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El amante Japone, Isabel Allende, Appunti di Lingua Spagnola

riassunto capitolo per capitolo del libro integrale

Tipologia: Appunti

2019/2020
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Caricato il 18/10/2020

consu_ele
consu_ele 🇮🇹

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Scarica El amante Japone, Isabel Allende e più Appunti in PDF di Lingua Spagnola solo su Docsity! El amante japones – Isabel Allende Personajes: - Irina Bazili, mujer moldava que empieza a trabajar en Lark House, tiene 23 años y vive cerca de Berkeley; - Hans Voigt, director de la comunidad; - Lupita Farías, mujer que sigue trabajando aquí por 32 años, mexicana. Capítulo 1: Lark House Irina tiene 23 años y en 2010 empieza a trabajar en Lark House, una comunidad de ancianos que toma el nombre de las alondras (=allodole). Irina se habia criado en una aldea de moldavia habitada por viejos y niños y es adicta a videojuegos y novelas de fantasía. El presidente, Hans Voigt, tenía la necesidad de contratar personal, entonces aceptó a la candidatura de Irina. Inicialmente, el director le dijo a Irina que era demasiado joven para un puesto de tanta responsabilidad, pero tenìan que cubrir con urgencia una vacante. Lark House fue fundada en la mitad de 1900 y da la bienvenida a cualquier anciano: librepensadores, buscadores de caminos espirituales, activistas sociales, nihilistas e hippies, pero son todos blancos de clase media. Después comienza la descripciόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de n física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de alondras, de las que proviene el nombre: Lark House, casa de alondras. El trabajo de Irina consistía en facilitar la vida a los huéspedes del segundo y tercer nivel, los del primero no porque eran independientes. Irina tiene que acompañarlos a las consultas de los médicos, abogados y contadores, ayudarlos con formularios sanitarios y llevarlos de compras y menesteres similares. Irina tenìa un triple trabajo, en cuanto se ocupaba tambièn de lavar los perros y trabajaba en una cafetería. Hay algunas prohibiciones: tiene que vestirse de una cierta manera, no puede humar. Hay alrededor de 250 personas de 85 años. En el primer piso hay largos y anchos (=larghi) corredores para que la gente podía salir de su habitación para encontrarse con los otros. Hay una edificación separada, el Paraíso, cubierta por una hiedra trepadora (=edera rampicante). Hay la biblioteca, la sala de juegos, la Tienda de los Objetos Olvidados, un club de cine, donde se transmitían principalmente películas de Tarantino, un parque de árboles, donde hay ardillas (=scoiattoli) y pájaros, entre los cuales hay alondras. Las guardias eran dos hombres de policía de 70 años sin armas. Hans Voigt le habló de los fantasmas que hay en la comunidad, en particular de Emily, la hija del magnate del chocolate, y su hijo pequeño de 3 años. El niño murió ahogado en la piscina y la madre se murió de pena. Cuando los dos murieron al final de los años 40, el magnate abandonó la casa y creó la fundación. El primer día de trabajo Irina se presentó con sus mejores vaqueros (=jeans) y una camiseta. La comida que se servía parecía a la de los restaurantes. En poco tiempo aprendió los nombres y apellidos de sus colegas, que provenían de México, Guatemala y Haití. Lupita Farías es una mujer que sigue trabajando allí por 32 años y conoce bien a todos. Lupita le dijo a Irina que tenía que tener ojo con la depresión: los ancianos nunca tuvieron que estar aislados y si pasaba algo así, Irina tenía que decirlo a Lupita o a Cathy, o Catherine Hope, una anciana que vive en el primer piso y que ayuda a Lupita en esto. Los ancianos aislados necesitan ser acariciados, ver a una película o rezar. La mayoría de la gente es progresista, hay un grupo de ancianos, el movimiento Ancianos por la Paz, que los viernes por la mañana iban por la calle a protestar contra la guerra y las injusticias del mundo, como el calentamiento global. Un hombre, en el 2006, murió durante una protesta y hay una tarja en el parque dedicada a él. Desde el primer momento, Alma Belasco llamó la atención de Irina, era una mujer aristocrática y Lupita le dijo a Irina que seguramente no iba a permanecer aquí por mucho tiempo. Irina la observa de lejos. En ese ambiente, Irina se dio cuenta de que la edad no impedía divertirse y participar en el ruido del la existencia y también que en esa comunidad se puede evitar el peor flagelo de la vejez: la soledad. Pensόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de también en sus abuelos y se arrepintiόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de de haberlos abandonado. Aquì, se le presentaba la ocasiόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de n de darles a otros lo que no pudo darles a ellos. Capítulo 2: El francés En el segundo nivel hubo un hombre, Jacques Devine, que todos llamaban “el francés”, no porque era de Francia, sino por sus acciones: dejaba pasar primero a las mujeres, les apretaba la silla y nunca andaba con bragueta abierta. Tenía casi 90 años y era sano de cuerpo y él confesa de haber pasado un tiempo en prision, de dondé sacόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de tatuajes de filibustero en los brazos. Se casó 3 veces y fue viudo de todas, la última a causa de un ciclista que atropelló su mujer por la calle. El ayudante de Jacques era Jean Daniel, un cuidador haitiano. Jacques, todos los días, se duchaba, se vestía y luego iba al Starbucks delante de Lark House donde tomaba sus cafés. Su enfermedad era que se olvidaba de las cosas, por eso tuvo una libreta en la cual escribía las cosas importantes, como que se enamoró 67 veces en toda su vida. Tenía varios hijos reconocidos y muchos ilegítimos. Jacques se prendó de Irina desde el primer momento en la que la vio y le regaló un escarabajo (=scarafaggio) de topacio y brillantes como señal de amor y por la noche le confesó su amor. Jacques Devine se prendόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de de Irina, a la cual declarόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de su sentimiento desinteresado y platόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de nico: sόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de lo deseaba su compañía. Es dicho también que la edad no hace a nadie mejor ni más sabio, solo acentúa lo que cada uno ha sido siempre. Irina no sabía que hacer y contó el hecho a Lupita, que le dijo que era normal, porque los ancianos se legaban a las mujeres jóvenes y que no tuvo que preocuparse. Entonces, Irina se fue del director y le dijo lo que pasó y él le dijo que la gente que trabajaba allí nunca tuvo que aceptar a los regalos de los huéspedes y que, entonces, Irina tuvo que restituir el escarabajo a Jacques. Lo único que se aceptaba era el dinero, pero eso no lo dijo. Una semana más tarde, Jacques le pasó a Irina 160 dólares y lo dijo a Lupita, que le dijo que tuvo que devolverlo a la caja de los cigarros donde el galán guardaba su dinero. Jacques escribió una carta a Irina, en la cual le dijo que gracias a ella, ahora él vive mejor y que ahora tiene otra vez su energía. Irina dejó la carta y no respondió. El médico notificόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de que había llegado la hora de transferirlo al tercer nivel, en cuanto en la semana Jacques Devine había salido un par de veces en taxi sin dar explicaciones, algo inusual, entonces él no estaba en las condiciones mentales de seguir en el segundo nivel. Al dia siguiente Jacques Devine se muriόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de y Irina confesόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de de sentir verguenza por sentirse aliviada. La situación cambió cuando Jacques murió: un día salió por la calle con un taxi y, cuando regresó, estaba tan flaco y débil que el taxista tuvo que bajarlo del taxi en brazos. Lo llevaron a su habitación y Jean lo encontró muerto en su cama. Querían hacer una autopsia, pero Hans Voigt no estaba de acuerdo. Hubo un problema: Jacques, poco antes de morir, se fue de su notario y abogado para modificar el testamento y decidió de intestar todo a Irina, la mujer que en la última etapa de su vida lo ayudó mucho. Los familiares no estaban de acuerdo y decidieron llamar en causa a Irina y a Lark House. El director pidió 24 horas para negociar con la familia y llamó a Irina. Hans Voigt presentó la situación a Irina, pensando que ya lo sabía, pero lo era así, ella no sabía nada de todo esto y los dos optaron por decir que él era instable mentalmente, así que el testamento no podía ser aceptado. Al final, todo se resolvió y Hans dijo a la familia de Jacques que tuvo que dar a Irina 2 mil dólares como agradecimiento, pero nunca les recibió. Capítulo 3: Alma Belasco Después del hecho de Jacques Devine, Alma Belasco se interesó en Irina. Alma le dijo que necesitaba a una secretaria que la ayudara en su actividad, pero Irina le dijo que no tenía tiempo, porque, además que en Lark House, ella trabajaba en una cafetería y banaba perros a domicilio. Alma se interesó a la actividad de los perros, probablemente porque ella tuvo un gato en su habitación y ama a los animales. Irina le dijo que trabaja con su socio Tim, con el cual utilizan a una ranchera (=macchina con bagagliaio espandibile) y a domicilio van a casa de los perros y los bañan. Alma le preguntó cuánto gana con este trabajo e Irina le dijo 25 dólares por perro. Entonces, Alma le propuso 13 dólares por hora, que podían llegar a ser 15. Irina decidió de aceptar el trabajo de Alma, pero dejó la cafetería y no a los perros. Al principio, Irina y Alma no tenían cofinancia, entonces no hablaban mucho, pero luego este trabajo se convirtió en amistad. Alma Belasco es una persona autoritaria, exigente en los detalles y vaga en sus instrucciones. Alma llevaba el cabello blanco, duro y cortado, se pintaba los labios de rojo y usaba una fragancia masculina de bergamoto y naranja. En su habitación hubo pocos muebles, su gato y objetos personales. Hubo también un automóvil pequeño. Tenia ojos castaños, gruesas cejas oscuras y ojeras violaceas. Nadie de los empleados podia dirgirse a ella en el tono paternal que solian usar con los otros residentes y nadie podia jactarse de conocerla, hasta que Irina lorgrόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de penetrar en la fortaleza de su intimidad. Los únicos amigos de Alma eran: Víctor, el jardinero, Catherine Hope, la doctora, y Kirsten, su ayudante en el taller de costura, donde las dos pasaban el tiempo pintando a la seda. Kirsten tuvo el síndrome de Down, pero, a pesar de esto, colaboraba muy bien con Alma. Cuando Alma no lograba más en pintar a la seda, a causa del temblor en sus manos, pido la ayuda a otros que pintaban la seda usando a sus dibujos. Alma habia obtenido fama con sus quimonos, tunicas y echarpes de diseños originales y colores atrevidos que vendia a precios exorbitantes La ropa que pintaban no la usaban las dos, sino la vendían en galerías de arte a precios exorbitantes y el dinero ganado era destinado a la Fundación Belasco. Esta Fundación fue creada en 1955 por su suegro, Isaac Belasco, y se ocupaba de crear zonas verdes en barrios conflictivos. Así, se disminuyó la mala vida y la criminalidad en estas áreas. La Fundación había sido dirigida por el primer descendiente masculino de la familia y el próximo tuvo que ser Seth, el bisnieto de Alma. Seth e Irina se encontraron algunos días que Irina trabajaba por Alma. Seth no era un muchacho bellísimo, pero era inteligente, tenía los ojos verdes, el cuello delgado y la piel blanca. Irina utilizaba ropa muy pesante durante el invierno, pero durante el verano utilizó ropa más ligera, que evidenciaba a sus formas y Seth se enamoró de la chica. Seth se atrapόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de de inmediato de Irina, a la cual le contόn física de la estructura, en la que se dice que Lark House es un santuario de pájaros, especialmente de de ser un escritor y de querer contar la historia de los Belasco. En realidad la novela era un pretexto patra ver a Irina. Seth no sabía como llamar a la atención de Irina, entonces empezó a escribir un libro sobre la Fundación, documentándose en libro y en internet. En el mismo tiempo, Alma e Irina llegaron a ser amigas y Alma le dio el deber de organizar su material que no hacía tocar de ningún. Seth se propuso ayudar a Irina en su conocimiento cultural, que no recibió por su padre de Moldavia y su madre borracha de Texas.  Descripción de Alma de niña → tenía acento británico que había aprendido de la institutriz; tenía la seriedad de enterrador, rígida y angulosa como una tabla, olía a la naftalina de sus baúles de viaje y con un desafiante mechón blanco sobre la frente, que contrastaba con el negro profundo del cabello y con su piel olivácea. Capítulo 6: Alma, Nathaniel e Ichimei Hay algunos cambios entre los chicos: cuando eran bastante pequeños jugaban juntos y organizaban algunas representaciones teatrales entre ellos. Pero, cuando Nathaniel cumplió los 14 años, las cosas cambiaron. Nathaniel empezó la escuela secundaria en un colegio de chicos copiado del modelo británico. Pronto tuvo que lidiar con la maldad de los niños que se estaban convirtiendo en hombres, mientras que en cambio él parecía un chiquillo de diez años, en vez de los catorce que había cumplido, aun no sufría el bombardeo despiadado de las hormonas, era introvertido, cauteloso, dado a la lectura y pésimo para los deportes. Cuando regresaba a casa, siempre regresaba con un ojo amoratado (=nero), camisa manchada de sangre y arañazos (=graffi). Una noche se orinó en la cama y escondió las sabanas en la chimenea y la descubrieron solamente en septiembre, cuando la encendieron. Lillian decidió de ir a hablar con el director de la escuela y le dijo de los problemas del hijo, pero el director le dijo que todo esto era normal, que los chicos necesitaban de la violencia para crecer y que como eso que Nathaniel era un alumno nuevo, él no habría dicho nada a nadie. La madre se fue y fue a la oficina del marido, que le dijo que el director tuvo razón. Entonces, Nathaniel tuvo que empezar a defenderse y fue Ichimei a ayudarlo. Al principio le ensenó algunos movimientos de las artes marciales en el jardín, luego lo llevó en un garaje donde su padre ensenaba judo y karate a los chicos. Nathaniel empezó a seguir las clases y al final sabía defenderse, tanto que luchaba no solamente con los más pequeños, sino también con Charles y James. Pero esto puso fin a las representaciones teatrales en el desván y cambió también la relación entre los tres muchachos. Nathaniel estaba creciendo, no le gustaba su cuerpo, era desproporcionado y no sabía que luego habría estado más proporcionado, entonces pensó mucho en el suicidio y hablaba de sus problemas a Alma. En Europa había estallado la guerra y Hitler había ganado más y más poder en Alemania. Alma no recordaba bien su país natal o idioma, pero su familia siempre estaba en sus pensamientos. Pero Alma, en este momento, pensaba mucho en sus padres y su hermano. Ella tenía una fotografía de los padres y de su hermano sobre su mesita de noche y le besaba antes de irse a dormir. Preocupada por las imágenes de la guerra, Alma había descubierto un excelente confidente en Ichimei. Si los dos niños no se veían por unos días, se llamaban por teléfono por la noche. Los Belasco vivían pendientes de las noticias de Europa, cada vez más alarmantes y confusas. En Varsovia, ocupada por los alemanes, había cuatrocientos mil judíos hacinados en un gueto de 3 km cuadrados y medio. El hermano de La guerra era más dura, Hitler hubo creado muchos campos de concentración en Varsovia con los judíos y, entre ellos, hubo también los padres de Alma. Alma supo todo esto gracias a un telegrama de su hermano, pero la familia Belasco no podía hacer nada. Isaac intentó ayudar a la familia Mendel pagando una redención (=riscatto), pidiendo ayuda a gente que trabajaba en Washington y a todos los que conocía, pero todos se preocupaban de otros asuntos más importantes de una misión de socorro. Los Estados Unidos observaban la guerra desde lejos, les era difícil creer que lo que estaba sucediendo en Europa era real, incluidas las deportaciones masivas y las cámaras de gas con las que los nazis exterminaban a los judíos. Capítulo 7: Irina Bazili En 2013, Irina Bazili celebró en privado con Alma los 3 años trabajando allí. Mirando a las fotografías puso “conocer” a la familia de Alma: Isaac tenía una nariz aguileña y ojos amables; Lillian baja de estatura, amplia de pechuga y bella; Martha y Sarah feas y muy bien vestidas; Nathaniel flaco de chico y luego alto y guapo. Vio también a Alma recién llegada a América; a ella a 21 años en Boston; a ella como madre con su hijo en los brazos. Irina tuvo que colocar a las fotografías en orden cronológico en el álbum. Vio también a Ichimei y a fotografías de los cumpleaños de Alma. Alma e Irina parecían tía y sobrina, se necesitaban mutuamente. Alma ahora tiene casi 82 años. Luego, se habla de Catherine Hope. La mujer tenía una historia muy dolorosa: antes de estar en Lark House ella era un médico pero una vez escalando una montaña se cayó y quedó aprisionada entre dos rocas, con las piernas y la pelvis destrozada. Después de un rescate muy dificil y muchas operaciones cirurgicas, sobrevivió pero tuvo que aceptar que no volvería a caminar. Se trasladó a Lark House y empezó su nueva vida, conseguió practicar de nuevo medicina creando en la residencia una clinica gratuita del dolor para todos los pacientes que tenían problemas. Rapidamente Cathy, como la llamaban, se convirtió en la madre que acogía a los recién llegados, recibia las confidencia y consolaba los tristes. En Lark House Irina se sentía segura por primera vez en mucho tiempo Hans Voigt, después de dos operaciones de hemorroides con resultados irregulares, se volvió malo de carácter. La preocupación de Irina era una invasión de ratones en su casa en Berkeley y los inquilinos optaron por trampas. Algunas obligaciones en Lark House le fastidiaban, como la burocracia de las compañías de seguro, estar con los familiares que reclamaban, clases obligatorias de computación. Cathy le explicó la diferencia entre vejes y ancianidad: la primera es mejor, porque las personas son independientes; mientras con la segunda la gente no tiene nunca su independencia porque no logra en esto. Los huéspedes del segundo y tercer nivel querían la ayuda de Irina e Irina le daba ayuda. Los viernes por la mañana Irina acompañaba a los huéspedes por la calle para protestar y también participaba a los eventos por causas nobles, como tejer (=cucire) chalecos (=gilet) para la gente de Siria. La mayoría de la gente era democrática y esperaba en la elección de Barack Obama. Luego, Irina promovía también a la religión, a través de la distribución de guías, cursos, animismo, percepción psíquica, meditación. Ella empezó a creer en los rituales cuando participó a un evento y puso hablar con sus abuelos en el tronco de una secoya. Irina ayudaba a mantener la calma, a hacer feliz la gente, ayudar en las actividades diarias. Alma era la única que no tenía la necesidad de ayuda, era independiente, era agnóstica y pragmática y pasaban muchos días juntos. Capítulo ocho: Seth Belasco La mejor manera para mantener viva a la gente en Lark House era entretenerlos. Alma entretenía a la gente con espectáculos teatrales como los que hacía cuando era pequeña. Tres veces por semana Alma iba a su taller con Kirsten; prefería cenar en los restaurantes bajo de Lark House o en su apartamento. Irina ponía lo indispensable en la cocina: fruta fresca, avena, miel y pan integral. Alma y Seth invitaban a Irina al almuerzo dominical hecho por Alma. Seth intentó muchísimas veces de empezar una relación con ella, pero nunca logró entonces empezó a salir con viejas amigas. Las conversaciones familiares empezaban bien, pero terminaban aburridas: Seth buscaba motivos para desafiar (=sfidare) a sus padres; Pauline aparecía entregada en alguna causa; Doris se ocupaba de ofrecer sus experimentos culinarios. La casa de Alma se encontraba sobre un promontorio entre el Oceano Pacífico y la bahía de San Francisco. Seth, al final, entendió que podía ser solamente un primo adoptivo de Irina. En esos 3 años el libro de Seth llegó a ser un libro de más de 200 páginas y era lleno de material de Alma e Irina. No todos los Belasco se encontraban en California, por ejemplo David Belasco abandonó la ciudad en 1882 y triunfó como productor teatral en Broadway. Seth se graduó como abogado por obligación y trabajaba con su hermana Pauline. Utilizaba siempre un maletín de su buelo Isaac: un maletín de cuero color caramelo con las iniciales de su abuelo en oro. En este maletín puso las hojas del manuscrito de su libro que se multiplicaban, entonces pensaba que tenía poderes mágicos. No corregía nunca a los papales, solamente después que Irina las había leídas. Alma echaba de menos solamente a Seth y cuando no llegaba se ponía triste y lo llamaba y él llegaba pronto sin problemas. Los dos se trataban como camaradas de adventuras sin muestras de afecto. Alma se revelaba narradora con él: le contaba de Varsovia, de su infancia, de sus abuelos Mendel, del nacismo y de procelana, copas y manteles. Contaba también del camino a Treblinka y parecía casi que fuesen todos con ellos en las chimeneas. Contó también de cuando cayó una tormenta en el jardín de Isaac que destruyó todo. Contó de cuando murió Isaac y le hicieron dos funerales, uno para la gente que tenía debidas con él y el otro para la familia, y Lillian se puso ciega el mismo día que él murió. Contaba también de los Fukuda, pero sin focalizarse en su relación con Ichimei. Capitulo 9: Los Fukada Takao Fukuda había vivido en Estados Unidos desde los 20 anos sin deseos de adaptase, estaba orgulloso de su cultura y de su lengua. Sufría mucho al compartirse con los americanos, porque veía que eran diferentes por las costumbres y la cultura y no le gustaba su manera de vivir. Sabía que seguramente sus hijos masculinos, Charles y James, se escondían en rincones con la mujeres y bebían cerveza hasta perder la cabeza, pero esperaba que su hija Megumi no cometería semejantes indecencias, era una chica respetuosa y una buena alumna. En 1912, Takao Fukuda había dejado a su familia y tuvo que emigrar por razones metafísicas. A los 15 años descubrió Oomoto, el camino de los dioses, una nueva religión japonesa que consistía en creer en muchos dioses, que pero eran siempre el mismo, no importaba como les llamáis, pero eran todo el mismo. Dios intenta purificar y ayudar a los seres humanos, predicaba la paz. Entonces, Takao decidió de irse y llegó a la costa de California con dos mudas (=cambi) de ropa, un retrato de sus padres y la espada de samurái que había estado en su familia por siete generaciones. Esa katana era el único tesoro que poseía de su familia, estaba hecha por acero plegado y vuelto a plegar 16 veces por antiguos artesanos, con mango labrado de plata y bronce y decoraciones en oro. Al desembarco, la pequeña comunidad Oomoto de San Francisco lo ayudó y empezó a trabajar como labrador de tierras. En 10 años se casó con una mujer que tuvo que elegir entre 3 mujeres. Eligió la primera porque le gustó su nombre: Heideko. La mujer era una campesina de 10 años menor, se casaron y tuvieron 4 hijos: Charles, James, Megumi e Ichimei. Cuando nació Ichimei en 1932 se pensaba que hubiera muerto, pero gracias al cuidado médico sobrevivió. Ichimei significa vida, luz, brillo. Cuando nació Ichimei, su familia estaba viviendo el periodo de la Depresión americana. Takao trabajaba por la familia Belasco, que lo llamó para hacer un jardín en su propiedad. Isaac Belasco no sufrió la crisis, porque invirtió su dinero en botes de pesca, aserradero (=segheria), lavandería. Isaac compartía la misma pasión de botánica con Takao, entonces empezó una buena relación entre los dos. Isaac aprendió muchísimo de su maestro Takao. Dos años después de que llegó Alma, Isaac se asoció con Takao para establecer un vivero (=vivaio) de flores y plantas decorativas. Obviamente todo era a nombre de Isaac, porque los japoneses no podían poseer propiedades. Los dos decidieron que todo habría pasado en las manos de Charles, el hijo mayor de Takao. En 1941, el Imperio japonés atacó a Pearl Harbor y empezaron los problemas. El presidente Roosevelt declaró guerra a Japón y Hitler y Mussolini declararon guerra, junto a Japón, a Estados Unidos. Los japoneses empezaron a ser considerador enemigos del estado, no eran americanos y no podían trabajar. Fueron confiscados todos los bienes y las propiedades de los japoneses y hubo la evacuación de algunas áreas de América. Entonces, el vivero de Takao e Isaac no alcanzó hacerse realidad. Hubo muchísimos muertos y gente que se escapó de América y los japoneses eran considerados como víboras. Isaac, pero, consideraba a Takao como un amigo, entonces le ofreció su ayuda. Takao pidió a Isaac si puso colocar en el jardín su katana, que era la cosa más importante de todas. Isaac aceptó. Empezó la ceremonia, a la cual participaron Takao, sus hijos, Isaac y Nathaniel y Alma observó todo de lejos mientras tenía en sus brazos en gato de Ichimei, Neko, en japonés gato. Hicieron una zanja (=fossa) y dentro pusieron la katana. Takao lloró e Isaac lo ayudó y decidió que el día siguiente habría plantado crisantemos en aquel punto. Luego, Ichimei y Alma hablaron y él le dijo que no se habrían visto por mucho tiempo, pero no sabía por cuánto. Capitulo 10: El Peligro amarillo Los Fukuda tuvieron muy pocos días para disponer de sus bienes, hacer una maleta por persona y lo que pudieron cargar y presentarse a los buses de la vergüenza. Debían internarse voluntariamente, de lo contrario serían arrestados y se enfrentarían a los cargos de espionaje en tiempo de guerra. Se unieron a otros cientos de familias, se entregaban porque no había una alternativa y porque demostraban su lealtad a EU y su repudio al ataque de Japón. A los Fukuda les tocó el campo de Topaz, en una zona desertica de Utah pero antes pasaron seis meses esperando en un hipódromo. Los Isei obedecían a los órdenes, mientras los Nisei, los hijos, se rebelaban. Los japoneses esperaban horas en largas filas frente a las mesas de los agentes, que los inscribían y les entregaban etiquetas para colgarse al cuello con el numero de identificación. Cuando Takao estaba para partir, llegó Isaac con Alma y dio a Takao mucho dinero y Alma dijo a Ichimei de escribirle cartas. En poco más de una hora, los Fukuda llegaron al hipódromo de Tanforan, en la ciudad de San Bruno. Aquí hubo un campo de barracas, pero no era terminado a causa de la tempestividad de la noticia. Al principio, hombres y mujeres fueron separados por el control médico y fueron vacunados contra del tifus y del sarampión, luego pusieron unirse y recoger a sus maletas. Los Fukuda se instalaron en el establo vacío que les asignaron, telas de arañas colgaban da techo, ratones y un palmo de polvo en el suelo. No les dio tiempo a los hijos de lamentarse, los puso a montar los catres de campaña y a barrer, después mandó a Charles y a James a recoger pedazos de tablas y palos para fabricar unas repisas, a Megumi y Ichimei les encargó llenar los sacos con paja para hacer colchones. Los únicos enemigos evidentes que Heideko detectó en su primera inspección fueron los traductores coreanos. Las letrinas y duchas eran insuficientes y no tenían puertas y el agua caliente no alcanzaba para todos. Se había abolido el derecho a la privacidad. Pero no pasarían hambre, en los comedores servirían tres comidas diarias. La primera noche Takao y Heideko no pegaron ojos. Antes de terminar la semana los evacuados se habían organizado, habían elegido por votación democratica a sus representantes entre los cuales e contaba Heideko que era la unica mujer. Habían registrado a los adultos por oficio y habilidad, inaugurado una escuela y programado deportes y otras actividades para mantener ocupados a los jóvenes. James, si habría sido llevado en otro campo o, en el peor de los casos, si habría sido matado. Takao quería enseñar judo a los niños, pero no le dejaron el permiso, entonces sigue enseñándolo a sus hijos. Pensaba en la cultivación, pero él murió poco a poco en el campo. En cambio Heideko floreció en Topaz. Comparada con otras mujeres era una esposa insubordinada pero había vivido dedicada al hogar, los hijos y el pesado oficio de la agricultura. En el campo no tenia tiempo para la desesperación, a toda las horas andaba resolviendo problemas ajenos y forcejando con las autoridades para conseguir lo imposible. Su mayor preocupación era apuntalar a Takao para que no se desmoronara por completo. La diferencia da edad entre ellos se notaba mucho. La promiscuidad entre las barracas había puesto un punto final a la pasión, por pudor procuraban no tocarse en su estrecha cama así la relación se fue secando. Takao se encerró en el rencor mientras Heideko descubría su vocación de servicio. Megumi Fuguda había recibido tres proposiciones de casamiento en menos de 2 anos y nadie se explicaba por que las había rechazado salvo Ichimei que hacia de correo entre su hermana y Boyd Anderson. Ella quería a su Boyd y quería casarse con él. Su otro sueño era llegar a ser médico. En Topaz terminó la escuela secundaria sin problemas, pero el problema más grande eran las universidades, que aceptaban solamente pocos japoneses y ella no tenía una buena reputación a causa de James. Además, ella no quería dejar sola a su familia. Empezó a trabajar por un medico blanco, Frank Delillo que le dio esta oportunidad. Al principio no hacía mucho, pero con el pasar del tiempo llegó a ser su asistente. Trabajaba por 10 horas al dia pero algunas noches procuraba juntarse un rato con Boyd, bajo el manto protector de Frank, la unica persona que estaba en el secreto junto a Ichimei. A pesar de los riesgos los enamorados pasaron 2 anos de amor clandestino. En particular, Frank le dio un permiso para pasar los controles y para ausentarse de su habitación sin controles. Megumi perdio su virginidad y Boyd ganó el cielo. La afición de Ichimei por la jardinería se agudizó en Topaz. Pronto su apodo de “dedos verdes” reemplazó a su nombre porque todo lo que tocaba germinaba y crecía. Takao predicó su religión a Heideko y a sus hijos pero el unico que abrazó con fervor fue Ichimei porque se acomodaba a su carácter y con la idea que desde muy niño tenia de la vida. Solo ellos en el campo pertenencían o Oomoto. Megumi, por otro lado, se convirtió al cristianismo, lo atribuyó a un sueño revelador en que se la apareció Jesus, aunque lo hizo probablemente para poderse casar con Boyd y obtener la bendición del cura. Capitúlo 13- Arizona En diciembre 1944 la familia Fukuda recibió malas noticias: el hijo mayor Charles había muerto en combate. Ahora Takao Fukuda había perdido a dos de su hijos, a Charles que estaba muerto y a James que había sido deportado en Japón y nadie sabía algo algo de él. A partir de aquel momento el hombre no sería más el mismo y caería en un estado depresivo. En 1945 Japón se rindió y empezaron a cerrar los campos de concentración. Los Fukuda recibieron veintecinco dólares y un pasaje en tren hacia el interior de Arizona. No les permitieron regresar a San Francisco, donde tampoco había nada que los llamara, Takao había perdido el derecho de trabajar y también había perdido su casa. En Arizona su salud empezó a empeorar y por eso se sentía incapaz de volver a trabajar la tierra, el único trabajp disponible para un hombre de su condición. Parecía que la precaria situación le importaba poco: la tristeza se había cristalizado en el hombre. Ahora para mantener la familia, su mujer y su hija Megumi trabajaban en una fábrica. Cuando los japoneses adquierieron el derecho de la ciudadanía, Takao fue el único que no quiso sacarla. En aquel periodo las leyes contra el matrimonio entre razas fueron abolidas pero la chica no quiso casarse con su novio americano para evitar a su padre otras penas, también ella debío postergar su decisión de estudiar medicina y de esta manera todos sus sueños no se realizaron. Durante todo este tiempo Boyd procuraba convencer a Megumi de casarse con él a través de cartas y llamadas por telefono. A los catorce años Ichimei entró en la escuela secundaria y encontró la directora del establecimiento, miss Brody, una mujer que se había empeñado durante los años de guerra para convencer los políticos que los niños en los campo tenían que estudiar y para ayudarlos ella enviaba miles de libros. En la primera semana Ichimei fue al centro de insultos razistas y se enteró del odio que se había propagado durante la guerra contra los japoneses. Incialmente fue dificil vivir en esa situación pero después una pelea, Ichimei se defendió con una llave de judio y a partir de ese momento nunca fue molestado y cuando lo enviaron a la oficina de la directora ella se monstró favorable a lo que el chico había echo. Capitúlo 14: Boston El primer año de separación Alma esperaba constantemente las cartas de Ichimei pero con el pasar del tiempo se acostumbró al silencio de su amigo, tal como se acostumbró al silencio de sus padres y su hermano. Los tíos no le decían nada dobre la situación en Europa y sobre sus padres porque querían protegerla y no querían darle malas noticias porque en realidad los hechos eran que el hermano de Alma, Samuel, había caido con su avión en Francia y nadie sabía algo sobre los padres después que fueron deportados en los campos de concetración. Cuando tenía doce años, Alma después que se resignó por haber perdido a Ichimei, volvió a ser la chica taciturna que era cuando llegó a California la primera vez. El único en el que confiaba era Nathaniel que además era el único que podía consolarla cuando ella se encerraba en el armario. De esta manera Alma era muy cercana a él y cuando el chico tuvo que irse a Harvard para estudiar leyes, ella tomó esta decisión como una ofensa personal y se sintió abandonada también por él. En el corazón de Alma había amor por dos personas: a los ocho años ella se había enamorado de Ichimei con la intesidad de los amores de la infacia y de Nathaniel con el amor sereno de la vejez. Para ella eran ambos indispensables. Cuando la chica terminó la secundaria decidió de irse a Boston, en un colegio femenino, para estudiar, y estar cerca de Nathaniel, pero también para huirse de su tía Lillian que pensaba solo en buscarle marido. Alma imaginaba que el colegio de Boston iba a ser una extensión más libre de la escuela secundaria, ella pensaba de hacer una vida bohemia en los cafes y los bares con Nathaniel y asistir a las clases en su tiempo libre pero pronto descubriría que nadie la miraba, que su primo tenía siempre algo para no salir con ella y que estaba muy mal preparada para enfrentar los estudios. En los primeros meses de su estancia se sintió muy incomoda en el colegio y en la ciudad, no estaba acostumbrada a tener que pensar en todas las tareas domesticas y a tener la centa de sus gastos. Cuando llegó el invierno la situación por Alma era siempre más dificil y ella estaba casi lista para renunciar y regresar a su casa en California hasta el momento en que tuvo su primer encuentro con Vera Neumann, la artista plástica y empresaria que pintaba sobre pañuelos, sábanas, manteles, platos etc. Después haber asistido por casualidad a una charla de ella, de impulso Alma comprendió lo que quería hacer en su vida: seguir los pasos de Vera Neumann. Cuando Nathaniel terminó sus estudios y regresó a San Francisco, Alma se quedó en Boston por otros cuatro años para estudiar dibujo y pintura. Ya tenia una visión clara de lo que iba a seguir: sus diseños habrían sido más distinguidos que los de Vera porque su intención no era satisfacer el gusto popular sino crear piezas unicas pintadas sobre la mejor seda para triunfar en el mercado de alta gama. En estos años aprendió a vivir en Boston y llegó a ser una verdadera bostoniana, tuvo también algunas relaciones pero nadie le haría olvidar a Ichimei. Capitulo 15- Resurrección Después cuatro años estudiando en Boston, Alma habría sido la primera mujer de la familia que iba a tener un título universitario. Ella estaba organizando la cerimonia y los detalles del viaje de los Belasco con su primo Nathaniel por telefono y durante una de estas llamadas le contó que eran varios dias que tenía la impresión de ser espiada. Ella no atribuía grande importancia a esa cosa pero su primo insistió para conoscer los detalles así la mujer conto de un par de llamadas telefonicas anonimas, la sensación de ser observada y seguida y un hombre había hecho indagaciones sobre ella entre us compañeras, el mismo hombre que ella había visto varias veces antes de una clase. De esta manera Nathaniel le ordenó que no saliera sola de noche y que advirtiera la policia del campus. Alma no le hizo caso. Una vez después de una fiesta ella regresó borrachada a su dormitorio pero no podía abrir la puerta y casi se desmayó. de pronto se sintió alzada del pavimento por un par de brazos de un hombre, y él le dió también una palmada en la cara para despertarla. Era el mismo hombre del telefono. El día siguiente Alma se despertó y no sabía donde estaba, no recordaba nada de lo sucedido la noche anterior, vió a un hombre cerca de ella que intentaba ayudarla. Así la mujer descubrió quel él era su hermano Samuel y que no murió en Francia. Después de la guerra, Isaac Belasco había obtenido pocas informaciones sobre los padres de Alma pero en cuanto a Samuel averiguó que su avión fue caido en Francia. Los Belasco consideraron necesario llevar a Alma a Europa, en el cementerio frances donde cayó el avión de su hermano para hacer el último saludo; no consiguieron autorización para visitar Polonia, controlada por los sovieticos. Once años después Samuel contó la verdadera historia a Alma aunque no recordaba casi nada de los acontecimientos: cuando su avión cayo, él fue expulsado de su asiento en la caída y aterrizó en la copas de los arboles. Lo rescataron un par de miembros de la resistencia francesa y lo entregaron a un grupo de la resitencia judía. Lo escondieron durante meses hasta que se curó completamente y pudo incorporarse al grupo como combatiente. Como no sabían su nombre los compañeros lo apodaron Caracortada, por las cicatrices, pero él decidió llamarse Jean Valjean, como el protagonista de la novela de Victor Hugo. Desafortunadamente fue capturado durante una acción por los alemanes y enviado a Auschwitz. Al final de la guerra, después de sobrevivir al campo de concentración, logró clandestinamente hacia Palestina, donde llegaban oleadas de refugiados judíos. En Palestina tuvo varias relaciones hasta que una de ellas se quedó embarazada. Se llamaba Anat Rakosi y había emigrado de Hungría con su padre. Después la noticia los dos se quedaron juntos para crecer al niño. Ella quería que Samuel descubriera su verdadera identidad y por eso empezó a hacer busquedas hasta llegar a Inglaterra donde revisando los archivos de la Real Fuerza Aerea, encontró varias fotografias de jovenes y llamando por telefono a Samuel, leyendole los nombres, él reconoció su appellido entre los otros, Mendel. Samuel seguía no recordando nada de su pasado y de su hermana, pero ya que estaba en Estados Unidos para una misión había aprovechado para ir a Boston a buscar a Alma porque según su mujer, el hijo necesitaba una tía. Él quería que ella supiera que estaba vivo y que tenía un sobrino de cuatro años, Baruj, y quería que ella lo conociera yéndose a Tel Aviv con él. 16 - LA ESPALDA DE LOS FUKUDA Takao Fukuda murió después de semanas de agonía por el cáncer que le consumó los pulmones. En los días antes de morir estaba tan débil que no podía casi comunicarlo y se negaba a comer. Ichimei, Megumi y Heideko se turnaban para acompañarlo en el hospital: su hijo entendía que estaba consciente y angustiado. Fijándose en los labios de su padre, Ichimei comprendió que él murmuraba algo sobre una marca de cigarrillos y sobre Kemi Morita, la líder espiritual de Oomoto. Megumi consiguió hacerse prestar un automóvil de una su amiga y fue a recoger la sacerdotisa al aeropuerto, que llegaba de Los Ángeles. Durante la visita de Kemi a Takao el resto de la familia retrocedió hasta el fondo de la habitación. Acabo de largos minutos Kemi besó a Takao en la frente y se volvió hacia la familia: el hombre estaba listo para irse, acompañado por su madre, su padre y los abuelos para guidarlo al Otro Lado. Antes de irse, debía darle un mensaje a Ichimei: recuperar la Katana de los Fukuda. También Takao pedía por un último cigarrillo. Al regresar de Alma de Boston la familia Belasco había cambiado mucho. San Francisco le parecía provinciano, tendría que irse Nueva York para hacerse un hombre con su pintura. Habían nacido tres nietos Belascos: un niño de Martha y las mesillas de Sara. Nathaniel estaba a cargo de la firma de su padre: vivía solo, era un tipo de pocas palabras y amigos. A los 27 años seguía resistiéndose a los intentos de su madre para conseguirle una esposa. La tía Lilian había cambiado un poco, se le había asentado la sordera. Isaac había envejecido visiblemente: había sufrido un ataque al corazón y estaba debilitado. Se había reblandecido y las emociones le humedecían los ojos. Lillian pidió a su marido de jurarle de no morir antes de ella y aún ella no sabía nada de cocina preparaba siempre a Isaac sopas y recetas que su madre le había legado, le obligaba a ver médicos y le administraba medicamentos. Por protección, Lilian rodeó a Isaac de objetos como una mano de Fátima, un ojo de vidrio turco, una vela siempre encendida y una biblia hebrea: él tenía el impulso de eliminar estos fetiches, pero pudo más por amor de su mujer, porque estos objetos la tranquilizaban. Para la mala salud, Isaac había vuelto vulnerable y llevaba dentro un torrente de ternura que cuidaba mucho. Solo Lilian, en los momentos de intimidad asistía a ese lado de su marido: Isaac se apoyaba a Nathaniel con un báculo, trataba a Martha y a Sara con el afecto de un patriarca benéfico pero confesó a Lilian que no le gustaban mucho sus hijas (y a Lilian tampoco le gustaban, pero ella nunca lo admitía). La llegada de Alma le trajo un soplo de energía. Per ella siempre tuvo una debilidad: en 1939, cuando su sobrina llegó de Polonia le tomó tanto cariño que más tarde llegó a sentir una alegría culpable por la desaparición de sus padres. La protegía, dejó a Lilian la tarea de atender sus necesidades y eso le dio la libertad para quererla: la desafiaba intelectualmente, compartía con ella sus pasiones para la botánica y la geografía. Crearon juntos de la fundación Velasco, y fue la niña a los 13 años quien le se ocurrió la idea de plantar jardines en los barrios más pobres de la ciudad. Isaac la admiraba y su presencia era un regalo precioso para él. La joven mujer que volvió de Boston no era la Alma timorata de antes, pero una vez superada la mutua incomodidad los recuperaron la delicada relación. Isaac preguntó a su sobrina si se recordaba de los Fukuda, porque el día antes lo había llamado Ichimei para pedirle se podía verlo. Alma, llena de felicidad contestó a su tío que Ichimei era su amigo y no lo había visto desde que internaron a la familia. 15 días más tardes Ichimei se presentó en la casa de Sea Cliff: Alma lo esperaba con el corazón al galope, le abrió la puerta, lo tomó de la mano y lo arrastró al interior de la casa y con los ojos húmedos lo Besó en lleno en la boca. Ichimei era desconcertado? le sorprendió verla y no estaba acostumbrados a las demostraciones de afecto en público, porque son mal vistas por los japoneses. Isaac Belasco estaba en la biblioteca con Neko (el gato de Ichimei que ya tenía 17 años) en las rodillas, escondido detrás del periódico vio la escena y si conmovió. Ichimei contó a Isaac la suerte que había corrido su familia. Isaac ya conocía los hechos gracias a investigaciones que hizo después de la llamada telefónica. La única novedad fue el mensaje de Takao respecto a la espada. Isaac dio a Ichimei que nadie había tocado el sitio donde estaba y que podía llevársela cuando quería. Recordó al joven también que fue enterrada con una ceremonia y que creía que a Takao le habría gustado desenterrarla con la misma solemnidad. Ichimei confesó que el verdadero lugar de la espalda debería haber sido un altar de sus antepasados, pero al momento los Fukuda no tenían ni casa ni altar. Isaac Belasco procedió a explicar al estupefacto Ichimei la cuestión de la sociedad que formaron Belasco y Fukuda en 1941. Aunque la guerra impidió la establecían de la sociedad, ninguno de los dos puso fin al compromiso. Le habló del terreno apropiado en Martínez, al este de la bahía de San Francisco: 2 hectáreas de tierra plana y fértil, comprada a un muy buen precio (de verdad, Isaac compró la tierra solamente una semana antes del encuentro con Ichimei, pero el joven esto lo descubrió solamente años después). Isaac explicó a Ichimei que con las ventas iba a pagar su parte como pudiera sin prisa el interés. Los Fukuda regresaron a California y se instalaron en Martínez. Megumi obedecía a su madre, pero tenía la mente puesta en un futuro alejado de la agricultura; Ichimei amaba la botánica pero carecía de sentido práctico y ojo para el dinero: era idealista y soñador, con más aptitud para la meditación que para el comercio. Los Fukuda trabajaban de sol a sol, y una vez obtenida la primera cosecha de flores (gracias a el espíritu combativo que Heideko ganó en Topaz) colocaron el producto en el mercado. Heideko acompañó a su hijo, quedándose en el vehículo, a San Francisco para vender las flores. Ichimei, con las orejas cobradas de vergüenza, visitó las floristerías que Megumi había indicado. Los dos volvieron con la camioneta vacía y se dieron cuenta de lo fácil que era obtener un buen precio por las flores y que podrían pagar la tierra en 4 o 5 años. También Isaac Belasco obtuvo un contacto con el hotel Fairmont para el mantenimiento de la flores en la hall y en el salón. Por fin la familia empezaba despegar, después de 13 años de mala suerte. Cuando Megumi cumplió 30 años inició su camino estudiando para devenir enfermera: en Topaz había atendido a varios partos y aquella experiencia cada vez la llenaba de extasi. En estos años Boyd Anderson se había casado, tenido hijos y divorciado: estaba en Hawaii y siguió cortejando con parsimonia a Megumi desde la distancia, convencido que ahora una que ella obtuviera su diploma se habría casado con él. En la carta del 27 de noviembre de 2005 Ichimei conta a alma que su hermana ha decidido jubilarse después de 45 años de trabajos. Megumi había cumplido 80 años, estaba viuda desde hace una década y tenía cinco nietos. Se había puestos en la cabeza también la idea de montar un negocio de comida (aún no sabía cómo cocinar un huevo). Sigue contando a alma que ha tenido algunas horas libras para pintar un sendero en las montañas al sur de Japón, cerca de un Tempio que le gustaría mostrarle. 17 - EL AMOR El año 1955 fue de esfuerzo y sudor para Ichimei pero también de amor. Alma abandonó el proyecto de volver a Boston para convertirse en una segunda a Vera Newman y viajar. Ella solo quería estar con Ichimei: se encontraban casi todos los días en un motel donde Alma llegaba siempre primero y pagaba la habitación a un empleado pakistaní que la escrutaba con desprecio. En su casa Alma anunció que estaba tomando clases vespertinas en Berkley, porque Isaac reputaba inaceptable que alguien de los Belasco tuvieron relaciones íntimas con uno de los Fukuda. Lilian quería que su sobrina se casara con un hombre de la colonia judía. El único que estaba en el secreto de alma era Nathaniel y tampoco lo aprobaba: esperaba que Alma comprendiera que no tenía nada en común con Ichimei. Nathaniel no se acordaba de su 20 - EL AGENTE WILKINS En un viernes de octubre, Ron Wilkins apareció en Lark House buscando a Irina. Era un agente del FBI afroamericano de 65 años y él e Irina no se habían visto en tres años, pero solían hablar por telefono: Wilkins la llamaba para saber de ella. Cuando se conocían, Wilkins tenía músculos de levantador de prensa pero once años más tarde los músculos se habían transformados en grasa. Aunque Irina no le había preguntado nada, él le contó que ahora era abuelo y estaba en edad de jubilarse. Los dos se sentaron en un banco de madera en el jardín, estaban solos y podían hablar en paz. Wilkins anunció que “Tengo buenas noticia, Elisabeta” y Irina le recordó que nadie la había llamada Elisabeta desde hace años. El agente le pidió como andaba su vida, si esta ba in terapia (porque es importante hablar con alguien), si tenía supervisión medica, dónde vivía y se tenía novio. Irina le contestó que lo tenía, pero se murió: tenía más de 90 años, pero en Lark House seguramente iba a encontrar otro señores de edad dispuestos a convertirse en sus novios (hablaba del francés, pero al agente no le hizo gracia). Irina en aquel momento se sintió triste y sola y Wilkins, respondiendo a una comunicación telepatica, la abrazó. El agente siguió contandole que le traía noticias sobre una ley que daba derecho a recibir compensación a las víctimas como ella. Pero Irina que había sufrido graves daños, que perdió a su madre y a sus compañeros, que tuvo que cambiar su identidad y esconderse en otro estado no quería saber nada más sobre aquella historia, no quería el denaro de algunos hombres (cuando el culpable era solo uno) y no quería soportar de nuevos interrogatorios y revivir detalles escabrosos. Irina deseaba solo olvidarse del pasado, negando el ayuda del agente que quería aconsejarle el nombre de un avocado especializado en estos tipo de casos. Aquella tarde Cathy llamó a Irina y la invitó a tomar té en la biblioteca. A Cathy no le gustaba el té de Lark House, tenía su propria tetera, tazas de porcelana y una reserva de té sueltos y galletas. Aún si Cathy no podía llevarse la delicada taza a los labios y usaba una del plástico con pajilla, le gustaba ver a su invitada utilizar el servicio heredado de su abuela. Cathy preguntó quién era el hombre que la abrazó aquella mañana y le confesó que la había vista alterada después del encuentro. Irina contestó que solo era un amigo que no veía hace tiempo, pero Cathy no le creía. A pesar de las años de inmovilidad y el esfuerzo de sobrevivir, Cathy irradiava iba gran fortaleza, suavizada por la bondad que siempre tuvo. Ordenó a Irina de acercarse a ella y explicó a la joven que lo más que ayuda en la desgracia es hablar, porque nadie puede andar per el mundo solo. Irina apoyó la cabeza en las rodillas de Cathy y se dejó acariciar, nadie la había tocado así desde que se separó de sus abuelos. Cathy le dijo que la tarea más importara sea poner toda la energía en el presente, que el dolor iba y venía: no pensaba en el futuro, sólo en el presente. Intentó explicar a Irina que no debía seguir anclada al pasado y asustada por el futuro, que se tiene una sola vida y hay que aprovechar. Pero según Irina, la felicidad no es para todo el mundo. Cathy no compartía los pensamientos de Irina y la exhortó a cambiar idea, a creer que la felicidad era algo de posible y que ella debería quererse como ya lo hacían todas las persona que la conocían, especialmente Seth. Le preguntó otra vez de hablarle de Ron Wilkinson y Irina lo hizo. Irina Bazili tenía una historia oficial de su pasado, la había construida con el ayuda de Wilkins y la utilizaba para responder cuando la curiosidad ajena era inevitable. A los quince años los tribunales le asignaron una psicóloga que la trató por varios meses, hasta que ella se negó de hablar sobre el ocurrido y decidió de cambiar de identidad, estado y residencia para empezar de nuevo. Desde aquel momento Irina escapó, y su vida había sido una continua huida hasta que llegó en Lark House. La psicóloga le había dicho que los traumas no desparecen, pero ella había preferido refugiarse en los mondos virtuales de los videojuegos, en las novela de fantasía y en el trabajo. Pero la visita de Wilkins la devastó una vez más y Irina comprendió que sólo Catherine Hope podía ayudarla. Los abuelos de Irina en 1997, cuando ella tenía solo 10 años, recibieron una carta de Radmila, su hija, que cambió el destino de la chica. Radmila había visto un programa de televisión sobre el tráfico sexual. Considerando que un país como la Moldavia podría ser muy peligroso decidió de evitar que su hija sufriera la misma suerte de ella: convenció a su marido, el técnico americano, a llevar su hija en los EEUU, prometiéndole una nueva magnífica vida. Los abuelos de Irina hicieron los trámites para conseguir la visa a su nieta: la gestión duró dos años y dijeron a Irina de no contarlo a nadie, para evitar la envidia. Mientras la niña soñaba con America se dio cuenta de la pobreza, de la miseria y la fealdad que la rodeaban en Moldavia. En esos par de años Irina se despidió silenciosamente de los lugares de su infancias, de los vecinos, de los compañeros de la escuela, de los animales y por fin se despidió de Costea y Petruta. Sus abuelos le prepararon una caja de cartón con su ropa y una imagen nueva de Santa Parescheva. A partir de entonces Irina tomó la costumbre de montar un altarcillo donde ponía la foto de la santa y la única fotografía de sus abuelo, que fue tomada el día en que se casaron La niña, de algún modo, llegó sola a Dallas. Había viajado solo una vez antes en tren con su abuela a visitar su abuelo en el hospital. Jamás había visto un avión y no hablaba una palabra de inglés. Durante las once horas de viaje Irina no comió ni bebió porque no sabía que la comida del avión era gratis y después, mientras esperaba a su madre en el aeropuerto de Dallas, porque no tenía dinero (su madre llegó cuatros horas tarde por un equívoco). La puerta de entrada al sueño americano fue un lugar enorme y confuso, bienvenida por dos desconocidos que hedían a alcol. Una vez que Radmila y su marido Jim Robyns condujeron la chica a su casa (a Irina le pareció lujosa), la madre aconsejó su hija de plantarse por el mayor número de horas que pudiera en frente al televisor pes aprender inglés. Solo un mese después de su llegada Irina aprendió algunas frases en inglés, pero pronto siguió con facilidad las clases en la escuela pública. Jim Robyns era electricista y pertenecía al sindacato. Tenía un contrato por turnos. Radmila trabajaba en una tiende de roba en la sección infantil. Cuando Jim Robyns estaba empleado se veía poco, y en esos períodos no bebía ni se drogaba, pero en las largas temporada de ocio se empapaba de licor y mezclaba drogas. Desde los primeros días en América el padrastro le hizo comprender a Irina sus reglas. Radmila no lo supo o fingió no saberlo hasta dos años más tardes, cuando llegó a su puerta Ron Wilkins y le mostró su placa del FBI. Capitulo 21: Secretos Después de las sùplicas de Irina, Alma acepta encabezar el Grupo de Desapego, pero al final no se presenta a la primera reuniòn en la biblioteca. Cuando Irina va a su casa encuentra una nota que anuncia que Alma se irìa unos dìas y le pide hacerse cargo de Neko. Seth llama a Irina preocupado, pero ella lo tranquiliza; después él la invita a comer sushi. Seth le cuenta a Irina donde va Alma cuando desaparece: a una hosterìa en Point Reyes, probalemente para encontrarse con Ichimei. Eso lo descubriò en los recibos de la tarjeta de crédito de Alma. Larry Belasco tenìa 12 anos cuando sus padres renovaron la casa de Sea Cliff y un dìa llegò un hombre asiatico: Ichimei Fukuda, el cual midiò el terreno, examinò la calidad del suelo, la termperatura y la direcciòn del viento. Larry le contò a Seth que Ichimei tenìa aura, o sea un halo invisible, un círculo de luz como los santos. Ademàs le dijo que era una especie de faquir: podìa calentar una mano y congelar la otra. Ichimei termina el proyecto y anade un jardin japonés solo para Alma, con la cual mantiene una relacion formal: él le trae flores y beben tazas de té. Seth piensa que los dos se reencontraron solo en 1962, cuando muriò Isaac Belasco. Segùn una leyenda familiar, los Fukuda, poco antes de la muerte de Isaac, retiraron una espada antigua enterrada en Sea Cliff. Puede ser que los dos se reencontraron en aquel momento. Nathaniel siempre sospechò que su mujer tenìa un amante, pero, como dice Seth, en su familia las apariencias son mas importantes que la verdad. Después de la cena, Seth està borracho y por eso pide a Irina si puede pasar la noche con ella. Al entrar en la habitacion de Irina, Seth se da cuenta de la presencia de una campanilla: cuando ella tiene pesadillas y empieza a gritar, su amigo y socio tira el cordel y suena la campanilla para que ella se despierta. La manana siguiente cuando Irina se despierta, Seth ya no està a su lado. Le duelen la cabeza y los huesos, como si la resaca le hubiera contagiado. Capitulo 22: Confesiones Neko, el gato de Alma està muy mal y por eso Seth y Irina lo llevan al veterinario. Seth se hace cargo de todos los gastos de la operaciòn y después van a la cafeterìa donde trabajaba Irina en el pasado. Aquì Seth le propone de dejar su apartamiento y de irse a vivir con él. Ademàs, Seth le propone trabajar con él, ayudàndolo a escribir la historia de los Belasco: de esa manera podrìa dejar el trabajo en Lark House y lo de los perros. Ella le dice que no puede aceptar por motivos conectados con el pasado. El piso de Seth parecìa acéptico, viril y sin comida. Irina, que tenìa fiebre, se hace un bano y después se duerme en el sofà de Seth. Al dìa siguiente, cuando él regresa del trabajo, ella le dice que tienen que hablar. A finales del año 2000 el Agente Ron Wilkins estaba investigando para identificar el origen de muchisimas imágenes de una nina de 9 anos que circulaban por internet. Querìa identificar a los clientes e identificò a uno de esos: se trataba de un cirujano. El agente sigue con las investigaciones para encontrar a la nina de las fotografìas, a la cual puso el nombre de “Alice”. En 2002 toca el timbre de la casa donde vivìa Irina, que en realidad se llamaba Elisabeta. Su padre por suerte no estaba, mientras que Radmila, su madre, estaba borracha. El agentò mostrò las fotografìas de “Alice”: se trataba de fotografìas que Jim Robyns tomaba de Elisabeta en la “casita de ellos”, donde él la drogaba y ella debìa someterse a cuerdas y hierros. El padre le decìa que nadie iba a ver la fotografìas y que ella tenìa que callarse y no contàrselo a nadie, ya que las fotografìas servìan para enviar dinero a los abuelos que, en realidad, ya estaban muertos. La madre reaccionò de manera violenta, diciendo que su hija era una puta y la causa de la perversiòn de su padre. Desde aquel momento ella tuvo que cambiar identidad y redisencia. Sin embargo, Seth decide quedarse al lado de Irina, ya que està completamente enamorado de ella. Capitulo 23: Tijuana En los meses del 1955 cuando Alma y Ichimei se encontraban en el motel, ella le confesò que era estéril: en realidad era una ilusiòn, un deseo. Tenìa problemas en los ovarios, pero a pesar de esto, quedò embarazada y intentò en varias maneras “resolver” este “problema”: empezò a ir en bicicleta pedaleando con furia y esperando las manchas de sangre en su ropa interior. Al final, decidiò recurrir a Nathaniel. Le contò todo y le pedì acompanarla a Tijuana para abortar, sin decir nada a Ichimei. Después de muchisimas horas de espera los dos lograron encontrarse con ese Ramòn, el hombre con el cual tenìan la cita. Este Ramòn era la persona que iba a hacer la intervenciòn, sin anestesia. Poco antes que operaran a Alma, Nathaniel la salvò de la peligrosa interveciòn, diciendo que se iban a casar y tener el bebé. Ella se sentìa avergonzada, temìa la pobrza, la presiòn social y los prejuicios de raza: se habìa convertido en una mujer cobarde y egoìsta. Ichimei ya notaba algo diferente en ella, Alma se estaba alejando emocionalmente y después de hacer el amor lloraba siempre. Un dìa ella decidiò hablarle: le dijo que su amor no tenìa futuro, que provenìan de mundos muy diferentes y que habìa decidido proseguir sus estudios en Londres y que por eso tendrìan que separarse. Él le dijo que estaba seguro de que se volvieran a encontrar en circumstancias mejores. -> Carta del 11 de julio de 1969: Ichimei ha tenido el tiempo de calmarse y entender que el destino no iba a juntarlos, pero tampoco se puede renunciar a lo que se siente intensamente. Capitulo 24: Mejores amigos Alma y Nathaniel se casan, aunque son primos. Isaac le impone un viaje a Europa que ninguno de los dos desea. Alma dice que se podràn divorciar cuando nazca el bebé y que Nat hizo un pésimo negocio cansàndose con ella. Isaac habìa rechazado la idea de que los dos tuvieran su propio hogar, ya que en Sea Cliff sobraba espacio. Los dos tenìan horarios muy distintos que no propiciaban la intimidad. Lilian tiene dudas, ya que no ve pasiòn entre los dos y es cierta que se quieren exactamente como antes de casarse. Ichimei se da cuenta de la boda ya que Megumi encuentra una fotografìa en una revista en la secciòn de vida social. En aquel momento comprende la incoherencia de Alma, sus artificios para no responder a las preguntas y su red de mentiras. Heideko organiza un viaje a Japòn para su hijo Ichimei sin decirle nada, harta de verlo ausente de espìritu. Tenìan que visitar a cien templos para esparcir las cenizas de Takao. En Japòn Heideko anuncia a su hijo que iba a buscar a sus ancianos padres, despidiendose de su hijo. En los cuatro meses siguientes Ichimei viviò caminando todo el dìa, esperando que alguien le ofreciera algo de comer y durmiendo donde cayera la noche. Cuando concluyò la visita a los cien templos, él se habìa despojado de los sentimientos oscuros que lo agobiaban desde el principio del viaje. 25. Otoño Después dos días en que Alma faltó a la cita con Lenny Beal en su banco del parque, el fue a buscarla a su apartamiento en Lark House. Le abrió Irina, quien la estaba ayudando a vestirse. Hacía varios días que Irina llegaba temprano a darle desayuno, vigilarla en la ducha y ponerle la ropa, pero ninguna de las dos lo mencionaba, por qué habría sido admitir que Alma empezaba a no poder seguir viviendo sola, sin asistencia. Las dos preferían pensarlo como una debilidad temporal. Seth había pedido a Irina de trasladarse definitivamente a vivir con él, pero ella mantenía un pie en Berkeley para evitar la trampa de la dependencia, que la asustaba tanto como le asustaba a Alma pasar al segundo nivel de Lark House. Cuando trató de explicárselo a Seth, él se ofendió con la comparación. La muerte de Neko, el gato de Alma la había afectado como un infarto, ella sufría tanto que se le parecía a cada rato bajo la forma de un objeto diferente: podía aparecer como un cojín en el sofá, de una esquina arrugada de la alfombra, de la sombra del árbol en la ventana. El gato fue su confidente durante 18 años, en efecto para no hablar sola, le hablaba a él. Los dos eran de temperamentos similar: ella lo echaba de menos en la cama, si el peso de Neko eso costado o a los pies le era difícil dormir. A Irina le habría gustado ayudar Alma a no sentirse sola: Irina con las otras mujeres tenía una relación bastante cercana e íntima, lo que no podía hacer con Alma porque ella no la quería. A Irina el contacto físico le resultaba natural y poco a poco comenzaba desearlo con Seth. Irina le propuso adoptar otro gato, pero Alma le hizo ver que no podía adoptar un animal que iba a vivir más que ella, Neko había sido su último gato. Lenny, notò, preocupado, los cambios en el aspecto de Alma y en el apartamento, que no había sido ventilado y olía a encierro y gardenias agónicas. Lenny preocupado, le preguntó lo que le está pasando y ella le dijo, que a veces sentía como trompazos de elefante en el pecho y que no quería hacerse visitar de unos médicos. La amistad entre los dos, iba perdiendo brillo para ambos. En toda su vida, Alma había dividido sertada en la familia Belasco, en la casa de Sea Cliff, pero en todos lados se sentía desconectada y diferente, pero eso no era un problema sino que contribuía a su idea de si misma como una artista retraída y misteriosa. Durante más de 80 años se ella había querido a muy pocas personas, pero lo había hecho intensamente. No vivió los enamoramientos devastadores de la infancia y la adolescencia, pasó por la universidad aislada, viajó y trabajó sola, reemplazó todo eso con el amor obsesivo por Ichimei Okuda y la amistad exclusiva con Nathaniel Belasco, que no recordaba como un marido sino como un íntimo amigo. En la última etapa de su vida contaba con Ichimei, su nieto Seth, con Irina, Lenny y Cathy lo más parecido a unos amigos que había tenido en muchos años. Aunque que por medio siglo figuró en el mundo de la clase alta de San Francisco, a ella no le gustaba la gente, prefería a los gatos. Había evitado siempre los grupos. Nunca se sacrificò por otra persona, excepto por Nathaniel durante su enfermedad. La maternidad fue un cariño apacible y sostenido: a su hijo Larry lo quería con una combinación de absoluta confianza y larga costumbre, un sentimiento cómodo, que exigía muy poco de su parte. Había admirado y querido a Isaac y Lillian, quien siguió llamando tíos después de que se convirtieron en sus suegros. Es solo gracias a Ichimei y Nathaniel, que ella no se había transformado en un monstruo de narcisismo. Más más envejecía, más le gustaban sus defectos. La conversación entre Alma y Lenny sigue y ella le pide si tiene algunos remordimientos y el le responde que se arrepiente de haber dejado el cigarrillo, de ser vegetariano y de haberse matado haciendo ejercicio. También le dice que cuando era joven se emborrachaba para no pensar, que siempre había sido rodeado de ruido y de gente, pero que siempre se sentía solo. Necesitaba ser aceptado y querido. Pero el añade de haber cambiado de su juventud, después que se le rompió el corazón y pasó una decada tratando de recomponerlo. Logró hacerlo gracias a la terapia, todos tipo de terapia. De pronto dejaron de llegar las cajas de gardenias anónimas que Alma recibía los lunes. Desde su última escapada salía muy poco. De no ser por Irina, Seth, Lenny y Cathy, que les acudían la inmovilidad, se habría recluido como una anacoreta. Había perdido casi todos sus intereses. Su salud empeoró cuando empezó a creer que Irina y la empleada de limpieza le escondían las cosas, cuando empezó a imaginarse las cosas, y también le parecía que el piso ondulada debía apoyarse en las paredes para mantenerse de pie. La visita al cardiólogo que le recomendaba su amiga Cathy, ella no quería hacerla por qué seguía fiel a su creencia que dándoles tiempo, todos los achaques se curaban solos. Iba cumplir 82 años, estaba vieja, pero se negaba cruzar el umbral de la ancianidad. La aterrorizaba la posibilidad de pasar al segundo nivel, donde no tendría privacidad y cuidadores mercenarios la asistirían en sus necesidades más personales. Antes de dormir le decía buenas noches a la Muerte, como tenía esperanza de no despertarse y pensaba que habría sido la manera más elegante de irse. Con su nieto no hablaba de la muerte, pero con Lenny era tema recurrente. Con Irina podría hablar de cualquier cosa, la chica sabía escuchar pero la muchacha no podía imaginar el coraje que se requiere significativo de su infancia y la imagen de su padre amortajado como el fin de su juventud y el aterrizaje forzoso en la madurez. Tenía cuatro años en el primer evento y 26 en el segundo. Esos primeros cuatros años bajo el amparo de sus abuelos, fue la época más dichosa de su existencia y atesoraba los detalles. A su abuela le diagnosticaron ceguera temporal histérica, Larry fue su lazarillo hasta que entró al jardín de infancia a los seis años. Lillian conocía de memoria la casa de Sea Cliff y lo que contenía, por eso podía moverse con tranquilidad aunque estaba sola. Para complacer al invisible marido, empezó a vestirse solo de lila, porque ese color llevaba cuando lo conoció en 1914, y por que eso resolvía el problema de escoger a ciegas la ropa cada día. No permitió que la trataran como una inválida por la falta de oído y visión. Hasta que Lillian murió en 1973, Larry recibió amor incondicional y según el psicólogo que lo salvo del divorcio, no podía esperar ese amor de su esposa: en el matrimonio no hay nada incondicional. El vivero de flores y plantas de interior de los Fukuda, figuraba en las guía de teléfonos y después tiempo Alma comprobó que seguía en la misma dirección, pero nunca llamó a Ichimei. En los años transcurridos desde entonces sus sentidos por él se habían adormilados. Eso cambió en el segundo funeral de su suegro, cuando distinguió entre la enorme multitud de el rostro inconfundible de Ichimei, que estaba acompañado por tres mujeres: dos que ella reconocía vagamente y una muchacha que era la esposa del hombre, Delphine. ella era joven, bonita, fresca, sin el recargado maquillaje de moda, vestida de gris perla, y con un traje de falda corta y un sombrero de redondo. Ichimei en aquella ocasión, expresó su dolor en la pérdida de Alma y dijo también que Isaac habías sido su benefactor y que gracias a la habrían podido regresar a California, también que él financió el vivero y les ayudó a salir adelante. Alma había siempre sabido que su suegro había sido un hombre excepcional, lo quería más de lo que hubiera querido a su padre, si la guerra no se lo hubiera quitado. Durante ese encuentro, Ichimei trató Alma con distancia y formalidad. Alma esperò durante dos semanas que él se pusiera en contacto con ella. Él lo hizo sólo después que ella había llamado muchísimas veces al vivero. Alma llamaba porque quería oír la voz de Ichimei, pero cada vez que le contestaban se trataba de su esposa, por eso ella no hablaba y colgaba el auricular. Después de esas llamadas, él le envió una carta bastante formal donde le decía que habia sido emocionante volver a verla después de tantos años, pero también le contaba lo que había pasado a su familia: su hermana Megumi era matrona, estaba casada con Boyd Anderson Y tenía un niño, su mamá había ido a Japón un par de veces y que él se había casado con Delphine Akimura, una mujer japonesa americana de segunda generación como él. Ella era maestra, pero habían dejado la escuela para dirigir el vivero, que bajo su dirección había prosperado, pronto habría abierto una tienda en San Francisco. Se despedía sin indicar la posibilidad de que se encontraran, no había ninguna referencia al pasado que habían compartido. El único alivio de la mujer era que no hacía mención de sus llamadas telefónicas, que sin duda Delphine le había comentado. La interpretò como el hecho que Ichimei no quería más ser contactado. La cotidianidad de los siete años siguientes fue una vida sin hitos significativos para Alma. La relación entre alma y su marido seguías siendo de amistad exclusiva y buena como siempre. Compartían a las obligaciones sociales, el gusto por el arte y la música, el refinamiento de los buenos restaurantes, la colección de vinos que iban formando día poco, la alegría de las vacaciones familiares con el hijo. El chiquillo había resultado tan dócil y afectuoso que a veces esos padres que se preguntaban si sería del todo normal. Apenas Larry tuvo la edad de para apreciarlo, lo llevaron a ver el mundo en excursiones anuales inolvidables. La pareja disponía de su propio espacio en la gran casa de Sea Cliff, donde vivían como en un hotel de lujo, sin preocupaciones porque Lillian se encargaba de mantener aceitada la maquinaria doméstica. Celebraban los éxitos uno del otro y ninguno de los dos ponía preguntas inoportunas, como si adivinaran que el delicado equilibrio de su relación podría desbaratarse en un istante con una confidencia inadecuada. Cada uno aceptaba de buena gana que cada uno tuviera su mundo secreto y sus horas privadas, de las que no había obligación de dar cuenta. Como entre ellos los encuentros amorosos eran tan poco frecuentes que se podían considerar inexistentes, Alma imaginaba que su marido tenia otras mujeres, porque la idea de que viviera en la castidad era absurda, pero él había respetado el acuerdo de ser discreto y evitarle humillaciones. En cuanto a ella, se había permitido algunas infidelidades en los viajes. Estaba en edad de tener una vida sexual activa, pensaba, eso era tan importante para el bienestar y la salud como el ejercicio y una dieta equilibrada, no debería permitir que el cuerpo se le secara. En plena revolución sexual, en la era del amor divertido, cuando en California se intercambiaban parejas y medio mundo se costaba indiscriminadamente con la otra mitad, ella pensaba en Ichimei. En más de una ocasión se preguntó si eso no sería una excusa para tapar su frigidez, pero cuando por fin se reencontraron, no volvió a hacerse esa pregunta ni a buscar consuelo en brazos de extraños. Carta del 12 de septiembre 1978 En esa carta, Ichimei habla a Alma del arte, y de cuanto le gustan los diseños recientes de ella, que parecen sin esfuerzo, aunque él sabe cuanta quietud interior se requiere para dominar el pincel como lo hace ella. El detalle que le gusta más de esos diseños, son los árboles otoñales que dejan caer sus hojas con gracia. Y al final le da una cita para aquel jueves cuando le había preparado un baño con sales y algas marítimas que le habían enviado de Japón. 29. SAMUEL MENDEL Alma y su hermano Samuel Mendel se encontraron en Paris, en la primavera de 1967. Para ella, era la penúltima etapa de un viaje de dos meses en Kyoto, donde practicó la pintura sumi-e, tinta de obsidiana sobre papel blanco, bajo la estricta dirección de un maestro de caligrafía. Había ido a Japón a varias veces. El país la fascinaba, sobre todo Kyoto y algunas de montañas, donde encontraba huellas de Ichimei por todas partes. El estilo de pintura que desarrolló en Japón, era un estilo que su artista favorita Vera Neumann, había estudiado también. Vera tenía una industria internacional, vendía millones de capos, empleaba a muchísimos artistas por eso su producción era industrial, mientras la producción masiva no era el objetivo de Alma: ella seguía fiel a su opción de la exclusividad. Para su hermano Samuel, era la primera vez que volvía a París desde la guerra. El equipaje de Samuel era mínimo: venía de Israel, con pantalón de camuflaje y chamarra de cuero, botas del ejército y una mochila liviana con dos mudas de ropa interior. A los 45 años seguía viviendo como soldado, con la cabeza afeitada y la piel curtida como suela de zapato por el sol. Con el tiempo y una tupida correspondencia, los hermanos habían cultivado la amistad. En París alquilaron un coche y Samuel la llevó al pueblo donde murió la primera vez. Desde entonces en Europa había levantado de las cenizas y le costó reconocer el lugar que antes era una aglomeración de ruinas, y ahora estaba reconstruido. Los hermanos tenían una guía, una joven amistosa, que los guió por angostos senderos entre las tumbas buscando la placa colocada por los Belasco muchos años antes. Cuando la encontraron se dieron cuenta que parecía recientemente pulida. Y eso era por que el abuelo de la chica que era con ellos, limpiaba y mantenía las tumbas de los soldados en buenas condiciones, porque él también estuvo en la Resistencia. Después la chica y Samuel empezaron hablar del hecho que también él era un soldado y que había sido en la Resistencia: terminaron los cuatro en la cocina de una casa cercana, la casa de la chica donde encontraron su abuelo, Clotaire Martinaux, que fue muy contento de encontrar un hombre qué vivió lo mismo que él. Samuel le contó su historia, de cómo se pensaba que había muerto, que pasó meses con la mente confundida por el traumatismo en la cabeza que sufrió al caer del avión, y que poco a poco comenzó recuperar algunos recuerdos. Clotaire y Samuel siguieron hablando de la guerra, Samuel contò que cayó prisionero, que por cuatros meses fue en trabajos forzados en los campos de trabajo de Austria: cuando los rusos llegaron a liberar los prisioneros, Samuel regresó a la libertad y a la vida. Samuel siguió con su cuento y explicó como intentò a encontrar sus padres en Polonia pero se dio cuenta que fueron unas de las víctimas del campo de trabajo de Treblinka. 30. NATHANIEL Los primeros síntomas se confundieron con la gripe, que ese invierno atacó en masa a la población de San Francisco. Nathaniel siguió trabajando el mismo número de horas diarias. Pero dejó los deportes y el velero, quedó anclado en la marina para que las gaviotas hicieran sus nidos en él. Empezó a perder peso, no tenía apetito. Su familia, que estaba muy preocupada, lo envió a un especialista de cáncer. Alma, en este periodo, comprendió cuanto lo amaba y como lo necesitaba. Abandonó casi todo por concentrarse en su cuidado. Cesaron sus viajes, que por años les habían aportado inspiración y libertad. También dejó de pintar y de ver Ichimei. Ella e Ichimei, se habían encontrado por casualidad siete años después del funeral de Isaac Belasco, y 14 antes de que se manifestará plenamente la enfermedad de Nathaniel, en la exposición anual de la sociedad de Orquídeas, entre miles de visitantes. Ichimei la vio antes y se acercó a saludarla. Empezaron charlando de esto y aquello: no mencionaron a su marido ni a la esposa de él. Ambos habían cumplido 37 años, pero el amor que probaban era muy fuerte, como si fueran jóvenes. En los años venideros habrían de mantener su amor en un compartimento separado del resto de sus vidas, y lo vivirían a fondo sin permitir que rozara a Nathaniel y a Delphine. Tenían una correspondencia, y las cartas comenzaron a llegar después de su encuentro entre las orquídeas y se intensificaron cuando Nathaniel se enfermó. Durante un tiempo interminable para ellos, esta correspondencia reemplazó a los encuentros clandestinos. Las cartas de Alma eran cartas descarnadas y angustiosas de una mujer afligida por la separación, mientras las de Ichimei eran como agua reposada y cristalina, pero entre líneas palpitaba la pasión compartida. En la carta de la 18 de julio de 1984, Ichimei escribe a su amante que estaba sufriendo por su angustia y que no podía ayudarla de ninguna manera. Sufría mucho por la separación, tanto que comprò su colonia para sentir su olor. Nathaniel y Alma ocupaban dos habitaciones separadas, comunicadas por una puerta, que de tanto permanecer abierta, ya no podía cerrarse. Volvieron a compartir el insomnio como en los primeros tiempos de casados. En una de esas noches largas se sorprendieron mutuamente llorando en silencio, para no molestar al otro. Empezaron a hablar entre las lágrimas, hablaron de la muerte de él, del amor, del hecho que ella se sentía culpable por haber amado otro hombre. Sorprendiéndola, Nathaniel, le confesó de saberlo todo de Ichimei, y después él decidió de contárselo todo de su grande amor Lenny Beal. Nathaniel, siempre había luchado contra sus sentimientos por los otros hombres, en la época en la que vivió, ser homosexual no era muy fácil. Lo inició un alumno de Harvard: descubrió que la homosexualidad era un mundo paralelo, coexistente con la realidad aceptada. A los gays no los admitían en hoteles, clubes ni iglesias, no les servían licor en bares y podían echarlos de lugares públicos. De regreso a San Francisco, con el diploma de abogado, se encontró con los primeros signos de una naciente cultura gay. Cuando comenzaron los movimientos sociales él estaba casado con Alma y su hijo Larry tenía 10 años. Durante su cuento algo que quiso subrayar fue el hecho que él no se casó con Alma para disimular su homosexualidad, sino por amistad y por amor. Conoció a Lenny Beal en 1976 en un baño turco para hombres, el lugar más propicio para excesos s y menos propicio para iniciar un amor como lo de ellos. La atracción física fue instantánea. Se encerraron en uno de los cubículos y estuvieron hasta el amanecer perdidos en el placer. Lenny llevó marihuana y cocaína, pero Nathaniel deseaba vivir esa experiencia con plena conciencia y por eso le pidió que no las usaran. De esta manera comenzó un amor colosal: alquilaron un estudio en el centro de la ciudad, donde pusieron un mínimo de muebles y el mejor equipo de música, sólo los dos podían poner los pies allí. Salían en velero, hacían excursiones, se encontraban en ciudades distantes, donde nadie los conocía. Al principio la incomprensible enfermedad de Nathaniel, no entorpeció el vínculo con Lenny. Después, cuando Nathaniel, se fue desdibujando y reduciendo a un espectro del que fue, se terminaron las diversiones. Sabía que la vida se le ha cortaba rápidamente y tenía miedo. Lenny no lo dejaba caer en la depresión, lo sostenía con buen humor fingido y la firmeza de su amor, que en estos tiempos de prueba no hizo más que crecer y crecer. Al amanecer, cuando por fin Nathaniel pudo dormir, ella buscó el número de Lenny en la guía y lo llamó por teléfono para rogarle que fuera a ayudarla. El hombre llegó en menos de 40 minutos. Alma le abrió la puerta y se encontró frente a un hombre guapo, con el pelo húmedo por la ducha reciente y los ojos más azules del mundo. Se presentaron y después de aquel día, Lenny comenzó a visitar la casa a diario, después de su trabajo en la clínica dental. La versión que dieron fue que Lenny era un enfermero y nadie hizo preguntas. Después de algunos tiempos los médicos habían diagnosticado a Nathaniel la más temible de todas las enfermedades: sida (AIDS). Alma no quiso averiguar porque le tocó a su marido y no a Lenny. Se pensaba que esta enfermedad sería el castigo de Dios por la infamia de la homosexualidad. La explicación oficial que dieron también a la familia fue que Nathaniel tenía cáncer. Nueve meses más tarde, el cuerpo del hombre estaba reducido a un esqueleto, el aire apenas penetraba en el laberinto atascado de sus pulmones. Un domingo somnoliento en que estaban solos en la casa, Alma, Lenny y él, en un instante milagroso de lucidez abrió los ojos y movió los labios formando una palabra muda: gracias. Alma al otro lado de la cama, le fue recordando a su marido cuánto lo amaban ella y Lenny, y cuanto les había dado a ambos y a mucha otra gente. Lenny y Alma se volvieron a ver en Lark House. Un día mientras se compartían un té, se preguntaron por qué dejaron pasar 3 décadas sin hacer ningún intento de volver a conectarse. Los dos tenían una amistad rara, Nathaniel estaba muy agradecido de lo que los dos estuvieron con él, que Lenny reveló que el hombre quisiera que los dos se casaran después de su muerte. Alma, al oír esta afirmación preguntó al hombre porque no se casaron, explicándole que aunque él fuera gay, Nathaniel lo era también y los dos habrían podido venir un matrimonio blanco, sin cama, él con su vida amorosa y ella con su Ichimei. 31. EL AMANTE JAPONES El viernes Irina llegó temprano a Lark House a echar una mirada a Alma antes de empezar su jornada. Alma le dijo que le habría gustado mucho si ella hubiera casado su nieto. La relación entre Irina y Seth, estaba desarrollando, y a pesar de que ella tenía sus dificultades, la cura de él consistía en ir poco a poco, con amor y humor acercándose. Ya dormían en la misma cama y a veces amanecían abrazados. Aquella mañana Irina no había encontrado a Alma en su apartamento, ni el bolso de sus salidas y secretas o sus camisas de dormir de seda, pensò que se había ido a ver su amante. El sábado Irina no tenía turno de trabajo y por eso se quedó dormida hasta las nueve. De repente el teléfono sonó, era Larry Belasco para anunciarle a su hijo que el coche de la abuela había patinado en un camino rural y cayó por un barranco de 15 m. La habían llevado a un hospital. Su coche quedó totalmente destrozado. En el hospital encontraron a la anciana mujer consciente y lúcida a pesar de las drogas que goteaban en su vena y que según el médico, habrían noqueado a un burro. Alma tenía que ser operada pero era una mujer muy anciana y por eso habría sido un sufrimiento inútil. Cuando Irina y la mujer se quedaron solas en la habitación del hospital, Irina le preguntó si quería que llamara a Ichimei. Por contra Alma quería ver a Kirsten. La chica llegó y se sentó en la única silla de la habitación de Alma, aguardando las instrucciones que le dio la mujer. Alma volvió del letargo de las drogas. La primera y la segunda noche de vigilia se turnaron Larry, Doris y Seth, pero en la tercera Irina comprendió que la familia estaba en el límite de sus fuerzas y se ofreció para acompañar a Alma, que no había vuelto a hablar desde la visita de Kirsten y permanecía adormilada. El médico aseguraba que no sentía dolor. Aquella noche a Irina, le habían dado una frazada y un cojín, para que se acomodará lo mejor posible: se sentó en el suelo apoyada en la pared, pensando en la anciana, que tres días antes era todavía una mujer apasionada que había salido a toda prisa a encontrarse con su amante. A su despertar, Alma le pidió que le pintara los labios, porque Ichimei iría a buscarla. En la hora más obscura de la noche, llegó por fin el visitante que la mujer estaba esperando. Entrò sin ruido, con zapatillas de goma, tan tenue, que Irina no habría despertado sin el gemido ronco de Alma al sentirlo cerca. Era como lo había imaginado: de mediana estatura y hombros fuertes, el pelo rígido y gris, la piel verdosa por la luz del monitor, y el rostro noble y sereno. Irina se levantó con prudencia, para no molestarlos, y se deslizó fuera de la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas. A las cuatro de la madrugada llegó la enfermera de turno y se encontró con Irina bloqueando la entrada, la joven le pidió de dejarlos solos un rato más. Pero la enfermera le dijo que a aquella hora no había visitantes y, cuando Irina abrió la puerta el hombre se había ido y el aire de la habitación estaba lleno de ausencia, y Alma se había ido con él. Velaron a en privado a Alma durante algunas horas en la mansión de Sea Cliff, donde había vivido casi toda su vida. La familia se ciñó a los ritos funerarios se de acuerdo con las instrucciones del rabino. Dos mujeres le lavaron el cuerpo y lo vistieron con la humilde mortaja de vino blanco sin bolsillos, que simboliza la igualdad en la muerte y el abandono de todos los bienes materiales. No hubo flores, que se consideran frívolas, pero Irina llevó una gardenia al cementerio, donde el rabino dirigió una breve oración. Irina dejó caer la gardenia sobre su amiga durante el entierro. Esta noche comenzó el shiva, los 7 días se te duelo y retiro. En un gesto inesperado la familia de Alma, pidió a Irina que se quedará con ellos para consolar a Seth. Al séptimo día, los Belasco, recuperaron el ritmo habitual y cada uno volvió a sus vidas. Al cumplirse un mes se del funeral, encenderían una vela en nombre de la mujer y al cabo de un año habrá una ceremonia simple para poner una placa con su nombre en la tumba. Alma viviría en sus telas pintadas, en la memoria obsesiva de su nieto y en los corazones de Irina y de Kirsten. Durante el shiva, Seth e Irina, aguardaron con impaciencia que se presentara Ichimei Fukuda pero transcurrieron los siete días sin verlo. Lo primero que hizo Irina después de esta semana de duelo ritual fue ir a Lark House, para recoger las cosas de la mujer. Irina había obtenido un permiso de Hans Voigt para ausentarse por unos días. El apartamento estaba tal cual lo dejó Alma, los escasos muebles, irán ah dar a la tienda de los objetos olvidados, excepto el sillón la color albaricoque, que Irina decidió dar a Cathy porque siempre le había gustado. Puso la ropa en maletas, el resto lo puso en cajas que el chofer de los Belasco, habría recogido más tarde. Allí estaban los álbumes que contenían la vida de la mujer, documentos, algunos libros. En esta tarea de acabar con su presencia en
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