Scarica Bodas de Sangre - Acto 2 (Lorca) e più Appunti in PDF di Spagnolo solo su Docsity! Acto 2 El día de la boda, el primer invitado que llega a la celebración no es, ni más ni menos, que el mismo Leonardo. La discusión entre la Novia y Leonardo se da porque él le pregunta "con intención" si el novio había llevado la corona azahar, un símbolo de pureza. Por lo tanto, queda claro que la intención de Leonardo al preguntar por esto era acusar a La Novia de deshonesta por llevar la corona de azahar. Además, Leonardo le pregunta a La Novia qué significó él para ella. Ante esta pregunta, la joven se pone muy nerviosa, y le pide que se marche. Entre tanto, La Criada trata de terciar para que termine la conversación; sin embargo, no hará falta porque Leonardo sigue provocando a La Novia diciéndole que ella se casa por orgullo y le advierte que no es verdad que el tiempo cura. Al final de la conversación, Leonardo le dice a La Novia que él ya se ha casado y que ahora le toca a ella casarse y que quería decirle estas cosas porque de lo contrario no se hubiera quedado tranquilo. La Novia le contesta que se “encerrará” con su marido, expresando que así terminará con el asunto entre ellos. De esta manera, la novia repite la alusión al imaginario matrimonial relacionado con el encierro, con "un hogar y un marido y nada más". Leonardo, expresa que esto no es así, y que hay cosas -pulsiones- que exceden las cuatro paredes del hogar. Posteriormente, mientras La Criada prepara las mesas para el convite, llegan el padre de la novia y la madre del novio. Creen ser los primeros, pero la criada les informa de que ya llegaron Leonardo y su mujer. El padre y la madre empiezan a hablar sobre Leonardo; en particular, La madre dice que no le gusta que Leonardo y su mujer estén como invitados, pero el padre de la novia afirma en un día tan especial, ella debería pensar en perdonar, a lo que la madre responde con desgano, “Me aguanto, pero no perdono”. Padre y Madre hablan sobre su deseo de tener nietos. La Madre destaca que quiere tener una nieta, porque “Los varones son del viento”, mientras que el padre quiere un nieto para cultivar la tierra. En el cierre de este cuadro se encuentra el clímax de la obra, porque toda la tensión que se hallaba acallada sale a escena. La novia rechaza la invitación del novio para bailar con el pretexto de echarse un rato a descansar, diciendo que tiene un golpe en las sienes. Sin embrago, en realidad huirá con Leonardo. La mujer de Leonardo pasa preguntando por el marido, pero no está ni él ni su caballo. Como La Novia también falta, los invitados se preguntan dónde podría estar y empiezan a buscarla, pero no la encuentran.
