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antologia delle poesia postmoderne, Sintesi del corso di Letteratura Spagnola

antologia con le poesie trattate dalla professoressa a lezione

Tipologia: Sintesi del corso

2021/2022

Caricato il 04/05/2022

Annarita.Hard
Annarita.Hard 🇮🇹

4.5

(6)

12 documenti

Anteprima parziale del testo

Scarica antologia delle poesia postmoderne e più Sintesi del corso in PDF di Letteratura Spagnola solo su Docsity! Antología Curso de Letteratura spagnola LM 1,2 Mod. B Jaime Gil de Biedma Contra Gil de Biedma (de Poemas póstumos, 1968) De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, dejar atrás un sótano más negro que mi reputación -y ya es decir-, poner visillos blancos y tomar criada, 5 renunciar a la vida de bohemio, si vienes luego tú, pelmazo, embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes, zángano de colmena, inútil, cacaseno, con tus manos lavadas, 10- a comer en mi plato y a ensuciar la casa? Te acompañan las barras de los bares últimos de la noche, los chulos, las floristas, las calles muertas de la madrugada y los ascensores de luz amarilla 15- cuando llegas, borracho, y te paras a verte en el espejo la cara destruida, con ojos todavía violentos que no quieres cerrar. Y si te increpo, 20 te ríes, me recuerdas el pasado y dices que envejezco. Podría recordarte que ya no tienes gracia. Que tu estilo casual y que tu desenfado resultan truculentos 25 cuando se tienen más de treinta años, y que tu encantadora sonrisa de muchacho soñoliento -seguro de gustar- es un resto penoso, un intento patético. 30 Mientras que tú me miras con tus ojos de verdadero huérfano, y me lloras y me prometes ya no hacerlo. Si no fueses tan puta! Y si yo supiese, hace ya tiempo, 35- que tú eres fuerte cuando yo soy débil y que eres débil cuando me enfurezco… De tus regresos guardo una impresión confusa de pánico, de pena y descontento, y la desesperanza 40- y la impaciencia y el resentimiento de volver a sufrir, otra vez más, 1 la humillación imperdonable de la excesiva intimidad. A duras penas te llevaré a la cama, 45 como quien va al infierno para dormir contigo. Muriendo a cada paso de impotencia, tropezando con muebles a tientas, cruzaremos el piso 50 torpemente abrazados, vacilando de alcohol y de sollozos reprimidos. ¡Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, y la más innoble que es amarse a sí mismo! Pere Gimferrer Arde el mar (de Arde el mar, 1966) Oh ser un capitán de quince años* viejo lobo marino las velas desplegadas las sirenas de los puertos y el hollín y el silencio en las barcazas las pipas humeantes de los armadores pintados al óleo las huelgas de los cargadores las grúas paradas ante el                                                                           [cielo de zinc los tiroteos nocturnos en la dársena fogonazos un cuerpo                                                                          [en las aguas      con sordo estampido el humo en los cafetines Dick Tracy** los cristales empañados la música zíngara los relatos de pulpos serpientes y ballenas de oro enterrado y de filibusteros un mascarón de proa el viejo dios Neptuno una dama en las Antillas ríe y agita el abanico de nácar                                                                                 [bajo los     cocoteros. Guillermo Carnero “Tempestad” (Dibujo de la muerte, 1967; 1971) Una paloma en llamas aparece de súbito. Desgarra incandescente  la daga las pupilas del halcón.  Escamas plateadas, coseletes  de púrpura, la pluma de airón barre  el oro y el azur. Desnúdate bajo la verde bruma de este sauce 2 Ogata Korin (1659-1716): “El biombo de los ciruelos rojos y blancos” Un arte de vida (de Hymnica, 1979) Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa, tu corbata de tarde, la carta que le escribes a un amigo, la opinión sobre un lienzo, que dirás en la charla, pero que no tendrás el torpe gusto de pretender escrita. Beber, que es un placer efímero. Amar el sol y desear veranos, y el invierno lentísimo que invita a la nostalgia (¿de dónde esa nostalgia?). Salir todas las noches, arreglarte el foulard con cariño esmerado ante el espejo, embriagarte en belleza cuanto puedas, perseguir y anhelar jóvenes cuerpos, llanuras prodigiosas, todo el mundo que cabe en tanta euritmia. Dejar de amanecida tan fantásticos lechos, y olerte las manos mientras buscas taxi, gozando en la memoria, porque hablan de vellos y delicias y escondidos lugares, y perfumes sin nombre, dulces como los cuerpos. ¡Qué frío amanecer entonces, qué triste es, qué bello! Las sábanas te acogerán después un tanto yermas, y esperarás el sueño. Del día que vendrá no sabes .nada. (No consultas oráculos). Te quemarán hastíos y emociones, tertulias y bellezas, las rosas de un banquete suntuario, y las viejas callejas, donde se siente todo, en el verano, como un aroma intenso. Vivir sin hacer nada. Cuidar lo que no importa. y si todo va mal, si al final todo es duro, como Verlaine, saber ser el rey de un palacio de invierno. Jaime Siles (representante de la “poesía del silencio”) 5 Grafemas (de Música de agua, 1983) El dibujo sonoro de la línea es anterior al tiempo de lo blanco. El tiempo de la línea —como el espacio y el ritmo de la página— es anterior al ritmo del color. El espacio y el tiempo de la línea son interiores al blanco de la página. Cuerpo textuado, la escritura es un ritmo de espacios de color: de blanco sobre negro, de negro sobre blanco en el espacio en blanco de la línea, en el espacio en blanco de la página, en el espacio en blanco del color. La escritura es un ritmo anterior a ese cuerpo, interior a ese espacio. La escritura del negro sobre el blanco sólo conoce un signo: el invisible blanco del color. Juan Carlos Mestre (1957) Elogio de la palabra (de Elogio de la palabra, 1993)  Esta palabra no ha sido pronunciada contra los dioses, esta palabra y la sombra de esta palabra han sido pronunciadas ante el vacío, para una multitud que no existe.    Cuando la muerte acabe, la raíz de esta palabra y la hoja de esta palabra arderán en un bosque que otro fuego consume.    Lo que fue amado como cuerpo, lo escrito en la docilidad del árbol único, será consolación en un paisaje lejano.    Como la inmóvil mirada del pájaro ante la ballesta, así la palabra y la sombra de esa palabra aguardan su permanencia más allá de la revelación de la muerte.    Sólo el aire, únicamente lo que del aire al aire mismo trasmitimos como testamento de lo nombrado, permanecerá de nosotros. 6    La luz, la materia de esta palabra y el ruido de la sombra de esta palabra. Luis García Montero (1958) Espejo, dime (de Rimado de ciudad, 1983) Déjame que responda, lector, a tus preguntas, mirándote a los ojos, con amistad fingida, porque esto es la poesía: dos soledades juntas y una experiencia noble de contarnos la vida. Año cincuenta y ocho. Vine al mundo en Granada. Mi carácter se hizo bajo una luz hendida de calle estrecha, plaza, iglesia y campanada. Pero ya la posguerra y el sueño provinciano sufrían en los barrios la primera cornada y crecí en la partida del constructor urbano, barajadores, juego, apuestas y descarte, ediles consentidos, juramentos en vano. Esta ciudad ambigua me ha educado en el arte de pasar mucho tiempo bajo la misma luna, tal vez porque se vive de vuelta en cualquier parte, tal vez porque no estuve jamás en parte alguna. Un siglo, como todos, de víctimas y jueces me ha tocado vivir. Mas tengo la fortuna de ser como el otoño y he pagado con creces el derecho a dudar de una flor en su rama. También yo me he quedado desnudo muchas veces. Otoño fugitivo, otoño que reclama la tarea secreta de preparar la vida y conmueve en penumbra la silenciosa trama del futuro que busca una luz construida. Hoy miro con prudencia las vueltas del camino, ya me preocupa menos la tierra prometida. No dudaré del mundo. Sólo me lo imagino como una superficie de tintas. El dilema es saber si los hombres controlan su destino, igual que se controlan los versos de un poema. Debería la historia corregir el diseño, revisar galeradas, interpretar el lema 7 tendrás piedad o miedo de ti misma, vergüenza o dignidad, incertidumbre y acaso el lujurioso malestar, el golpe que nos dejan las historias contadas una noche de insomnio.   Pero también sabemos que sería peor y más costoso llevárselas a casa, no esconder su cadáver en el humo de un bar.   Yo vengo sin idiomas desde mi soledad, y sin idiomas voy hacia la tuya. No hay nada que decir,                                              pero supongo que hablaremos desnudos sobre esto, algo después, quitándole importancia, avivando los ritmos del pasado, las cosas que están lejos y que ya no nos duelen. Aunque tú no lo sepas (de Habitaciones separadas, 1994) Como la luz de un sueño, que no raya en el mundo pero existe, así he vivido yo iluminando esa parte de ti que no conoces, la vida que has llevado junto a mis pensamientos. Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto cruzar la puerta sin decir que no, pedirme un cenicero, curiosear los libros, responder al deseo de mis labios con tus labios de whisky, seguir mis pasos hasta el dormitorio. También hemos hablado en la cama, sin prisa, muchas tardes esta cama de amor que no conoces, la misma que se queda fría cuando te marchas. Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo, hicimos mil proyectos, paseamos por todas las ciudades que te gustan, recordamos canciones, elegimos renuncias, aprendiendo los dos a convivir entre la realidad y el pensamiento. 10 Espiada a la sombra de tu horario o en la noche de un bar por mi sorpresa. Así he vivido yo, como la luz del sueño que no recuerdas cuando te despiertas. Poética (de Completamente viernes, 1998) Hay momentos también en que dejamos las palabras de amor y los silencios para hablar de poesía. Tú descansas la voz en el pasado y recuerdas el título de un libro, la historia de unos versos, la noche juvenil de algunos cantautores, la importancia que tienen poetas y banderas en tu vida. Yo te hablo de comas y mayúsculas, de imágenes que sobran o que faltan, de la necesidad de conseguir un ritmo que sujete la historia, igual que con las manos se sujetan la humedad y los muros de un castillo de arena. Y recuerdo también algunos versos en noches donde comas y mayúsculas, metáforas y ritmos, calentaron mi casa, me hicieron compañía, supieron convencerme con tu mismo poder de seducción. Ya sé que otros poetas se visten de poeta, van a las oficinas del silencio, administran los bancos del fulgor, calculan con esencias los saldos de sus fondos interiores, son antorcha de reyes y de dioses o son lengua de infierno. Será que tienen alma. Yo me conformo con tenerte a ti y con tener conciencia. Preguntas a un lector futuro (Vista cansada, 2008) 11 Vista cansada: Dedicatoria a Almudena Grandes: Como siempre he vivido con los pies en las nubes, necesito el amor para poner las manos en la tierra. Epígrafe de T.S.Eliot: Y en la cubierta del vibrante barco mirando el surco que queda tras de ti, no pensarás que el pasado esté acabado ni que el futuro está delante de nosotros. ¿Está lloviendo? ¿Tal vez en los tejados confundes la verdad con la belleza, y un bienestar antiguo duerme la sombra líquida del tiempo? ¿O es un día de sol, de los que ruedan por el mundo sin esperar la primavera, hasta caer hermosos y rendidos al pie de tu ventana? ¿Estás fumando? ¿Has conseguido respirar la nube de tu tranquilidad, el pacto de los cuerpos con el humo? ¿Has servido la copa que te devuelve a la razón más tuya, a la barca que sabe descansar en su orilla? ¿Pesa ya en la madera de tu edad el oleaje de lo que se pierde? ¿Estás solo? ¿Alguien lee a tu lado, en la otra butaca de la noche? ¿Esperas a que suene el portero automático para dejar el libro y compartir las horas con el amor que manda en los relojes, para sentirte libre y excitado, por un momento libre, sin ambición ni deuda? Y no voy a negarlo desde hoy: 12
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