La Generación del 27: Características, Autores y Obras Principales, Resúmenes de Lengua y Literatura

¡Descarga La Generación del 27: Características, Autores y Obras Principales y más Resúmenes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! TEMA 6: LA GENERACIÓN DEL 27: CARACTERÍSTICAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES. 6.2 La tendencia a la deshumanización en la poesía de la generación del 27. Poesía pura, vanguardista, neopopular, clasicista… Autores y obras más destacables. La Edad de Plata es un periodo que transcurre de 1880 a 1936, en el que un conjunto de escritores brillantes de alta calidad escriben a la vez, aunque en distintas líneas o movimientos, en las que se incluye la Generación del 27. Se agrupan dentro de este periodo por excelente calidad de literatura, que recuerda a la Edad de Oro española, pero también porque toda literatura esta condicionada por un contexto histórico, en este caso la pérdida colonial del 98, la Primera Guerra Mundial y el atraso del país, además de la influencia marxistas y anarquistas. Los primeros pasos de la mayoría de los poetas que forma. Esta generación los dan bajo el apoyo y magisterio de Juan Ramón, que por aquellos años ya se había adentrado en el camino de la poesía. Según Damaso Alonso, la palabra mágica de aquellos primeros años era asepsia. Una asepsia emocional. Libros como Seguro azar (1929) de Salinas o Aire Nuestro de Guillem son un buen ejemplo de esta inclinación deshumanizada. En ellos la herramienta artística por excelencia es la metáfora audaz y nueva, que han aprendido de Ramón Gómez de la Serna. Por ello muchos poetas al principio son próximos alas vanguardias. Paralelamente y haciendo honor a ese gusto de los poetas del 27 por conjugar modernidad y tradición, surge en ellos una veta popular que bebe de lo tradicional. Se combinan la emoción y la métrica popular con las nuevas metáforas y el aire nuevo de las vanguardias. Es lo que Guillem llamó poesía compuesta. Por otra parte, el deseo de perfección formal será uno de los motivos que los acerquen a los clásicos. Utilizan formas estróficas tradicionales, como hace Gerardo Diego en Versos humanos (1925). En este sentido, es necesario recordar su fervor por la obra de Góngora, en la que veían la creación de un lenguaje especial para la poesía, alejado del uso corriente, una especie de subcódigo artístico muy cercano a la teoría de Ortega y su concepto de arte para minorías. EL libro más destacable es Cal y Canto, donde Alberti utiliza procedimientos formales de gran poeta, barroco: cultismo, elipsis, estrofas y rimas gongorianas entre otros. Finalmente un joven poeta tutelado por muchos escritores del 27, Miguel Hernández, mostrará esta fascinación gongoriana en su primer libro Perito en lunas (1933): libro imaginario mitad barroco, mitad ultraísta, compuesto en octavas reales y soentos. Una maestría entre clásica y moderna que repetirá en El rayo que no cesa (1935) donde ha asimilado ya toda la fuerza