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Tema 3 - creencias y juicios sociales, Apuntes de Psicología Social

Apuntes del tema 3 de psicología social I con Aragonés.

Tipo: Apuntes

2017/2018

Subido el 19/11/2018

miguel_moreno_menarguez
miguel_moreno_menarguez 🇪🇸

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¡Descarga Tema 3 - creencias y juicios sociales y más Apuntes en PDF de Psicología Social solo en Docsity! TEMA 3 – Creencias y juicios sociales ¿Cómo nos explicamos el comportamiento de los demás?  La mente humana lucha por darle sentido a su mundo. Atribución de causalidad: a la persona o a la situación. Heider considera a la persona como un científico ingenuo. Teoría de la atribución: Teoría sobre la forma en que las personas explican el comportamiento de los demás. Heider concluyó que la gente tiende a imputar el comportamiento de alguien a causas internas (disposición) o externas (situación). Un profesor podría preguntarse si el bajo rendimiento académico de un niño se debe a falta de motivación y capacidad (atribución disposicional) o a circunstancias físicas y sociales (atribución situacional). Esta diferencia produce ciertas confusiones, ya que las circunstancias exógenas producen cambios endógenos. Inferencia de rasgos A menudo, inferimos que las intenciones y las disposiciones de otras personas corresponden con sus actos. La teoría de las inferencias correspondientes de Jones y Davis especifica las condiciones bajo las que este tipo de atribuciones son más probables. El comportamiento normal o esperado nos dice menos acerca de una persona que la conducta poco común. Por ejemplo, si Samanta es sarcástica en una entrevista de trabajo donde una persona normalmente sería agradable, esto nos dice más acerca de la que si se comporta de esta manera con sus amigos. Teoría de las atribuciones de Harold Kelley Se compone de 3 factores: la consistencia, la singularidad y el consenso. Influyen en nuestra atribución del comportamiento de alguien a causas internas o externas. Esta teoría diferencia dos procesos, en función de la cantidad de información de que disponga el perceptor social para hacer un juicio causal. Cuando este dispone de información procedente de múltiples observaciones, seguiría el proceso de covariación, mientras que si solo dispone de una única observación, la persona seguiría el proceso de configuración. Proceso de covariación: el perceptor generalmente dispone de tres tipos de causas diferentes a los que puede atribuir el efecto. -Carlos ha agredido a Juan en una discoteca- 1: La persona (Carlos ha agredido a juan porque es muy agresivo) 2: El estímulo (La agresión se ha producido porque Juan es una persona muy provocadora) 3: Las circunstancias (Carlos estaba borracho) Para decidir sobre qué causa es más plausible, el perceptor dispone de tres tipos de información. 1: Consenso. Cómo se ha comportado con otras personas en la misma situación (pelearse con Juan) 2: Distintividad. Cómo se ha comportado la persona en otras situaciones similares (Si Carlos se pelea con gente) 3: Consistencia. Cómo se ha comportado la persona en esa misma situación en otras ocasiones (Si Carlos ya se ha peleado en otras ocasiones con Juan). Proceso de causas múltiples necesarias. Se aplica cuando nos encontramos con hechos de magnitud extrema, y entonces solemos pensar que tienen que haberse dado varias causas para que el efecto se dé. Por ejemplo cuando nos encontramos con un asesino extremadamente cruel, tendemos a pensar que diversas causas han tenido que coincidir para que haya ocurrido ese resultado (problemas de personalidad, enfermedad mental, infancia desgraciada…). Esquema de causas múltiples necesarias. Se aplica a sucesos moderados, supone pensar que entre varias causas, es suficiente con que se dé una o alguna de ellas para que se produzca el efecto. Por ejemplo, para exceder el límite de velocidad, no hace falta ser un criminal ni haber tenido una infancia desgraciada. Cuando aplicamos este último tipo de esquemas, hay dos tipos de principios importantes: 1: Principio de desestimación. La importancia de una causa disminuye cuando hay otras más plausibles. La importancia que otorgamos a ‘’carácter agresivo’’ de una persona como causa de un delito disminuye cuando sabemos que esa persona estaba pasando una mala racha. 1 Principio de aumento. La importancia de una causa aumenta cuando hay causas inhibidoras. La atribución de ‘’carácter agresivo del delincuente será más probable cuando sabemos que a la persona se le han ofrecido tratamientos para mejorar su carácter y los ha rechazado. creando así una permanencia en el tiempo de nosotros mismos, construyendo el pasado desde el presente, creando un yo estable en el tiempo. Respecto a la reconstrucción de nuestro comportamiento pasado, según Greenwald, todos tenemos ‘’egos totalitarios’’ que revisan el pasado para que se ajuste a nuestras perspectivas presentes. Por lo tanto, reportamos pocos malos comportamientos, y un exceso de buenos de ellos. Los sucesos pueden despertar o condicionar nuestras asociaciones sin darnos cuenta de ello. Ver una película de miedo estando solos, puede adecuar nuestro pensamiento al activar recuerdos atemorizantes, interpretando los ruidos de la casa como una amenaza. En algunos experimentos, las ideas implantadas pueden actuar como ideas preconcebidas: de manera automática, sin esfuerzo y sin consciencia, preparan cómo la gente interpreta y recuerda sucesos. ¿Cómo de precisos son nuestros juicios? Los mecanismos cognitivos son eficientes y adaptativos, aunque en ocasiones son propensos al error. ¿Cómo hacemos juicios sociales intuitivos? La mayor parte de la vida cotidiana de una persona está determinada por: - Intenciones conscientes y deliberadas (pensamiento explícito, que es deliberado, reflexivo y consciente) - Procesos mentales que se activan a través del entorno y que operan fuera de la percepción y guía a los conscientes (procesamiento automático, pensamiento implícito o intuitivo que es habitual, inconsciente y no implica esfuerzo alguno) Los límites de la intuición: otras áreas de la psicología han explorado nuestra capacidad de interpretaciones erróneas, fantasías o construir creencias. El pensamiento ilusorio también aparece de la manera en que ingresamos, almacenamos y evocamos información social. Reconocer la falsedad nos ayuda a conocer cómo se forma. Exploramos cómo es que el procesamiento eficiente de información puede distorsionarse, empezando con nuestro autoconocimiento. Tendencia a un exceso de confianza (Tendencia a ser más confiado que acertado, es decir, a sobrestimar la precisión de las propias creencias). Nuestras intuiciones automáticas a menudo se equivocan y por lo general, no somos conscientes de nuestros fallos. Aunque nos hemos equivocado en el pasado, tenemos expectativas más positivas para lo que viene (que haremos ejercicio, que entregaremos las cosas a tiempo…). Estimamos las oportunidades de éxito con mayor confianza cuando más distante estamos del momento de la verdad. El día de la evaluación, la posibilidad de fracaso crece y la confianza generalmente baja. Los individuos que toman decisiones con exceso de seguridad pueden provocar estragos. Heurística: Atajos mentales Al disponer de un tiempo limitado y preciso para procesar demasiada información, nuestro sistema cognitivo es rápido y frugal; se especializa en atajos mentales. Con notable facilidad hacemos juicios y formamos impresiones. Lo hacemos mediante la heurística: la capacidad de un sistema para realizar de forma inmediata innovaciones positivas para sus fines. Heurística de representatividad  Tendencia a suponer que alguien o algo pertenecen a un grupo en particular si se asemeja (representa) a un miembro típico. Heurística de disponibilidad  Regla cognoscitiva que juzga la probabilidad de las cosas en términos de acceso a la memoria. Los eventos vividos y fáciles de imaginar pueden parecer más probables que los que resultan difíciles de imaginar. Este mecanismo explica por qué las anécdotas poderosas pueden ser más motivadoras que la información estadística, y por qué la percepción del riesgo a menudo se separa de los riesgos reales. Pensamiento ilusorio: pensamiento cuya utilidad es la búsqueda de orden en sucesos aleatorios, tendencia que puede conducirnos a todo tipo de caminos equivocados. Correlación ilusoria: percepción de una relación inexistente o de un vínculo más fuerte del que de verdad subsiste. Fácilmente asociamos sucesos aleatorios y percibimos una correlación ilusoria. Si pensamos que existe una correlación, somos más propensos a observar y recordar situaciones que la confirman; la gente no ve lo que espera, sino también lo que desea ver. Ilusión de control: percepción de que los sucesos incontrolables están sujetos a la voluntad de uno o que son más manejables de lo que en realidad son. Nuestra tendencia a percibir una relación entre sucesos aleatorios alimenta una ilusión de control, es decir, la idea de que estos se encuentran sujetos a nuestra influencia, igual que pasa con los juegos de azar, en los que la gente cree que puede controlar sucesos aleatorios (lanzar un dado con más fuerza para sacar más puntuación). Estado de ánimo y juicio El juicio social implica un procesamiento eficiente, aunque falible de la información. También involucra sentimientos: el estado de ánimo involucra nuestros juicios. Con el ánimo triste, se tiende a percibir los sucesos negativos, la gente deprimida, especialmente la que sufre de privaciones, tiende a enfocarse más en sí misma ya a angustiarse. El ánimo deprimido provoca una intensa actividad de pensamiento, es decir, a la búsqueda de información que haga que nuestro entorno sea más comprensible y controlable. Por el contrario, la gente feliz es más confiada y afectuosa. Con el ánimo feliz, el mundo parece un lugar más amigable, las decisiones son más fáciles y se evocan con mayor facilidad las buenas noticias. El ánimo matiza la manera en la que vemos el mundo, en parte, al hacernos recordar experiencias asociadas con esa disposición anímica. Cuando esta está baja, tenemos más pensamientos depresivos. Cuando estamos emocionalmente activados (enfado o muy buen humor) tendemos a hacer juicios instantáneos y evaluar a los demás en base a estereotipos. La disposición anímica afecta menos al pensamiento automático que al complejo y esforzado, el ánimo invade nuestro pensamiento cuando evaluamos a personas poco comunes que a aquellas que sí lo son, y al explicar conflictos humanos complejos, más que los sencillos. Entre más cavilamos, existen mayores probabilidades de que la disposición anímica afecte al pensamiento. Tendemos a autorrealizar nuestras creencias, ya que influyen en la forma en que nos sentimos y actuamos, y por ello pueden generar su propia realidad. Cuando las ideas conducen a actuar en formas que aparentemente las confirman, se convierte en profecías autocumplidas (falsas ideas que conducen a su propia realización). Este efecto se puede comprobar en las expectativas del profesor y desempeño del estudiante. Cuando los maestros esperan más de unos alumnos que de otros, potencian más sus habilidades que las de otros que consideran promedio o por debajo de la media.
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