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Thomas hobbes El leviatán, Guías, Proyectos, Investigaciones de Historia de la Teoría Política

Estado y soberanía, Joaquín Abellán, Formación de la teoría política UCM

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 15/01/2019

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¡Descarga Thomas hobbes El leviatán y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Historia de la Teoría Política solo en Docsity! JOAQUÍN ABELLÁN, ESTADO Y SOBERANÍA THOMAS HOBBES, EL ESTADO COMO PERSONA FICTICIA En los años centrales del siglo XVII, y dentro del contexto de la guerra civil en Inglaterra, se escribe una obra en la que se formula con total claridad un concepto abstracto de Estado, entendido como una entidad diferenciada de gobernantes y gobernados. Thomas Hobbes desarrolla en su Leviatán (1651), con el instrumento conceptual del “contrato social”, una teoría del Estado soberano que, por otra parte, no está en contradicción alguna con la religión cristiana, si ésta, según él, es correctamente interpretada. En la introducción al Leviatán, Thomas Hobbes hace equivalentes los términos State, Commonwealth, Leviathan y el término latino Civitas para denominar al “hombre artificial”- o “la persona ficticia”- creado para superar el caos del estado de naturaleza humana en el que no era posible que existiera un poder común y normas comunes para todos. Hobbes define el Estado como una persona ficticia que utiliza la fuerza para lograr la paz y la seguridad de todos: una persona de cuyos actos se hace responsable cada componente de la multitud por mutuo acuerdo, a fin de que dicha persona pueda utilizar como mejor le parezca los medios y la fuerza particular de cada uno para lograr la paz y seguridad de todos. Los miembros que crean y que forman esa persona ficticia son denominados súbditos. Pero esta persona ficticia –el Estado- necesita para hablar y actuar un representante, pues sin él el Estado no es “sino una palabra sin sustancia, que no puede subsistir”. Este representante del Estado es denominado soberano, y los actos que este soberano realice como tal representante del Estado son atribuidos al Estado, cuentan como actos del Estado. La creación de este Estado y “hombre artificial” se asemeja, dice Hobbes, “a aquel fiat, o hagamos al hombre, pronunciado por Dios en la Creación”, con la gran diferencia entre los cuerpos naturales y este “hombre artificial” o “cuerpo político” de que este último es el resultado de una construcción meramente humana, en la que los propios seres humanos son creadores de este body politic y a su vez el material del que éste se compone. La construcción de este Estado o Leviatán implica la erección de un poder común que pueda defender a los individuos del ataque de extraños y de sus propios ataques entre ellos mismos, dándoles la seguridad necesaria para poder llevar una vida satisfactoria. Pues es precisamente la falta de un poder común lo que caracteriza según Hobbes el estado natural del hombre. El hombre en estado de naturaleza, es decir, sin un poder común que pudiera dictar normas para todos, se guía por su libertad absoluta para hacer todo lo que considera conveniente para su supervivencia, ya que en ese estado natural todos los hombres serían libres e iguales y se guiarían por su instinto de conservación, que es el motor ultimo desde el que se explican los movimientos y acciones de los hombres al no existir ninguna norma común que se imponga a todos. En un estado natural nada es justo ni nada es tampoco injusto, nada es bueno y nada es tampoco malo. Por ello es una situación de caos, de guerra entre unos y otros. Y partiendo de esa situación, Hobbes muestra cómo la necesidad de salir de un estado natural sin leyes ni autoridad comunes desemboca finamente en la creación de ese “cuerpo político”. El propio instinto de conservación y el miedo a la muerte les empujan a los hombres a tener que buscar un camino de salida, cuyos pasos a seguir se los propone la propia razón humana. Siguiendo las medidas que la razón propone –que Hobbes denomina “leyes naturales”-, llegan a la creación de dos personas que no tenían existencia previa en el estado natural: la persona artificial del Estado y la persona del soberano. El modo de erigirlas es a través de un pacto entre ellos por el que “la multitud de hombres es transformada en una persona cuando son representados por un hombre o una asamblea”. El pacto, por tanto, es más que una mera aceptación a formar una unidad de todos los hombres, pues es un acuerdo de cada uno con cada uno que respondería, según Hobbes, a una formulación como esta: autorizo y concedo el derecho de gobernarme a mí mismo, dando esa autoridad a este hombre o a esta asamblea de hombres, con la condición de que tú también le concedas tu propio derecho de igual manera y le des esa autoridad en todas sus acciones. Este “hombre” o “asamblea de hombres” es el soberano, el representante del Estado, porque sin representación el Estado no puede actuar. En el representante radica para Hobbes la esencia del Estado.
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