país. Se preocuparon por la reforma del sistema educativo y las ciencias útiles, la crítica de la sociedad estamental y la reforma, y la modernización económica. Criticaron los privilegios nobiliarios, negando el derecho a la transmisión hereditaria de privilegio, afirmando el derecho a la igualdad de todos los seres humanos y resaltando los perjuicios de mantener el predominio social aristocrático. Reclamaron el fin de la superstición, las tradiciones y prejuicios que impedían el progreso. Hicieron de la educación el objetivo prioritario, el eje del cambio del país. Estaban convencidos de que solo la mejora del nivel cultural podría sacarlo de su atraso. Defendieron la necesidad de imponer una enseñanza útil y práctica, obligatoria para todo los primeros niveles, común a los dos sexos. Se interesaron también por los campos de la ciencia, historia, arte y literatura. La mayoría de los ilustrados españoles no defendieron cambios revolucionarios (liberalismo). Su escaso número y debilidad ante los estamentos privilegiados les hizo confiar en el poder monárquico para cambiar las leyes, avanzar en las reformas y modernizar el país. Esto, el despotismo ilustrado, tuvo lugar en países en los que los ilustrados aceptaron que la debilidad de la burguesía y la ignorancia de las clases populares hacían imposible cualquier cambio que no fuera asumido por la monarquía. 6. Reformismo borbónico: Carlos III Reinado de Carlos III (1759-1788), ejemplo español despotismo ilustrado. Partidario de seguir algunas de las ideas de progreso y racionalización de la Ilustración siempre que no atentaran contra el poder de la monarquía absolutista. 6.1. Despotismo ilustrado Carlos III accedió al trono español al morir su hermano Fernando VI sin descendencia directa. El monarca ya había reinado en Nápoles desde 1739, donde había entrado en contacto con las ideas ilustradas. Llegó a España para hacerse cargo de la corona rodeado de consejeros italianos, e intentó aplicar un programa de reformas para modernizar el país siguiendo los principios del despotismo ilustrado. Contó con colaboradores, responsables de los esfuerzos reformistas, que lo auxiliaron. Destacan Pedro Rodríguez de Campomanes, el conde de Floridablanca y el conde de Aranda, y en otros puestos públicos, Pablo de Olavide o Gaspar Melchor de Jovellanos estudiaron y propusieron unas medidas que pretendían la modernización y racionalización del Estado. El rey tuvo una gran oposición que derivaría en revueltas y motines populares contra su acción de gobierno. En las revueltas se unía el malestar popular por la carestía y el precio de los alimentos, fruto de la mala cosecha de 1765, la oposición al excesivo poder de los altos cargos extranjeros y la resistencia de los privilegiados, que veían como menguaban su poder e influencia. Destaca el motín de Esquilache (1766), un levantamiento popular en Madrid contra las medidas tomadas por el ministro Esquilache: limpieza urbana, alumbrado, prohibición de juegos de azar y uso de armas, uso de sombreros chambergos y capas largas. Carlos destituyó al ministro, ante la extensión de la revuelta, frenó algunas reformas y bajó el precio de los productos de primera necesidad. 6.2. Obra reformista Las reformas impulsadas tenían cuatro ejes básicos: ● Medidas legales para abolir algunos de los privilegios de la sociedad del Antiguo Régimen. Así, en 1783, se declararon honestas todas las profesiones. ● La reforma de la educación. Reforma de los estudios universitarios y de las enseñanzas medias . Se fundaron escuelas de artes y oficios, y se impulsó la obligatoriedad de la educación primaria. Se promovió la fundación de academias dedicadas a las letras y ciencias. ● La defensa del poder del Estado frente a la Iglesia (regalismo). Carlos III reclamó el derecho a nombrar los cargos eclesiásticos, a controlar la Inquisición y a fundar monasterios. Expulsión de los Jesuitas en 1767, organización de directa obediencia al papado e instigadora de los motines contra Esquilache. ● La cuestión económica. Convencidos de la necesidad de acabar con las trabas que inmovilizaban la propiedad, que entorpecían la libre circulación y amordazaban los mercados, adoptaron una serie de medidas de carácter económico, como: Se cultivaban las tierras de peor calidad provocando el descenso de los rendimientos, por su mala calidad y la nefasta fertilidad del suelo. Además, la subida de los precios y el aumento de las crisis de subsistencia serían las consecuencias. La situación general fue compatible con la transformación productiva en algunas zonas. En la cornisa cantábrica, se difundió el cultivo del maíz y producción de patatas. En el litoral valenciano se expandió la producción de vino, aguardiente y seda, alcanzándose elevados rendimientos. En Cataluña, se avanzó en la especialización agraria y comercial, con la vid como cultivo principal. 8.3. Liberación comercio colonial Los gobiernos españoles se preocuparon de revitalizar el comercio entre la Península y sus territorios americanos. Aún, en el s. XVIII, las colonias constituían una fuente importante de ingresos para la Corona. Se mantuvo, en un principio, el monopolio de un solo puerto, Cádiz. El tráfico y las rutas estaban muy controlados mediante flotas y galeones que iban a unos puertos determinados como Veracruz y Acapulco. Desde estos puertos se transportaban los productos, por mar o por tierra, a otros lugares, lo que los encarecía notablemente. Una de las primeras reformas fue la creación de compañías privilegiadas, a las que el Estado cedía, a cambio del pago de una cantidad, el monopolio sobre ciertas rutas o productos. Pero estas compañías tropezaban con la competencia del comercio británico de contrabando, que introducía en los territorios españoles toda clase de productos, por lo que los comerciantes exigieron la anulación de las restricciones. En 1765 se abrieron al libre comercio algunos puertos y, en 1778, Carlos III promulgó un decreto que permitía que desde todos los puertos españoles cualquier comerciante español podía comerciar con América. Estas medidas liberalizadoras contribuyeron a la prosperidad de algunas zonas, como Cataluña. Cádiz, continuó siendo el gran puerto español albergando la ciudad una burguesía mercantil rica y cosmopolita. Sin embargo, sus negocios eran esencialmente de reexportación, pero su actividad influía poco en la prosperidad del resto de Andalucía. En cambio, el de Barcelona se especializó en la exportación de productos locales, generando crecimiento económico en el conjunto de toda Cataluña. 8.4. Impulso manufacturas El interés de reyes y ministros del s. XVIII por el desarrollo económico impulsó, siguiendo el ejemplo del mercantilismo francés, la creación de manufacturas, un sistema de producción surgido en Europa en el s. XVII, en el cual numerosos trabajadores fabricaban, todavía manualmente, en talleres grandes un producto determinado. El Estado creó numerosas manufacturas reales, cuyo beneficio económico era poco importante. También se crearon manufacturas de carácter utilitario. Pero la escasez de mercado para dichos productos y la escasa rentabilidad de las nuevas fábricas orientaron la política manufacturera hacia el impulso de los establecimientos privados. Durante el reinado de Carlos III, bajo la influencia de Campomanes, se inició una política de reducción de los privilegios gremiales que facilitó la creación de manufacturas y el ofrecimiento de ayudas para nuevas industrias. 8.5. Manufacturas de indianas en Cataluña Cataluña, la difusión de manufacturas ligada a la industria textil alcanzó enorme importancia. El auge agrícola y la exportación, permitió aumentar la demanda de tejidos, al poseer los campesinos mayor renta disponible. Una serie de empresarios emprendedores, vieron la ocasión de escapar a las rígidas reglamentaciones gremiales e invirtieron sus ahorros en las nuevas manufacturas. Aunque se expandieron las manufacturas de lana, el cambio revolucionario se produjo en las de algodón, que fabricaban esencialmente indianas. Hacia 1736-1737 se expandieron las fábricas que representaban una nueva forma de organizar el trabajo y la producción distinta a la del taller artesanal: la concentración de la producción y de la mano de obra en un espacio único y la división del trabajo bajo la dirección del fabricante. La expansión de la manufactura catalana también se vió favorecida por la ampliación del mercado a Castilla, ya que se abolieron gran parte de las fronteras interiores en España; la apertura de los mercados americanos al comercio catalán, la posibilidad de disponer de algodón en rama americano abundante y barato; y la existencia de capitales derivadas del comercio americano. TEMA 5: LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO (1788-1833) 1. Ocupación napoleónica El rey Carlos IV subió al trono español en 1788 y se vió rodeado de la expansión en España de los ideales de la Revolución Francesa de 1789. 1.1. Impacto de la Revolución francesa La influencia de la Revolución Francesa en España favoreció la difusión de las ideas liberales, pero generó también reacciones de rechazo en la Corte y entre los privilegiados. El rey Carlos IV suprimió toda influencia ilustrada en su gobierno, nombró a Manuel Godoy secretario de Estado y cerró la frontera para evitar el contagio. La ejecución de Luis XVI en 1793 empujó a Carlos IV a unirse a la coalición militar europea en guerra contra Francia. Frente a la derrota de las tropas españolas, la Paz de Basilea (1795) subordinó a España bajo los intereses franceses. La subida al poder de Napoleón comportó un cambio en la política exterior, de bloqueo continental al Reino Unido, y España se convirtió en aliada de Francia. De aquí salió la guerra contra Gran Bretaña, comportando la derrota de la flota franco-española en Trafalgar. Godoy recurrió al endeudamiento, al aumento de las contribuciones y a la desamortización (poder vender las tierras expropiadas) de tierras eclesiásticas, con el fin de conseguir recursos para la Hacienda. Esto provocó una oposición de la Iglesia y nobleza, y la animadversión de Fernando. A esto , se le unió el descontento popular que derivó en motines. 1.2. Ocupación Napoleónica La situación deterioró cuando España firmó el Tratado de Fontainebleau (1807), que autorizaba a los ejércitos franceses a entrar en el país para acceder a Portugal. La entrada de las tropas francesas fue en 1808, y más allá de lo fijado en el tratado, fueron ocupando plazas estratégicas. Las autoridades españolas aceptaron su presencia, hasta que la familia real huyó a Aranjuez cuando las fuerzas imperiales llegaron a Madrid. El 18 de marzo de 1808 se produjo el motín de Aranjuez, impulsado por nobles y eclesiásticos y protagonizado por soldados y sectores populares, que exigían la destitución de Godoy y renuncia de Carlos IV a favor de Fernando. Fernando VII, fue proclamado rey, pero la crisis monárquica agravó cuando Carlos IV solicitó la ayuda de Napoleón para recuperar el trono. Bonaparte, decidió convocar a los monarcas en Bayona y ocupar España. Allí, ambos reyes aceptaron abdicar de la Corona y, Napoleón nombró a su hermano, José I, rey de España y le entregó al pueblo español el Estatuto de Bayona, una carta otorgada de contenido reformista: abolía los privilegios y reconocía la igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos. 1.3. Revueltas populares y juntas La evidencia de que se trataba de una invasión, las extorsiones del ejército imperial y el rumor de que Napoleón había secuestrado a los reyes provocaron motines y resistencias en las ciudades. El levantamiento de Madrid, el 2 de mayo de 1808 y la extrema represión, fueron el detonante que generalizó la revuelta. El alzamiento contra los franceses estuvo impulsado por las clases populares y algunos nobles, contó también con el clero como agente movilizador en defensa de la religión católica y monarquía. Incapaces de controlar la rebelión y frenar la ocupación francesa, las instituciones perdieron el control político generando un vacío de poder y el desmoronamiento institucional del Antiguo Régimen. Los insurrectos, se 3. Cortes de Cádiz y Constitución de 1812 3.1. Convocatoria de las Cortes En medio del conflicto bélico, la Junta Central Suprema organizó una “consulta al país”, y puso en marcha una convocatoria de Cortes. Las respuestas señalaban a los gobiernos de Carlos IV como responsables de la situación, planteaban la necesidad de reformas que limitasen el poder del monarca. Sin embargo, la Junta fue reemplazada por una regencia encabezada por el obispo de Orense (1810). Este, con recelo terminó de organizar las Cortes, que se convocaron en Cádiz, única ciudad que resistía el asedio francés con la ayuda de Gran Bretaña. Los diputados no siempre pudieron ser elegidos con normalidad y fueron reemplazados por personas presentes en Cádiz. Se reunieron unos 300 diputados, se acordó que las Cortes serían unicamerales y no estamentales, y se inauguraron en septiembre de 1810. Los liberales consiguieron un importante triunfo al aprobarse que eran depositarias de la soberanía nacional, es decir, que ejercían el poder en representación de los ciudadanos de la nación. Asimismo acordaron la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y reconocían a Fernando VII como rey de España. Adquirían un carácter revolucionario al romper con la doctrina tradicional de la soberanía como atributo real y liquidar los privilegios estamentales al establecer que todos los ciudadanos eran iguales ante la ley y tenían los mismos derechos. 3.2. Constitución 1812 Durante más de tres años, las Cortes desarrollaron una intensa actividad legislativa. Aprobaron una serie de leyes y decretos, así como la 1ª Constitución Española, que permitió sentar las bases de un nuevo sistema liberal y acabar con el A.R. Esta constitución fue un texto de contenido muy avanzado para la época. Se defendían los derechos del ciudadano (petición, educación y propiedad), las libertades civiles (de pensamiento e imprenta) y la igualdad jurídica y fiscal a través del reparto proporcional de los impuestos. Se establecía el sufragio universal masculino mediante un sistema de selección indirecto. También se garantizaba la seguridad individual a través de la inviolabilidad del domicilio, los derechos personales, abolición de los señoríos jurisdiccionales y abolición de la tortura. La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes. El poder legislativo recaía en las Cortes, que elaboraban las leyes, aprobaban impuestos y tratados internacionales y comandaban al ejército. El monarca era la cabeza del poder ejecutivo, poseía la dirección del gobierno e intervenía en la elaboración de leyes (iniciativa y sanción), y tenía veto suspensivo durante dos años. El poder judicial era competencia de los tribunales y se establecían los principios básicos de un Estado de derecho. La Constitución reconocía la confesionalidad del Estado, establecía la enseñanza primaria obligatoria y la creación del ejército nacional con un servicio militar obligatorio. Organizaba territorialmente el Estado en provincias y municipios, y se regulaba por primera vez la Milicia Nacional como cuerpo de ciudadanos armados para defender los preceptos liberales ante quienes se opusieran a su desarrollo. 3.3. Abolición Antiguo Régimen Las leyes y decretos aprobados por las Cortes de Cádiz establecieron el Estado como régimen liberal. Así, se abolió el régimen señorial. Por consiguiente, toda la población dejó de estar sometida a la jurisdicción privada para pasar a depender de la autoridad pública y de la legislación el Estado. Las tierras se mantuvieron en manos de los señores, que se transformaron en propietarios, lo que originó conflictos con los campesinos que las reclamaban. También se intentó una reforma agraria, mediante la expropiación de bienes de conventos suprimidos por Napoleón, la venta o reparto de terrenos sin cultivar y limitación de los mayorazgos. También se introdujeron medidas próximas al liberalismo económico, para impulsar la producción y el comercio, suprimiendo las trabas para la creación de un mercado nacional. Se decretó la libertad de comercio, de industria y de trabajo, suprimiendo gremios y aduanas interiores. Las circunstancias de guerra dificultaron la puesta en práctica de las reformas, así como de la Constitución, que contaron con la oposición de los sectores absolutistas. 4. Libertad de imprenta frente a la Inquisición La libertad de imprenta primer debate C.C. que permitió comprobar la división entre quienes pretendían reformar la sociedad española y los que optaban por mantener el viejo orden. Argumentos a favor defendían que era un instrumento fundamental para fomentar la ilustración del pueblo, hacer efectivo el control del gobierno y las Cortes, y ayudar a crear el sentimiento patriótico frente a Francia. Aprobada en noviembre de 1810, pero tuvo sus limitaciones, ya que se señaló unas juntas de censura para cuidar los posibles “excesos” en lo político y la religión. 5. Emancipación de las colonias americanas Principios s. XIX, una rica burguesía criolla ilustrada se sentía apartada de la administración política colonial y perjudicada por fuertes impuestos que solo beneficiaban a la metrópoli. Este malestar, estaba acompañado por el impacto de la revuelta de las trece colonias americanas y la difusión de idearios de la R.F. De forma que, cuando la crisis de la monarquía española se tradujo en vacío de poder provocado por la invasión napoleónica, los criollos formaron juntas que mantuvieron lazos con Cádiz. Sin embargo, ni las reformas de las Cortes ni la Constitución de 1812 alcanzaron a las colonias. Entonces, las juntas de América se enfrentaron con las autoridades coloniales y emergieron como nuevos poderes. Se forjaron tres focos independentistas: Buenos Aires (José San Martín, República Argentina), virreinato Nueva Granada y Venezuela (Simón Bolívar) y México (cura Hidalgo, movimiento campesinos indígenas). El establecimiento del absolutismo en España (1814) significó en una política de intransigencia hacia las colonias, lo que se tradujo con el envío de buques y soldados para acabar con las revueltas, lo que provocó la expansión del movimiento libertador y tuvo costes económicos enormes. La guerra colonial se extendió por todo el continente a partir de 1816. 5.1. Etapas 1ª FASE ​(1808-1814)​: - Autoridades americanas formaron juntas que poco a poco se desvincularon de la Junta Central Suprema. - Gran Bretaña incentiva la independencia de las colonias para poder comerciar con ellas. - 1811, Paraguay proclamó su independencia. 2ª FASE ​(1816-1824)​: - Argentina proclamó su independencia. - El general San Martín logró la independencia de Chile en 1817 tras la derrota de los españoles en Chacabuco. - En 1821, Simón Bolívar fundó la Gran Colombia (Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá). Paralelamente Fernando VII vendió Florida a Estados Unidos. - Independencia de México en 1821, que fue seguida por América Central. - En 1824 el general Sucre emancipó Perú y Bolivia. - Tras la derrota en Ayacucho, España perdió todas sus colonias excepto Cuba, Filipinas y Puerto Rico. 6. Restauración del absolutismo y el Trienio Liberal 6.1. Restauración del absolutismo (1814-1820) Cuando en marzo de 1814 Fernando VII regresó a España procedió al restablecimiento del Antiguo Régimen. Tras llegar a Madrid, declaró nula la Constitución y los decretos de Cádiz e inició la persecución de liberales y afrancesados. En los meses siguientes, procedió a la restauración de las antiguas instituciones y del régimen señorial en un contexto internacional de restauración del absolutismo. Rehusó a emprender reformas y no se tomaron medidas ni para reconstruir la sociedad de posguerra, ni para sanear Hacienda y hacer frente a la
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