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TEMA 1: EGIPTOLOGÍALa Egiptología es una disciplina relat, Apuntes de Historia

Asignatura: Cultura y Sociedades en el Proximo Oriente en la Antiguedad, Profesor: Alfonso Álvarez-Ossorio Rivas, Carrera: Historia, Universidad: US

Tipo: Apuntes

2016/2017

Subido el 31/07/2017

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¡Descarga TEMA 1: EGIPTOLOGÍALa Egiptología es una disciplina relat y más Apuntes en PDF de Historia solo en Docsity! TEMA 1: EGIPTOLOGÍA La Egiptología es una disciplina relativamente reciente que tiene como objetivo el estudio del mundo antiguo egipcio, un mundo este el egipcio que siempre ha llamado enormemente la atención, incluso desde el mundo grecorromano, debido a que los griegos y romanos, desde su contacto con Egipto, tanto a nivel comercial, militar, etc. se sintieron enormemente atraídos. 1º El contacto entre el mundo griego y el egipcio fue enormemente temprano, pero cuando comienza a verse de manera bastante clara la fascinación griega por aquel mundo del Nilo es a partir del mundo clásico y helenístico, cuando grandes personajes, historiadores, como por ejemplo Heródoto viajaron a aquel territorio. También destaca la llegada y conquista de este territorio por Alejandro Magno, el cual fue allí nombrado como “hijo de Zeus-Amón”, siendo la primera vez (desde las menciones en los antiguos mitos), que un griego era considerado hijo de un dios. 2º En Roma, el interés y conocimiento sobre ese mundo llegó a través de ese interés que los griegos poseían y, además, debido a los contactos que tuvieron con este territorio, sobre todo a la hora de su conquista en la segunda mitad del siglo I a.C. Hasta tal punto llegó el impacto y la fascinación de este territorio que Egipto se convirtió en patrimonio personal del emperador, no pudiendo entrar nadie sin expresa autorización. En general, ambos dos mundos veían Egipto como una tierra exótica y, además, el lugar de existencia de una cultura enormemente antigua, más aún que la suya propia, una cultura dedicada a las grandes construcciones, como por ejemplo las grandes pirámides de Guiza (las cuales, ya en tiempos de Heródoto, tenían alrededor de II milenios), unas construcciones que estos mundos grecorromanos asociaron con trabajos de esclavos, elemento que era debido a que estos griegos y romanos no pensaban que esto hubiese sido construido de otra manera, ya que ellos poseían también una sociedad esclavista. La fascinación llegó hasta unos niveles que incluso los propios griegos y romanos intentaron entroncarse de alguna manera con los antiguos egipcios, a los cuales además, consideraban como los guardianes de la magia, la sabiduría, etc. A pesar de todo, estos griegos y romanos no llegaron a comprender del todo ese mundo de Egipto, debido a que, a pesar de la fascinación, tenían de ellos una visión negativa (por esa magia, ese esclavismo masivo, etc.), una visión que fue la que en parte hizo que hubiese una justificación para su conquista. Una vez esto, pasemos ya a la Edad Media, momento de la historia en la cual apenas existe información sobre ese mundo antiguo egipcio, elemento este que se produjo debido a un desconocimiento de muchas obras de la antigüedad y, además, a la ruptura importante de contactos entre oriente y occidente debido a las luchas de religión existentes en aquellos momentos entre musulmanes y cristianos, como por ejemplo las Cruzadas (siglos XI-XIII). A pesar de todo, existen algunas referencias a una civilización y grandes construcciones en Egipto, elemento este que, curiosamente, proviene de algunas Cruzadas (ya que muchas pasaron por Egipto y otras fueron realizadas expresamente para combatir a los musulmanes en Egipto) y de los viajes de los peregrinos a Tierra Santa. Ya en la Edad Moderna, destacar que el conocimiento del mundo egipcio comenzó a recuperarse, no solo a través de las fuentes grecorromanas clásicas, las cuales se comienzan a recuperar, sino también a partir de la Exégesis bíblica, es decir, los estudios de los textos sagrados, elemento este que ya existía en la antigüedad y la Edad Media pero que ahora comenzó a tener mucha más fuerza. Ya conocemos esa visión antigua de Egipto, una visión negativa esta y que ahora se incrementó debido a esos estudios bíblicos debido a que la Biblia mostraba también una visión negativa de aquel mundo. A pesar de todo, ese mundo seguía fascinando a todo el que se adentrase en él y así, en el siglo XVII, encontramos a A. Kircher, un sacerdote jesuita que se interesó enormemente en la escritura jeroglífica antigua e intentó descifrarla, para lo cual aprendió copto, pues creía que en esta escritura copta estaban las claves para descifrar la escritura jeroglífica. A través de esto llegó a unas conclusiones pero estas fueron erróneas. Por aquellos mismos momentos de los siglos XVII-XVIII comenzaron a aparecer personajes interesados que realizaron viajes al propio Egipto, destacando por ejemplo a C. Sicard (jesuita francés que visitó Egipto a principios del siglo XVIII y realizó el primer mapa de esta territorio), C. Savary (segunda mitad del siglo XVIII) o J. M. Vansleb (décadas centrales del siglo XVII, un personaje este que fue de los primeros colecciones en comprar antigüedades egipcias). En aquellos momentos, además, se comenzaron a realizar los primeros grabados de este territorio. También destacó la figura de Volney (segunda mitad de siglo XVIII) el cual realizó las primeras descripciones de las tierras de Egipto, unas descripciones que llegaron a las propias manos de un personaje importante: Napoleón. Napoleón, entre 1798-1801, llevó a cabo expediciones militares en Egipto debido a que estos eran aliados de los británicos, una misión esta que, junto a ese carácter militar, también tenía un carácter eruditico, debido a que reclutó a un grupo de expertos en distintas materias de estudio (entre ellas historia) para que lo acompañasen. A nivel militar la expedición de Napoleón fue un fracaso, debido a que fue derrotado por las tropas británico-otomanas pero, a nivel intelectual, esta fue un gran éxito, destacando que a partir de esas investigaciones se hicieron obras tan importantes como Description de l’Egypte. Además, en esas campañas fue cuando se descubrió la famosa Piedra Rosetta (en 1799). Con todo esto se inició un nuevo período en el siglo XIX, un período en el que el interés en el mundo egipcio fue mucho mayor, un período en el que comenzaron a aumentar las colecciones de objetos procedentes del país del Nilo debido a que muchos intelectuales y monarcas de la época comenzaron a interesarse en los objetos de aquel mundo y, así, se comenzaron a producir grandes expolios de obras egipcias. En este aspecto, destacar la figura de Mehmet Ali, gobernador de Egipto durante buena parte de la primera mitad del siglo XIX, un personaje este que abrió las puertas de Egipto a los europeos, e incluso permitió el expolio de las obras egipcias, pero a través de un precio, el cual era oro, armas, etc. elementos que deseaba este para “occidentalizar” Egipto. Muchos de los llegados a Egipto en aquellos momentos eran diplomáticos, los cuales tenían grandes contactos con Ali y sus objetivos eran defender los intereses de sus territorios en Egipto, además claro de comprar obras antiguos. Entre esos diplomáticos encontramos a Drovetti (primera mitad del siglo XIX, destacando que trabajó para los intereses de Turín y París) o H. Salt (fines del siglo XVIII y principios del XIX, destacando que trabajó para los intereses de Londres). Hay que destacar que estos diplomáticos, embajadores, no son aquellos que sacan directamente las obras, sino que estos confían en aventureros, tales como por ejemplo G.B Belzoni el cual fue el primer europeo en entrar en la pirámide de Kefrén y, además, fue el descubridor de Abu Simbel y la tumba de Seti I. Paralelamente a todo esto, comenzaron a aparecer intelectuales y estudiosos interesados en llevar estudios de diversa índole, como estudios filológicos, para el mejor conocimiento del Egipto antiguo. Entre esos intelectuales destacar la figura de Jean-François Champollion. Champollion vivió entre 1790-1832, un personaje este que desde muy joven dio grandes esperanzas debido a que con nueve años ya dominaban el latín y el griego clásico, además del arameo y otras lenguas antiguas. A pesar de todo, él es conocido sobre todo por sus estudios de la Piedra Rosetta. A pesar de todo, a fines de este período se inició un nuevo momento de aridez, el cual endureció las condiciones de vida en la zona y provocó enormes cambios en la flora y fauna hasta dar lugar a lo que conocemos actualmente. Una vez mencionado esto, destacar la dualidad existente en la mentalidad egipcia, una dualidad que se muestra en todos los aspectos de la vida, destacando en este caso el geográfico, encontrando la división entre: 1º “Kmt” (Kemet), término con el que se conocía al valle del Nilo, es decir, al lugar donde habitaban. Este término se traduce como “la negra” y eso era debido a los limos depositados por el Nilo. 2º “Dsrt” (Deseret), término con el que se conocía a las zonas de alrededor del valle, las zonas de desierto. Este término se traduce como “la roja” y era debido al color de la arena del desierto. Nosotros nos quedaremos con el “Kmt”, lugar este donde existe otra división dual entre: 1º Bajo Egipto: Zona más al norte, que corresponde con la desembocadura del Nilo. Esta es la zona de Egipto más poblada, rica y abierta al mundo en aquellos momentos. 2º Alto Egipto: Era la zona más al sur, la zona más árida, el lugar donde la vida es mucho más dura y el agua es más escaso. En general, a Egipto podemos considerarlo un Nicho Ecológico, el cual se encuentra delimitado de manera clara por cuatro elementos: El Mar Mediterráneo (Norte), la Primera Catarata (Sur), el Desierto Arábigo (Este) y el Desierto Líbico (Oeste). En relación con esos puntos de limitación hay que destacar sobre todo los dos desiertos, los cuales no son iguales: 1º Desierto Líbico: Posee más población que el arábigo debido a que existen en él algunos oasis que permiten esto. Además, esta es una zona donde se adentraron los faraones realizando campañas militares de castigo contra las poblaciones allí existentes en algunas ocasiones. 2º Desierto Arábigo: Posee menos población y es más inhóspito que el anterior pero, a pesar de todo, tiene un gran punto a favor: Es rico en ori, cobre y piedras preciosas. Hasta la primera catarata, como dijimos (es decir, hasta Elefantina), el territorio pertenece a Egipto pero más al sur nos adentramos en el territorio que ellos ya conocían como Nubia (“la tierra de las gente del arco”), un territorio este que se extendía desde la Primera a la Sexta catarata aunque bien es cierto que la población se concentraba sobre todo a partir de la segunda catarata, siendo esta región la conocida como Nubia del Sur, la cual causó amplios problemas a Egipto. Volviendo con Egipto, destacar que este territorio se encontraba aislado de manera importante de sus enemigos, gracias sobre todo a los grandes desiertos que había que cruzar por tierra para acceder al Nilo. Una vez mencionado esto, hablemos del clima de Egipto el cual varía este si nos encontramos en el alto o bajo Egipto. 1º Bajo Egipto: Es una zona de temperaturas altas pero, a la vez, moderadas, aunque bien es cierto que es una zona calurosa, debido sobre todo a la humedad existente. También posee precipitaciones, aunque muy escasas, concentradas sobre todo en otoño. 2º Alto Egipto: Es una zona de temperaturas muy elevadas y muy bajas, con oscilación térmica de gran amplitud y con lluvias escasas pero torrenciales. Este clima, más que el anterior, provoca graves daño para la flora y fauna, únicamente existiendo vida adaptada a condiciones de gran sequedad y altas temperaturas. En relación con esto, tanto en el Alto como Bajo Egipto, destacar que el tránsito entre el día y la noche era muy rápido, elemento que hizo que los egipcios diferenciasen uno de otro de manera radical. Una vez mencionado todo esto, hablemos del elemento que sin duda es más importante de todos: El Nilo. Este siempre despertó un gran interés en la antigüedad debido a que poseía muchos interrogantes como por ejemplo de donde nacía, elemento que no se descubrió hasta el siglo XIX, dando a conocer que este nacía en Tanzania. El camino que realiza el Nilo hasta desembocar en el Mediterráneo es muy largo, pues recorre algo más de 6800 kilómetros. Primero recoge aporte de los lagos existente en Tanzania, Uganda, etc. como el lago Victoria. Luego recorre Sudán, siendo conocido en aquel lugar como Nilo Blanco hasta que se encuentra con el afluente más importante del Nilo: El Nilo Azul, el cual nace en Etiopía. En su viaje recibe el aporte de más afluentes, pero el último afluente se encuentra curiosamente a más de 3000 km. de la desembocadura, lo cual indica la fuerza, velocidad y caudal que debe de tener para no secarse en eso 3000 km. En relación con el Nilo destacar un instrumento importante: El Nilómetro. Estos eran unas construcciones escalonadas o pozos, diferentes en cuanto a su diseño pero con una misma función: medir el nivel de las aguas del Nilo. El objetivo para medir esas aguas era el de ver cómo sería la crecida que vendría y, así, prepararse de una determinada manera u otra. Estos nilómetros son conocidos ya desde época prehistórica. El Nilo y su crecida era tan importante para los egipcios que hubo varias divinidades o mitos asociados a esto, como por ejemplo el dios Hapy, que era el dios de la abundancia, o el mito de que el Nilo surgía de las lágrimas de Isis. A pesar de todo, curiosamente, el Nilo en sí o la crecida nunca fueron divinizados. En relación con la crecida del Nilo destacar que el primero en dar una respuesta muy parecida a la real que hoy conocemos fue Agatárquides de Cnido, historiador y geógrafo griego del siglo II a.C. el cual decía que esta crecida se debía a las copiosas lluvias que se producían en las montañas de Etiopía. Esa crecida del Nilo se producía en verano y debemos destacar que el calendario egipcio se orientaba en torno a esa crecida, encontrando doce meses que se dividen en tres grandes períodos: 1º Ajet: Entre mediados de Julio y mediados de Noviembre. Momento en el cual se producía el desbordamiento del río y la retirada de este. El máximo momento de desbordamiento era Agosto. 2º Peret: Entre mediados de Noviembre y mediados de marzo. Este es el momento de siembra y crecimiento de la cosecha. 3º Shemu: Entre mediados de marzo y mediados de julio. Momento de recolección y preparación para una nueva inundación. A pesar de todo esto hay que tener en cuenta un elemento importante: La crecida no siempre era buena, sino que a veces podía ser catastrófica pero, a pesar de todo, generalmente siempre era buena debido a una serie de elementos como: 1º Las cataratas: Estas frenan un poco la velocidad de avance y por tanto su capacidad destructiva. 2º La escasa pendiente existente en el cauce del río, lo cual hace que esa velocidad no sea tan elevada. 3º La existencia de terrazas fluviales. Todos estos elementos lo que permite es la deposición de los limos en los procesos de inundación del Nilo, dándole un carácter más favorable que negativo. A pesar de todo, esa crecida es la que provoca que no conozcamos datos del poblamiento de los niveles más bajos de la población, de la vida cotidiana, debido a que estos elementos quedan sepultados durante los cuatro meses de inundación, unos meses en los que los egipcios no llevaban a cabo trabajo alguno, lo cual permitió que se dedicasen a la elaboración de textos, entre otras cosas. Una vez mencionados estos elementos en relación con el Nilo, hablar ahora de aquellos recursos que se localizaban en Egipto, destacando que estos son de gran variedad. Primero mencionaremos los recursos pétreos existentes, los cuales son muy destacados en la construcción: 1º Granito: Destaca sobre todo el granito rojo, el cual era muy utilizado tanto para esculturas como para construcciones nobles. A pesar de todo, también usado granito gris y negro. Destacar que este podía ser obtenido en las canteras de Asuán. 2º Arenisca: Era sin duda el más importante material de construcción por su facilidad para ser trabajado. En su obtención destacar las canteras de Edfú. 3º Piedra Caliza: Material importante característico por su color blanco. Era utilizada sobre todo para el revestimiento de las pirámides. Esta era obtenida sobre todo en Tura. 4º Sílex: Material importante utilizado sobre todo para los materiales más corrientes, como por ejemplo los instrumentos de labranza. 5º Otros: Pórfido, Diorita, Basalto, etc. Una vez mencionados estos recursos pétreos, mencionar los recursos minerales y metalúrgicos existentes, destacando los siguientes: 1º Oro: Este era un metal importante para los egipcios, un metal localizado sobre todo en el Wadi Hammamat y el Wadi Alaki, lugares que desde muy temprano los egipcios explotaron para obtener este mineral. Ya con posterioridad, también utilizaron las minas de oro del Sudán para ello. Este metal, como dijimos, era importante para el mundo de Egipto, y es era debido a que poseía un valor religioso muy destacado, debido a que veían el oro como algo perdurable, inmutable, y no es de extrañar por ello que asociasen el oro con los dioses, estableciendo la relación de que las carne de los dioses era de oro. A pesar de ello, los egipcios sabían que para el resto del mundo este metal poseía un fuerte valor económico y, por ello, utilizaron este en sus transacciones comerciales. Destacar también un elemento importante y es que ese oro estaba controlado sobre todo por dos poderes: El Faraón y los Sumos Sacerdotes de los Templos. 2º Plata: Este era un metal bastante escaso en el mundo egipcio y, por ello, era conocido como “oro blanco”, un metal obtenido sobre todo a través de transacciones comerciales. 3º Cobre: Metal abundante sobre todo en la Península del Sinaí (por ello lo egipcios siembre tuvieron gran interés en esa zona), en especial en dos puntos: Wadi Maghara y Serabit el- Khadim. En el Antiguo Egipto, la unidad básica de organización social fue la familia, elemento este que se observa en las representaciones artísticas y en el ámbito literario de aquellos momentos, una importancia esta la de la familia que incluso se asocia al ámbito divino, hasta tal punto que el mito más importante del mundo egipcio, el de Osiris y Seth, tiene como protagonista a dos hermanos, al igual que a la esposa e hijo del primero (Isis y Horus respectivamente). A pesar de todo, al referirnos a la importancia de la familia no estamos hablando de ella con un carácter general, sino únicamente hacemos referencia a la familia nuclear, es decir, a aquella compuesta por una pareja y sus hijos, dejando de lado miembros como tío, abuelo, etc. términos estos cuya poca importancia se observa en la idea de que los egipcios no poseían un término o palabra determinada para referirse a ellos. A pesar de todo, existen ejemplos conocidos de hogares (debido a algunas cartas de militares a sus familias) con abuelos y tíos que conviven con esa familia nuclear, aunque son una muy pequeña minoría. Una pregunta que debemos hacernos en relación con esa importancia es el porqué de esta, cual es el motivo de que esa unidad nuclear sea tan importante. Algunos argumentan la idea de que, posiblemente, como el Faraón es quien posee y concentra todos los poderes, no es necesaria la existencia de unidades de poderes menores, como por ejemplo de carácter clánico. A pesar de todo, esta es únicamente una hipótesis. En todo este ámbito de la unidad familiar, cabe destacar un elemento importante: El matrimonio. Este es una institución importante pero, a pesar de todo, privada y sin componente religioso, es decir, no era necesaria ninguna ceremonia (aunque bien es cierto que existía y eran utilizadas en algunas ocasiones) para establecer un reconocimiento de que dos personas estaban unidad en matrimonio. En este ámbito, en Egipto, estaba reconocida la poligamia pero, por lo general, esta estaba reservada al Faraón y, en algunas circunstancias (si podían permitírselo) a miembros de la élite social. En caso de la existencia de poligamia, esas mujeres tenían un status, una jerarquía dentro de la familia, siendo la más destacada la primera esposa la cual, en relación con el ámbito faraónico, era conocida como Gran Esposa Real. El matrimonio era además para los antiguos egipcios, el estado perfecto al que todo hombre debía de aspirar, hasta tal punto que la soltería estaba muy mal vista e incluso levantaba sospechas sobre la orientación sexual del individuo. Es por ese mismo motivo por lo que si un hombre o mujer enviudada, debía de volver a casarse. En relación con esas sospechas de orientación sexual, destacarse que la homosexualidad en el antiguo Egipto estaba mal vista pero, a pesar de todo, no era castigada y, por lo tanto, podía practicarse siempre y cuando fuese conocido únicamente en el ámbito privado. También en el ámbito del matrimonio cabe destacarse la idea del matrimonio entre hermanos, elemento este que estaba mal visto salvo en un caso: Los matrimonios reales, elemento este que se realizaba con el objetivo de mantener la pureza de sangre de la dinastía real. Fuera de esta circunstancia este matrimonio estaba muy mal visto por la sociedad egipcia aunque las menciones existentes en algunos textos puedan dejar esto en entredicho pero no es así. A pesar de todo, esto no quiere decir que los faraones únicamente entablasen matrimonios con miembros de su familia debido a que no era así, también entablaban matrimonios con miembros de las élites sociales, princesas de otros territorios, etc. Por último, en el ámbito matrimonial, cabe destacarse que existía cierta libertad por parte de los individuos para elegir a su pareja aunque, en ocasiones, las familias actuaban como mediadoras en el ámbito matrimonial. Una vez mencionado esto, pasemos a observar el papel de la mujer en la sociedad egipcia, una mujer esta que, en comparación con otras culturas (tanto contemporáneas como posteriores al mundo egipcio) esta mucho mejor vista, posee más atribuciones, más importancia, reconocimientos, etc. aunque, a pesar de todo, no pueden ocupar cargos públicos, elemento este reservado únicamente a los hombres, aunque existen excepciones, las cuales se localizan en el ámbito real, pues a veces encontramos a mujeres que han ostentado el título de Faraón, siendo la más conocida Hatshepsut (XVIII Dinastía). Esa importancia de la mujer se refleja de manera clara en el arte, un arte que representa en numerosas ocasiones a mujeres realizando acciones de su vida, además en gran cantidad. Incluso, destacar que se han localizado tumbas exclusivas de mujeres. Esas mujeres, como ya mencionamos, posee una serie de reconocimientos y, en ello, encontramos los de: Capacidad de poseer propiedades, capacidad de divorcio, capacidad de heredar e incluso de testificar en juicios. A pesar de todo, destacar que la cultura egipcia poseía una actitud misógina, hasta tal punto que en caso de una situación de crisis siempre achacaban esta al gobierno de una mujer. Además, las viudas estaban enormemente desprotegidas en aquellos momentos. Una vez mencionado esto, volvamos con la idea del matrimonio, el cual debemos destacar que tenía como fin el de concebir hijos, unos hijos que se consideraban como una bendición de los dioses debido a que estos aseguraban el linaje familiar y, además el cuidado del difunto debido a que esos hijos se encargarían de enterrar a sus padres, de realizarles el ritual de “apertura de la boca” (el cual era aquel por el que al difunto se le devolvían las capacidades de usar la boca y los ojos), etc. Por esa importancia de los hijos, la idea de la fertilidad estaba muy presente en el mundo egipcio (además de por otras cosas, como la crecida del Nilo) y, además, el aborto estaba muy mal considerado debido a que consideraban que era ir contra la naturaleza y los dioses. En relación con esa concepción de los hijos, destacar el momento del parto, un momento en el que curiosamente la mujer era considerada impura, al igual que cuando menstruaba. En ese parto las matronas iban al hogar de la mujer y, en una sala especial, la colocaban en cuclillas o rodillas sobre dos “poyetes de adobe” y, a partir de ahí, se realizaban una serie de procesos hasta el total nacimiento del bebé. Todos esos procesos, curiosamente, los conocemos debido a descripciones que nos han llegado, siendo destacas aquellas que aparecen en el Papiro Ebers, el cual data de la XVIII Dinastía. Una vez nacido el bebe, se esperaba un tiempo para ver si sobrevivía debido a que hay que destacar que la mortalidad infantil en aquellos momentos era de más del 50%. Si, por algún casual, sobrevivía, se le daba un nombre a dicho bebe y se comenzaba su total cuidado, un cuidado donde la lactancia era muy importante, hasta tal punto que era un elemento representado en las propias pinturas egipcias. Todos estos elementos mencionados hacen referencia al ámbito familiar pero, a pesar de todo, no todas las familias del mundo egipcio poseían el mismo status, sino que encontramos una jerarquización bastante marcada en aquel mundo egipcio, una jerarquización que permite diferencias distintos grupos sociales: 1º Nobles, escribas y sacerdotes: Estos eran aquellos individuos que componían la élite social egipcia, aquellos que ocupaban los altos puestos de la administración, religión, gobierno, etc. y aquellos que poseían gran reconocimiento por parte de la figura del Faraón, hasta tal punto que muchos llegaron a poseer tumbas bastante suntuosas, elemento este que era un gran reconocimiento social. Una vez mencionado esto, hablemos de ellos por separado. 1º Nobles: Este era ya un grupo existente desde el Imperio Antiguo (2700-2200 a.C.), un grupo que era el que se encargaba del gobierno y la administración de los Nomos, que eran aquellas divisiones territoriales en las que se dividía el territorio egipcio, unas divisiones estas y esa nobleza que en el Primer Período Intermedio (2200-2050 a.C.) obtuvieron una gran importancia debido a la pérdida de poder del Faraón y la división en el gobierno que se produjo en Egipto. A partir de aquel momento, se convirtieron estos en un pilar esencial de la sociedad egipcia y fueron estos además los que ayudaron a los faraones a la reconstrucción de Egipto en los primeros momentos del Imperio Medio (2050-1700 a.C.) y, además, poco a poco, sus posiciones sociales y económicas aumentaron y afianzaron pero, curiosamente, a pesar de todo, en aquel mismo Imperio Medio, muchos faraones, a pesar de otorgarles poderes a estos, hizo que la figura de los nomarcas comenzase a perder fuerzas y a depender de manera más clara del propio faraón. Estos nobles llevaban una vida ciertamente “acomodada” debido a que poseían amplias posesiones de territorio, amplios ganados, etc. elementos estos que les proporcionaban grandes beneficios, unos elementos estos que no eran cuidados por el propio noble, sino por una gran cantidad de campesinos que estaban bajo la dirección de un determinado noble. Entre las ocupaciones de la nobleza, destacar la tarea de gobernar y administrar los nomos (tal y como mencionamos), ocupar altos puestos funcionariales cercanos al faraón, ocupar altos puestos militares en caso de necesidad (aunque como veremos, no existió un ejército permanente hasta el Imperio Nuevo), etc. 2º Escribas: Estos eran una figura importante en el ámbito de la administración del Estado egipcio, una figura que en un principio únicamente era ocupada por miembros cercanos a la familia real pero que, con el tiempo, este ámbito de escriba se abrió, apareciendo las escuelas de escriba que conocemos. Gracias a ellos conocemos una gran cantidad de datos sobre el Antiguo Egipto, unos datos tanto económicos, sociales, religiosos, administrativos, etc. El número de escribas, además, fue aumentando a medida que fue avanzando el mundo egipcio, alcanzando cotas espectaculares en el Imperio Nuevo (1550-1070 a.C.), momento en el que el Estado egipcio alcanzó su máxima extensión territorial y su máxima complejidad. En aquellos momentos, el ser Escriba era una meta codiciada por todos debido a que, si se alcanzaba, se obtendría una importante posición social, además de gran reconocimiento, elementos estos que se hacían hereditarios. Estos escribas podían desempeñar sus funciones en distintos lugares, debido a que había escribas al servicio del Faraón, al servicio de un Templo, al servicio de un miembro importante de la nobleza, etc. Como mencionamos, en un principio esta figura de escriba era ocupado por miembros cercanos a la familia real y esa posición era hereditaria pero, con el tiempo, ya en el Imperio Medio, esto se abrió, apareciendo las Casas de Vida (escuelas de escribas), lugar donde cualquier varón podía ir para formarse en aquel ámbito de escriba. En aquellos lugares no solo aprendían a leer y escribir, sino también eran versados en historia, el estudio de textos clásicos, la aritmética y otros muchos elementos debido a que, como ya mencionamos, podría ocupar posiciones en muy distintos lugares y con multitud de funciones y, por ello, también estaban versados en el conocimiento de las leyes, debido a que a veces podían ocupar cargos en los tribunales y, por tanto, debían de impartir justicia. Por último, destacar que estos escribas se consagraban a Thot, dios de la sabiduría, la escritura, etc. 3º Sacerdotes: Era el cuerpo de funcionarios dedicados al ámbito religioso, un cuerpo este que llevaba a cabo los cultos a las divinidades y al que, al igual que los escribas, cualquier persona podía acceder siempre y cuando demostrase amplios conocimientos en teología, astronomía y medicina. que estaban fuera de Egipto, destacando que, quien poseía autoridad en el Estado para hacer eso era el Faraón o los Templos. Estas dos entidades encargaban a personajes reconocidos el liderazgo de las expediciones de comercio, un comercio que consistía en obtener productos como: Vino de uva, madera de cedro, lapislázuli, plata, marfil, perfumes, etc. casi siempre a cambio de oro. Como vemos, esos productos obtenidos del exterior eran productos sobre todo utilizados por las élites sociales del momento, como ya mencionamos en un principio. 4º Ejército: Este, en los primeros momentos, al menos hasta el Segundo Período Intermedio e Imperio Nuevo, destacar que no existía como tal, debido que este era un ejército temporal compuesto por levas y mercenarios únicamente, un ejército que era utilizado para expediciones ofensivas tanto al sur, como al este y al oeste. Simplemente no se creaba un ejército profesional debido a que no era necesario, ya que estos eran conscientes de su situación ventajosa al estar rodeados por desiertos y, además los pocos enemigos que poseían no tenían capacidad militar suficiente como para suponer una gran amenaza. Todo cambió con la llegada de los Hicsos alrededor del siglo XVIII a.C. debido a que ya la guerra no era ofensiva, sino defensiva, debido a que tuvieron que convivir con ellos en Egipto durante más de un siglo. A partir de aquel momento se comenzó a organizar un ejército profesional, un ejército que sirvió para muchos como un elemento de ascenso social, debido a que muchos miembros del ejército que destacaron, luego fueron establecidos en altos puestos funcionariales. Hay que destacar que esa entrada de los hicsos no solo supuso elementos negativos, sino también positivos, debido a que con la entrada de estos, los egipcios comenzaron a adoptar nuevas armas, siendo destacado sobre todo el uso del carro de guerra. 5º Esclavos: La imagen que siempre se nos ha transmitido de Egipto ha sido la de una gran sociedad esclavista, una sociedad cuya mayor parte de la población era esclava, imagen esta que nos ha sido transmitida por fuentes antiguas, la Biblia, etc. A pesar de todo, la realidad existente es muy distinta, debido a que la esclavitud en Egipto era algo normal pero el número de esclavos no era tan elevado como se piensa. Además, existan distintos tipos de esclavitud dependiendo de la procedencia del propio esclavo: Esclavo por deudas, esclavos obtenidos como prisioneros de guerra, etc. Destacar que eran considerados personas (al contrario que en otras culturas, donde eran considerados objetos), podían ser castigados por sus amos, pero nunca este podía morir a manos de su amo, al menos teóricamente. También destacar que estos esclavos podrían acumular riquezas y, curiosamente, destacar que la esclavitud nunca era de por vida, sino que siempre estaba fijada en un tiempo determinado. TEMA 4: LA RELIGIÓN EN EGIPTO Este es un aspecto crucial en la historia del mundo egipcio, un aspecto que impregnaba todos los elementos de la vida y que afectaba a todos los niveles sociales, desde el Faraón hasta los sectores más populares. Nosotros dividiremos este ámbito en cuatro apartados distintos, los cuales se encuentran interconectados entre sí: El Panteón Egipcio A pesar de todas las investigaciones realizadas, no conocemos a ciencia cierta qué significaba la figura de los dioses para los egipcios, unos dioses que nos son desconcertantes ya incluso desde su propio nombre, debido a que el término dios, en egipcio, es “NTR” (Neter), un término que significa “estandarte”. Para añadir más complejidad al asunto, en Egipto existían una gran cantidad de cultos, unos cultos que, además, poseían un gran problema: No estaban racionalizados, sino que más bien eran paralelos unos a otros y, en ocasiones, se superponían entre sí. Este elemento provocó sucesos como: Superposición de dioses, sincretismos de divinidades, etc. Esa gran variedad de cultos existentes es bastante fácil de comprender, sobre todo si conocemos que el territorio de Egipto, antes del tiempo de los faraones, estaba enormemente dividido en regiones independientes entre sí. Esa división ideológica, tras la unificación de Egipto, se mantuvo de manera importante, hasta tal punto de que no podemos hablar de la existencia de un mito o creencia que sea “universal”, común, etc. a todo el mundo egipcio, sino que cada región poseía sus propias creencias, su propia Cosmogonía. Una vez mencionados todos estos elementos, pasemos a ver los dioses egipcios, unos dioses estos de carácter antropomorfo, no solo en su fisionomía, sino también en su psicología debido a que actúan como humanos, ya que sienten, nacen, se reproducen, se alimentan, duermen, etc. A pesar de todo, junto a esta vida humana, los dioses poseen también una vida “dependiente de las ciudades” debido a que cada dios está asociado a una determinada ciudad y, dependiendo de que esta crezca o decrezca, el culto de ese determinado dios aumentará o disminuirá en importancia. Junto a esto, destacar que los dioses egipcios son dioses también asociados a las potencias naturales, es decir, asociados a los acontecimientos naturales, los animales, etc. En este aspecto encontramos ejemplos como: Los dioses solares asociados al escarabajo, la diosa de la fertilidad asociada a la vaca, el dios de la sabiduría al Ibis, etc. Esa relación de dioses con animales fue un elemento que, según parece, se produjo antes del período faraónico, antes de que estas divinidades tuviesen forma antropomórfica, una forma antropomórfica que, en ocasiones, aparece sincrética con esos animales, encontrando así divinidades con cuerpo de hombre y cabeza de animal, que es sin duda la manera más representativa de mostrar a aquellas divinidades. Todos estos elementos poseen un carácter mítico-primitivo, destacando que solo el dios Ptah va un paso más allá, avanzando hacia una cuestión más de carácter lógico-racionalista. Una vez mencionado esto, veamos algunas de las divinidades más importantes del panteón egipcio: 1º Ra: Esta es una divinidad de carácter solar, un elemento este (el Sol) que siempre, a lo largo de la historia de Egipto, tuvo una gran importancia aunque, bien es cierto que, con anterioridad a ese culto solar, existió un culto lunar destacado mucho más antiguo. Esta divinidad tuvo una gran importancia sobre todo en época del Imperio Antiguo y Primer Período Intermedio. Ra es el dios de la ciudad de Heliópolis, lugar este donde se le rinde culto incluso desde época Protodinástica. A pesar de todo, esta divinidad comenzó a tener gran importancia desde la creación de la ciudad de Menfis, ciudad esta que, en el Imperio Antiguo, fue la capital del Estado egipcio. Tanta importancia tuvo esta divinidad que se comenzó a pensaba que los faraones eran hijo de esta divinidad y, además, se creó una cosmogonía propia alrededor de este dios, una cosmogonía que, sin duda, fue de las más extendidas en el mundo antiguo egipcio. Esa cosmogonía fue la siguiente: Al principio únicamente existía oscuridad y una enorme extensión de agua, el “Océano Primordial” (Nun), una masa de agua esta dotada de un ente divino. Al parecer, en un momento determinado, de ese Océano Primordial surgió una colina (o a veces un enorme pilar) que se comenzó a elevar hacia el cielo y, de esa colina, surgió la figura de Ra. Según esa cosmogonía, esa colina se localizaba en la propia Heliópolis. Según esa tradición, Ra tuvo dos hijos, a los cuales tuvo, según parece, de dos posibles maneras, según la versión de la historia: Por masturbación divina o por estornudo divino. Esas dos divinidades que surgieron de Ra fueron Shu y Tefnut, los cuales tuvieron, a su vez, otros dos hijos: Geb y Nut, padres estos de cuatro divinidades muy importantes en el Panteón egipcio: Osiris, Isis, Seth y Neftis. 2º Osiris: Esta es una divinidad relacionada con el inframundo, debido a que es el dios de la resurrección y dios que preside todos los juicios de los difuntos. Además, cabe destacarse que esta fue una divinidad asociada con la aparición de la figura del faraón, debido a que este es considerado como el primero de ellos. Según parece, incluso desde tiempos prehistóricos, esta divinidad tuvo dos grandes santuarios: Uno en el norte (Busiris) y otro en el sur (Abydos), elemento este que viene a indicar que su culto tuvo gran importancia desde momentos muy tempranos. Como dijimos, este fue hijos de Ra, el cual lo convirtió en Señor del Valle, acción tras la cual Osiris comenzó a realizar elementos que serán muy característicos de los faraones: Fundar ciudades, explotar cultivos, luchar y vencer a sus enemigos, etc. es decir, Osiris es representado como un “Héroe Civilizador”. Por otra parte, paralelamente a su gobierno en el valle, su hermano, Seth, gobernó en el desierto. Destacar que ese lugar de gobierno de cada uno es significativo y es representado en la propia piel de ambos dioses, debido a que Osiris es representado con un color verdoso, color este del limo del Nilo, mientras que Seth es representado rojizo, el color de la arena del desierto. Seth veía con envidia a su hermano Osiris y deseaba obtener el gobierno de aquellas zonas del Valle y, por ello, acabó con la vida de su hermano, un asesinato este que, dependiendo de las versiones, se realizó de dos maneras distintas: 1º Existe una versión más antiguas que nos cuenta que Seth acabó con la vida de Osiris arrojándolo al río Nilo y ahogándolo, elemento este que, según la tradición, fue lo que le dio el carácter divino al Nilo, el poseer el cuerpo de Osiris. Es por ello que se considera a Osiris como “Señor y dador de Vida”. 2º La segunda versión es la más reciente y conocida y en ella se nos cuenta que Seth engaño a Osiris para que se introdujese en un sarcófago y, tras esto, acabó con su vida y lo despedazó, acción tras la cual dispersó sus restos por el valle del Nilo, llegando la cabeza a Abydos (de ahí su gran importancia como centro de Osiris, mientras que Busiris fue el lugar donde, según la tradición, vivió y murió el dios). Ambas versiones nos muestran una forma distinta de morir pero, a pesar de todo, la continuación de ambos mitos es el mismo: Isis, tras esto, con la ayuda de Anubis, buscó el cadáver o los trozos de su marido con la idea de revivirlo y poder concebir con él un hijo que asegurase la propia dinastía. Para darle esa vida, Isis lo que hizo fue convertirse en Halcón y movió sus alas para insuflar “aire divino” a su marido, acción mientras la cual Osiris fecundó a su esposa, tras lo cual murió totalmente y se convirtió en una divinidad del Inframundo. De esa unión nació el dios Horus el cual es considerado una divinidad celeste y el total iniciador de la civilización egipcia. 3º Isis: Ya la hemos mencionado en algunas ocasiones, siendo esta una de las divinidades principales, pues era esposa de Osiris y madre de Horus. Su nombre egipcio original era Ast, que significa “Trono” elemento que viene a representar el lugar donde se sientan los faraones, el lugar donde todo comenzó, el apoyo de esas dinastías de faraones. Esta divinidad, con el tiempo, tuvo incluso una gran importancia y culto en Grecia y Roma antigua. 4º Thot: Esta es una divinidad asociada con la sabiduría, y, a partir de ahí, con elementos como las artes, los pensamientos, la escritura, los sueños, etc. Es una divinidad que se encuentra además asociada con dos animales: El mandril y el ibis (este último es el principal, pues con él se representa la cabeza de su forma antropomorfa). Además, curiosamente, destacar que es una divinidad asociada no con el sol, sino como la luna. Este era un dios proveniente de la ciudad de Hermópolis y siempre estuvo asociado de manera muy importante a la figura de los escribas, podemos considerar que era el dios “protector” de estos. Esta divinidad llegó a tener tal relevancia que incluso sus sacerdotes llevaron a cabo la elaboración de una cosmogonía propia, la cual es la siguiente: Tal y como la anterior, la de Ra, de Nun surgió una colina, lugar este donde surgió Ra, pero, según esta versión, esta divinidad fue creada a partir de la actuación de “los ocho”, los cuales son cuatro divinidades Volviendo con el ámbito de la muerte, como dijimos, los egipcios la consideran una prolongación de la vida y, por ello, hay que garantizar que el difunto pueda continuar disfrutando de los placeres que tuvo en vida y, para ello, era necesario solucionar un problema importante: La separación de las partes espirituales y corporales tras la muerte. Los egipcios creían que, cuando se moría, las partes espirituales del individuo salían del difunto pero, estas partes, necesitaban a pesar de todo de un soporte material y, por ello, era necesaria la preservación del cuerpo, elemento que ya veremos en el proceso de momificación. Ahora lo que veremos será las principales partes espirituales del individuo: 1º Ba: Esta es la “potencia espiritual” la cual vuelve todas las noches junto al difunto para unirse nuevamente con él. Este es representado como un halcón con el rostro del difunto, un halcón que se encuentra revoloteando siempre alrededor de la tumba. Como vemos, necesitaba de manera importante el cuerpo del difunto para unirse a él, con la idea de “regenerar” ese poder, esa potencia espiritual. Muchas veces, por si el cuerpo del individuo se corrompía, en la tumba era colocada una estatua del difunto, con la idea de que el Ba pudiese alojarse en ella. 2º Ka: Esta es la “fuerza generadora de vida”, una parte espiritual esta que nace con la propia persona, destacando que, según los antiguos egipcios, este era un elemento realizado por Jnum, el dios alfarero, el cual crea, en el momento de la concepción de un individuo, dos figura de él: El cuerpo de ese individuo y el propio Ka, el cual se aloja dentro de ese cuerpo. Al igual que el Ba, este necesita tener un cuerpo al que volver con la idea de “regenerar” esa fuerza que posee y, por ello, cada noche, vuelve al cuerpo momificado del difunto. Es un elemento este asociado con el toro, animal este generador de fuerza. Este ámbito espiritual era tan importante que incluso la Tumba era conocida como “La Casa del Ka” y, además, curiosamente, las ofrendas alimenticias encontradas en el interior de las tumbas, están dedicadas al propio Ka. Incluso el propio sacerdote funerario es conocido como el Sacerdote del Ka. 3º Ankh: Esta es la “luz del difunto”, el elemento que viene a representar las capacidades de la consciencia humana. Una vez visto estos elementos, y, en relación con el mundo funerario, debemos hacernos una pregunta: ¿Qué ocurre con el difunto tras su muerte? Al igual que con respecto a las cosmogonías, no existe una idea fija, elemento este que posiblemente se deba a la multiplicidad de cultos existentes en Egipto. A pesar de todo, en conjunto, todas esas ideas existentes poseen un elemento en común: No poseen la idea de la condenación y, por lo tanto, tiene una visión positiva del más allá debido a que, aunque exista un juicio tras la muerte del difunto, un juicio este llevado a cabo por 42 dioses, la no superación de este no implica la condenación del individuo. Entre las visiones existentes en el Antiguo Egipto del más allá, destacar las siguientes: 1º Visiones de Tipo Estelar: Estas son aquellas visiones en las que el difunto asciende al ámbito celestial y allí, pasando a convertirse en estrellas o, según otras versiones, a vivir en ellas. Es por esta ideología por lo que en muchas tumbas, sarcófagos, etc. se encuentra una abundante decoración de estrellas. En esta visión de carácter estelar, el difunto puede ascender al ámbito celestial de distintas formas: A través de una escalera, a través del Ba del propio difunto, a través del humo de las ofrendas, e incluso a través de las pirámides. En esta visión, en muchas ocasiones, las almas de los difuntos conviven con los propios dioses, destacando que estos dos se desplazan por el cielo en barcas, debido a que consideran a este como con un carácter líquido, como la existencia de un “Nilo Celestial”. 2º Visiones de Tipo Solar: Estas son aquellas en las que el espíritu del difunto cruza la conocida “Puerta Occidental” (representada en muchas tumbas), llegando tras esto a una región infernal la cual está poblada de monstruos, una región esta que debe ser cruzada por el difunto, elemento este que hace alegremente debido a que sabe que puede llegar al final de camino porque posee el beneplácito y el apoyo de los dioses. Tras cruzar esa región infernal, el espíritu vuelve al cuerpo momificado con la idea de regenerar sus fuerzas. Esa visión del difunto es una visión de este como el sol, el cual, cada noche, debe recorrer esa región infernal para luego volver a nacer. Es decir, esta ideología, esta visión, entiende que el difunto “vive y muere” todos los días. Para recorrer ese camino sin peligro alguno y superarlo siempre, los egipcios entienden que el individuo debe de estar muerto pero, esa muerte, no debía entenderse como algo malo, sino más bien todo lo contrario, debido a que el individuo difunto puede seguir disfrutando de los beneficios que da el Nilo y, además, pueden mantener el contacto con sus parientes, debido a que las tumbas no son elementos olvidados, sino que los egipcios van muy comúnmente a las tumbas de sus antepasados, lugar donde les dan de comer, entablan charlas, etc. e incluso destacar que existió un género literario conocido como “Cartas a los Difuntos”, las cuales son obras realizadas para ser leídas a los antepasados, muchas veces en las propias tumbas. Como vemos, ambas dos visiones son visiones positivas del más allá, un más allá este que, en un principio, únicamente podía disfrutar el faraón, es decir, en los primeros momentos, él era el único que podía acceder a la vida eterna. A pesar de todo, en ocasiones, también miembros de la familia real y miembros de altos estratos sociales podían acceder a esta, siempre y cuando tuviesen el beneplácito del faraón y se enterrasen junto a él (elemento que ocurrió en las primeras dinastías). Curiosamente, destacar que, en algunas ocasiones, el ceremonial de enterramiento del faraón implicaba sacrificios, los cuales, en ocasiones, eran de carácter humano y estos sacrificios, curiosamente, eran destacados debido a que accedían a la vida eterna junto al faraón, con la idea de servirle en el otro mundo. A pesar de todo, a partir de la VI Dinastía y, sobre todo, en el Primer Período intermedio, poco a poco se abrió ese mundo funerario a otros niveles pero ya de manera independiente, debido a que el faraón concedía a determinados estratos sociales (altos niveles sobre todo) la capacidad de enterrase en sus nomos junto a sus familiares. Fue de esta manera cómo surgió el conocido “Arte Funerario Provincial”, el cual, en comparación con las obras funerarias de los faraones, era mucho más tosco y menos sofisticado, además de menor en dimensiones. Una vez mencionados estos elementos, destacar ese proceso realizado para la conservación del cuerpo del difunto, es decir, ahora lo que trataremos será el Proceso de Momificación. Como ya mencionamos, el cuerpo es el soporte de las distintas partes espirituales del individuo, incluso tras su muerte y, por ello, es necesario preservarlo. Los primeros indicios que poseemos de momificación hacen referencia a momificaciones naturales, las cuales se producían debido a que los individuos eran enterrados en el desierto y, el calor de este, hacía que se preservase el cuerpo. Posiblemente, en un principio, esto fuese realizado de manera inintencionada por los egipcios pero, poco a poco, al ver lo que ocurría, posiblemente lo realizasen de manera intencionada. Los primeros indicios que poseemos sobre las momificaciones ya de carácter “artificial”, destacar que datan de fines del IV y principios del III milenio a.C. es decir, durante las Dinastías Tinitas. A pesar de todo, en estos primeros momentos, junto con el Imperio Antiguo, ese proceso de momificación apenas permitía una preservación estable del cuerpo del difunto. No fue hasta el Imperio Medio cuando esas técnicas de momificación mejoraron, alcanzándose un gran apogeo en el Imperio Nuevo, en las XVIII- XIX Dinastías. Ese gran auge en esos momentos se debió no solo al perfeccionamiento técnico, sino también a la mayor accesibilidad de elementos, como ungüentos, debido a los mayores contactos comerciales existentes. Este proceso de momificación es muy conocido actualmente, debido sobre todo gracias a las fuentes textuales egipcias y grecorromanas que nos han llegado. También, ese conocimiento se debe a los numerosos estudios realizados en la momia de Ramsés II, unos estudios que comenzaron en el siglo XIX y que han perdurado incluso hasta el siglo XIX. Una vez esto, debemos hacernos una pregunta: ¿Cuál era ese proceso de momificación? Pues este era un proceso ritual, con un fuerte carácter religioso y, por ello, realizado por sacerdotes, los cuales seguían una liturgia establecida y específica para ello y, además, llevaban vestimentas y máscaras propias para la ocasión, muchas de ellas representaban a divinidades, como por ejemplo a Anubis 8que era el sacerdote principal), Horus (el sacerdote auxiliar) e incluso de Isis. Como vemos, lo que se representa en la momificación es el mito de Osiris y, por lo tanto, el propio difundo es identificado con esa divinidad. En este proceso, el sacerdote lector tiene una gran importancia, debido a que lleva a cabo la lectura de aquellos textos que dan sacralidad al acto que se está realizando. Las momificaciones más importantes eran las de los faraones y, para llevar a cabo estas, siempre se levantaba un recinto nuevo, lugar donde el cuerpo del faraón era tratado durante alrededor de 70 días, no tanto por la complejidad técnica sino porque así lo requería el ritual. Las primeras medidas realizadas para el proceso de momificación eran las de lavar el cadáver y luego, la de extraer la masa encefálica, lo cual se podía realizar de dos maneras distintas: Bien por trepanación o bien por las fosas nasales. Luego, ese espacio vaciado era rellenado con vendas de lino aromáticas. Los ojos se mantenían generalmente en su lugar pero eran cerrados. Tras esto, los sacerdotes momificadores se centraban en la zona del tronco, lugar donde se extrae todo el paquete abdominal, es decir, los órganos allí existentes, los cuales, tras ser extraídos por una incisión en el costado izquierdo, son momificados por separados e introducidos en los conocidos Vasos Canopo. En el interior del cuerpo, únicamente eran mantenidos dos órganos: Los Pulmones y el Corazón, siendo este último el más importante debido a que era el lugar donde los egipcios creían que residía la conciencia, los pensamientos, el intelecto y la voluntad del difunto. A pesar de todo, en ocasiones, este era extraído y momificado aparte pero, en su lugar, se colocaba un escarabeo de piedra con inscripciones, un escarabeo este que tenía que pesar para que el individuo pudiese acceder a la vida eterna. Una vez extraídos todos los elementos, el cuerpo era sometido a un proceso de desecación, el cual podía llevarse a cabo mediante el uso del Natrón o mediante la deposición del cuerpo al Sol durante algunos días. Una vez desecado, los sacerdotes intentaban que el cuerpo volviese a ser flexible y, para ello, utilizaban resinas, ungüentos y otros elementos por el estilo. Además, para darle volumen, lo que hacían era rellenar de tierra, serrín o vendas el cuerpo del difundo. Tras esto, al individuo se le envolvía en vendas de lino, al menos en este ámbito faraónico en el que estamos, debido a que las clases más bajas utilizaban otros materiales, como por ejemplo el papiro, a veces reutilizado de textos existentes con anterioridad. Curiosamente además, entre las vendas, son depositados amuletos protectores para el difunto y, encima de todo, se le colocaba una máscara mortuoria que, en el caso de la realeza, era de oro y otros ricos materiales, como lapislázuli. que posiblemente consistiese en la victoria de un territorio que adoraba a Horus sobre un territorio que adoraba a Seth. 4º Nombre Nsw-Bity: Es un nombre cuyo significado viene a decir “aquel que es de la caña y la abeja”, referencias estas al Alto (caña) y Bajo (abeja) Egipto. Este es un término que nuevamente, de manera muy posible, haga referencia al faraón como rey de ambas partes de Egipto. 5º Nombre S3-Ra: Este es el nombre viene a significar “Hijo de Ra” y era aquel que era dado al príncipe nada más nacer. Es representado con el jeroglífico del Pato y el Sol. Este nombre comenzó a utilizarse a partir de la IV-V Dinastía y este lo que hace es poner al faraón en un escalón algo inferior a los dioses, elemento este que sucedió en aquellos momentos debido al enorme aumento de poder de la Casta Sacerdotal de Ra. Una vez mencionados estos nombres del faraón, veamos aquellos atributos materiales que lo definen, siendo sin duda principal el mencionar las distintas coronas y tocados que el faraón poseía, unas coronas y tocados que eran las siguientes: 1º Corona Doble o Sejemty: Esta es aquella que representa la unificación del Alto y Bajo Egipto debido a que se constituye por la unión de la Corona Blanca del Alto Egipto (Hedjet) y la Corona Roja del Bajo Egipto (Desheret). 2º Corona Azul o Jepresh: Corona que parece ser que estaba asociada al ámbito militar y que, a partir del Imperio Nuevo, fue muy utilizada por el Príncipe Heredero. 3º Corona Osiríaca o Atef: Corona utilizada en determinadas circunstancia con la idea de identificar al faraón con el dios Osiris. 4º Corona de Dos Plumas o Shwty: Utilizada en un principio por el faraón, con el tiempo comenzó a ser más usada por las Grandes Esposas Reales. 5º Corona de Triple Atef o Hemhem: Compuesta por tres tocados Atef, parece ser que poseía una función relacionada con el culto solar. 6º Nemes: Tocado sin duda más conocido de los faraones y que estaba reservado a este una vez muerto. Destacar que conocemos estas coronas y tocados debido a las numerosas representaciones que existen de ellos pero no porque nos haya llegado ninguno hasta nuestros días, elemento este posible debido a que casi con total seguridad estas estuviesen realizadas con materiales naturales que fuesen perecederos, como fibras vegetales, cuero, etc. En las Coronas y tocados, con mucha normalidad, se colocaba el Uraeus, el cual es un símbolo protector usado casi en su totalidad por el faraón (aunque, a medida que avance el tiempo, este se comenzó a socializar incluso) y que está representado por la Diosa Cobra Uadjet. Según la tradición, este mataba a todo aquel que lo miraba y, por ello, nuca podía levantarse la mirada al faraón o mirarlo fijamente de frente. A pesar de todo, destacar que los atributos del faraón a nivel material no son solamente las coronas y tocados, sino que también lo son las colas, debido a que el faraón siempre llevaba una cola o de toro o de león, símbolos ambos dos que venían a representar el poder viril de este, tanto a nivel militar como sexual. Por último, entre esos atributos materiales del faraón, destacar otros como algunas sandalias especiales para determinados rituales, el doble cetro (Heka y Nekhakha), el khopesh (espada curva propia del mundo egipcio), etc. Muchos de esos atributos materiales del faraón, si observamos, hacen referencia a su vestimenta, una vestimenta y una apariencia la del faraón que eran muy importantes, hasta tal punto que existían personas encargadas de cuidar la apariencia del faraón y de vestirlo, un cargo este que estaba enormemente ritualizado y que era muy codiciado entre los niveles más altos de la sociedad debido a que era entablar un contacto directo con el faraón. Tras la mención de los atributos del Faraón, destacar el lugar de residencia de este: El Palacio. Hay que destacar que, curiosamente, los palacios de los faraones casi no son conocidos en la actualidad y eso se debe a que casi ninguno nos ha llegado hasta nosotros, debido a que parece ser que eran construidos en adobe y, además, cada faraón construía su propio palacio, como un símbolo este de un nuevo inicio, de la revitalización de la dinastía. El único palacio que nos ha llegado hasta nosotros y que ha podido ser estudiado es el Palacio de Ajenatón en Amarna, elemento este que se produjo debido a que fue abandonado y, tras esto, cubierto por la arena del desierto, elemento que hizo que se conservase. A pesar de todo, esto es un caso excepcional pues, como dijimos, estos palacios eran realizados en adobe. Es por ello por lo que las informaciones que poseemos de los palacios, en su mayoría, procede de las representaciones, los textos y, además, de las estructuras funerarias antiguas, en especial del Imperio Antiguo, debido a que en este momento se llevaba a cabo la construcción de un “Palacio Funerario” el cual era a imitación del Palacio como residencia del faraón en vida pero este se encuentra realizado en piedra (debido a que este debía ser una construcción para durar, ya que albergaría al faraón por toda la eternidad). Además, tampoco pueden ser tomados estos Palacios Funerarios tal cual, debido a que estos actuaban como Palacios-Templos y, por tanto, poseían ciertos elementos de ambas partes. En este ámbito, el ejemplo más claro lo encontramos en el Palacio Funerario de Zoser. Junto a esto, destacar dos grandes ceremonias que el faraón realizaba a lo largo de su reinado: 1º Ceremonia de Coronación: Esta era aquella ceremonia que marcaba el inicio de un nuevo reinado, una ceremonia esta que era realizada unos 70 días tras el fallecimiento de su predecesor, es decir, tiempo este en el que el faraón anterior era momificado y enterrado. Una vez esto, se preparaba el lugar donde se iba a realizar la coronación, un lugar este que, generalmente, era la capital de Egipto en el momento en el que se fuese a realizar pero, a veces, esta coronación se podía realizar en otras ciudades, las cuales podían ser destacadas debido al peso histórico o religiosos que poseían. Tras esto, lo que se realizaba era la purificación todos aquellos participantes, objetos, lugares etc. en los que se fuese a realizar la ceremonia de coronación, llegándose incluso a purificar las estatuas de los dioses, las cuales eran trasladadas al lugar de la Coronación y, para su ubicación, eran construidas pequeñas capillas para la ocasión. Una vez esto, destacar que se realizaba el ceremonial siguiente: 1º Primero, el príncipe que iba a convertirse en el nuevo faraón era presentado ante los dioses, no de manera conjunta, sino que se iba capilla por capilla, con la idea de que esos dioses “reconociesen” al nuevo faraón. 2º Luego, se le entregaba la Titulatura Real al nuevo faraón, en la cual, como dijimos, se muestra las líneas de actuación del nuevo monarca. 3º Tras esto, el faraón, sentado en un trono, era coronado con la Corona Blanca y la Corona Roja, símbolos estos de que era rey tanto del Alto como del Bajo Egipto. 4º Una vez esto, se realizaba el acto de “unión de las dos tierras”, acción esta que consistía en entrelazar un papiro (Bajo Egipto) y un lirio (Alto Egipto) en un pilar de madera, un pilar que representaba al faraón, debido a que era el garante de que ambas regiones de Egipto estuviesen unidad. 5º Tras esta acción, el monarca, con su arco, disparaba cuatro flechas, cada una a uno de los puntos cardinales, elemento que venía a significar que era Señor de todo el territorio, acción tras la cual, para completar esto, recibía la sumisión de los nobles egipcios y los príncipes extranjeros. 6º Por último, se realizaba la llamada “procesión alrededor del muro” la cual consistía en que el monarca, vestido con una capa corta, corría alrededor del muro del palacio en un ritual simbólico en el que definía el territorio de Egipto y le proporcionaba una protección “mágica”. 2º Ceremonia Heb-Sed: Esta era una ceremonia que estaba muy relacionada con los propios poderes divinos del faraón debido a que estaba dedicada a renovar esos poderes mítico-mágicos con la idea de garantizar que el faraón pueda seguir manteniendo la estabilidad de Egipto y, por tanto, la Maat. En general, según parece, esta era realizada en el trigésimo año del reinado del faraón y, una vez celebrada esta primera, se solía celebrar cada tres o cuatro años. A pesar de todo, esto no siempre se cumplía debido a que también dependía de muchos factores propios de cada gobierno y cada faraón: La debilidad de este por algún casual, la pérdida de popularidad, las malas crecidas del Nilo, etc. Esta celebración ya se encuentra documentada en las primeras dinastías gracias a inscripciones como la Piedra de Palermo pero, a pesar de todo, parece ser que los orígenes de esta celebración son más antiguos, posiblemente protohistóricos y, según algunas teorías, el rito original que dio lugar al Heb-Sed consistía en un principio en sacrificar al líder anciano y débil con la idea de colocar uno más joven y fuerte en su lugar. En general, esa es la esencia de esta celebración: Sufrir un proceso de vigorización del faraón a través de su “muerte” y su vuelta a la “vida” como ya veremos y, en ocasiones, por esa muerte y vida, estos faraones solían cambiar sus nombres en las celebraciones del Heb-Sed. La preparación de esta celebración era algo complejo y largo debido a que se llegaban a construir incluso espacios únicamente destinados a esta ceremonia, unos espacios estos rectangulares con numerosas salas, todas ellas con utilidades mayores o menores en esta celebración aunque, en general, la mayoría de esas salas son capillas dedicadas a las divinidades. Hay que destacar que esta celebración no podía realizarse en cualquier lugar, sino solo en determinados puntos de Egipto, como Abydos, Menfis o por ejemplo la Necrópolis Real del Valle de los Reyes, lugares todos estos de gran relevancia “histórica y religiosa” para el mundo antiguo egipcio. A lo largo de esta ceremonia, que duraba varios días, destacar la realización de una serie de acciones: 1º El Faraón que iba a revitalizar sus poderes visitaba las capillas de los distintos dioses con la idea de pedirles que lo ayudasen en esa “recuperación física y mítico-mágica”. 2º Tras esto, el Faraón entraba en un recinto sagrado, totalmente cerrado, y que poseía aspecto de tumba, lugar este donde pasaba varios días y que quería reflejar la idea de que el monarca moría y volvía a la vida con los poderes revitalizados durante ese tiempo que había estado “muerto”, destacando que, para mostrar esa recuperación, el encontramos las enseñanzas de un padre a su hijo y la mención de este primero a su hijo de todas las virtudes que todo egipcio debía de poseer. Hay que destacar que este texto, al igual que la mayoría de los existentes en el mundo egipcio, es bastante misógino, es decir, da una mala imagen de las mujeres. Curiosamente, dentro de este género literario, cabe destacarse un subgénero catalogado como Admoniciones en el cual el tema principal es siempre cómo en el Primer Período Intermedio se perdió la Maat y cómo, gracias a los faraones, esta pudo recuperarse e iniciase el Período del Imperio Nuevo, elemento este que intenta mostrar una actitud propagandística a favor de esos nuevos faraones. 3º La Narrativa: Este es otro género literario muy popular en aquel mundo, sobre todo entre sus clases más bajas, destacando que era un género compuesto por cuentos, relatos, poemas épicos, etc. que eran del gusto del público de aquellos momentos. Además, estas eran obras en las que determinados personajes representaban a un colectivo y, en muchas ocasiones, ese colectivo era el pueblo egipcio en general. Destacar que, dentro de este género literario, encontramos relatos con una gran variedad de temas: 1º Relatos de Aventuras y del Destino Humano: Los ejemplos más claros que encontramos de este tipo son: La Historia de Sinuhé (sin duda alguna el relato conocido más destacado del mundo antiguo egipcio, el cual, según parece data del Imperio Medio, época dorada esta de la literatura egipcia), el Cuento del Buen Amón, El Príncipe Predestinado (datado en el Imperio Nuevo), etc. 2º Relatos Mágico-Maravillosos: El mejor ejemplo de este tipo es, sin duda, el Cuento de los Dos Hermanos, el cual fue realizado durante el Imperio Nuevo y en el que se observa de manera bastante clara esa idea de “la mujer como un ser malvado y con mala fama”, es decir, era un texto misógino. 3º Narrativa Pseudo-histórica: Estos eran textos donde se describen acontecimientos ficticios pero enmarcados en un ámbito espacio-temporal histórico. Un ejemplo claro de este tipo de obras es el Cuento de Sekenenre, posiblemente realizado también en el Imperio Medio. 4º Las Fábulas: Estas son obras cuyos protagonistas son animales, unas obras cuya intención es extraer de ellas una moraleja. Estas, con posterioridad, fueron “redactadas” por Esopo en el siglo VI a.C. 5º Relatos Religiosos: Estas son aquellas obras cuyos protagonistas son las divinidades egipcias. Un ejemplo claro de este tipo de obras son todas aquellas cosmogonías que mencionamos en el apartado de religión. 4º La Literatura de Propaganda Real: Esta era aquella utilizada para exaltar y hacer alabanzas a la figura del Faraón, siendo destacados por ejemplo, en este nivel, los Himnos al Faraón, los cuales eran realizados ya desde el Imperio Antiguo pero, a pesar de todo, los mejores y más importantes ejemplos los encontramos en el Imperio Medio y Nuevo. Un ejemplo claro de este tipo lo encontramos en el Himno o Poema de Pentaur, el cual fue realizado en el Imperio Nuevo con la idea de exaltar a la figura de Ramsés II en la batalla de Kadesh, una batalla esta cuya consideración por los egipcios fue variando debido a que en un primer momento tuvo un carácter negativo, debido a que en realidad fue una derrota egipcia pero, poco a poco, durante el reinado del propio Ramsés II, comenzó a tener un matiz más positivo. Junto a estos Himnos o Poemas, destacar también obras como los textos de la Cancillería Real, los cuales son textos generalmente fríos llevados a cabo por el faraón pero, a pesar de todo, ese frío desaparece cuando el faraón entra en contacto con la nobleza egipcia, a la cual trata con un tono más cálido, afectivo, etc. Para finalizar, mencionar que muchos otros textos ya mencionamos en otros géneros literarios, como por ejemplo el Cuento de Sekenenre, tienen también esa intencionalidad de exaltar a la figura de faraón. 5º Literatura Religiosa: Esta era aquella en la que se intentaba mostrar aspectos del ámbito ideológico, divino y religioso de aquellos momentos del mundo egipcio, destacando que esta literatura podía poseer dos vertientes: 1º Literatura Funeraria: Esta es aquella que se resume en el conocido Libro de los Muertos el cual es una recopilación de los Textos de las Pirámides y Textos de los Sarcófagos existentes ya en el Imperio Antiguo. Esta obra, destacar que era aquella en la que se podía descubrir el más allá y todos sus elementos, una obra esta que era plasmada siempre en las paredes de las tumbas con la idea de que el difundo supiese a qué iba a enfrentarse. Otro ejemplo de este tipo de obras es el Libro de las Puertas, el cual apareció en el Imperio Nuevo y es aquel en el que se refleja la marcha del espíritu del individuo por el más allá. 2º Literatura Litúrgica: Esta es aquella compuesta por una gran cantidad y variedad de textos que son recitados por la figura del Sacerdote Lector y en los que vienen a decir todos aquellos pasos, elementos, etc. que intervienen en los distintos ritos, cultos, etc. existentes en aquel mundo. En este aspecto, destacar que existe la liturgia de los Templos y la liturgia de las Tumbas. A pesar de todo, junto a estas dos vertientes, encontramos dos tipos de literatura religiosa paralelas a las anteriores: 1º Literatura Mágica: Estos son escritos realizados en papiro y en los que se encuentran hechizos, conjuros, etc. para distintos elementos, unos papiros estos localizados en los templos. A pesar de ello, curiosamente, a veces encontramos esos conjuros localizados en estelas de piedra, unas estelas utilizadas durante determinados rituales. 2º Relatos Míticos: Estos son aquellos textos cuyos protagonistas son los propios dioses. 6º Poesía: Este género fue cultivado por los egipcios desde muy antiguo, siendo destacada mencionar, por ejemplo, la lírica amorosa, la cual fue muy importante sobre todo en el Imperio Nuevo y trató temas como el deseo, el amor, la imposibilidad de los amantes, etc. En estas poesías, destacar que las mujeres son representadas únicamente como dos prototipos: La mujer perversa o la esposa fiel. Un ejemplo claro de las obras poéticas egipcias es el Canto de Arpista, el cual fue realizado en el Primer Período Intermedio y es una obra en la que se trata principalmente el tema del “Carpe Diem”. 7º Otros Géneros Literarios: Hasta ahora, sin duda, hemos mencionado los géneros literarios más destacados en el mundo egipcio antiguo pero, sin duda, junto a ellos, existían otros géneros, tales como: 1º La Propaganda del Escriba: Estos eran aquellos textos en los que se exaltaba el oficio del Escriba, debido a que era este oficio el que permitía a un individuo ascender en la escala social egipcia. El mejor ejemplo lo encontramos en la Sátira de los Oficios. 2º El Género de Epístolas: Este hace referencia a las cartas escritas en el mundo egipcio, unas cartas estas que trataban temas de gran variedad y que, en general, podían ser tanto de carácter público como privadas. 3º La Literatura Científica: Esta era aquella que se podía dividir en dos grandes ramas: 1º Literatura Médica: En esta se puede observar los grandes conocimientos anatómicos del mundo egipcio, unos conocimientos que obtuvieron sobre todo por la práctica de la momificación. 2º Literatura Matemática: Esta era aquella donde se localizaban y trataban temas de cálculo, balanzas, medidas, arquitectura, aritmética y geometría. A pesar del conocimiento que poseemos sobre este tema, las matemáticas egipcias se encuentran aún muy incomprendidas, hasta tal punto que muchos afirman incluso que los conocimientos matemáticos griegos, en su mayoría, son conocimientos provenientes del mundo egipcio aunque, por ahora, no se han hallado evidencias de ello.
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