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El Apego: Tipos, Causas y Desarrollo en la Infancia y Adolescencia - Prof. Dopico, Apuntes de Desarrollo de Personalidad

Una revisión de la teoría del apego, su relación con la seguridad emocional en la infancia y cómo se manifiesta en la adolescencia. Se incluyen conceptos básicos, teorías evolucionistas y la importancia de las interacciones entre bebés y cuidadores. Se discuten los diferentes tipos de apego y cómo influyen en el desarrollo posterior.

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 02/11/2019

cguinazu
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¡Descarga El Apego: Tipos, Causas y Desarrollo en la Infancia y Adolescencia - Prof. Dopico y más Apuntes en PDF de Desarrollo de Personalidad solo en Docsity! CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN TEMA I: EL COMIENZO DE LAS RELACIONES AFECTIVAS Preguntas: 1. ¿Con quién se establecen las primeras relaciones afectivas? Entre los bebés y los padres. Madre. O con el cuidador primario. Aquellas personas que pasan la mayor parte del tiempo con el niño. 2. ¿Cuándo surge esta primera relación afectiva? Si es con la madre, desde la gestación. Si es con el cuidador primario, desde el momento del nacimiento. 0-3 años (APEGO). 3. ¿Por qué es importante esta primera relación afectiva? Porque sobre ellas es altamente probable que se construyan el resto de las relaciones sociales de la vida de la persona. Índice: Veremos la relación de apego de un niño dependiente con un adulto. 1. La noción del apego: qué es, cómo se manifiesta, criterios para evaluarlo. 2. Una revisión de la teoría del apego: la perspectiva evolucionista-etológica. Contribución de John Bowlby y el legado de Mary Ainsworth. 3. Conductas parentales que se relacionan con el apego. 4. ¿con quién se establece la relación de apego? 5. Curso evolutivo del apego: cómo se va a desarrollar, cuándo se desarrolla, etc. 6. ¿Cómo es la relación de apego en los años posteriores?: cómo va cambiando. 7. Efectos de la derivación temprana. LECTURA 1 y video de estudio. 1. LA NOCIÓN DEL APEGO: Los bebés son criaturas sociales, porque la naturaleza nos ha dotado de conductas y señales que nos permiten interactuar con los otros. Es decir, los bebés presentan conductas que facilitan la comunicación cuidador-bebé, tales como: o Llanto→ asegura que la persona que está cerca se acerque a él para cubrir sus necesidades. Nos transmite su estado emocional, lo que permite que nos acerquemos a él. o Sonrisa→ nos atrae, nos provoca ternura. No es una sonrisa social (a partir de los 2 meses). o Succión→ ya sea amamantamiento o biberón, etc. Es un momento de contacto físico entre cuidador y bebé. Un momento de comunicación, de empezar a “conocerse”. o Llamada→ sonidos que atraen al cuidador, que hacen que se acerque. El hecho de que el otro le preste el lenguaje le permite al bebé acogerlo y empezar a “aprender”. o Aferramiento→ el agarrarse. Reflejos de recién nacido, que para nosotros es importante pues permite el contacto. A medida que esa presión refleja se convierte en intencional tiende hacia el abrazo, etc. Para llamar o conseguir la atención del cuidador. o Seguimiento→ los recién nacidos siguen estímulos a través de la visión, nos buscan con la mirada. Este tipo de conductas que la mayoría de recién nacidos traen de nacimiento nos permiten el acercamiento a ellos. Además, existe una serie de procesos psicológicos innatos en los bebés, que permiten que éstos vayan seleccionando a sus figuras de apego. Estos son: o Tendencia innata a orientarse hacia determinados estímulos: si nosotros a un recién nacido le presentamos a nivel visual dos estímulos (coche o cara), provocarán una preferencia (cara). O voces y música... siempre preferirá aquellos estímulos procedentes de lo humano. También puede aprender y discriminar a través del contacto (voz madre o voz de cualquiera, preferirá pasar más tiempo con su madre). o El aprendizaje discriminativo por contacto. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN o La preferencia por lo ya conocido o familiar. Los bebés aprenden cosas importantes sobre los primeros cuidadores (por repetición), lo que ayuda a seleccionar a sus futuras figuras de apego (Olor materno, voz, etc.) Este tipo de respuestas sociales, son respuestas sociales indiscriminadas: no ajustan el comportamiento a una persona determinada. Los recién nacidos no son capaces de distinguir a la persona (la visión no está todavía desarrollada, al contrario del resto de sentidos, ya funcionales antes del nacimiento). Su comportamiento no está ajustado a sus futuros cuidadores. Cuando esto empieza a cambiar ya podremos hablar del apego., es decir, cuando las respuestas son discriminadas, dirigidas hacia una persona concreta. ¿Qué es el apego? → es un lazo afectivo, duradero en el tiempo y que se produce al menos con una persona específica. Este concepto incluye muchos componentes. Componentes: - Sociales: es una relación social entre un niño dependiente y un cuidador. - Emocionales: en esta relación están implicados sentimientos y emociones que permiten al cuidador averiguar qué le ocurre al bebé, qué quiere. - Cognitivos: modelos de trabajo interno (Bowlby). La representación que el niño tiene sobre sí mismo, sobre el otro y sobre la relación. Las expectativas, las creencias, los pensamientos, las ideas que tiene sobre lo que hace él en esa relación, sobre lo que hace el cuidador y sobre lo que hacen ambos. - Conductuales: el apego se manifiesta a través de conductas, las cuales nos indican qué tipo de relación de apego tiene el niño con su cuidador. ¿Por qué es importante? Permite a los bebés aprender cosas importantes sobre sí mismos y los demás, lo que va a repercutir en su salud emocional y en su desarrollo social y de la personalidad. (Sobre todo los componentes cognitivos). El bebé, a través de la repetición de experiencias vividas en esta relación, se crea expectativas e ideas, se va creando un modelo de trabajo interno respecto a la relación con los demás. Aparecerán entonces representaciones mentales de la relación más positivas o menos positivas. Esta relación, en la mayoría de los casos, se fomenta con los padres. (Cuidadores principales). Asegura la supervivencia del niño. Al nacer, el bebé está totalmente indefenso y necesita de alguien que le ayude con todo (alimentación, temperatura, alivio de los niveles de estrés..., etc.) ¿Cómo se manifiesta el apego? o Por un lado, cuando los niños se han apegado a un cuidador principal (FA: figura de apego), utilizan a esa FA como refugio seguro. Es decir, cuando los niños están en situación de peligro (estrés, incomodidad, enfermedad, miedo) busca el contacto con la FA, necesita su proximidad (6-8 meses). o Cuando sonríen o están tranquilos al estar acompañados de determinadas personas. o Cuando FA se va y lloran. Cuando FA regresa y muestran alivio. o Utilización de la FA como base segura para explorar. A medida que los niños van creciendo exploran, lo cual es muy sano (hay que dejarles espacio para ello, además de prestar atención a esa exploración, claro). Cuando el niño explora también necesita sentirse seguro, por lo que hace una exploración periódica (busca cada tanto al FA) Criterios para evaluar el apego: 1. Búsqueda de proximidad: señales (llanto, sonrisa, etc.) y conductas ejecutivas (los propios niños toman la iniciativa: gateo hacia FA, agarrar, etc.) 2. Especificidad: comportamiento diferencial. El niño muestra un comportamiento diferente ante la FA y las demás personas cuando busca proximidad. 3. Estabilidad: el apego se mantiene a lo largo del tiempo. 6 meses, 10 meses, 1 año, 3 años... CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN Estudios: Bowlby teorizó todo lo anterior a través de sus investigaciones y lecturas. Sus teorías se han podido probar a través de entrevistas con adultos a los que se les pregunta cómo han sido sus experiencias con sus cuidadores principales. A partir del año 2007 se han comenzado a hacer investigaciones con bebés para comprobar si a partir de determinadas edades se tienen estos modelos de trabajo interno. Utilizarán una técnica de habituación visual. Consiste en presentar un E repetidas veces hasta que deje de dar R. Cuando ya me he habituado a ese E, se podrán presentar otros EE y ver si presento un comportamiento diferencial o no. En la imagen observamos dos elipses: una grande y roja y otra azul y pequeñita. La mamá y el bebé están juntos. La mamá va subiendo la pendiente y se separa del bebé. Entonces, el bebé empieza a rebotar y se activa un llanto. Esto se presentará a bebés de entre 12 y 16 meses hasta que se habitúan. Los investigadores irán controlando el tiempo de fijación visual. Se lo van presentando hasta que los bebés dejan de prestar atención. Esto quiere decir que el bebé ya ha procesado la información. Una vez visto este episodio se presentarán los sucesos de prueba. 1. Cuidador responsivo. El video comienza igual que acabó el otro y la mamá lo que hace es acercarse al bebé, regresar. 2. Cuidador no responsivo. La mamá se aleja más todavía. Cada video se presenta dos veces de manera contrabalanceada. Y se mira el tiempo de fijación visual. Antes de enseñarles los videos, los investigadores cogieron a los bebés y observaron qué tipo de apego tenían con sus cuidadores principales y los clasificaron en “bebés con apegos seguros” y “bebés con apegos inseguros”, es decir, con representaciones mentales distintas. →Los bebés que tenían apegos seguros miraban durante más tiempo el video de la mamá no responsiva. A medida que van creciendo, los bebés prefieren mirar lo novedoso, aquello que es inconsistente con sus expectativas). Este video les sorprende y por ello miran más tiempo esa situación. →Con los bebés con apegos inseguros no existen diferencias de fijación visual. Este tipo de comportamiento de los bebés indica a los investigadores que desde muy temprano los bebés a través de sus experiencias cotidianas son capaces de formarse esas representaciones mentales. Es decir, los bebés crean representaciones mentales sobre la relación de apego. B. EL LEGADO DE MARY AINSWORTH (1913-1999): Trabajó con Bowlby y le dio apoyo empírico al trabajo del autor. Sus trabajos los hizo, además, en diferentes culturas (Uganda y EEUU). Sus aportaciones fundamentales fueron: • El apego es universal→ en todas las culturas se forma el apego. (Todos lo niños, incluso los maltratados, formarán vínculos afectivos. Lo que será distinto será la calidad del apego). • Describe el curso evolutivo del apego. • Clasifica las interacciones entre cuidadores y bebés en función de la seguridad que obtiene el bebé, lo que nos permitirá distinguir los distintos tipos de apego del bebé. Es decir, clasificó los patrones de interacción M-B de acuerdo con la seguridad que consigue el bebé. • Relaciona el tipo de cuidado que da el cuidador principal con el tipo de apego que tendrá el bebé. Observará que el cuidado sensible y responsivo será el responsable de que los niños formen un apego seguro. Es decir, repercutirá en la calidad del apego. • Desarrolló un método de observación y codificación conocido como la situación extraña. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN LA SITUACIÓN EXTRAÑA Este método de observación se suele utilizar con bebés entre los 10 y 24 meses, aproximadamente. Se observa el comportamiento de los bebés con los cuidadores. Como reaccionan los niños ante la presencia o ausencia de sus cuidadores. Esta situación extraña cuenta de 8 episodios y lo que se intenta crear en estas situaciones es estrés en el bebé, para que el niño ponga en marcha conductas de proximidad con sus cuidadores. Mediante estas situaciones de estrés se pretende activar el sistema de apego. En la sala estará la mamá, el bebé y una persona extraña que aparecerá posteriormente. Mientras, hay unos observadores detrás de un espejo bidireccional. Los episodios son los siguientes: 1. La madre y el bebé entran en la sala. La madre interesa al bebé en los juguetes 2. La madre se sienta y permite que el bebé explore y juegue libremente. 3. Entra una persona extraña y se sienta. Después habla con la madre y poco a poco interactuará y jugará con el bebé. Se mide el miedo que siente ante los extraños, es decir, como reaccionan ante la presencia de alguien que es extraño para ellos. 4. La madre sale y la extraña permite al bebé jugar solo, pero es responsiva ante los intentos de interacción del bebé. Se mide la ansiedad que sienten los niños ante la separación. 5. La madre llama al bebé desde fuera, entra y se queda junto a la puerta. La extraña se va. La madre intenta que se re-interese por los juguetes. Se mide la reacción ante el reencuentro. 6. La madre deja solo al bebé. Volvemos a medir la ansiedad de separación. 7. La extraña regresa, se sienta y si el bebé está alterado intenta consolarlo. Volvemos a medir el miedo ante el extraño y si es capaz de ser consolado por una persona desconocida. 8. Se repite el episodio 5 del reencuentro. A partir de cómo reaccionan los bebés ante esas situaciones, Ainsworth fue capaz de clasificar los diferentes tipos de apegos. o Bebés seguros. o Bebés inseguros→ bebés inseguros evitativos y bebés inseguros ambivalentes-resistentes. Main y Solomon añadieron el apego inseguro desorganizado-desorientado. MODALIDADES DE APEGO (según sus reacciones ante la situación extraña): 1. SEGUROS: el bebé entra a la habitación con su mamá tranquilo y es capaz de explorar activamente. Cuando la madre se va, el bebé deja de explorar y surge la ansiedad ante la separación, poniéndose en marcha las conductas de apego (dependiendo de cada niño, pondrá en marcha lo que le ha servido hasta el momento: llanto, correr hacia la puerta...). cuando regresa la figura de apego, se activan las conductas de apego y buscan contacto y proximidad. una vez que ya lo han conseguido y se siente tranquilo, el bebé puede volver a explorar. Ainsworth, a través de sus observaciones, se da cuenta de que existe una relación entre el comportamiento de los cuidadores y el tipo de apego. Cuidadores sensibles: Las FA con bebés seguros se dice que son figuras sensibles. Son personas capaces de responder apropiadamente a las necesidades de sus bebés, que tienen la capacidad de leer a sus niños (saber a qué corresponde cada llanto, por ejemplo). Son personas que tienen una actitud positiva hacia sus bebés, expresan afecto y emociones positivas hacia el niño. Sincronía: estructuran las interacciones recíprocas y suaves con el niño. Mutualidad: estructuran interacciones en las que el cuidador y el niño atienden a lo mismo. Apoyo: atienden estrechamente y proporcionan apoyo emocional a las actividades del niño. Estimulación: dirigen frecuentemente acciones hacia el niño. Los animan a que hagan cosas. → Estos cuidadores permiten que sus niños tengan seguridad en las relaciones. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN 2. INSEGURO-EVITATIVO: cuando la madre está presente, los niños se suelen mostrar pasivos o indiferentes, no comparten la situación con la mamá. Cuando se va la FA, apenas sienten ansiedad ante esa separación y tampoco se muestran muy inquietos antes los extraños. Cuando regresa la FA, estos niños evitan el contacto (no se acercan corriendo como los otros ni están llorando), de hecho, miran hacia otro lado. Esto no significa que los niños no busquen ni necesiten seguridad y apoyo, simplemente han aprendido que sus padres no son responsivos a sus necesidades. Cuidadores no responsivos: a. Cuidadores rechazantes/impacientes: Algunos cuidadores son muy impacientes con sus bebés (que a veces dan problemas, que son exigentes...), no tienen paciencia. Son poco sensibles a sus señales, a veces no se dan cuenta de sus señales. Suelen expresar sentimientos negativos acerca de sus hijos. Parecen encontrar poco placer al estar en contacto con ellos. Son cuidadores rígidos, egocéntricos que tienden a rechazar a sus bebés, incluso el contacto físico (no consideran que sea relevante demostrar el afecto mediante el contacto). b. Cuidadores sobreprotectores: Son cuidadores demasiado entusiastas. Proporcionan altos niveles de estimulación, incluso cuando los niños no lo requieren. Si no les ponemos límites a los niños, éstos no los van a aprender. Si no hay limite en el comportamiento del niño, éste no sabrá comportarse bien en situaciones sociales. En un momento, habrá de enfrentarse a la realidad y comenzarán las comparaciones. El niño se dará cuenta de que quizá no es tan bueno como sus padres le han hecho creer. En los colegios→ los padres se creen con el poder de decirles a los maestros cómo tienen que enseñar a sus hijos. Esta involucración parental puede acabar en una forma de acoso escolar. *Hemos de tener en cuenta que cada niño nace con su temperamento (hay niños más fáciles y niños más difíciles), así como los cuidadores tienen sus historias y “no vienen con un manual debajo del brazo”. 3. ISEGURO-AMBIVALENTE-RESISTENTE: los niños, cuando entran en la habitación, no exploran. Cuando las figuras de apego se ausentan, los niños tienen una ansiedad muy alta por la separación, sufren mucho y en algunos casos hay que parar el experimento. Además, sienten mucho miedo ante el extraño. Cuando regresan las figuras de apego, buscan la proximidad, pero cuando consigue que la mamá le de un abrazo, está tan enfadado que se gira. Necesitan esa protección de su cuidador, pero, por otro lado, como lo que han vivido es que a veces se lo dan y a veces no, están enfadados. Cuidadores no consistentes: su conducta depende mucho del humor que tenga ese día. Los cuidadores no se comportan de un modo consistente en el cuidado del niño (se comportará con entusiasmo o indiferencia dependiendo del humor). La mayoría de las veces son insensibles. A veces se comportarán alegres, animados y atentos, y otras enfadados y distantes. Tienen comportamientos contradictorios. Por eso, estos niños tienen este comportamiento ambivalente; por un lado, necesitan el contacto con su cuidador, pero, por otro lado, no saben si lo van a recibir o no. 4. INSEGURO-DESORGANIZADO-DESORIENTADO: con estos niños parece como si tuvieran una falta de estrategias, es decir, no son capaces de tener unas estrategias organizadas para conseguir la protección de los cuidadores. Viven como un estado de confusión, no saben muy bien lo que tienen que hacer. Por ello, sus conductas ante la ausencia del cuidador son impredecibles y sus respuestas, confusas, ante el extraño. Esto no significa que no desenvuelvan sus conductas de apego, sino que serán desorganizadas e impredecibles, dependiendo de las experiencias que haya vivido el niño y de lo que considere efectivo o no. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN - 21% apego inseguro de evitación - 14% apego inseguro ambivalente-resistente Metaanálisis (2000) muestra datos semejantes → 39 estudios de 8 países Apego desorganizado desorientado (inseguros): especialmente en familias con problemas. - Main y Solomon: 13% - Spieker y Booth: 28% en familias multiproblema que reciben servicios de apoyo. - Lyons-Ruth y otros (1990): 54% en niños con madres depresivas graves, escasos recursos y sin servicios de apoyo. - Carlson y otros (1989): 82% en los niños maltratados. A medida que aumentan los problemas, aumenta la presencia de este apego (juego, pobreza, alcohol) NOTA: La conducta de los niños en la situación extraña es similar a lo largo de diversas culturas (China, diversos lugares del oeste de Europa y de África) PERO también existen diferencias. Aunque el apego seguro es casi siempre el más predominante, se han observado discrepancias en los apegos inseguros: - En Alemania la mayoría tienen apegos inseguros evitativos. - Japón tiene pocos apegos evitativos y más ambivalentes resistentes. - En EEUU las diferencias no son significativas. Es muy importante tener en cuenta las prácticas de crianza de cada cultura (normas sociales para criar a nuestros hijos). Lo que para nosotros es lógico, hay que saber interpretarlo en otros países. En Alemania los padres fomentan la independencia para que se valgan por sí mimos cuanto antes, en edades muy tempranas. Por eso los niños van más a su bola, y tienen esa clase apego. En la cultura japonesa son muy reacios a que los niños sean cuidados por otras personas que no sean los padres. Por este motivo, ante la situación extraña, pueden mostrar un apego inseguro ambivalente. Tenemos un problema porque la mayoría de los estudios son en EEUU, con muestra blanca y clase media. Hay muchas culturas que no se están estudiando. La sociedad occidental tiene unos rasgos comunes y en investigaciones futuras hay que plantearse abrirse a otros países (aunque no sea fácil). Sensibilidad: dimensión más relacionada con el apego seguro. Capacidad de responder de una manera rápida y adecuada al niño, ayudándole cuando se hace necesario en situaciones de peligro y estrés (angustia). Los más rápidos en ayudarles no tienen por qué ser los más sensibles ya que es muy importante tener en cuenta las edades de los niños: si es un bebé llora porque tiene hambre, frio o dolor y hay que atenderles rápido; pero si seguimos así cuando crecen, los bebés no van a entender que tienen que regular su conducta, y nadie les enseñará a controlar su comportamiento (lloran → reciben). A medida que los niños van haciéndose mayores tras los primeros meses, tienen que aprender a esperar para controlar las emociones y el estrés mediante otras estrategias (según el momento y la edad indicada). En vez de ponerse a llorar deben usar su lenguaje interno (relájate que mamá va a llegar → control interno característico de los adultos). ✓ Cuando la respuesta es adecuada temporalmente permite a los bebés mayores autorregular las emociones y desarrollar estrategias de manejo (coping). ✓ Ayuda a manejar la angustia del bebé, permitiendo la exploración. ✓ Consolida el sentido de eficacia del niño, tanto respecto a sí mismo como a los demás. Al ser sensibles y suplir sus necesidades, se intensifica su sentido de valía. Relación entre sensibilidad materna y apego seguro: Intentan entrenar a mujeres para que se conviertan en madres más sensibles. Son madres en riesgo de exclusión social por su situación socioeconómica, y bebés con más carácter de lo normal. • Grupo experimental: se les expuso a 3 sesiones de entrenamiento de 2 horas por semana donde se les instruía para ser sensibles. Aprendían a percibir las señales de su bebé al mirarlo, a saber qué les estaba indicando, y qué era exactamente lo que quería. Por último, se les CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN informaba de cómo ejecutar una respuesta adecuada, ya que no todo el mundo conoce los métodos de actuación. • Grupo control: no realizaron el curso de entrenamiento. Resultado: una vez se completó el entrenamiento, observaron cómo los bebés del grupo experimental se mostraban más sociales, con exploraciones más sofisticadas. - EL 62% del grupo experimental formó un apego seguro con el cuidador - Solo el 22% del grupo control tuvo apego seguro Además, las madres más sensibles seguían manifestando esa conducta posteriormente, sus niños seguían teniendo ese apego en la adolescencia y edad adulta, y sus relaciones de iguales era mejores (con profesores, …) que en el caso del grupo control. Conclusiones: la sensibilidad del cuidador causa la relación de apego seguro, no es solo una correlación simple. El cuidador sensible se puede enseñar, aprender, y tener efectos positivos. 4. ¿CON QUIÉN SE ESTABLECE LA RELACIÓN DE APEGO? En la mayoría de los casos, los padres (M y P) se convertirán en los cuidadores primarios y principales. Esto no es obligatorio, aunque es verdad que el apego es un lazo biológico. Se formará el apego siempre y cuando esos padres sean los cuidadores habituales (todos los días le ofrecen al bebé cuidados). En la medida en la que el padre/madre sea el cuidador habitual se convertirá en la FA. El niño también puede establecer este lazo afectivo con otros cuidadores habituales con los que comparta un lazo biológico. Tradicionalmente se creía que había un sesgo innato hacia la madre y que una vez ya había establecido esos lazos con su madre, ya podría establecer el resto de lazos afectivos con los demás. Pero hoy sabemos que el bebé puede establecer relaciones de apego con distintas figuras, las cuales estarán jerárquicamente ordenadas -habrá un cuidador principal, al cual preferirá bajo ciertas circunstancias- . El bebé puede obtener seguridad de todas ellas, pero bajo ciertas circunstancias prefieren unas frente a otras -situaciones de peligro o estrés-. El cuidador primario, el que le ofrece los cuidados regulares, es el que llegará a ser la figura preferida de la jerarquía. La relación con el PADRE Se ha dejado olvidado el papel del padre con el niño. Esto quizá se debe a la visión tradicional de la familia, en cuya dinámica la mujer se quedaba en casa -con los niños- y el hombre se iba fuera a trabajar. Apenas hay padres que cumplen el papel de figura principal del apego. Es importante que la ley nos ayude a que cambiemos la perspectiva y veamos que los hijos son tanto de la madre como del padre. Este ultimo no es un compañero que te ayuda sino tu igual a la hora de cuidar a los hijos. La relación de apego hacia al padre y la relación de apego hacia la madre son relaciones independientes. El niño puede formar un vínculo seguro con el padre y uno inseguro con la madre o al revés. No necesariamente se forma el mismo vinculo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, ambos padres suelen tener la misma relación de apego. El cuidado sensible y adecuado por parte del padre, evidentemente, predice un apego seguro. Aunque el grado de predicción es menor en el caso del padre que en el de la madre (si las madres son sensibles, hay una alta probabilidad de que el apego sea seguro). Se produce más o menos al mismo tiempo que con la madre. El cuidado adecuado de los padres predice un apego seguro. La relación de apego es diferente a la establecida con la madre: • Tiempo: Los padres suelen pasar menos tiempo con los bebés que las madres. Estudios muestran que el 90% de las veces son las madres las que se levantan por la noche. Incluso hay estudios en los que se ve que aunque el padre esté en casa el tiempo que pasa es menor al tiempo que pasa la madre con el bebé. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN • Comportamiento: normalmente, lo que se observa cuando se mira como se comportan los bebés y que papel cumplen los padres y madres con sus hijos, se ve que: - Las madres pasan más tiempo y que ese tiempo que pasan lo dedican al cuidado primario (le dan seguridad, cariño, confort...). - Los padres, el tiempo que están con sus bebés, lo dedican más al juego, a la exploración activa. Los padres fomentan la exploración segura, les desafía y motivan más a jugar de una madera más madura. Ayudan activamente a que el niño permanezca motivado, teniendo en cuenta el punto de vista del niño cuando da explicaciones o hace sugerencias. Esto está cambiando. A veces los roles están invertidos y los comportamientos son justamente distintos. Si el padre es el que pasa más tiempo en casa, también es el que se dedica más a los cuidados primarios y con la madre pasaría lo contrario -juego- (si ella está más tiempo en el trabajo, etc.). Aun así, da igual que lo que fomente uno sea la seguridad y otro la exploración; ambos comportamientos son importantes para que los bebés establezcan relaciones de apego sanas. Es decir, la madre y el padre pueden cumplir papeles diferentes, pero igualmente influyentes. Otras figuras de apego Los bebés y niños pequeños también establecen relaciones de apego con sus hermanos, abuelos, padrastros, objetos inanimados... Las relaciones de apego múltiples son normativas y de hecho vienen bien en caso de que se pierda una de ellas. Aunque el apego sea un lazo biológico no es obligado que sea con los padres, depende del tipo de experiencias, etc... ¿Cómo y cuando los cuidadores se convierten en figuras de apego? Para que un niño desarrolle apego hacia otra persona dependerá del papel que tenga esa persona en la vida del niño. Dos tipos de experiencia: 1. Duración de la asociación→ se necesita un tiempo para que se forme el apego emocional. 2. Contexto donde se produce la interacción→ si la persona con la que interactúa el bebé le da seguridad o apoyo cuando lo necesite. Personas como iguales, momentáneas, cuidadores de guardería... no suelen convertirse en figuras de apego porque cuando desaparecen las consecuencias en el comportamiento del niño no son tan graves como cuando desaparece la FA principal -el niño sufre, se deprime, etc.-. Diferentes formas en la cual los múltiples apegos pueden impactar en el desarrollo ¿Quién tiene el papel más importante? ¿Quién es el responsable de nuestro desarrollo posterior?: 1. Modelo de la monotropía: la figura principal del apego es la única que tiene impacto en el desarrollo de la personalidad. Bowlby: la madre. Relación cualitativamente diferente al resto. Este modelo se ha superado y descartado. 2. Modelo de la jerarquía: el apego a una figura principal, que generalmente sigue siendo la madre, es el mejor predictor para nuestro desarrollo futuro. Las relaciones con otras figuras de apego, que no son las principales, pueden hacer contribuciones más débiles. Sigue insistiendo en la importancia de 1 FA. 3. Modelo de la independencia: todas las relaciones de apego que creamos en nuestra vida son importantes para nuestro desarrollo posterior, pero cada una de ellas puede influir en dominios diferentes de nuestra vida, en un dominio específico del desarrollo. Depende del contexto de la interacción relacional. Influyen en diferentes aspectos de nuestro desarrollo. Por ejemplo: juego, alivio del estrés... 4. Modelo de la integración: La calidad de las relaciones de apego en su conjunto predecirán los resultados óptimos. Si formamos lazos afectivos de buena calidad, nuestro desarrollo posterior será “positivo”. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN Adolescencia→ los amigos van ganando puestos en la jerarquía de las figuras de apego. En la juventud, los amigos y la pareja están al mismo nivel. Se necesita más autonomía, más exploración... por lo que los amigos ocuparán un lugar importante en la seguridad, aunque los padres sigan siendo las figuras a las que busquen los adolescentes en momentos de estrés o miedo. Etapa adulta→ Buscamos que la otra persona nos ayude a tener unas buenas capacidades para que nosotros mismos podamos conseguir la seguridad cuando nosotros la necesitemos. Las FA en la adultez no serán personas con respecto a las cuales desarrollemos dependencia. Tendremos una relación simétrica. La pareja estable se convierte en la FA principal. Senectud→ los hijos pueden ser la principal fuente de apego junto al cónyuge si este aun viviese. No tanto FA de nuestros hijos, sino al revés, pues serán los que nos cuidarán y darán seguridad. 6. ¿CÓMO ES LA RELACIÓN DE APEGO EN LOS AÑOS POSTERIORES? Parece que existe una cierta continuidad en los patrones de apego. Los estilos de apego que vamos formando en la infancia tienen unas implicaciones en nuestro desarrollo posterior, aspectos de nuestra vida se ven influidas por los patrones de apego. Por ejemplo: Las investigaciones indician que existe una cierta continuidad en los patrones de apego→ los estudios longitudinales demuestran que las diferencias individuales en las relaciones de apego representan características principales en el desarrollo y adaptación desde la infancia hasta la edad adulta. Los niños que han tenido apegos seguros es más probable que: • Desarrollen modelos de trabajo interno más positivos →confiaremos más en nosotros (y en los demás) • Expresen emociones de modo más apropiado y comprendan mejor las emociones de los otros. • Desarrollen relaciones más intimas y armoniosas con sus iguales • Que tengan una imagen positiva de sí mismos • Que alcancen niveles académicos superiores. Lo que sí está claro es que es verdad que los primeros vínculos emocionales que formamos con nuestros cuidadores principales tienen un efecto en nuestro desarrollo posterior, el cual no podemos decir que esté ligado solo a ello. Es decir, tanto la historia de apego como las experiencias actuales son importantes en la continuidad. EJEMPLO: si hay problemas económicos en la familia, puede haber cambios en el comportamiento de los cuidadores y en las condiciones, pudiendo cambiar los modelos de apego. La continuidad se mantiene en la medida en la que se mantengan los factores externos, los cuales, si cambian, pueden ayudar a que cambien los modelos de apego actuales. El apego en la adolescencia y edad adulta La evaluación del apego se centra en la seguridad que obtiene el individuo. Es decir, si somos personas seguras o inseguras en una relación. En la adolescencia y edad adulta, la evaluación del apego se centra en la seguridad del individuo (persona segura o insegura) antes que en la seguridad de una relación específica. Adult Attachment Interview (AAI)→ evalúa la visión que tenemos de nuestras experiencias de apego, no de lo que fueron, sino como hemos organizado los recuerdos de la relación de apego en nuestra mente. Evalúa también el modelo de trabajo del apego actual. Estas entrevistas miden en base a los recuerdos que tenemos preguntando sobre los apegos que hemos tenido con nuestros padres o evaluando el apego actual que tenemos hacia un amigo, pareja o persona íntima. Estas entrevistas duran, aproximadamente, una hora: CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN • Se pide que se describan las relaciones tempranas con los progenitores y vemos como se organizan los recuerdos y experiencias de apego. • La forma de percibir y sentir la confianza y la seguridad • Se pregunta sobre la importancia que tienen las relaciones de apego y su influencia en las relaciones interpersonales y en la edad adulta. En función de cómo puntuemos, tendríamos cuatros prototipos de apegos: 1. Apegos seguros→ puntúan bajo en ansiedad, no son dependientes de las personas y no evitan las relaciones. Son autónomas.... 2. Apego preocupado→ personas que tienen una alta ansiedad, son muy dependientes de los otros, muy preocupados porque los otros los dejen de querer, además de que puntúan alto en la aproximación, les gusta estar cerca de los otros. 3. Apego temeroso→ puntúan alto en ansiedad y alto en evitación. Son personas que tienen miedo a las relaciones afectivas. Por un lado, son muy dependientes de las personas, pero las evitan por miedo. 4. Apego rechazante→ puntúan bajo en ansiedad, no son nada dependientes del resto de las personas, y puntúan alto en evitación, no dan importancia a los vínculos afectivos. Hablamos de grados. No somos clasificados dentro de un patrón de apego como los niños. Una misma persona adulta puede puntuar en diferentes dimensiones, acercándose más a un modelo o a otro, pero ya no hay modelos puros. Por todas las experiencias vividas, es difícil encajarnos en una categoría de apego. 7. EFECTOS DE LA DEPRIVACIÓN TEMPRANA Para estudiarlos, no hay investigaciones controladas, pero sí que hay situaciones reales en las que se ha estudiado a niños que han vivido en situación de deprivación→ estudios de Rutter. El autor estudia a niños que fueron adoptados en Rumanía, que venían de situaciones muy extremas, de una dictadura... Unos reporteros de la BBC observaron la situación, hicieron un reportaje y lo publicaron en la TV inglesa. Muchas familias decidieron adoptar a estos niños. La mayoría de ellos estaban malnutridos, tenían un peso y una altura menor en un 30%, el tamaño de la circunferencia de la cabeza también era menor y, además, mostraban cierto retraso mental y eran socialmente inmaduro. Los investigadores se preguntaron: • ¿Es la naturaleza humana lo suficientemente flexible para que los niños rumanos puedan sobreponerse a la extrema deprivación temprana que sufrieron? • ¿Desciende esa flexibilidad con la edad de los niños y el tiempo de deprivación? Midieron el desarrollo físico, intelectual y social a los 6 a los 11 años de 150 niños rumanos, niños ingleses adoptados antes de los 6 meses y después de los 6 meses. CLARA GUIÑAZÚ AYLLÓN El desarrollo físico e intelectual→ mejora considerablemente, tanto en términos absolutos como en comparación con niños ingleses. Había diferencias en función del tiempo que hubieran permanecido en los orfanatos: Los efectos sobre el desarrollo social eran muy dañinos, especialmente si habían sido adoptados después de los 6 meses. El 20% de los niños rumanos adoptados después de los 6 meses mostraban conductas sociales extremadamente anormales a los 6 años (grupo de comparación: 3%): • No parecían diferenciar a sus padres de adultos no familiares. • No buscaban a sus padres en situaciones que les pudieran provocar ansiedad. • Tendían a ser desmesuradamente amistosos con los extraños y mostraban un deseo excesivo de que les prestaran atención. A los 11 años, la cantidad de tiempo pasado en el orfanato seguía influyendo en el desarrollo intelectual y social: los niños rumanos adoptados después de los 6 meses mostraban déficits semejantes a los encontrados a los 6 años. Por tanto, el tiempo que duran las experiencias negativas influye en el desarrollo posterior...
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