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Teoría Animación Sociocultural, Apuntes de Ciencias de la Educación

Apuntes sobre Animación Sociocultural: Relaciones entre ASC y Gestión Cultural de José María Quintana

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 09/03/2019

ancaro2017
ancaro2017 🇪🇸

4.1

(37)

107 documentos

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¡Descarga Teoría Animación Sociocultural y más Apuntes en PDF de Ciencias de la Educación solo en Docsity! Relaciones entre Animación sociocultural y Gestión cultural José María Quintana Cabanas Introducción Quizás sería oportuno comenzaresta disertación por el final, o sea, decir ya de una voz adónde vamos a llegar, qué con: clusión sacaremos, qué mensaje desea mos transmitir sobre el tema. Pues esto, que puede servirnos también como decla- ración de principios, puede actuara modo de hipótesis de trabajo y nuestro discurso, Vamos a hacerlo, pues miestras te- sis son, en definitiva, po contundentes: y CLaras y . ina vez enunciadas, se uminará el panorama conceptual por el que vamos a discurrir. Pensamos decir, en esencia, lo siguiente: 1) No vayamos a confundir la Anima ción sociocultural y la Gestión cultu- ral una con otra, pues, evidentemente, son dos cosas distintas. 2) Tras un predominio de la Animació sociocultural, para algunos ésta em- pieza a declinar, ante la pujanza quo cobra la Gestión cultural. 2) La Gestión cultural, en electo, está llamada a desarrollarse y a jugar un importante papel en la vida cultural de la sociedad Pero no por eso la Animación socio- cultural debe disrainuir su acción y su presencia. 3) Pues, en definitiva, son -como hemos dicho- dos realidades distintas, corn- patibies, coraplementarias, y el incre- mento de una no tiene por qué acarrear el declive de la ctra. 4 Aclaremos, también, unaco: do decimos “Animación sociocultu queremos decir “Animación cultural esta última expresión es la que normal- mente vamos a utilizar. Y esto requiere también una explicación. En avestro libro sobre Los ámbitos profesionales de la Animación (1993) hemos querido distinguir claramente Animación sociocultural de Anima cultural. Mejor dicho, hemos debido ha- corlo; pues, a miestro entender, son dos cosas distintas. Parte esto de la ¡dea gonc- ral de que la Animación es una actividad compleja y polifacética que se aplica a campos muy diversos. habiéndose ll. ión ma- do a Lodo ello con el nombre genérico de Animación sociocultural (e incluso a otr: cosas, como la pedagogía del Tiempo Libre infantil y juvenil). Y esto no puede ser. Es preciso diferenciar varios tipos de Animación y, por supuesto, a cada uno o por su nombre, Ss Ez osie sentido afirmarnos que el nombre genérico no he de ser “Anima- ción sociocultural”, sino “Animac porque la “sociocultural” es ya una cie particular de Animación, igual que la cultural”, que es otra. Precisamente nos interesa aquí diferenciarlas. En el libro aludido amamos Ani- mación “cultural” -y el concepto es fácil y evidente- a la que tiene por objeto promover la cultura popular “incidiendo en los grepos de personas, en los colectt- vos ciudadanos, a fin de hace que se j ED 07 Relaciones entre Anitración Soctoculiural sestión Cultural ota Social. 12 tipo de m cbtarado: cas de as pueden ser las siguientos: cie: de conferencias, cursillos de for- ,cincfórums, cxperiencias de per sonalidad, cultivo de las artes plásticas, artesanía y manpalidados, textro, música, danza popular, concursos, literatura, ex- presión, excursionismo y turistno. mació ón “sociocultural” cs serio y profundo, social- mente hablando, en el sentido de implicar un compromiso social, militancia y lucha por el cambio de realidades s Definimos la omo “una ac- transformar las actítudos individuales y colecti diante la práctica de actividades s culturales y lúdicas, hechas de un modo participativo” (p, 30), La Anim: algo mucho tr cl ales pro- blemáticas y A Parece claro que la Gestión cultural ho apunta directa ni inmediatamente há cía ese objetivo y que ene mucho que ver, en cambio, conel objeto de la Anima- ción cultural. Por eso es con ésta que vamos á relacionarla, analizando en qué ciden y ea qué difieren. ¿Qué es la Gestión cultural? La Animación cultural queda ya definida e identificada; por lo demás, una ya larga tradición teórica y práctica, así como una extensa bibliografía, nos aclá- ran suficientemente el concepto. Mo ocurre lo mistno, encambio, con el de Gest: suena tal veza nuevo, y en parte descono- cido. Podríamos decir, de entrada, que la ¿lural se halía vinculada a la mn cultural, que para algunos Gestión o Administración, en cuas pública de servicios a lo sociodad. o Servicios Culturales. en esto Dicho el concepto result Tuerte y estorcotipado, pero contr clón, con lo cual obtiene una delimitación es- pecífica. Y hablando con más propieda Gestión cultural es el conjunto de dos que tienden a armonizar las ex cias de los proyectos creativ mente artísticos) con las cxigoneias del territorio”. Como dice Eduardo Delgado (1988b: 17), gestionar la cultura es ges- fionar el conflicto er re proyectos surgl dosde iniciativas creativas (y en ianto que ales, frecuentemente particnlaristas, cet trífigas e incíuso individualistas...j y las exigencias del tercitorioqueobligana una visión de conjunto de necesidades de par- licipación, cooperación y solidaridad”, La Gostión ira! fiende a poneral alcance de los ciudadanos los bienes cul- turales y, al propio tiempo, faciti aquellos la participación en la produ libre y ospontánea de estos. Se tri ; efectivos, y de estos formales de ja cuítera a los ciudadano. a la cultura. Y pide y espera de la Gestión coltural es racionalidad, eficacia, disponibilidad y aportación de recursos, abrir unos cauce en esta función, lo que se La Gesi Ón cultural tiene su expre- sión más genvina cuzuido la vemos ejer cié le adose desde un municipio o d instancias adenimistrati uperiores (Di. ones provinciales, Consejerías o sterio de Cultura); pero puede ser realizada también en un centro Ívico o cn asociaciones al mos en los municipios < ando andan preocupados por plantearse su trabajo cultural de un modo planificado y organizado. cuidan- Primero vino la Animación socio- cultural: fue la época de la posguerra, ción popular”. De 1950 a 1980 se crean equipamientos socioculturales y nacen los profesionales, que se juntan a los voluntarios para dosarrollar las prácticas cultura 1 este largo período Michol Simonot distingue dos fases: en la prime: ra deminan los animadores, otorgando primacía a los públicos, y cn la segunda (desde 1975) domi “creado ajo cl principio de que la obra an los * culturales, posee ya fuerza comunicativa en sí mis- ma paraliegar al público, de modo que los adores serían más bien un obstáculo éste una primera erica a la Ánima- ción. La segunda vino después de 1980, en que se implantan Jas estrategias de oferta cultural, de modo que el 14 un segundo plano en que proporcionan la ofi r, el dircetor y el publicit Hay unos nuevos principios que ri- cionalidad para suscitar la fusión entre estos dos términos: pro- ducto/destinatarios; 2* aparición de nue- vos profesionales, a saber, los interme- diarios culturales (para comunicación, gestión y marketing); 3% del papel del creador; 4% una confronia- ción entre la lógica artística y la lógica de laracionalidad: 5% el concepto de produc- tosubstituye al de obra. Contodo esto, del animador ya aponas se habla relativización Y en España, ¿qué ocurre? En Espa en esos temas hemos ido y vamos a ña remolque de nuestra vecina Urancia. Pero eso sí, con el natural y correspondiente retraso, De modo que ahoranos encontra- mos en el boom de la Animación. Mejor Ticho, tal vez ya lo hemos sobrepasado d José María Quintana Cal España se fue introduciendo la Ani- mación en los años 60 y sobre todo 70, década esta última del proceso de demo- cratización del país. Los años 80 fueron de consolica :JÓn, extensión y perfuccio: namiento de la Animación en nuestro s, atodos los las de animadores, con planes de forma- ción ambiciosos; se conslituyen asocia- ciones profesionales de animadores: reúnen en todas partes jornadas y congr sos de Anima: . Y en és aunque seacon lane pequeña frust de que, entre las Diplomaturas universita- rias de reciente 1 iveles: se fundan Escue - se ción. 1s estamos, ón. no nos han con- cedido la de animador sociocultural, tan pedida y esperada por todos nosotros La verdad es que hemos mitilicado bastante la Animación, hasta provocar una inflas ón de su imagen y sus posibili- dades. La nueva figura del educador so- cial, y la antigua del trabajador social. no han sido suficientes para provocar entre nosotros una crisis de la Animación. Mas parece que ésta se producirá un poco por sí misma. Como comenta E. Delgado (1988b: 16) refirióndose al caso de Fran- cia, “cluso universal e indiscriminado del acabó por vaciarlo de contenido en su valor operativo (...) intrada la déca- da de los 80 se empezó a Animaci ¿nina metodología de trabajo social mide planificación cultural, ai tan solo una guía a la definición de objetivos de participación”. Y añade mencionado autor en otro lugar (1988a 13): “En los países de mayor a, el terreno de intervención social que en su constatar que la día se designó como Animación socio- cultural se ha visto hoy ocupado por viras disciplinas mejor equipadas teórica y profesionalmente: nen la educación perma: o, la asistencia social o la pedagogía ] 5 Keluciones entre Animación Sociocaltural y Gestión del tu po libre. La evolución de estas disciplinas y la incapacidad para un rear- o obsoleto el iér- mino de Animación socioculn tos de encuadrar adecuadamente la teoría y la práctica de la plant me conceptual hen hoc! cación, gos evaluación del desirollo cultural términos en que se planicaco la as El futuro de la Animación y Gestión culturales Nos parece que oste último juicio es excesivamente pesimista, al menos por lo que se refiere al caso español actual, En- tre nosotros la Animación goza de mucho prestigio, diríamos que de buena salod profesional, y parece que de buenas pe pectivas en todos los aspectos. Incluso en el académico, donde, amparándose bajo lo égida de la Educación Social, podrá gozar hasta de la codiciada Diplomatura universitaria profesional. Digase lo que se diga, creemos que la Animació útil, sino insustituible para ellogro de los intorcsantes objetivos que se propone, En es un instrumento no sólo este sentido no quisiéramos que declinara ni viniera a menos, sino que Jos animadores culturales sc unan atodos los demás agen- tes que se proponen promover cl desarro- Ho cultural de nuestro pueblo, Pues, como ha escrito C. Vabricio (1982:438) hacién- ión de la UNESCO, 4; Auiraación representa el conjunto de ac- ciones que deben ayudar alos individuos a tener una vida más libre, más activa y más creadora, dominando mejor las cvo- luciones, comunicando mejor con el pró- Jimo, participando mejoren la vida de los grupos, desarrollando al mismo tiempo la propia personalidad y la autonomía” dose eco do la Opz1 a Todo esto son ideales, a nuesto vbturol Como si- foidem.) “la Animación sólo adquiere todo su se tido si $e inserta es una política cultaral global, que comprenda sobre todo una política del medio ambicnte euscñanza, plicada ada a le educación permanonie, los medios, a las industrias culturale y que favorezca las act vidades creadoras decada uno, para etarla democracia P”. Con todo eso se insinúa que la sola no basta, sino que, para en los resultados ñltimos a a ir Jos cuales apunta, debe aliarse con otras tocnologías culturales que cuentan con medios y elementos que ella no tiene Una de esas tecnologías es la Gio tión cultural. Hacemos votos, pues, para que su práctica se vaya afianzando y extendiendo entre nosotros. Pero sin que ¿sto ses c0n meros bo de la Animación, sino que -como insinuábamos al comten- zo- las dos sean cu »s de convivir y de reforzarse mutuamente, Si suben hacerlo así, la popular se lo agradecerá. pa BibBografía 1, Es nie (1992): La Animación y los etimad Madrid, 2 edi DELGADO CLAVERA, Eduardo (1988a): “Los contenidos sociales de En Ref (19880): “La gestión cultural” Referncias, 0% 5. pp. 15-17 FABRIZIO, Claude (1982): “El desarrollo cultural en Zuropa”, En El desarrollo cultural. Experiencias regionales UNESCO, París, FERNANDEZPRADO, Emiliano (1991):La política cultural. Qué es y para qué En sirve, Trea, Gijón QUINTANACABANAS, José María (1993): Low ámbitos profesionales de la Anima
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