Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

El Liberalismo Económico y la Cuestión Social: La Economía Política Clásica - Prof. Varela, Apuntes de Periodismo

El documento traza la historia del liberalismo económico desde sus orígenes en el siglo xviii hasta la revolución industrial y el surgimiento de la cuestión social. Se abordan temas como la transformación del concepto del trabajo, la nueva relación con los pobres, la libertad de trabajo y el papel del estado. Se incluyen referencias a figuras clave como adam smith y david ricardo, y a movimientos obreros como el asociacionismo obrero y el cartismo.

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 07/04/2014

aliciayjose
aliciayjose 🇪🇸

5

(2)

6 documentos

1 / 3

Toggle sidebar

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga El Liberalismo Económico y la Cuestión Social: La Economía Política Clásica - Prof. Varela y más Apuntes en PDF de Periodismo solo en Docsity! 2. El Estado Liberal y la cuestión social: la economía política clásica Dentro de la corriente conocida como Liberalismo económico figura toda serie de ilustrados, siendo los más citados Adam Smith y David Ricardo. Esta teoría parte, en sus comienzos, de la idea de que el libre comercio y el desarrollo de la industria acabarán con el Antiguo Régimen, poniendo fin a una situación de miseria masiva producida por la existencia de ciertos parásitos, manos muertas (los ricos) que no trabajan. Se favorecerá, por tanto, el nacimiento de una sociedad de mayor igualdad, acabándose así el régimen feudal basado en los privilegios. El liberalismo económico, desde el siglo XVIII está marcado por la búsqueda de una nueva sociedad en que todos trabajen: una población será tanto más rica cuanta más población se dedique al trabajo. A finales del XVIII se ponen en marcha dos procesos importantes: • Transformación en la concepción del trabajo. Hasta entonces el trabajo era considerado un castigo divino, una actividad que tenían que realizar aquellos que no eran ricos. Ahora se va a considerar la actividad más importante del hombre, tratándose de una ocupación loable, cargada de una valoración positiva. • Nueva relación con los pobres. Comienza a existir una toma de conciencia generalizada de la vulnerabilidad que sufre una gran parte de la sociedad: la pobreza se convierte en un gran problema a resolver, un asunto de Estado. La población debe trabajar y el Estado velar por el incremento y la salud de la misma. El liberalismo considera el trabajo como una fuente de riqueza social e individual, pasando de tener connotaciones negativas a ocupar un lugar de honor. Los estados europeos occidentales adoptaron los principios del Liberalismo Económico: una nueva forma de gobierno. Los liberales pensaban que permitiendo la autorregulación del mercado habría trabajo para todos, erradicándose así la pobreza. Pero esta previsión no llegó a realizarse, el libre mercado y la liberación del trabajo adoptaron otra dirección distinta, empeorando la situación del proletariado, de los obreros de la gran industria. La centralidad que adquirió el trabajo se muestra en que, para Locke, el trabajo se convierte en la fuente principal de la propiedad; para Smith en la fuente principal de riqueza y para Marx en la fuente principal de toda actividad y productividad, así como la forma de expresar la humanidad del propio hombre. Smith ocupa una posición estratégica en esta trilogía: el trabajo es la medida real del valor de todas las cosas, es el fundamento del valor del cambio, las riquezas no se adquieren con oro ni plata, sino con trabajo. Trata de crear un mercado que permita la libre circulación de las mercancías (intercambiables en función de su costo). Por otra parte liga la necesidad de libertad del trabajo a la existencia de un Estado mínimo, que debe intervenir sólo para remover los obstáculos que impiden ese libre comercio, ese libre acceso al trabajo. Se enfrenta a dos obstáculos: 1. Las instituciones de caridad deben desaparecer, es necesario controlar a las personas que no trabajan, pudiendo hacerlo; 2. Suprimir el trabajo regulado de los gremios. La libertad de trabajo pasa a convertirse en una ley casi natural, el libre acceso al trabajo se convierte en una medida de política general: la riqueza debe estar basada en un empleo racional para desarrollar al máximo la capacidad laboral de la población. La libertad de trabajo empuja a una mayor cohesión social. El libre acceso al trabajo que terminaría con el Antiguo Régimen tuvo consecuencias imprevistas, ya que no tuvo en cuenta los antagonismos sociales, la ley de la oferta y la demanda: los empleadores tienen unos intereses distintos a los de los empleados. Con la libertad de trabajo, toda una parte de la población, que sólo tiene su fuerza de trabajo, se verá obligada a venderla en un mercado libre. El trabajo se convierte en mercancía y los salarios bailan al ritmo de las leyes de la oferta y la demanda. Los primeros liberales subestimaron el antagonismo de intereses entre los distintos grupos sociales. Que el contrato no estuviera regulado por garantías externas condujo a una sociedad en que la cuestión social surgió con gran fuerza, debido al trabajo de miles de personas con salarios míseros y el desempleo de otras. Como pondrían de relieve algunas corrientes, entre ellas los socialistas, esa libertad de trabajo, que no era tal, favorecía a ciertos grupos sociales, pero no a todos. El contrato de trabajo, al no estar regulado, da lugar a desequilibrios sociales enormes, lo que provoca que muy pronto se plantee la idea de que resulta muy difícil la articulación entre lo político, lo social y lo económico. Quedarán dos visiones contradictorias del papel del Estado. Por un lado debe ser un Estado mínimo que sólo intervenga par a permitir esa libre circulación de las riquezas y el trabajo. En segundo lugar, esa sociedad se define más justa e igualitaria que la precedente. La “Declaración de los Derechos del Hombre” plantea que todo hombre tiene derecho a poder subsistir con su trabajo, lo que significa que el Estado debe velar por aquellos que no pueden trabajar. Así, existe una doble ambigüedad: es difícil que el Estado sea mínimo teniendo que regular y organizar los flujos de población para que unos trabajen y socorrer a quienes no pueden hacerlo. Cuando la libertad del comercio y la industria provocan miseria, a comienzos del XIX, determinados grupos cuestionan los principios del liberalismo, aunque aún existen defensores y nuevos teóricos como Ricardo que lo apoyan. 2.1: Asociacionismo obrero: Las consecuencias del liberalismo económico y la revolución industrial se hacen muy visibles en Europa desde 1830-48: crecimiento de las ciudades, desarrollo industrial y comercial, concentración y crecimiento del proletariado. Se promulgan leyes para acabar con el sistema gremial y se impone la libertad de contratación. Los salarios no se regulan, pero además es perseguida y castigada por sedición cualquier coalición que luche por el aumento de éstos. Aún así se forman muchas asociaciones, sobre todo de artesanos. Se forman numerosos grupos y corrientes: sociedades obreras autónomas, sociedades de resistencia, sociedades secretas (debido a la prohibición del derecho de asociación). Estallan revueltas y motines, se suceden las huelgas en los países occidentales europeos, donde las organizaciones obreras comienzan a elaborar sus Programas. En 1818 tiene lugar una huelga general en Inglaterra que es reprimida por el ejército. En este mismo país, las coaliciones de empresarios logran una bajada general de los salarios, lo que lleva a los artesanos a iniciar un movimiento político que lograría un éxito importante en 1824: la abolición de las leyes penales contra las asociaciones de trabajadores, ley que se modifica más tarde permitiendo que se asocien sólo los personalmente asistentes. Las asociaciones de trabajadores crecen sin cesar. Hacia los años 30 en Francia e Inglaterra se regula el trabajo infantil. A partir de 1834, cuando se prohíben en Francia las asociaciones republicanas, surgen numerosas sociedades secretas, abandonadas progresivamente por los elementos de la burguesía. Entre estas asociaciones podemos citar: Familias, Estaciones (que excluye a estudiantes y militares, permitiendo únicamente obreros), Trabajadores Igualitarios (reivindican salarios fijados por ley, escuelas mutuas...). En este momento prolifera la prensa obrera. Podemos distinguir distintas corrientes: 1. Por influencia teórica destacamos dos corrientes en Francia: el neobabeuvismo (Babeuf, Bounarroti) y el comunismo materialista (Dezamy). El neobabeuvismo defiende la toma del poder mediante la conspiración insurreccional, abogando por la supresión de la propiedad privada para abolir el reino de los ricos. El comunismo materialista intenta ir más allá de la conspiración y la revolución pacífica. Considera que es necesario el comunismo, una acción unitaria y autónoma de los trabajadores. Sin embargo, siguen teniendo una confianza casi ilimitada en la propaganda la educación igualitaria, como Cabet y los socialistas. 2. La Liga de los Justos, formada en 1836 por artesanos comunistas de origen alemán, sería pronto una sociedad secreta. Su tendencia es neobabeuvista y
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved