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Inmigración Germánica en Occidente y Nacimiento de Estados Germánicos: Caída del Imperio -, Apuntes de Historia de la Edad Media

Una detallada descripción de los pueblos bárbaros que existían dentro y fuera del imperio romano, con especial énfasis en los germanos. Se abordan temas como su cultura, la influencia romana, la conversión al cristianismo y la inmigración masiva a occidente y áfrica. Además, se detalla el establecimiento de estados germánicos en el imperio romano, como el estado ostrogodo en italia y el reino de los francos en la galia.

Tipo: Apuntes

2014/2015

Subido el 22/12/2015

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antinoo_88 🇪🇸

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¡Descarga Inmigración Germánica en Occidente y Nacimiento de Estados Germánicos: Caída del Imperio - y más Apuntes en PDF de Historia de la Edad Media solo en Docsity! 1 TEMA II: LOS BÁRBAROS GERMANOS 1. Los Vecinos del Imperio 1.1. Los Germanos Primitivos Existían pueblos bárbaros tanto dentro como fuera del Imperio Romano. Dentro se encontraban los celtas en el noroeste de Hispania, en Britania y en Irlanda, mientras que fuera habitaban los escotis y los pictos más allá del Muro de Adriano (norte de Inglaterra no romanizada), las tribus germánicas del continente en el limes (límites) del Imperio y los eslavos en el norte, aunque éstos no tuvieron contacto con los romanos hasta el siglo VI. Los germanos provenían de Escandinavia, aparecen históricamente por primera vez en el Báltico y, desde allí, emigran al sur. Casi todo lo que se sabe de ellos es gracias a la obra Germania de Tácito en el siglo I. Eran una serie de tribus que habitaron en los bosques de la Galia y se dedicaban a la agricultura, ganadería, y artesanía de hierro y oro, destacando por la elaboración de sus hachas. En cada tribu existía una jerarquía social, encabezada por el jefe guerrero que era elegido de entre la nobleza (que era hereditaria), debajo de ésta se encontraban los guerreros, los libertos y finalmente los esclavos, cogidos de otras tribus rivales y que retenían para siempre o hasta que pagaran un rescate por ellos. Apenas existían diferencias entre éstos y los libertos. Eran tribus sin organización estatal, por lo que se decía que eran sociedades libres, no como los romanos. En cada tribu, los clanes tenían la obligación de defender los derechos de sus miembros y de asumir las consecuencias de sus actos y las respectivas sanciones que se le impusieran de forma unitaria si alguno de ellos cometía algún delito. Los acusados comparecían ante la asamblea, donde o realizaba una serie de pruebas, llamadas ordalías, para demostrar su inocencia o sus amigos realizaban un juramento defendiéndolo de la acusación. Tácito narra que también podían pagar una multa, la wehrgeld. Todos estos métodos se hacían para evitar el derramamiento de sangre por la venganza entre los clanes implicados. En estas tribus existía una organización conocida como Comitatus, ya que estaba compuesta por los Comes. Era un grupo de guerreros liderados por un jefe en torno al cual se agrupaban y le juraban fidelidad a cambio de que les proveyera de armas, armaduras, alimentos y les hiciera partícipe del botín de sus conquistas. Les estaba prohibido sobrevivir si el jefe moría en combate. 2 1.2. Bajo la Influencia de Roma A partir del siglo III, los germanos comenzarán a conocer la sociedad estatal por los comerciantes romanos que pasaban por la zona del limes noreste del Imperio y también porque muchos de ellos eran soldados en el ejército romano, gracias a lo cual conocieron la sociedad romana y su organización política, incluso tribus enteras acabaron participando en él alistándose como Foederati (Aliados) y viviendo en unas tierras del Imperio cedidas por el emperador llamadas Hospitalitas. En el siglo IV se cree que llegó a haber unos 600.000 ó 700.000 soldados germanos dentro del ejército, esto se debió sobre todo a que muchos romanos se negaban a alistarse, por eso el emperador recurrió a ellos. Eran recompensados otorgándoseles la ciudadanía romana y se utilizaban sobre todo para hacer de barrera contra las demás tribus germanas que atacaban Roma y contra los persas en el este. Ya en el siglo V aparecerá el cargo de Magister Militum (Jefe del Ejército), que será ocupado por un germano, Estilicón. Entre los siglos IV-V habrá una inmigración masiva de germanos al occidente de Europa y a África a causa de problemas económicos, aumento de población (ya que no había suficientes tierras para alimentarlos a todos), buscando mejores condiciones de vida, botines para enriquecerse, huyendo de tribus rivales, etc. Entre estos germanos que inmigran destaca la tribu de los visigodos, que procedían de Escandinavia y se trasladaron al sur en torno al siglo III, llegando primeramente a Dacia (actual Rumanía). Desde allí contactarán con la población helenística del Mar Negro y acabarán fundiéndose con ellos. La tribu de los ostrogodos se asentará al este de los visigodos, en las zonas de Crimea, Ucrania o Rusia, donde también entrarán en contacto con los pueblos helenísticos y con los sármatas, de quienes adoptaron el arte y el uso de la espuela para montar a caballo. El contacto con estos pueblos hará que todos estos godos acaben convirtiéndose al Cristianismo, pero no serán católicos, sino arrianos. Esto se debió a que fueron evangelizados por Ulfilas, un monje que en Bizancio aprendió griego y latín y se convirtió en miembro de esta herejía. Tradujo la Biblia al gótico creando para ello un nuevo alfabeto mezclando caracteres griegos y hebreos para así poder escribir los fonemas godos. Se cree que los jefes de estas tribus se convirtieron porque les convenía la estructura jerárquica de la Iglesia, ya que les daba más poder a ellos mismos y acabaron autonombrándose reyes. La mayoría de tribus germanas seguirán esta religión, excepto los francos, que continuarán fieles al paganismo. 5 2.3.3.La Destrucción de Bretaña Esta provincia fue la menos romanizada de todas porque fue la que más tarde se conquistó. Acaba siendo abandonada completamente por el ejército en el siglo V, hecho que aprovecharon los pictos y los escoti para saquear el norte de Bretaña (actual Escocia). Los germanos también comienzan a llegar a la isla, en concreto la tribu de los Jutos, de los Anglos y de los Sajones, entrando por los ríos de la zona oriental, sobre todo por el Humber y por el Támesis. Encontraron poca resistencia bretona durante su avance, ya que la mayoría de ellos habían emigrado a la actual provincia de Bretaña (Francia). El enfrentamiento más importante fue el que anglos y sajones tuvieron contra las tropas de un tal Artorius, aunque acabaron venciéndoles. Germanos y bretones se acabaron fundiendo, lo que causó que la población romana residente allí acabara despareciendo. El Cristianismo no era muy popular en aquella época (ya que la mayoría aún eran paganos) hasta la llegada de los sacerdotes irlandeses y romanos en el siglo VI, quienes poco a poco fueron convirtiendo a la población. Para aquella época, los germanos controlaban toda la isla, excepto Gales (aún bretona), y crearon sus propios reinos independientes: En el sur, los jutos fundaron Kent y los sajones Wessex, Sussex y Essex, mientras que en el norte los anglos hacen lo mismo con Estanglia, Mercia y Northumbria. Todos estos reinos fueron conocidos como la Heptarquía Anglosajona. A pesar de ser independientes, uno de los reyes siempre era aceptado como líder de todos los demás para mantener una unificación política y así ser más poderosos que los reinos germanos del continente, lo que suponía conflictos entre los reyes para convertirse en la cabeza de la heptarquía. 3. Los Francos en la Galia 3.1. Clodoveo, Rey de los Francos Los francos estaban formados al principio por dos tribus, la de los Salios, situados en la desembocadura del Rin, y la de los Ripuarios, situados más al norte. Todos son conocidos gracias a la obra Historia Francorum de Gregorio de Tours. El rey franco más antiguo fue Meroveo, que era salio, quien fundó la Dinastía Merovingia y luchó contra Atila en la batalla de los Campos Cataláunicos en 451. Su nieto fue el rey Clodoveo (481-511), el más importante de toda la dinastía. Derrotó en París a los últimos romanos que habitaban la Galia, donde resistían liderados por Siagrio. El rey tenía su residencia en Tournai, pero, tras vencerlos, la traslada a Soissons para así expandirse hacia el sur. Fue reconocido líder de todo el norte de la Galia gracias al apoyo de los obispos romanos, a pesar de que él era pagano, porque lo querían como defensor contra los germanos arrianos. Después se enfrentó a las tribus germánicas situadas en torno al Valle del Rin, conocidas como los Alamanes, en la batalla de Tolbiac en 496. Al principio de esta contienda, los francos iban perdiendo, 6 pero Clodoveo, influenciado por su esposa, que era cristiana, comenzó a rezar a Cristo y le prometió convertirse si ganaba, lo cual cumplió tras su victoria, haciendo lo mismo todo su ejército. El bautizo del rey se llevó a cabo en Reims, lo que le hizo ganar el apoyo el Papa, el de los galos del sur (católicos) y la oportunidad de expandirse por allí. En 507 vence a los godos que habitaban en esa zona en la batalla de Vouillé y los hace marcharse a Hispania, aunque conservaron en la Galia la región de Septimania. Tras esto, Clodoveo trasladó la capital de Soissons a París, desde donde gobernará todo su reino. Buscó que el emperador bizantino le reconociera como monarca, lo que fue concedido por éste al otorgarle el título de Cónsul, lo que significaba que Clodoveo reinaba allí legalmente y con su permiso. Tras su muerte, el reino se dividió entre sus cuatro hijos, entre los cuales hubo disputas por obtener el poder absoluto, lo cual llevó al reino a la anarquía. Finalmente, los cuatro se unen para hacer frente a las invasiones extranjeras, conquistando las regiones de Borgoña y Provenza. 3.2. La Dinastía Merovingia Los merovingios no poseían instituciones nacionales, sino que el reino era una propiedad privada del rey. Sí había una asamblea tribal constituida por francos libres que servía para defenderse del absolutismo real, pero acabó desapareciendo, al igual que la nobleza tras la muerte de Clodoveo, ya que no era hereditaria, sino que el rey otorgaba y quitaba el rango de noble cuando quería. Sólo sobreviven como un status social, ya que sus propiedades y riquezas pasaron a ser del rey, al igual que pasó con las del clero. La administración era llevada a cabo por los seguidores del rey, que poco a poco irán formando su corte. Los cargos más importantes que aparecerán en ella serán el Condestable, el Tesorero Real o el Maior Domus (Mayordomo), que era la persona más importante porque se encargaba de cuidar las casas y tierras del rey y de abastecer las necesidades cotidianas de la familia real. Si alguien de la corte cometía algún delito, eran juzgados directamente por el monarca. La administración romana desapareció prácticamente, sólo sobrevivieron algunas características en las ciudades, las cuales estaban gobernadas por los Comes, que poseían poderes políticos, jurídicos y administrativos y de los que derivarán los futuros Condes medievales. Los Dux (futuros duques) eran los jefes del ejército, poseían todo el poder militar y tenían la potestad de obligar a toda la población masculina, libre o no, a pertenecer al ejército como soldados para defender los vastos territorios del reino. Para financiarlo, el rey eliminó los impuestos directos sobre la tierra, que existían desde el reinado del emperador Diocleciano, pero conservó los indirectos sobre las transacciones, los viajes, el portazgo (entrada/salida de ciudades), el pontazgo (cuando se cruzaba un puente) y los mercados. El rey se quedaba con parte de la recaudación de todos esos impuestos y también con parte de las multas que se imponían por infringirlos, además de con el botín de las guerras, con los regalos que le ofrecía la nobleza y con las rentas de las tierras que poseía por todo el reino. 7 Con el paso del tiempo, los francos acabaron fusionándose con la población romana de la Galia, aunque esto tardó porque ambos pueblos poseían diferentes religiones, leyes, etc. A pesar de ello, siempre hubo buenas relaciones entre sus nobles por intereses económicos. La mayoría de los matrimonios solían ser de un franco con una galorromana y sus futuros hijos era más probable que llevaran nombres germanos porque, socialmente, eso daba mucho más prestigio que uno romano porque demostraba que eran descendientes del pueblo franco. Esta fusión entre ambos pueblos ya era total en el siglo VII. Fue también en este siglo cuando comenzó una debilitación del poder real debido a que nobleza y clero se unen para hacer frente a su absolutismo. En 614, ambos se unen bajo el liderazgo del mayordomo de palacio y obligan al rey a firmar un edicto que limita su autoridad y que permite a los nobles de cada territorio votar para nombrar al mayordomo que deseen para que gobierne junto a él. Estos territorios eran Austrasia, Burgundia (futura Borgoña) y Neustria. El rey acaba por aceptar estos términos y esto hace que vaya perdiendo poder con el tiempo hasta que finalmente la dinastía empieza a decaer y los monarcas son cada vez más manipulados por los mayordomos, siendo esta época conocida como la de los Reyes Holgazanes. 4. La Iglesia en los Reinos Germánicos 4.1. Hispania Los visigodos se convierten en católicos tras la conversión del rey Recaredo en 586. Antes de eso, sí estaban permitidos dentro del reino, pero su padre, el rey Leovigildo, comenzó un enfrentamiento contra ellos porque eran mayoría dentro de la península y porque su hijo Hermenegildo, hermano de Recaredo, se convirtió, lo que hizo que el rey lo torturara y, al no renegar de su fe, lo acabara matando, lo que hizo que su odio hacia los católicos aumentara más. Esta lucha acabó con la coronación y conversión de Recaredo. Después de eso, la Iglesia tomó un enorme poder y autoridad, lo que hará que haya muchas revueltas contra ella porque los obispos solían ser nobles que acaparaban mucha riqueza. Esta crisis será un factor importante para la desaparición de los visigodos a manos de los musulmanes a partir del 711. 4.2. África Aquí, los vándalos siempre fueron intolerantes con los católicos (recordemos que ellos eran arrianos), por lo que nunca llegaron a fusionarse y siempre los atacaban. Podemos destacar aquí la muerte de San Agustín, que falleció defendiendo Hipona de ellos.
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