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La Agresión: Tipos, Causas y Determinantes - Prof. Carrera, Apuntes de Psicología

Una detallada explicación sobre la violencia y la agresión, sus tipos, causas y determinantes. Se abordan conceptos como agresión afectiva y instrumental, agresión física y verbal, agresión activa y pasiva, directa y indirecta. Además, se discuten teorías como la hipótesis frustración-agresión y la relación entre temperatura y agresión.

Tipo: Apuntes

2015/2016

Subido el 05/12/2016

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3.1

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¡Descarga La Agresión: Tipos, Causas y Determinantes - Prof. Carrera y más Apuntes en PDF de Psicología solo en Docsity! Tema 4. Violencia y agresión La violencia es una forma de relación social basada en una forma especial de interacción que se denomina agresión. Definición de agresión La agresión es una conducta que daña a la otra persona o a cualquier ser vivo en general. Tipos de agresión • Agresión afectiva: se aplica a aquellos actos agresivos basados en los afectos y cuyo principal objetivo es dañar a la otra persona. • Agresión instrumental: se define como un medio para conseguir fines conductuales, materiales o simbólicos. Buss diferencia entre: • Agresión física: aquellos actos en los que prima la fuerza. • Agresión verbal (simbólica): el daño se produce de manera simbólica incluyendo determinadas conductas no verbales. • Agresión activa: haciendo algo que positivamente daña a alguien o algo. • Agresión pasiva: omitiendo o impidiendo el daño. • Agresión directa: hacer daño a alguien en su presencia. • Agresión indirecta: a distancia, induciendo una agresión directa por terceros o atacando personas u objetos relacionados con la víctima. La intención no es un fenómeno que podamos observar directamente en los demás, de forma que cualquier individuo que dañe a otro puede afirmar que carecía de intención al hacerlo y que, por tanto no ha agredido al otro. • Definición conductista: cualquier conducta cuyo efecto sea hacer daño (no incluye intencionalidad) • Definición atribucional: cualquier conducta cuyo propósito sea hacer daño (incluye intencionalidad) La forma más frecuente de estudiar la agresión en los laboratorios de Psicología ha sido diseñar situaciones en la que los individuos tienen la oportunidad de administrar agresiones, físicas, activas y directas. La agresión como descarga de energía Se establece un paralelismo entre la conducta animal y humana, sugiriendo que la agresión entre humanos no es sino una manifestación de la motivación a luchar por establecer un rango jerárquico, o que muchas formas de violencia, como por ejemplo, las guerras, son una manifestación de un cierto “imperativo terriotrial”, un motivo agresivo innato en los seres humanos. Un instinto es definido tradicionalmente como un patrón fijo de conducta de tipo de reflejo, determinado por ciertos estímulos y estados bioquímicos. Lorenz es el más célebre defensor de la idea de que la conducta agresiva animal (y por extensión la humana) es resultado de una descarga de energía que se acumula en determinadas estructuras neuronales y es activada por un determinado tipo de estímulo. En la actualidad se ha descartado que existan “energías específicas” que desencadenen conductas instintivas, ni “jerarquías de centros nerviosos” que cumplan la misma función. Hipótesis frustración-agresión Dicha teoría supone que existe una energía innata en el sistema nervioso que produce la conducta agresiva. Dicha energía sería producida por la frustración (cualquier forma de interferencia en una secuencia de conductas dirigidas a una meta). La cantidad de energía agresiva producida por la frustración dependería de factores tales como: • La importancia para el individuo de la conducta frustrada. • Grado de interferencia sufrida. • Número de experiencias previas de frustración. La liberación de dicha energía es reforzante para el individuo que experimentaría un alivio. Cuando un individuo, a través de sucesivas experiencias frustrantes, acumula energía agresiva, esta puede desplazarse de la persona que genera la frustración a una segunda persona. La probabilidad de que esto ocurra depende, de acuerdo con los principio del aprendizaje operante, de la similitud entre ambos estímulos, es decir, de la similitud entre la persona frustrante y su posible sustituto. Miller reconoció que la frustración no producía necesariamente la agresión pero que sí podía ser una causa de esta. La hipótesis frustración-agresión debe enfrentarse a un conjunto de trabajos que no la confirman. Otros autores han hallado, que la frustración no solo no incrementa, sino que decrece la agresión. La relación directa frustración-agresión probablemente no existe, pero los psicólogos sociales han estudiado un conjunto de factores situacionales que, en muchos casos, pueden mediar entre uno y otro fenómeno, pasando desapercibidos al observador, que cree ver un vínculo directo entre frustración y agresión. 1. Procesos situaciones intermedios en la relación frustración-agresión Los primeros estudios empíricos situacionales importantes de Berkowitz fueron un conjunto de experimentos encaminados a demostrar la existencia de esos elementos situacionales que determinan la agresión en situaciones aversivas y particularmente en las frustrantes. Berkowitz supuso que ciertos objetos o personas pueden convertirse en estímulos que provocan respuestas agresivas impulsivas debido a aparecer asociados, en la vida cotidiana, a la violencia. Berkowitz y otros investigadores han lelvado a cabo un número importante de experimentos, que con ligeras variantes, siguen el mismo modelo: provocación de la víctima → indicios situacionales → oportunidad de agresión del sujeto hacia la víctima. En él trataron de mostrar que bastaba un indicio situacional para que, si estas se asociaban a la víctima, se incrementara la agresión. En la actualidad, el propio Berkowitz ha reconocido que este indicio solo puede generar agresión en determinados sujetos, dependiendo de us interpretación de la situación y su experiencia previa con armas. En conclusión, los factores situacionales pueden incrementar la agresión en personas normales. Carlson: cuando a los sujetos se les había provocado un estado afectivo negativo y a otros un estado afectivo neutro, los factores situacionales aumentaban la agresión. El hecho de que el efecto situacional se produzca también en sujetos con un estado emocional neutro muestra que la agresión no es la resultante de un impulso agresivo emocional facilitando por ciertos indicios situacionales, sino que los indicios situacionales actúan exclusivamente a nivel cognitivo, provocando mediante un efecto de primacía pensamiento e imágenes relacionadas con conductas agresivas. Berkowitz ha modificado su modelo: una situación aversiva o frustrante provoca simultáneamente una emoción negativa (miedo o enfado) y diversas reacciones conductuales; de nuevo la situación es clave para determinar una reacción de miedo y huida o una reacción de enfado y agresión.
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