Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

VIH/SIDA Enfermedad Mortal, Diapositivas de Biología

VIH significa virus de inmunodeficiencia humana, causante de la infección del mismo nombre. Las siglas “VIH” pueden referirse al virus y a la infección que causa. SIDA significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El SIDA es la fase más avanzada de la infección por el VIH.

Tipo: Diapositivas

2019/2020

Subido el 19/02/2020

ariel-vega
ariel-vega 🇭🇳

4 documentos

1 / 16

Toggle sidebar

Vista previa parcial del texto

¡Descarga VIH/SIDA Enfermedad Mortal y más Diapositivas en PDF de Biología solo en Docsity! VIH/SIDA: resistir a un agente mortífero 47 Capítulo 3 VIH/SIDA: resistir a un agente mortífero El VIH/SIDA es hoy una seria emergencia sanitaria mundial, que afecta a todas las regiones del mundo y causa millones de defunciones, y sufrimiento a muchos millones de personas más. Pero las oportunidades de acceso a una prevención y un tratamiento eficaces varían enormemente. En este capítulo se analiza lo que puede y debe hacerse para reducir esa bre- cha y para combatir la enfermedad incluso en los países más pobres. Se sugiere una estrategia enérgica de acción mundial contra la pandemia que fusione los esfuerzos de la OMS y sus asociados de muchos sectores y que combine eficazmente la prevención y la atención. 48 Informe sobre la salud en el mundo 2003 VIH/SIDA: resistir a un agente mortífero 51 eficaz para prevenir la transmisión sexual del virus, pero los estudiosos del SIDA no necesitaron mucho tiempo para concluir que el preservativo masculino por sí solo no bastaría en los entornos en que la po- breza y la desigualdad de género se confa- bulan para hacer a las mujeres pobres especialmente vulnerables a la infección por VIH (2). Las mujeres transmitían a su vez el VIH a sus hijos aún no nacidos o a los pequeños a los que amamantaban. El consumo de drogas inyectables introdujo el VIH en regiones anteriormente indem- nes de la antigua Unión Soviética y en zo- nas de Asia. Una atención sanitaria deficiente – incluida la reutilización de jeringas, agujas y demás adminículos médicos – también contribuyó a facilitar el arraigo de esta nueva epidemia. La situación actual Cabe preguntarse si la comunidad internacional ha reaccionado satisfactoriamente ante esta nueva amenaza para la salud mundial. A pesar de los notables logros científicos – el desarro- llo de medios diagnósticos de bajo costo a mediados de los ochenta, la secuenciación de todo el genoma del VIH menos de 15 años después, y el desarrollo de una terapia antirretroviral eficaz para 1995 –, el virus ha seguido propagándose (véase la figura 3.2). Se estima que a lo largo de 2002 unos 5 millones de personas resultaron infectadas por el VIH, y casi 3 millones de personas murieron de SIDA. En todo el mundo, el VIH se propaga utilizando un número bastante limitado de vías. Retrovirus transmitido por la sangre, el VIH aprovecha los contactos sexuales, las transfusio- nes de sangre contaminada, las drogas inyectables, la no observancia de lo que en los círculos médicos se denominan ahora «precauciones universales», y las vías que conducen de la ma- dre al niño durante el embarazo, el parto y la lactancia. En 2003 el continente más severamente castigado fue África, donde la propagación de la pandemia se ha visto acelerada por diversos factores, entre ellos una pobreza generalizada, la desigualdad de género y unos sistemas de salud debilitados por presiones tales como la enor- me carga de deuda externa de los Estados. En África se concentran más del 70% de las perso- nas actualmente infectadas por el VIH. De todas las defunciones por SIDA registradas en el mundo – 28 millones a finales de 2002 –, la mayoría se han producido también en ese conti- nente (3). La infección por VIH ha avivado la epidemia de tuberculosis en algunos países de África, aumentando así los riesgos para el conjunto de la población, con independencia de su estado serológico. En toda el África subsahariana, las tasas de tuberculosis se han más que triplicado, y son muchos los que piensan que será imposible controlar la enfermedad sin un tratamiento enérgico del SIDA (4). Persisten los debates sobre la importancia relativa de los distintos modos de transmisión del VIH en el África subsahariana, pero la evidencia acumulada indica que en esta región el VIH es ante todo un patógeno de transmisión sexual (5). No obstante, las dificultades con que tropieza el seguimiento de las precauciones universales en unos servicios de atención sanita- ria sobrecargados y faltos de recursos podrían estar en el origen de muchas muertes por SIDA en África (6). En muchas regiones se siguen practicando transfusiones de sangre peligrosas, lo que subraya la importancia de la seguridad de los productos sanguíneos como componen- te de un control eficaz del VIH/SIDA. Cuadro 3.1 Cobertura de los adultos con terapia antirretroviral en los países en desarrollo, por regiones de la OMS, en diciembre de 2002 Región Número de Necesidades Cobertura personas estimadas África 50 000 4 100 000 1% Las Américas 196 000 370 000 53% Europa 7 000 80 000 9% Mediterráneo Oriental 3 000 9 000 29% Asia Sudoriental y Pacífico Occidental 43 000 1 000 000 4% Todas las regiones de la OMS 300 000 5 500 000 5% 52 Informe sobre la salud en el mundo 2003 La magnitud y rapidez de la propagación del VIH han invertido los aumentos de la esperanza de vida conseguidos en muchos países africanos (véase el capítulo 1). Pero lo peor está por llegar. Las regiones más pobres de Asia, en particular las zonas densamente pobladas de Asia meridional, son las últimas afectadas por la epidemia de SIDA emergente. Se ha producido un aumento alarmante de los casos de VIH/SIDA en Asia durante las dos últimas décadas; la carga de morbilidad y mortalidad en la región será enorme si no se logra frenar o invertir las actuales tendencias epidemiológicas. Los países industrializados también se ven afectados. Donde más rápidamente se está exten- diendo la epidemia de VIH es en la Federación de Rusia y en Ucrania, así como en otros países de Europa oriental y Asia central. En esos lugares la enfermedad aparece ligada sobre todo al uso de drogas inyectables, fenómeno relacionado a su vez con un rápido aumento de los índices de desigualdad social (3). Aunque la cifra absoluta de casos de SIDA en la antigua Unión Soviética sigue siendo relativamente baja, la epidemia se está extendiendo rápidamen- te en la Federación de Rusia y en otros países de la región (véase el recuadro 3.1). La epidemia de tuberculosis, en particular de casos farmacorresistentes, surgida en las prisiones se verá aún más avivada por el rápido aumento de la incidencia de VIH ya constatada entre las per- sonas encarceladas en Rusia. Sólo mediante actividades enérgicas de reducción del daño y mejoras del tratamiento de la tuberculosis podrá ponerse freno a lo que constituye una epi- demia peculiarmente moderna de dos enfermedades vinculadas que están confluyendo hoy en países que van desde Europa occidental al Océano Pacífico (7). El tributo que realmente se cobra el VIH/SIDA La epidemiología del VIH, incluida la dinámica del riesgo, resulta instructiva. Pero la epidemiología es sólo una parte del problema. Una enfermedad que ha incidido de forma tan 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Año N úm er o de p er so na s af ec ta da s po r el V IH /S ID A (m ill on es ) 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Fuente: OMS/ONUSIDA. Figura 3.2 VIH/SIDA: historia de una epidemia El Consejo de Seguridad de la ONU cele- bra su primer debate sobre el VIH/SIDA OMS lanza Programa Especial sobre el SIDA Aprobación de la azidotimidina (AZT) para uso en EE.UU. Notificación casos de VIH/SIDA en todas las regiones del mundo Aprobación primera prueba de detección de anticuerpos anti-VIH en EE.UU. Comienzo cribado donaciones sangre Reconocimiento epidemia de SIDA heterosexual en África Identificación del VIH como causa del SIDA Primera definición del SIDA Identificación primeros casos inmuno- deficiencia inhabituales entre hombres homosexuales en EE.UU. La OMS declara que la brecha de tratamiento ARV es una emergencia sanitaria mundial La OMS fija el objetivo «3 x 5» para que 3 millones de personas reciban tratamiento antirretroviral en 2005 Lanzamiento del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (FMSTM) La Asamblea General de la ONU adopta la Declaración de Compromiso sobre el VIH/SIDA El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, pide que se cree un fondo mundial sobre el SIDA y la salud Empieza a disminuir la prevalencia del VIH entre las embarazadas en Uganda Primer tratamiento para reducir transmisión de madre a niño Detectado en Europa oriental un brote entre los usuarios de drogas inyectables Se empieza a hablar de la terapia anti- rretroviral de gran actividad (TARGA) Creación del ONUSIDA El Brasil proporciona terapia antirre- troviral en su sistema de salud pública Comienza en Tailandia el primer ensayo de eficacia de una posible vacuna VIH/SIDA: resistir a un agente mortífero 53 adversa en la esperanza de vida no puede por menos que cobrarse un elevado tributo en el tejido social de las sociedades más castigadas, aparte del costo terrible en términos de sufri- miento humano inmediato. Por citar dos ejemplos, se estima que el SIDA ha dejado huérfa- nos a unos 14 millones de niños africanos y que diezmará a los maestros, los trabajadores sanitarios y los funcionarios públicos de los países más afectados (8). Esa perturbación del orden social tiene efectos económicos directos. Un estudio reciente del Banco Mundial prevé que Sudáfrica sufrirá «un colapso económico completo... en tres gene- raciones» si el país no adopta medidas eficaces para combatir el SIDA (9). Pero las implicaciones en absoluto se limitan a lo que puedan medir los economistas. Otros profesionales de las ciencias sociales están ampliando esos análisis para determinar el impacto de la enfermedad en todo un conjunto de eventos y procesos. Por ejemplo, ¿qué consecuencias sociales tendrá la aparición de millones de huérfanos del SIDA? ¿En qué medida la desaparición de tantos progenitores hará que se extiendan los conflictos armados y las patologías sociales asociadas a las migraciones urbanas y el consiguiente desempleo? ¿Cuál es el costo del «desgaste» obser- vado entre los profesionales de la salud en África y en otros entornos en que los más necesita- dos de terapia contra el SIDA no pueden acceder a ella (10)? La ciencia está empezando tan sólo a vislumbrar el tributo social y económico que conlleva el VIH/SIDA, que alcanza sus mayores cotas precisamente en los entornos menos preparados para hacer frente a una nueva amenaza para la salud y el bienestar. La respuesta al VIH/SIDA: lecciones de los últimos 20 años Las dos primeras décadas de coexistencia con el VIH nos han enseñado muchas cosas sobre la manera de prevenir y atenuar el sufrimiento causado por el virus. Cabe hablar de algunos resultados más o menos satisfactorios, pero se han registrado también fracasos bien docu- mentados de los que se derivan importantes lecciones. Se advierten tendencias emergentes, y se dan importantes variaciones locales que hacen extremadamente peligrosa cualquier gene- ralización amplia sobre la pandemia mundial de SIDA. Lo que sí podemos afirmar hoy es que hay varias «subepidemias» interconectadas, cada una de las cuales exige un conjunto distinto de intervenciones. Afortunadamente, la experiencia de los últimos 20 años es una fuente de orientación para quienes intentan invertir esas tendencias. Recuadro 3.1 El VIH/SIDA en la Región de Europa La Región de Europa está sufriendo la epidemia de VIH de más rápido crecimiento del mundo, y es probable que ese crecimiento prosiga. En- tre 1995 y 2003, el número de infecciones nuevas por VIH notificadas en Europa occidental se duplicó hasta casi 170 000, y en Europa central y oriental aumentó de 27 000 a 320 000. Se estima actualmente que en Europa hay ya al menos 1,7 millones de personas infectadas por el VIH. La epidemia de VIH se está viendo atizada por la epidemia de uso de drogas inyectables. En la antigua Unión Soviética, donde viven dos tercios de todos los europeos infectados por el VIH, el 84% de todos los casos de VIH por una vía de transmisión conocida son atribuibles al uso de drogas inyectables. En Europa occidental, la transmisión sexual es la vía dominante, registrándose el mayor número de infecciones entre los hombres que tienen relaciones homosexuales y entre las poblaciones de inmigrantes procedentes de países de alta prevalencia. Desde su irrupción en los años ochenta, la epidemia de VIH/SIDA ha experimentado grandes cambios. La respuesta sostenible, a largo plazo, integral y masiva que articuló Europa occidental, asegurando un amplio financiamiento y apoyo político para la prevención, el tratamien- to y la atención, limitó la propagación de la epidemia. Las medidas de prevención generalizadas contribuyeron a estabilizar y reducir las tasas de transmisión, mientras que el tratamiento antirretroviral también pasó a estar ampliamente disponible. Pese a tales medidas, la epidemia de VIH/SIDA sigue siendo un reto serio en Europa occidental. En Europa oriental, el débil compromiso político, el escaso financiamiento, la baja cobertura de los servicios de prevención, el muy limitado acceso al tra- tamiento y la atención, y el alto grado de estigmatización de los grupos de riesgo son las principales causas del persistente empeoramiento de la epidemia de VIH. 56 Informe sobre la salud en el mundo 2003 proyecciones realizadas hace más de 10 años, cuando se predijo que el Brasil sufriría una epidemia que se propagaría rápidamente, no se han confirmado. La incidencia del VIH ha disminuido en los últimos años, gracias a la amplia disponibilidad de ARV: en los nueve primeros meses de 2001 sólo se registraron 7361 nuevos casos de infección, en comparación con los 17 504 casos registrados en 2000 (21). El Ministerio de Salud del Brasil calcula que los ahorros de costos en concepto de disminución de las hospitalizaciones y de los tratamientos de infecciones oportunistas entre 1997 y 2001 se aproximaron a US$ 2100 millones. La expe- riencia brasileña no es única. En 2003, México aprobó una legislación similar a la del Brasil y puede aspirar razonablemente a cosechar éxitos similares (22). El tipo de política adoptada, por consiguiente, puede tener un efecto terapéutico indiscutible sobre el VIH/SIDA. Países mucho más pobres que el Brasil o México se han visto obligados a centrar sus esfuerzos en otros ámbitos, pero podrían con todo lograr resultados satisfactorios. En Haití, el país más empobrecido de las Américas, una alianza publicoprivada ha introducido medidas culturalmente idóneas de prevención de la infección por VIH, así como las más modernas medidas de atención a los afectados, para una población que vive en la más absoluta pobreza. Un proyecto emprendido en la meseta central de Haití es una discreta, pero madura iniciativa integrada de prevención y atención que incorporó por primera vez el tratamiento ARV de base comunitaria en 1998. Dado que en las zonas rurales de Haití hay pocos médicos y enfer- meras, la «Iniciativa de Equidad y VIH» corre a cargo de agentes de salud comunitarios, los llamados accompagnateurs, que visitan diariamente a los pacientes en sus aldeas. Los accompagnateurs (algunos de ellos afectados por el VIH) no se dedican tanto a suministrar tratamiento bajo observación directa como a atender a sus vecinos (véase el recuadro 3.2). El proyecto de Haití destaca por sus buenos resultados médicos y sociales – disminución de la mortalidad y de la estigmatización – pero también por su bajo costo. Con la llegada de los ARV genéricos, se está imprimiendo un amplio impulso a la Iniciativa de Equidad y VIH en un territorio disuasivo como es el Haití central, una zona que carece de electricidad y de carreteras asfaltadas (23). Los estudios de seroprevalencia realizados indican que la epidemia de VIH en Haití está atenuándose en lugar de aumentar (24), aunque todavía no se ha determinado el impacto exacto de los programas de VIH/SIDA en la propagación de la enfermedad. Recuadro 3.2 Los accompagnateurs: un ejemplo de la atención del SIDA en los entornos de recursos escasos La existencia de una terapia eficaz contra el SIDA ha alterado radical- mente el resultado de la infección por VIH en algunas partes del mundo, pero tales adelantos rara vez se aplican en los entornos que precisa- mente sufren una mayor carga de SIDA. La mayoría de las defunciones relacionadas con el VIH que se registran hoy en el mundo en desarrollo se dan entre quienes nunca han recibido poliquimioterapia antirretroviral (ARV). Se han aducido muchas razones para explicar este fracaso, pero las más citadas son dos: el elevado costo de los ARV, y la falta de la infraestructura requerida para administrarlos. La primera de esas obje- ciones está siendo reanalizada conforme se empieza a disponer de ARV genéricos y se abaratan los productos farmacéuticos comerciales. En cuanto a la falta de infraestructura, la experiencia de Haití y otros lugares hace pensar que el problema podría estar relacionado con el personal más que con la infraestructura clínica o de laboratorio. En los entornos con pocos médicos y enfermeras suele haber un gran nú- mero de agentes de salud comunitarios infrautilizados. En algunos entornos, diversas personas, incluidos los curanderos, han expresado su interés en recibir formación para «acompañar» a sus vecinos afectados por el SIDA. La participación de estos y otros trabajadores comunitarios como accompagnateurs será fundamental para alcanzar siquiera unas metas de tratamiento moderadas en los próximos años. Existe un prece- dente importante en lo referente al manejo comunitario de una enfer- medad infecciosa crónica: los programas contra la tuberculosis que notifican las mayores tasas de curación son a menudo los basados en la intervención de los accompagnateurs y de otros dispensadores de aten- ción comunitarios. La capacitación requerida es mínima, y la supervisión de los accompagnateurs puede correr a cargo de las enfermeras y los médicos de ambulatorio. Si se logra introducir de forma generalizada el modelo de los accompagnateurs, los pacientes aquejados de otras en- fermedades crónicas pueden aspirar a recibir atención médica de alta calidad aun cuando no haya ningún médico al alcance (23). VIH/SIDA: resistir a un agente mortífero 57 Uganda es otro país muy pobre en el que se han observado unas tasas decrecientes de infec- ción por VIH. Algunos han sostenido que la disminución de la prevalencia es el resultado de una activa campaña gubernamental de difusión de mensajes de prevención. La «campaña ABC» es una iniciativa de mercadotecnia social que fomenta la abstinencia, la monogamia (la B de esa sigla significa «sé fiel») y el uso de preservativos (25). Sin embargo, la voluntad política de alto nivel y la contundente promoción del preservativo, aun reconociendo la im- portancia de esos factores, son sólo una parte de la explicación de esa disminución de la prevalencia observada en Uganda. Lo ocurrido en este país responde a un complejo escenario biosocial que abarca guerras, muertes, migraciones y muchos otros eventos y procesos (in- cluido, en Kampala y otros lugares, un mayor acceso a los ARV) no abarcados necesariamente en la «campaña ABC» (véase la figura 3.3). El empoderamiento de las mujeres parece haber sido un factor clave para propiciar modelos más seguros de comportamiento sexual. Grupos de la sociedad civil como la Organización de Ayuda a las Personas con SIDA (TASO) han desempeñado un papel fundamental. Es importante también señalar que la Uganda de la posguerra, con la ayuda de la Comunidad Europea y de otros financiadores, ha hecho impor- tantes inversiones en la reconstrucción de su infraestructura de atención de salud (26). Establecer una nueva agenda Partiendo de las razones aducidas hasta aquí para integrar la prevención y atención, este informe sugiere una estrategia enérgica de acción mundial contra la pandemia de VIH/SIDA. Esta agenda unirá los esfuerzos de los asociados de muchos sectores. Una perspectiva atenta a los derechos humanos Aunque algunas personas pueden haber llegado a considerar con escepticismo expresiones como «abordar el VIH/SIDA respetando los derechos humanos», es posible tomar medidas claramente pragmáticas para hacer exactamente eso, y esas intervenciones redundarán en beneficio de la prevención y atención del SIDA. Los derechos sociales y económicos, en particu- lar el derecho a la atención de salud, son fundamentales para forjar un futuro en el que el VIH tenga efectos menos destructivos en la vida de las personas. Los gobiernos deben tomar la Año Precio anual del régimen de primera línea en US$ Número de personas sometidas a tratamiento 0 2 000 4 000 6 000 8 000 10 000 12 000 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Figura 3.3 Tendencias del costo de los ARV y del número de personas sometidas a tratamiento, Uganda, 1997–2002 58 Informe sobre la salud en el mundo 2003 iniciativa para promover un modelo de prevención y atención del SIDA atento a los derechos humanos. Sin embargo, la promoción de esa perspectiva atenta a los derechos humanos no puede se- guir incumbiendo exclusivamente al Estado-nación, sobre todo cuando se está exhortando a unos gobiernos pobres y asediados a hacer cada vez más y más cosas con menos y menos recursos. Las organizaciones de la sociedad civil, incluidos los grupos de afectados por el VIH/SIDA, seguirán siendo cruciales para impulsar una agenda contra la infección por el VIH/SIDA basada en los derechos humanos a nivel mundial, nacional y local. Esos grupos han estado a la vanguardia de la prevención de la infección por VIH/SIDA y de la educación y sensibiliza- ción en ese sentido, no sólo en los países ricos, sino también en el Brasil, Haití, Sudáfrica, Tailandia, Uganda y otros lugares. Es importante asegurar que parte de los nuevos fondos que ahora se destinan a actividades contra el VIH/SIDA, a través de mecanismos como el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (FMSTM) y diversas iniciati- vas bilaterales, se canalicen hacia grupos de la sociedad civil, especialmente hacia organiza- ciones comunitarias dirigidas por y para personas afectadas por el VIH/SIDA. Dimensiones de un control eficaz del VIH/SIDA Aunque la equidad es el único objetivo final aceptable, también es cierto que el estableci- miento de prioridades es un paso clave para articular una política sólida. Cabe hacer algunas consideraciones muy importantes a la hora de poner en práctica los proyectos y programas nacionales contra el SIDA en los entornos con recursos escasos. Haití, uno de los países más pobres del mundo, nos ofrece una vez más algunas pistas. Las epidemias imbricadas y en vertiginoso aumento de tuberculosis y VIH y la peor situación de pobreza de las Américas no impidieron a Haití preparar y elevar al FMSTM una solicitud que sería acogida favorablemente. La propuesta presentada al FMSTM llamaba a ampliar la pre- vención y atención integradas para la infección por VIH y estaba vinculada al actual plan nacional de control del SIDA (27). El modelo de Haití propone una ejecución gradual, empe- zando con mejoras del asesoramiento y las pruebas voluntarias y con la prevención de la transmisión de la madre al niño, y desplegándose luego progresivamente en varias dimensio- nes. La primera dimensión incluye una gama completa de servicios y prácticas de prevención destinados a reducir la transmisión del VIH en todos los entornos. Las actividades de preven- ción están integradas con mejoras de la atención dispensada a las personas ya infectadas. Las medidas preventivas incluyen educación culturalmente idónea de base comunitaria sobre el VIH, distribución de preservativos, y asesoramiento y pruebas voluntarias. Este componente abarca también la seguridad de la sangre y la observancia de las precauciones universales, en particular de las prácticas de inyección seguras. La segunda dimensión consiste en la mejora de la salud de la mujer, incluido el acceso a la planificación familiar y el parto sin riesgo. La prevención de la transmisión del VIH de la madre al lactante reportará un «beneficio inesperado» como es la mejora de la salud de la mujer en sentido amplio. Efectivamente, alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio rela- cionados con la mortalidad materna resultará más fácil si se aumenta la capacidad de extender masivamente los programas piloto de prevención de la transmisión de la madre al niño. La tercera dimensión de la prevención y atención integradas de la infección por VIH es la mejora de la búsqueda de casos de tuberculosis y de la asistencia a tales casos. Esto es impor- tante en las comunidades muy castigadas por ambas enfermedades, pues en esos entornos – ejemplificados por la mayor parte de África meridional – la tuberculosis es la principal infección oportunista grave entre las personas afectadas por el VIH. Por último, el cuarto VIH/SIDA: resistir a un agente mortífero 61 La mera reconceptualización de la prevención y atención del SIDA no bastará para resolver la crisis. El ritmo actual de avance no es suficiente para alcanzar objetivos como la meta «tres millones para 2005». A menos que la comunidad sanitaria mundial responda ya a las necesi- dades de tratamiento del SIDA de la misma manera que responde a otras emergencias, esto es, con una acción excepcional, la batalla contra ese poderoso enemigo se habrá perdido. La OMS se ha comprometido a afrontar esta emergencia sanitaria mundial con medidas urgen- tes. Ya no es posible seguir actuando inercialmente contra el SIDA. Se necesitan muchos más recursos para abordar problemas de salud pública acuciantes, en particular el VIH/SIDA. El hecho de afrontar el SIDA con métodos más audaces permitirá fortalecer la atención primaria, sobre la base de los principios establecidos en Alma-Ata en 1978. Pero para lograr ese objetivo los donantes internacionales y los propios países tendrán que hacer mayores inversiones en salud. Disponemos de conocimientos y recursos suficien- tes para prevenir la mayoría de las nuevas infecciones y defunciones por VIH que hoy se producen. Usando mejor los recursos existentes y captando nuevos recursos para influir en un problema nuevo y cada vez más grave, la OMS trabajará con un criterio de emergencia para ayudar a los países a corregir las desigualdades en el acceso a terapias de probado valor. Si se lleva a cabo correctamente, esta respuesta de emergencia puede dar lugar a avances sostenidos. Las inversiones realizadas en la equidad de la prevención y la mejora del acceso a la asistencia reportarán numerosos beneficios, incluida una atenuación de las desigualdades, tanto sociales como médicas, que amenazan la frágil paz y estabilidad de la comunidad mundial. El capítulo 3 ha mostrado que, si bien es quizá demasiado pronto para concretar una visión de un mundo libre de SIDA, no resulta prematuro actuar en pos de ese futuro, o buscar inspiración en iniciativas audaces del pasado. ¿Quién hubiera podido imaginarse, hace cin- cuenta años, un mundo libre de la poliomielitis? Sin embargo, todo hace pensar ahora que esa idea puede hacerse realidad dentro tan sólo de unos pocos años. El próximo capítulo versa sobre la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis. Referencias 1. Farmer P, Walton DA, Furin JJ. The changing face of AIDS: implications for policy and practice. In: Mayer K, Pizer H, eds. The emergence of AIDS: the impact on immunology, microbiology, and public health. Washington, DC, American Public Health Association, 2000. 2. Workshop summary: scientific evidence on condom effectiveness for sexually transmitted disease (STD) prevention, 20 July 2001, Herndon, VA, USA. Atlanta, GA, US National Institutes of Health and the Centers for Disease Control and Prevention, 2001 (http://www.niaid.nih.gov/dmid/stds/condomreport.pdf, visitado el 25 de septiembre de 2003). 3. AIDS epidemic update: December 2002. Ginebra, ONUSIDA/Organización Mundial de la Salud, 2002. 4. Williams BG, Dye C. Antiretroviral drugs for tuberculosis control in the era of HIV/AIDS. Science [en línea], 14 de agosto de 2003 (http://aidscience.org/Science/Williams_and_Dye_10_1126–science_1086845.htm, visitado el 25 de septiembre de 2003). 5. Expert group stresses that unsafe sex is primary mode of transmission of HIV in Africa. WHO and UNAIDS Expert Group Statement, 14 March 2003. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2003 (http://www.who.int/mediacentre/statements/2003/statement5/en/, visitado el 26 de septiembre de 2003). 6. Brewer D et al. Mounting anomalies in the epidemiology of HIV in Africa: cry the beloved paradigm. International Journal of STD and AIDS, 2003, 14:144–147. 7. Program in Infectious Disease and Social Change. The global impact of drug-resistant tuberculosis. Boston, MA, Harvard Medical School and the Open Society Institute, 1999. 8. Informe sobre la epidemia mundial de VIH/SIDA 2002. Ginebra, ONUSIDA/Organización Mundial de la Salud, 2002. 62 Informe sobre la salud en el mundo 2003 9. Bell C, Devarajan S, Gersbach H. The long-run economic costs of AIDS: theory and an application to South Africa. Washington, DC, Banco Mundial, 2003 (http://www1.worldbank.org/hiv_aids/docs/ BeDeGe_BP_total2.pdf, visitado el 26 de septiembre de 2003). 10. Raviola G et al. HIV, disease plague, demoralization, and «burnout»: resident experience of the medical profession in Nairobi, Kenya. Culture, Medicine and Psychiatry, 2002, 26:55–86. 11. Médecins Sans Frontières South Africa, Department of Public Health at the University of Cape Town, the Provincial Administration of the Western Cape, South Africa. Antiretroviral therapy in primary health care: experience of the Khayelitsha programme in South Africa. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2003. 12. Farmer P et al. Tratamiento comunitario de la infección avanzada por el VIH: introducción del tratamiento DOT-HAART (tratamiento bajo observación directa con antirretrovirales de gran potencia). Boletín de la Organización Mundial de la Salud, Recopilación de artículos N° 6, 2002, 77–83. 13. Farmer P et al. Community-based approaches to HIV treatment in resource-poor settings. Lancet, 2001, 358:404–409. 14. Egger M et al. Promotion of condom use in a high-risk setting in Nicaragua: a randomised controlled trial. Lancet, 2000, 355:2101–2105. 15. Blower S, Farmer P. Predicting the public health impact of antiretrovirals: preventing HIV in developing countries. AIDScience [en línea], 2003, 3 (http://aidscience.org/Articles/AIDScience033.asp, visitado el 25 de septiembre de 2003). 16. Katz MH et al. Impact of highly active antiretroviral treatment on HIV seroincidence among men who have sex with men: San Francisco. American Journal of Public Health, 2002, 92:388–394. 17. Cook RL et al. What’s driving an epidemic? The spread of syphilis along an interstate highway in rural North Carolina. American Journal of Public Health, 1999, 89:369–373. 18. Ainsworth M et al. AIDS and public policy: the lessons and challenges of «success» in Thailand. Health Policy, 2003, 64:13–37. 19. Harm reduction approaches to injecting drug use. Ginebra, Organización Mundial de la Salud (http://www.who.int/hiv/topics/harm/reduction/en/, visitado el 25 de septiembre de 2003). 20. MTCT plus: expanding HIV/AIDS care in resource-limited settings. Mailman School of Public Health, Columbia University (http://www.mtctplus.org/, visitado el 25 de septiembre de 2003). 21. Boletim Epidemiológico – AIDS. Ministry of Health, Government of Brazil, 2001 (http://www.aids.gov.br/final/biblioteca/bol_set_2001/tab1.htm, visitado el 25 de septiembre de 2003). 22. Mexico: Fox vows AIDS patient subsidies. AIDScience [en línea], 6 de agosto de 2003 (http://aidscience.org/Newsarticle.asp?Article=3101, visitado el 29 de septiembre de 2003). 23. Mukherjee J et al. Access to treatment and care: Haiti experience. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2003. 24. Epidemiological fact sheets on HIV/AIDS and sexually transmitted infections: Haiti. 2002 update. Ginebra, ONUSIDA/Organización Mundial de la Salud (http://www.unaids.org, visitado el 25 de septiembre de 2003). 25. Green T. ABC or A through Z? AIDSLink [en línea] 81, 1 de septiembre de 2003 (http://www.globalhealth.org/publications/article.php3?id=1032, visitado el 25 de septiembre de 2003). 26. Hogle J et al. What happened in Uganda? Declining HIV prevalence, behavior change, and the national response. Washington, DC, Center for Population, Health and Nutrition, USAID Bureau for Global Programs, Field Support and Research, 2002 (http://www.eldis.org/static/DOC10759.htm, visitado el 25 de septiembre de 2003). 27. The Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria: fact sheet. Ginebra, Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (http://www.globalfundatm.org/proposals/round1/fsheets/ haiti.html, visitado el 25 de septiembre 2003). 28. Behets FM, Desormeaux J, Joseph D. Control of sexually transmitted diseases in Haiti: results and implications of a baseline study among pregnant women living in Cité Soleil shantytowns. Journal of Infectious Diseases, 1995, 72:764–771. 29. Smith-Fawzi MC et al. Prevalence and risk factors of STDs in rural Haiti: implications for policy and programming in resource-poor settings. International Journal of STDs and AIDS, 2003 (en prensa). 30. Grosskurth H et al. Impact of improved treatment of sexually transmitted diseases on HIV infection in rural Tanzania: randomised controlled trial. Lancet, 1995, 346:530–536. 31. Schwartlander B et al. Resource needs for HIV/AIDS. Science, 2001, 292:2434–2436.
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved