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La Península Ibérica en la Época Romana: Romanización y Culturas Indígenas, Appunti di Storia Antica

Historia de la Península IbéricaHistoria romanaHistoria de la Antigüedad Clásica

Una visión general de la península ibérica durante la república romana y el imperio, enfatizando la explotación, la guerra y la romanización. Se abordan las guerras civiles del siglo i a.c., la expansión imperial contra los indígenas, el papel del gobernador provincial y la romanización. Además, se mencionan las minas, el clan hispano en roma, la división territorial y la importancia del comercio.

Cosa imparerai

  • ¿Cómo se produjo la romanización en la península ibérica?
  • ¿Qué recursos controló Roma en la península ibérica?
  • ¿Qué papel jugó el gobernador provincial en la península ibérica durante la República Romana?
  • ¿Cuáles fueron las fases de la presencia romana en la península ibérica?
  • ¿Cómo se dividió la península ibérica territorialmente durante la República Romana y el Imperio?

Tipologia: Appunti

2018/2019

Caricato il 06/06/2019

antonio-jose-vazquez
antonio-jose-vazquez 🇮🇹

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Scarica La Península Ibérica en la Época Romana: Romanización y Culturas Indígenas e più Appunti in PDF di Storia Antica solo su Docsity! HISTORIA ANTIGUA DE LA PENÍNSULA Conquista púnica y era republicana Desde el punto de vista temporal, sería desde el comienzo de la Historia el I milenio a.C. hasta el fin de la Historia Antigua con la instauración del feudalismo. En la Península usamos una fecha clave, la invasión musulmana del 711. Son diecisiete siglos de Historia Antigua en la Península, por lo que se sub-periodiza en: 1º SUB-FASE: Proto-historia. Desde las colonizaciones hasta la realidad indígena prerromana con el primer Estado en la Península, los Tartessos. 2º SUB-FASE: Historia Antigua. Sería el término latino para designar a la Península, Hispania. Más bien Hispaniae, diversas provincias dentro de la misma. 3º SUB-FASE: Antigüedad Tardía con la desaparición del Imperio Romano en la Península y llegada del reino bárbaro visigodo. Importancia de la presencia púnica o cartaginense. Desde mediados del siglo VII a.C., Cartago supera a Tiro en los intereses comerciales en el Mediterráneo, donde entraría la Península, y que se conoce como ‘’Spania Phoena’’. Cartago funda la ciudad de Elysos a mediados del siglo VI a.C., la Ebussus latina, Ibiza, muy importante en el marco occidental. Va aglutinando las antiguas colonias peninsulares como Abdera, actual Adra, o, por ejemplo, Sexi, Almuñécar. También Mainaque, etc. Todo el sur peninsular y el principal enclave antiguo fenicio, Gadir, Cádiz. Se va conformando un círculo en el Estrecho, unas relaciones comerciales entre el norte africano y el Mediterráneo occidental. Van adoptando costumbres púnicas. Paralelamente florece otra potencia en esta época, Roma. Hay un choque de intereses entre Cartago y Roma y sus aliados, como las colonias griegas, a las que se lesionaba sus intereses por parte de Cartago. Hasta mediados del siglo III a.C. no es un estado territorial. Tampoco estamos ante una colonización. El interior peninsular se desarrolla independientemente. Todo esto cambia a mediados del siglo III a.C., con la Primera Guerra Púnica, con el desgaste entre cartagineses y romanos. De hecho, perderán la guerra los cartagineses y perderán su influencia sobre Sicilia. A la vez, se produce una crisis en el interior de Cartago. Se traduce en una disputa de la oligarquía terrateniente. Se establecen dos posturas: 1º Oligarquía que quiere asentarse en el territorio. 2º Intereses comerciales. Es la triunfante con la familia militar de los Bárquidas. Expansión por la Península Ibérica con explotación del territorio. Buscaban minerales, recursos agrícolas y mercenarios. La Península es sinónimo de riquezas minerales. No sólo se iban a obtener recursos minerales, sino también tributos de la población y botines de guerra. Se propugna transformar unas colonias aisladas en un auténtico dominio y explotación del territorio, conformando un Imperio. En la Península, teníamos pequeños estados de base agrícola y ganadera con economía limitada y de carácter tribal. Ante esto, Roma se enfada con Cartago por este hecho, y Cartago tiene que extenderse para poder pagar las indemnizaciones de la guerra. Se construye el Imperio Bárquida que, sin embargo, es una creación del Estado cartaginés. Todo comienza en el 237 a.C. cuando Amílcar Barca desembarca en Gades y comienza una conquista en la que pone en jaque la zona de la Turdetana. Se expande hasta la zona de Alicante, funda una ciudad puramente púnica, Acra Leuke; también hasta Ilici. Le sucede Asdrúbal que incentiva toda esta política consolidando lo hecho anteriormente con alianzas con los indígenas, con matrimonios mixtos. Se casa con una princesa Régula y aprovecha la fragmentación de los indígenas. Funda Carthago Nova, hecho importante ya que se convierte en capital de la Hispania púnica y es un puerto marítimo muy importante para los otros puertos occidentales, donde encontramos también un campus spartarius (para el esparto). Tenemos otras ciudades puramente púnicas, como Paria, actual Villaricos en Almería. Todo esto despierta los recelos de Roma, pues avanzaban sobre colonias fenicias y podían ser un peligroso aliado de los galos. Se firma el Tratado del Iber (Ebro) del 226 a.C. No se ha recuperado, lo conocemos por una alusión de Polibio. En él se delimita la expansión por la Península, el Iber sería una línea que los púnicos no podían cruzar. Al norte estaban los intereses romanos o massaliotas. Se establecían dos zonas: una al sur, de los púnicos, y otra al norte, de Roma y sus aliados. Con la llegada de Aníbal esto cambia, lleva a cabo una política de expolio y penetra en la Península llegando a la zona de Salmantica (actual Salamanca) en el Norte de la Meseta. Se trata de una política imperialista y de expansión que le lleva el enfrentamiento directo con Roma. El pueblo íbero de Arse, la romana Saguntum (Sagunto), una ciudad edetana con colonias griegas situada al sur del rio Ebro (algunas fuentes clásicas la sitúan al norte, y no es cierto) suponía un enclave de los griegos y romanos. Dentro había un enfrentamiento interno entre los prorromanos (sectores populares que querían comerciar con ellos) y propúnicos. Había un enfrentamiento en el pueblo vecino de Turuletas. Aníbal conquista Arse rompiéndose el tratado del Ebro. Esta ruptura es una excusa romana. Las fuentes filorromanas ponen a Aníbal como detonante de la guerra. Para los romanos toda guerra era defensiva y justa. Esto no tiene por qué ser así. Muchos historiadores dicen que el río Iber sería un error, no es el Ebro el rio al que se refiere sino el Júcar o el Turia. La ruptura del Tratado del Iber demuestra que ambas potencias eran antagónicas. La toma de Saguntum por Aníbal da comienzo a la II Guerra Púnica que se desarrolla en 3 escenarios: Permiten a romanos apoderarse de territorios de Celtiberia sobre todo nuclear y la más occidental y también de otro pueblo que son los vacceos. La guerra estalla cuando los celtíberos y sobre todo los arévacos exijan a los romanos el cumplimiento de las alianzas estableciadas con Tiberio Sempronio Draco, además fortifican la ciudad de Segeda. El Senado los acusa de traidores y los ataca y arrincona la ciudad de Numantia, ciudadas fortificada que resiste 20 años el cerco impuesto por Roma. Solo en el año 133, un nuevo general llegado allí, Publio Cornelio Escipión el joven va a conseguir sitiar la ciudad cortando el suministro de los vacceos. Numantia debe rendirse a la manera romana con la deditio, la rendición incondicional. Escipión la reduce por hambre y los esclaviza, a partir de entonces las tierras y gentes celtíberas son propiedad del Estado y pagan impuestos dediticios. Guerras lusitanas El primer escenario es el sur, la zona del Betis, y la otra en la propia Lusitania. Lusitania era dirigida por caudillos militares tribales, se dedicaban al pastoreo y sus deidades eran Epona y Bandi (dios militar). EN primavera hacían incursiones en pueblos vecinos para apoderarse de recursos, los hacían en la Bética y la Carpetania; esta es la excusa romana para intervenir, se dan unas luchas hasta que un gobernador romano, Sulpicio Galba los atrae prometiéndoles tierras fecundas y se produce una traición. Los que sobreviven se arman contra Roma y arman a Viriato como caudillo. Posiblemente fue un aristócrata que comandaba una tribu. Lleva la guerra con gran éxito por el Valle del Guadalquivir y la Meseta Sur. Finalmente es objeto de una traición y derrotado junto a todo el pueblo lusitano. Ya se ha introducido la frontera de penetración romana hasta el Duero y ha sometido todas las tierras a impuestos. El modelo romano se implanta hasta el punto de que hay quienes abandonan sus casas y se instalan allá donde les digan los romanos para vivir en núcleos concentrados. Hay el 123 a.C. una expendición de la mano de Decilio Metelo en las Baleares y las toman, la excusa es que las Baleares era un nido de piratas. Lo primero que hace Cecilio es fundar colonias, como Palma o Pollentia. Esos romanos se van a distribuir tierras. Ya no podemos ver rebeliones en la península, sino que se verá involucrada en el devenir político militar romano en la crisis de la república. Serán guerras civiles con los hispanos muy involucrados, en las que surgen poderes personales en Roma que establecen regímenes unipersonales. Los únicos intentos de rebelión muy puntuales fueron sofocados rápidamente (matanza de celtíberos por Valerio Flaco). El primer enfrentamiento serán las guerras sertorianas en la primera mitad del siglo I a.C., del 81 al 73. Cuando Roma cae bajo la dictadura del optimate Sila. El gobernador provincial de Hispania es el cónsul Sertorio partidario de los populares que no se quiere secesionar de Roma, solo es un popular en rebeldía que se apoya en los indígenas mediante pactos de hospitalidad con lusitanos y celtiberos. A esto se suman exiliados romanos. Son unas alianzas oligárquicas que involucran a pueblos del centro peninsular. Sertorio organiza un Senado con los exiliados romanos buscando un gobierno en el exilio. Estrecha lazos con los indígenas, fundando la primera “universidad”; a los hijos de los oligarcas indígenas les imparte en Huesca una educación romana. El enfrentamiento militar con Roma es evidente, hasta que el propio Sertorio es traicionado buscando la amnistía romana El segundo episodio son las guerras pompeyanas, que concierne a pompeyanos y cesarianos, ambos optaban por la península Ibérica. Pompeyo tenía clientelas con la zona de la Citerior y la mayor parte de las clientelas de César estaban en la Ulterior. La postura de los pueblos indígenas era muy inestable. El enfrentamiento comienza con el nombramiento de Pompeyo como cónsul sine collega (único cónsul). En este momento la Península Ibérica tiene que tomar partido. Inmediatamente César manda tropas a la península que triunfa en Ilerna. Los hijos de Pompeyo se atrincheraron en Monda donde fueron derrotados. A través de estas guerras (púnicas, contra indígenas y civiles), prácticamente toda la península está tomada, solo quedaban 3 grandes pueblos: Cántabros, galaicos y astures. Ya en época republicana se conocían y había incursiones. Son pueblos de carácter tribal, y tenían riqueza. En época de Augusto, el estado romano toma la decisión de conquistarlos justificando que En el año 26 Augusto ataca estos pueblos y obtiene victorias pírricas, que le permite cerrar el templo de Jano, de la guerra en Roma, e incluso cuando Agripa termina con las rebeliones astures, Augusto construye el Ara Pacis (monumento ideológico que justifica el fin de las victorias de Augusto), esta época será el fin de las conquistas en Hispania y Galia. Al final de este proceso se consolidan las provincias invadidas, proceso que duró 200 años, según Tito Livio por el territorio físico y las diversas poblaciones con distintos desarrollos históricos. Roma tenía un plan de conquista con fines imperialistas. Romanización Empieza el fenómeno de romanización (asimilación de la cultura romana), que en época republicana es escaso y se caracteriza por el espolio, de lo que se quejarán los indígenas respondiendo Roma que no lo serán en el futuro. No obstante, se empiezan a dar los primeros pasos a la romanización, las formas de vida indígenas primero se hacen compatibles y luego indistintas de las propias romanas. Es un proceso gradual y desigual, en época republicana vana a ser las élites indígenas los primeros y más romanizadas que asumen la cultura romana como forma de supervivencia. No solo desigual social sino también geográficamente. El sur y este peninsular fue la primera zona conquistada que previamente habían tenido contacto con griegos y fenicios, por lo que ya había oppida (protociudades amuralladas) similares al modelo romano. Esta zona será más intensa y precozmente romanizada. Por el contrario, el valle del Ebro, Meseta Sur y costa de Portugal sufre una romanización más lenta pero con enclaves importantes de romanización como Caesar Augusta o Emerita Augusta. En el norte y noroeste peninsular las formas de vida y gobierno persisten durante todo el Alto y Bajo Imperio. De los indígenas solo señalamos algunos aspectos, sobre todo de los últimos pueblos conquistados. -La romanización dio lugar a una expansión de la forma de vida urbana, pues los romanos desarrollan su vida en la civita, lo cual no quiere decir que vivan del campo también. Donde ya había ciudades, estas se incrementaron y donde no había las construyeron. Las ciudades hispanorromanas eran equivalentes a los actuales pueblos grandes, y eran autosuficientes, tenían artesanos, mercaderes… Había excepciones, como Cartagena que contaban con muchos esclavos trabajando. -Latinización, expansión del latín, desapareciendo las lenguas indígenas, en el sur fue total, pero en el norte pervivieron algunas palabras. Otra muestra de ello es la existencia de epígrafes en latín en la Hispania republicana era escasa, pero en las ciudades con más presencia romana es la que más tiene, pues era un gran puerto y con mucha actividad minera. -Los edificios, los de carácter romano son indicios de la romanización. -Cerámicas indígenas empiezan a imitar modelos romanos, o directamente cerámicas romanas. -Relaciones de producción, su hay esclavismo, habrá romanización. -Técnicas de producción, se abandonan por ejemplo en Cataluña los poblados en altura y se habitan villas en la costa. Administración del territorio Había 2 tipos de administraciones: -Provincial: La conquista fue desarrollada por dos ejércitos, esa dualidad pasa de iure en el 197 a.C. a 2 provincias que no son simples mandatos militares sino provincias, son Provincia Hispania Ulterior y Provincia Hispania Citerior, es lo mismo que hicieron con las dos provincias surgidas de la guerra púnica, Sicilia y Cerdeña. La provincia consiste en un vasto territorio gobernado por un gobernador romano. La capital provincial se situaba dónde estaba el gobernador, no era sede fija pues era época de conquista. Poco a poco va consiguiendo una sede fija, una capital estable. En la Ulterior inicialmente sería Cartago Nova y al poco Corduba, fundada el 152 a.C. por Claudio Marcelo. En la Citerior inicialmente estaría en Emporion y en poco tiempo pasaría a Tarraco. La frontera en época republicana es muy flexible, por lo que el general de una ayudaba al dediticias son habitadas por estipendiarias (pagan impuestos). Hasta época Flavia la mayoría eran así. Economía En cuanto a economía también hay consecuencias, la mayoría de los hispanos son dediticios, conservan la posesión, no la propiedad de las aldeas y ciudades y están sometidas a estipendium. El Estado romano se queda con el monopolio de distintos bienes como las minas, las salinas, campos fiscales como el espartáreo o los territorios donde pasan las vías romanas que se las apropia el Estado. El resto del territorio depende del estatus de los habitantes, las colonias o municipios tenían sus propias propiedades; las libres o federadas depende del estatus de sus habitantes En época republicana como lo que se busca es explotar el territorio, se sigue un modelo económico de subsistencia, la mayor parte de la población tenía el disfrute de pequeñas parcelas y pequeñas explotaciones ganaderas, a esto se sumaba una economía recolectiva (caza, pesca, bosques); en esta época los habitantes indígenas construían no con piedra, sino con tapial o en caso de celtas, era importante el consumo de bellotas. Había otra forma de economía de mayor rendimiento, la pesca y salazón, ya existente en época fenicia, se da en zonas costeras del sur y este peninsular, no será hasta época cesariana cunado asistimos a una exportación de salazón que abastece a las grandes ciudades y los ejércitos romanos. El sector económico más importante es el agroganadero, en el Valle del Betis existen villas, unidades de producción que exportan vinos y aceite. Solo a principios del imperio el vino y aceite hispano será una auténtica competencia para los italianos. Respecto al trigo, solo será de forma coyuntural para los ejércitos y la ciudad de Roma, en época republicana será Sicilia, Cerdeña y al final Egipto. El sector agroganadero se especializa según regiones, en el valle del Guadalquivir tenemos bóvidos y la celtíbera la cría caballar. El sector más importante es la minería, pues contaba con gran riqueza, en algunas zonas era importante la plata, el mercurio, hierro y oro. Además la P. Ibérica tenía relaciones tradicionales con las Islas Casitérides (Británicas). Por tanto Roma se queda con el monopolio de las minas que controla directamente las grandes explotaciones (plata de Cartagena, zona de Baesucci-Cástulo, oro en Las Médulas en León que será explotada fundamentalmente en época imperial; mercurio de la zona de Almadén). Estos centros en un primer momento estaban a las órdenes del gobernador provincial. A partir de los 70 del s. I a.C. se hacen cargo de las gestiones las sociedades publicanas. Según el Digesto un publicano era quien vivía del fisco porque arrendaban impuestos. A finales de época republicana las minas serán gestionadas por privados, Sierra Morena será gestionada por Sexto Mario (Monte Mariano). Lo sabemos porque Tiberio en época imperial condena a muerte a Sexto Mario para quedarse con la propiedad. En las minas advertimos ciertos avances técnicos, en Huelva tenemos una noria para sacar agua subterránea, y el tornillo de Arquímedes. El interés del Estado hacia los metales se debe a la necesidad de acuñación de moneda, pues en época republicana el denario era de plata, y se paga a soldados…, a finales de la república se instaura el áureo. Según Diodoro en Cartagena aunque haya una importante inmigración itálico latina, la mano de obra consistía en indígenas empobrecidos o esclavos, controlados por establecimientos militares al lado. Sociedad En la república tenemos pocas fuentes, epigrafía sobre todo. Distinguimos un antagonismo, la población libre y la esclava. El esclavo es un instrumento. El estado intermedio es el de los libertos, con estatus jurídico libre y puede ser ciudadano, pero su condición de libre y poseedor de derechos no se opera hasta la segunda generación. Los libres dependen de la condición jca. Que tengan: Ciudadanos: Inmigrados y veteranos de las legiones a los que se sumaron oligarquías indígenas. Militares e inmigrados fueron factor importante de romanización, vinieron comerciantes, publicanos y junto a los soldados se expandió por la península la cultura romana. Latinos Peregrini o extranjeros, lo más cómodo es ser dediticio. Era la población mayoritaria indígena. Vivían en sus comunidades tradicionales en agrupaciones indígenas como los populi y las gentilitates. El fenómeno de romanización es el más importante de época republicana y empieza con la adopción del latín como lengua. Esta no va a ser generalizada sino de forma selectiva, primero por las élites, como Sertorio en la ciudad de Osca. En toda la zona celtíbera en esta época sabemos que tenemos una sociedad bilingüe, lenguas indígenas y cada vez más latín. Encontramos grafía latina con lengua indígena. Lo más interesante es la religión, la gran presencia de emigrados itálicos y tropas es un factor de difusión de la religión romana, que no se trata tanto de una devoción personal sino de las relaciones de una comunidad con las deidades. Habrá más presencia de religión romana en zonas con mayor presencia de éstos, como colonias y municipios. Encontramos templos tripartitos (triada capitolina, deidad típica republicana) y otros dedicados a la deidad protectora de la comunidad. Los sacerdotes llevan a cabo la relación entre la comunidad con la deidad. En ciudades estipendiarias prosiguen con sus propias deidades, pues los romanos son tolerantes y las permiten mientras no vayan contra sus valores. Habrá un progreso progresivo de sincretismo de los dioses indígenas con los romanos (en Cádiz, el templo de Melkart pasa a ser el templo de Hercules Gaditano). Se irán asimilando a las deidades romanas, aunque en la zona norte algunas perviven hasta el proceso de cristianización. Lo mismo ocurre con los santuarios prerromanos donde perviven sus tradiciones, éstos santuarios servían antes para establecer pactos entre pueblos, ahora que ya están bajo el dominio romano pierden sus funciones. Se produce una difusión de la religión cívica romana paralelamente al proceso de difusión de su modelo social. Hispania Alto Imperial Desde el s I d.C. hasta el siglo III d.C. con las reformas de Diocleciano. Lo más destacable del periodo es la asimilación definitiva de las formas culturales y estructuras sociales y económicas romanas por las poblaciones de la Hispania prerromana. Ahora hablamos de hispanorromanos, pues hay una igualdad. Ello se debe a la definitiva implantación de la admon. Romana y sobre todo de la intensificación del proceso de urbanización, colonias y municipios se intensifican generalizándose la ciudad romana y su forma de vida. El fin de la conquista de la península coincide con el inicio del imperio. El imperio supone un mundo global con nuevas formas políticas. Se configura como un principado, un poder único que respeta formas republicanas pero ira derivando en formas autocráticas. Supone unas transformaciones que afectan a las provincias, como Hispania; éstas son el fin de las guerras endémicas que existían (desde que llegaron en el s. III hasta Augusto habrá guerras púnicas, sertorianas…) ni enfrentamientos indígenas operándose la pax romana. Se aceleran las reformas instituciones. Aumenta el proceso de urbanización que antes se restringía a la zona del sur, aunque no es lo mismo la zona de Galicia con ciudades puntuales que la del Valle del Guadalquivir. Se producirá la definitiva expansión de la ciudadanía romana, lo que determina esa romanización. Desde el punto de vista político en Hispania tenemos escasa documentación ya que las fuentes escritas se centran en los emperadores; como aquí no hubo guerras, no venían emperadores. Podemos recurrir a fuentes epigráficas, que nos dan informaciones muy locales; tenemos que acudir a fuentes numismáticas (solo nos indican el emperador) y arqueológicas (proceso de urbanización). Sabemos que en época de Tiberio se condena a Sesto Mario por maiestas, es decir, atentar contra el Estado, el emperador. Por el contrario Tácito nos habla de él como un deprevatus (moral). Se dice que Sestio era un peligro político y económico y con su expropiación se solucionaban problemas del fisco romano. Otro hecho del año 68, cuando se produce la primera gran crisis dinástica, habrá 4 emperadores candidatos al trono y uno de ellos era gobernador de la Tarraconense, éste es Galba, que contaba con 2 legiones en suelo hispano y forma una tercera con soldados ibéricos y que se llamará Legio Septima Gemina que a su vuelta de Roma se instalan en Legion (León). Quien triunfo fue Vespasiano, el primer Flavio apoyado en el ejército La Tarraconensis y la Lusitania son provincias imperiales gobernadas por un por un legatus del emperador. Unas iban al tesoro imperial y otras al senatorial. Frente a la limitación del magistrado senatorial, estos legados no tenían limitación de mandato, la media de su duración eran 3 años, aunque en época de Tiberio hay gobernadores que duraron 10 años, para evitar golpes de Estado. Las provincias se dividen en Conventus jurídicos, con origen en la actividad judicial en época republicana donde se ejerce la justicia. A las funciones judiciales se sumaron otras al menos en la Tarraconensis y Lusitania, eran fiscales, pues se va a reunir un concilio con representantes de distintas ciudades para hablar de cargas fiscales, también acordaban la cohesión sociopolítica con el culto al emperador eligiendo a los sacerdotes. Conventus de Gades: Respeta las divisiones antiguas étnicas. Con capital en Gades, se monumentaliza la ciudad. Tenía 5000 équites censados. Solo la superaban en Occidente Roma y Padua. Conventus Astigitanus: En torno al rio Genil, con capital en Atigi. Conventus Cordobensis: Capital en Corduba, con identidad provincial, importantes monumentos (circos, teatros, foros). Conventus Hispalensis: Capital en Hispalis Conventus Emeritensis: Capital en Emerita Augusta, con un reparto de tierras. Conventus Scabilitanus: Capital en Scabiulis en torno al Tajo Conventus Pacensis: Capital en Pax Augusta, fundada por Augusto. Conventus Cartaginensis: Con capital en Cartago Nova, con rango de municipio. Conventuss Casearugustanus: Capital en Caesaraugusta Conventus Tarraconensis: Capital en Tarraco también de provincia, por lo que es muy importante y tiene 2 foros, el viejo colonial y el provincial donde acudían representantes de toda la provincia. Conventus Cluniensis: Capital en Clunia (Bugos) Conventus Asturum: Responde a una necesidad militar controlando minas del Bierzo con militares y el centro de Asturica, una imposición de Augusto para que se concentren en la ciudad. Conventus Lucensis: Con capital en Lugo Conventus Bracarensis: Con capital en la actual Braga. Transduriana estaría entre Luciensis, Bracarensis y Asturum Permanecieron aspectos fiscales como los populi y la gens basada en parentesco de sangre. Esta división persiste en todo el Alto Imperio, salvo la división momentánea que hace Caracalla creando la provincia Citerior Nova Antoniniana a principios del s. III ocupando el conventus Luciensis Bacarensis y Asturum. Probablemente será precedente de la modificación Bajo Imperial cuando Diocleciano crea la Gallaecia pues era la zona menos romanizada, luego tenemos allí el Reino Suevo. La administración local. El territorio se nuclea en torno a ciudades, que tienen distinto estatus jurídico, más acentuados. Por un lado, tenemos colonias y municipios. Las colonias se dividían en exnovo o bien por promoción jurídica, que da lugar a los municipios. Tenemos ciudades federadas, pero es un hecho residual, y son ciudades inmunes, que pactaron el no pago de los impuestos al establecerse un foedus. La mayoría son ciudades estipendiarias y sus ciudadanos son considerados como extranjeros, por lo que tendrán que pagar todos los impuestos. Estas ciudades controlan el territoria y el ager, el campo agrícola. Estaban gobernadas por una curia, un Senado, formada por los decuriones con un número variable. Tendríamos los magistrados, esencialmente los duoviri, los aediles, etc. Destacaban los sacerdocios, donde el cargo más representativo son los flamines, el sacerdote encargado del culto imperial. Estaban obligados a una serie de munera, de regalos y pagos, mediante acciones evergéticas. Por ejemplo, para reestructuración de ciudades, reparto de trigo, etc. Los ciudadanos más ricos distribuyen el dinero entre las clases sociales más pobres de las ciudades. A partir de fines del siglo II, se unen una serie de delegados económicos por los problemas financieros de las ciudades. Nace el curator, encargado de la economía de las ciudades, o el defensor plebis, el defensor de la plebe. Tienen un gran desarrollo en la época bajo-imperial. Es tan importante la administración local que es un gran indicador de la romanización. Otro indicador es la onomástica, el nombre de las personas. Cuantos más nombres romanos más se habrá romanizado la ciudad en cuestión. El más importante es la implantación de la ciudad, que cambia profundamente la vida de los indígenas, como la creación de los foros o las termas. También el compendio de los derechos y deberes de estatus jurídico romano. La paulatina supresión del hospitium por el patrocinio y la clientela, una institución romana. En la zona de Lusitania y en la zona norte y oeste de la Tarraconensis perviven las instituciones indígenas, como el populi o la gentilitates. Hitos Tenemos una serie de ciudades privilegiadas. Posteriormente ese estatus privilegiado se extiende en época césar-augustana. Estas ciudades se extienden por el sur y el levante peninsular y fueron fundadas por César o por Augusto. También tendremos ciudades pobladas con veteranos de guerras para controlar las poblaciones indígenas. Pero lo más común es la promoción jurídica de los oppida. Fuentes de esto pueden ser Estrabón o Plinio. El primero diferencia la situación del norte con el resto de la Península. Tenemos residuos tribales y un modelo organizativo romano. Un segundo hito sería en el torno al año 74 d.C., cuando Vespasiano sacó una ley, la Ley de los Municipios Flavios, que no nos ha llegado. Con esta ley, se concede el derecho latino a todas las ciudades hispanas, aunque se piensa que más bien era para las ciudades de la Bética. Se adquieren todos los derechos romanos por parte de los magistrados, y sólo los derechos privados para el resto de los ciudadanos. Se trata de un caso de municipalización. Esta promoción hace que el edicto de Caracalla prácticamente no tuviera incidencia en la Península. Sociedad y economía Tenemos una multitud de documentación e información. Son de carácter epigráfico, numismático y sobre todo arqueológico. Por ejemplo, tenemos la presencia de villa, unidades de producción. El monte Testaccio en Roma que contiene restos de las vasijas. En las fuentes epigráficas observamos el cambio de nombres indígenas a nombres propiamente romanos. Desde el punto de vista social, no hay homogeneidad. Había diferencias sociales y también territoriales. Coexisten los modelos sociales romanos con algunos elementos indígenas en claro retroceso. Además, hay que considerar que las divisiones no son sólo fruto de la economía, sino también motivos ideológicos y político-jurídicos. Hay una división entre hombres libres y no libres, es decir, división jurídica con consecuencias políticas. Los ciudadanos romanos pueden participar en política, mientras que los esclavos sólo están dedicados a la producción. Estos grupos libres se organizaban en familias, que determinaban lazos de cohesión muy importantes. Dentro de éstos, tenemos unos rangos jurídicos copiados del modelo romano. Por un lado, el orden senatorial, los grupos más privilegiados, y por otro el orden senatorial. Junto a ellos tenemos a los grandes propietarios, los decuriones. Junto a ellos, tenemos a la plebe o el pueblo: Son artesanos y pequeños propietarios que viven en la ciudad y que trabajan en el espacio ciudadano, ya sea en la urbe o en el propio territorio. Formaban parte del ejército o la administración. Podemos distinguir una plebe rústica, pequeños agricultores, y una plebe urbana, los artesanos. proceso de romanización, pues una ciudad tiene un mercado, incluso donde no hay ciudad hablamos de fórum, como lugar de contacto para comerciar. En la ciudad las oligarquías importan productos de lujo. En esta época altoimperial llegan a Roma vajillas de lujo de Italia y el sur de Galia. Se empieza a crear una en Hispania imitando a la gala, se llama terra sigislata hispana, por lo que empieza importando y acaba exportando, luego se sustituye por otra africana. Existen 2 tipos de comercio: 1. Comercio de cercanía que está unido a la urbanización de Hispania, establecido en mercados y tabernas; es el comercio más importante y numeroso de Hispania. 2. Comercio de larga distancia, del que tenemos más información, primero está protagonizado por los negotiatiores, itálicos que se asientan en la Península y comercian. Se dedican a la exportación del aceite (bético, navarro, del Ebro), a cambio es utilizada por una exportación de retorno con piezas constructivas (mármoles o piezas rituales) El comercio terrestre era de cercanías pues por complicaciones técnicas era lento y caro mediante yugos de bueyes. Las grandes rutas eran marítimas y con gran capacidad de mercancía. Junto a esta, para sacar del interior de la península productos se utilizaban vías fluviales; las rutas se dirigían a Roma y las Casitérides, además la zona del limes de Germania para abastecer al ejército. Se necesitaban unas instalaciones óptimas, como ciudades marítimas como Tarraco, Cartago Nova o Gades, que controlaba el fretum gaditanum, que controlaba el comercio de la Península y norte de Africa; A Coruña controlaba el estaño de las Casitérides. En Santander también había un puerto importante. También conocemos por fuentes escritas el Portus Magnus (Almería) y el Portus Albus (Algeciras), se necesitaban en los puertos, faros (el faro de Hércules imitando al de Alejandría, Chipiona, que viene de Caecilius) Transporte fluvial para sacar los productos al exterior, la mayoría de los ríos eran navegables Tenemos las vías terrestres, más importantes desde el punto de vista fiscal que comercial. Las grandes vías eran de cursus publicus, usadas por ejército, la administración y los aristócratas. Junto a esto tenemos vías locales cuyo mantenimiento corría a cargo de las ciudades, protagonizan el comercio regional o local. Estas calzadas se crearon o se adecentaron en época imperial, de Augusto y Antonino. A mitad del siglo III hay un estancamiento en estas vías, igual ocurre con la exportación de aceite. Destaca la vía augustea que conecta a Hispania con el resto del Imperio, es una vía costera. Entra por los Pirineos pasa por Tarraco y al llegar a Cartago Nova se ramifica, hacia Corduba llegando a Onuva. En el lado sur hay otra vía costera, la vía hercúlea que es secundaria. Otra vía es la de la Plata con precedentes prehistóricos desde Asturica hasta Italica, con ramales, fruto de la conquista había una tercera vía desde Asturica hasta Pompaelo. Son vías con carácter periférico que salva el carácter orográfico y trataban de ser pequeñas vías de penetración teniendo una red periférica y reticular, en el Bajo imperio tenemos vías radiales cuando Toletum tiene más importancia. Los inmigrantes itálicos en la Península se organizaron en conventus civium romanorum que en época republicana tenían superioridad cultural, pues el mundo bárbaro era considerado salvaje e inculto. Se forma el tópico de que Hispania es solo tierra de abastecimiento, pero en época imperial está ya la cultura plenamente romanizada, esto lo detectamos en la onomástica, pues los nombres de raíz indígena van perdiéndose. Otro aspecto es la latinización, que fue promovido por élites indígenas como medio de promoción e integración. En el imperio ya es lengua dominante, las otras son residuales, en época de Claudio es la lengua oficial del Imperio. El latín es un requisito para el acceso en la vida política, administración y ejército. Tenemos ya los primeros literatos hispanoromanos, en Bética Seneca, Pomponio Mela, o Lucano; en la antigua Celtiberia tenemos a Marcial y Quintiliano, son muestras de esa latinización. El ejemplo más emblemático es el de la familia de los Annios en Corduba que desarrollan su carrera sociopolítica en Roma, Lucano escribe una Farsalia defendiendo a Pompeyo. Séneca era un filósofo que ejerció de maestro de Nerón, es estoico y sus obras tratan de la providencia y perennidad de la vida, hace tragedias romanas imitando las griegas. Mela es un geógrafo que también se interesa por la etnografía. Columela en De re Rustica diseña el modelo teórico de villa. Marcial se forma en Roma y su obra describe la vida social de la época. Quintiliano se interesa con la retórica y oratoria y se relaciona con los emperadores Flavios, es el primer orador pagado por el Estado. En cuanto a educación, la cultura estaba muy extendida, en medios urbanos era una cultura escrita, como demuestra la epigrafía, cuando decae esta época seguimos teniendo cultura escrita popular, distinto el caso del ámbito rural. Había escuelas municipales, pero la educación la impartían preceptores. Otro indicador de romanización es la religión, distinguimos dos zonas: Pervivencia de cultos indígenas y cultos indígenas desaparecidos o asumidos por la religión romana No hay zonas puras, sino una coexistencia de ambos mundos religiosos, el indígena y el romano. Los romanos no atacan las religiones indígenas si no les molestan. Se producen sincretismos, advocaciones, adopciones… Este fenómeno lo potencian la funcionalidad de los dioses indígenas. Podemos distinguir la existencia en Hispania de Panteón indígena, habiendo en época altoimperial unas 200 deidades, que carecen de templos, de sacerdocios y poco a poco son recluidas en el mundo rústico, pues son de carácter rural, ligados a la naturaleza y también a los siervos y a las mujeres. Junto a este tenemos el Panteón romano cuyo número es limitado y centrado en colonias y municipios, pues es una religión ciudadana; tenía sus propios templos y cada ciudad elegía un culto particular. Lo más característico de estos cultos era el sacrificio (de animales) que se hacía por el bien de la comunidad y de Roma, tenían carácter de ofrenda evergética. También teníamos un culto domestico oficiado por el pater familias y también collegia (asociaciones religiosas). El culto romano clásico estaba oficiado por las autoridades (ediles). Estos dioses romanos trazaban un cosmos organizado, representaban la civilización y frente a ello estaban las supersticiones propias de los bárbaros. Roma convenció poco a poco a los propios indígenas de que la verdadera civilización estaba en su religión, la palabra clave era la humanitas, que hacía que rindan culto a estas deidades, frente a ella, la crudelitas de quien no rendía culto a estas deidades. En época altoimperial se instalan otros dioses orientales, que llegan al Imperio y también la Península, lo traen militares y esclavos. Estas deidades ayudan a la integración social, no solo participan los ciudadanos, además había una mayor implicación más personal de su seguidor con las respectivas deidades, además prometen una salvación en el más allá, son salvíficas. Todas ellas exigen un aprendizaje y tienen un rito de iniciación y exigen unas normas de vida. En Hispania tenemos documentos de Ampurias, donde se remodela el templo de Asclepios (griego de la medicina) a favor de Serapis, un dios oriental. En época de Vespasiano encontramos en Baelo Claudio un templo dedicado a Isis (Vespasiano venía de Oriente), en sus cultos las mujeres tenían una muy activa participación, al encontrarse en los puertos muy posiblemente lo trajeron los comerciantes orientales. En Valencia tenemos documentado a Magna Mater Cibeles también en Cartagena y en Mérida en el siglo II d.C., también el culto a Mitra en Mérida y León y el culto a Salambó, deidad fenicia que encontramos en Hispalis en competencia de la religión cristiana, también oriental. Tenemos también el culto imperial que supone una integración de todos los habitantes del imperio, supone la sacralización del poder imperial y manifestación a la adhesión política del imperio. En Hispania tiene un auge llamativo, puede ser que se beneficiasen de la devotio ibérica, una institución prerromana consistente en juramentos de devoción a un caudillo militar, encontramos templos dedicados al culto imperial por toda la Península en estos momentos donde se rinde culto a Roma y al emperador. Está organizado por los flamines augustales, claudiales…. Según el emperador, solían ser 6 flamines, había uno dedicado el culto provincial, que controla y organiza los juegos públicos. Estos cultos afectaban a todos los habitantes por lo que no participar en ellos era una seccesio. A partir del siglo III la romanización empieza a decaer. La romanización comporta confort, encontrando termas en cualquier pequeña ciudad romana Itálica, es el asentamiento más antiguo de la Península, hecho con veteranos de la batalla de Ilipa asentado sobre un antiguo poblado turdetano. Se desarrolla hasta que en época augustea es promocionada a estatus de municipio; de la ciudad augustea conocemos el teatro y el templo de Isis, y sabemos que también hay un foro y circo y termas menores también; es la antiqua urbs. EN ella hay dos familias que aspiran al trono imperial, la de Trajano y la de Adriano. Se recurre al patrocinio de estas familias para construir la Nova urbs en época de Adriano, es la que hoy se ve, está dedicada a las el antiguo conventus cluniacensis, toda la parte noroccidental de la Península a partir del Duero y hasta la actual Palencia. Su capital sería Braccara Augusta e incluye ciudades como Asturica, Luccus, o Brigantium (La Coruña). En esta época ya no existen los conventos jurídicos, la justicia se establece de forma itinerante, en las fuentes no se ven reflejados. -Tingitania, corresponde a la actual Marruecos, también integrada en la diócesis hispaniarum con capital en Tingis (Tánger), debido a relaciones comerciales con la península desde época fenicia y por el control militar del Estrecho. Las Islas Baleares, primero eran una provincia aparte pero fueron asignadas a la Cartaginensis, La diócesis hispana se integraría bajo la prefectura de las Galias con capital primero en Arlés y luego en Tréveris. Las funciones de las capitales de provincia era la recaudación de impuestos, pues en época bajoimperial los impuestos son fundamentales y requiere de un aparato militar importante. Otra función sería la juficatura, los jueces, ñas obras públicas, el mantenimiento de las vías… Hispania es una zona periférica donde solo hay una legión en León. Los praeses estarán auxiliados por un equipo en materia fiscal y económica y en materia policía, también había agentes en la costa. Se multiplica la burocracia pero se personaliza, hay cargos militares y cargos civiles. El siglo III y IV es de relativa estabilidad y tranquilidad que solo termina a principios del siglo V. Sociedad y economía en el Bajo Imperio En el siglo III hay una profunda reforma fiscal y una devaluación monetaria que hace que el poder económico se base en la posesión de la tierra. También se produce la crisis del sistema esclavista debida a que el Imperio ya no se expande más por lo que ya es difícil conseguir nuevos esclavos y su precio se ha encarecido. Esto afecta al grupo acomodado ciudadano. Habrá un mayor bienestar de los posesores latifundistas, pues tienen la fuente de riqueza. Se produce una paulatina sustitución del esclavismo por el patronato, que implica una relación desigual entre el patronus y el cliens. EL cliens tiene unas obligaciones ante el patronus que le debe protección. Ahora a los patronos son honestiores. Honestiores: Antigua clase senatorial, altas jerarquías administrativas, antiguos caballeros, grandes comerciantes, poseedores de la tierra, luego también los obispos Humiliores: Los tenemos frente a los honestiores. Son artesanos, pequeños propietarios arruinados y sobre todo los coloni, que empezaban siendo arrendatarios de una tierra pero al final se fijan a la tierra y se vuelve hereditaria. Todos estos humiliores van igualando su condiciónsocial, y en la tardoantiguedad encontramos los servi, que podían ser esclavos o colonos, que quedan fijados a la tierra y no podían dedicarse a otra profesión. Los antiguos curiales en las ciudades quedan arruinados, y quieren ir al campo, pero lo prohíbe el imperio y quedan arruinados. Esta sociedad tan polarizada explica movimientos de contestación social en el siglo IV y sobre todo en el V, tenemos a los vagaudas, que se salen de la legalidad y atacan a los representantes de este sistema, como a obispos, asaltan villas o ciudades. El debate mñas importante es el de pervivencia o desaparición de la ciudad, Lot, hablaba en los 70 de una desaparición de la ciudad, pues los curiales habían huído a sus villae donde reproducían su vida ciudadana encontrando instalaciones para el ocio (baños, lujos…) y negotium (donde vivían siervos, colonos). A partir de los 70 y 80 se releen las funetes, pues a pesar de la caída de esa forma de vida urbana, no hay una desaparición de la ciudad, sino una transformación, ya no hay grandes actos evérgeticos constructivos, no se construyen teatros ni circos, pero hay construcciones religiosas, lo que a partir del siglo IV se conoce como topografía religiosa de la ciudad, lo importante de la ciudad ya no es el foro, sino la basílica o el cementerio. Por tanto no hay una separación de la ciudad sino una selección, unas decaen y otras viven momentos de esplendor, por ejemplo, Ampurias desaparece, pero Barcino, hasta ahora una pequeña ciudad, vive su momento de esplendor. En la Bética Italica se ruraliza e Hispalis, que está cerca, se desarrolla compitiendo con Corduba. Se reduce las clase curial y se incrementa el intervencionismo estatal, observamos un curator civitatis, un curador de la ciudad, el propio obispo va a ser protector de la ciudad. Frente a esto tenemos un campo trabajado por los coloni dependientes del propietario. En el Bajo Imperio hay una tendencia al monoteísmo, los dioses tradicionales solo tienen valor de tradición cívica, ya no tienen carácter religioso. Se tiende a priorizar determinado culto. El emperador Heliobábaro impone el culto al dios sol. También se produce un auge de las religiones salvíficas que vienen de oriente y satisfacen mejor el sentimiento religioso. Dobbs define esta época como una época de angustia. Ante esto hay una reacción conservadora del Estado que exige el cumplimiento de ritos que manifiesten tu adhesión al imperio, el culto al emperador (Decio, Valeriano y Diocleciano). En este marco se desarrolla el cristianismo del siglo III y IV en Hispania. Distinguimos 2 etapas, la preconstantiniana y la posconstantiniana. En la segunda parte el cristianismo se hace lícito y progresivamente será primada por el Estado. En Hispania hay 2 tipos de orígenes, uno nos habla de Pablo, que en su carta a los romanos expresa su deseo de predicar en Hispania en torno al año 60, pero no hay pruebas de su llegada además fue arrestado en Roma, si vino, su recuerdo se perdió y no hubo continuidad. Junto a esos orígenes tenemos tradiciones más o menos venerables que son leyendas muy tardías, a partir del 600 y a partir del siglo VIII. Una es la leyenda de los 7 varones y otra la de la llegada a Compostela de Santiago, o la leyenda del Pilar. Este empeño por buscar el origen del cristianismo ha sido recogido por la historiografía y no solo por la más tradicional, hay un debate serio de cómo llegaron los primeros evangelizadores: -Africanistas: Entienden que el origen viene del Norte de África, los autores don Díaz y Díaz, Blásquez o García Moreno, este dice que los agentes de cristianización son los militares -Origen múltiple: Vendría de Oriente por el comercio, vendría de África por militares y de Italia. Postura defendida por Sotomayor. Lo que está claro es que a Hispania llega un cristianismo tardío y su progresión es lenta, hay una zona en el norte que no se cristianiza hasta el siglo VI y VII. Será más rápido e intenso en las zonas más romanizadas. Los primeros datos que tenemos de la posible presencia cristiana en Hispania es de finales del siglo II, tenemos dos autores, Ireneo de Lyon y Tertuliano que en esa época dicen que aluden que el cristianismo se ha expandido en todo el mundo, en todo el imperio incluyendo Iberia(Irneo), el problema es que había otra Iberia en el Cáucaso. Tertuliano sí menciona a Hispania, pero solo son alusiones, los autores cristianos aludían a Hispanai como el finis terrae. Tenemos que llegar hasta el siglo III para tener una prueba indudable de la existencia de comunidades cristianos con la Carta 67 de Cipriano donde se demuestra la existencia en Hispania de comunidades cristianas bien estructuradas con obispos, diáconos, presbíteros y un pueblo cristiano, se documentan en León Astorga (zona militar), Mérida y Zaragoza (muy romanizadas), esta carta es testimonio de la incidencia de la persecución de Decio sobre los cristianos. Otro importante documento del siglo III son las actas del martirio de Fructuosos, Eulogio y Augurio, un martirio acometido en Tarragona por la persecución del emperador Valeriano. Esta acta martirial muestra que hay cristianos con un cierto estatus social (la del obispo de Tarragona). Otra fue la persecución de Diocleciano, la más sangrienta, tenemos muchos relatos de mártires hispanos, pero son muy tardíos, del siglo VII en adelante. Contamos con un relato martirial difícil de fechar pero que sería de esta época, la de los mártires Justa y Rufina en Sevilla demuestra cierta competencia entre religiones salvíficas, concretamente el cristianismo y el culto de Adonis. Tenemos un documento que no se sabe si es anterior a Constantino o posterior, es el concilio de Elvira de comienzos del siglo IV, una asamblea de cristianos reunidos en Elvira (Granada) para acordar aquellas cosas que le atañen, de lo que sabemos que tenemos una organización eclesiástica bien organizada y que las iglesias son urbanas, cuando se expanda por el campo, las iglesias del campo serán dependientes de la iglesia urbana. Podemos ver que el cristianismo está muy extendido por la Bética y las capitales de las provincias hispanas. La consecuencia de este concilio es que estamos ante una comunidad minoritaria todavía y que necesita diferenciarse de paganos, judíos y herejes; necesita subrayar sus características pues aun siendo cristianos, son romanos. El carácter autónomo aumenta cuando cae el Imperio Occidental, encontramos las penetraciones de Eurico, en la Bética gobiernan residuos de la aristocracia, cántabros o vascones que se gobiernan autónomamente y suevos. Esta situación sigue hasta la caída del Reino visigodo de Tolosa. EL 507 en la batalla de Vouillé, los francos derrotan al rey visiogodo Alarico II. El centro de poder visigodo se vierte hacia la península Ibérica, en Galia solo conservan la zona sureste. Es la primera vez que encontramos población visigoda en la península, en concreto en los campos palentinos y en la zona de Madrid. Encontramos metrópolis de población visigoda. El dominio visigodo se va a verter en la Península, tenemos el dominio visigodo que se sobrepone sobre la hispano romana, unos tienen el poder militar, otros la cultura fomentada por la Iglesia. En Toledo, será la monarquía visigoda la que articule el Regnum visigodo. En la batallla de Vouillé acaban con el rey Alarico II, tenemos al rey ostrogodo Teodorico el Grande que ejerce una regencia; éste ya en Italia había diseñado un reino con dos poblaciones separadas, por un lado la población goda, arriana y con su propia aristocracia, y por otro una población indígena romana católica, éstos no se mezclaban. Ese diseño se va a implantar en la península. A Teodorico le suceden gentes de estirpe ostrogoda, destacamos a Teudis, que se casa con una hispanorromana para hacerse con las clientelas del ejército de esta latifundista. Esta situación se verá alterada por una disputa dinástica, entre Agila, un rey godo y el pretendiente Atanagildo que va a recurrir a los bizantinos, que en el siglo VI intentaban rehacer el imperio bajo Justiniano. En Hispania Atanagildo pide ayuda a los soldados imperiales por lo que encontramos una franja costera controlada por los bizantinos. Con importantes guarniciones, que tenemos por ejemplo en Cartagena o en Málaga, es la provincia bizantina de Spania. El propio Atanagilfdo percibe que las aspiraciones de Justiniano iban más allá con la dominación bizantina de Hispania. Esta presencia bizantina perdura de forma debilitada hasta la segunda década del siglo VII. Sin embargo son importantes porque a través de esto llegan influencias bizantinas al reino godo, concretamente una corona goda a imitación de la bizantina, imitan su ritual emitiendo moneda con su nombre. Esta situación prosigue hasta el rey Leovigildo que aspira a conquistar todo el territorio peninsular creando una patria, unificar a la población para lo que unifica la legislación y sobre todo intenta unificar la religión , bajo el arrianismo, lo que presenta muchas dificultades pues la mayoría de la población era católica frente a la minoría arriana. Convoca un concilio en el 580 para suavizar el arrianismo. Leovigildo fracasa. Habrá un problema sucesorio, Leovigildo tiene dos hijos, Recaredo y Hermenegildo. Recaredo se va a sublevar, la historiografía discute los que opinan si la sublevación es por motivos religiosas o políticas. En las fuentes extrapeninsulares señalan a Hermengildo como un mártir, por lo que serían motivos religiosos, pues se había convertido al catolicismo La unanimidad de las fuentes hispanas (Isisdoro de Sevilla) señalan a Hermenegildo como tyrannus (poder ilégitimo) aludiendo a causas polípticas. Ha habido unn conflicto político enmascarado con la religión puesto que Hermenegildo se pasa al catolicismo para atraerse a la población hispanorromana. La rebelión fracasa pero es una prueba d eque la unificación religiosa solo se podía hacer bajo el catoliscimo pues era la mayoría de la población y los poderes locales. Recaredo, su sucesor, se convierte al catolicismo y con él todo el reino en el III Concilio de Toledo, es un pacto entre la corona y la Iglesia donde se encuentran los representantes de lsa población hispanorromana. Ya no hay distinciones en la población. Encontramos ciudades con 2 obispos uno que era arriano y otro católico. Se produce la unificación étnica, no hay distinción entre godos e hispanos. En el pacto es fundamental Leandro, obispo de Sevilla, que apoyó a Hermenegildo, pero Recaredo lo rescata. La monarquía será legitimada por la Iglesia, habrá una tradición literaria de los reyes godos herederos del Imperio romano. La Iglesia, junto a la Corona será dirigente del Estado. EL reino será gobernado mediante concilios. Éstos antes trastaban solo asuntos religiosos, pero ahora también serán políticos y sus decisiones tendrán rango de ley. A estos concilios también asisten laicos, como duques o delegados fiscales. Hay concilios de orden regional y también nacional, donde asisten obispos de todas las provincias y miembros de la Corte. El concilio será ahora locución del rey. Otro importante concilio es el IV de Toledo del 633, protagonizado por el obispo Isidoro de Sevilla. Es muy especial, porque a cambio de legitimar al rey, el concilio dictamina normas que tienen que ver con la protección de la Iglesia y la aristocracia del reino y el sistema de acceso a la corona, dictaminándose un habeas corpus. El acceso a la corona desde ahora será cosa de los nobles y los eclesiásticos. Antes no tenía una solución constitucional pues la sucesión de la corona será electiva o dinástica. O se soluciona esto, habrá una inestabilidad política, con asesinatos de reyes, rebeliones… (morbo gothorum), pues cualquier aristócrata de estirpe goda tenía aspiraciones a la corona. Recesvinto lleva a cabo una compilación de leyes civiles conocida como Liber Iudicorum, conocido en época medieval como Fuero Juzgo. Recopila el derecho latino vulgar o bajo imperial o el Digesto, y leyes sacadas por monarcas godos. Está ordenado temáticamente. En el Libro 12 encontramos todas las leyes que tienen que ver con la población judía, son leyes a veces difíciles de entender, sobre todo porque al ser una recopilación de leyes habrán leyes discordantes pue mezcla leyes personales y de ámbito territorial. Las más modernas son territoriales, y la recopilación también lo es. Hasta la implantación del Código Civil, la legislación que se aplica es fundamentalmente el Liber Iudicorum, el reino visigodo de Toledo es privilegiado historiográficamente porque en ningún sitio tenemos una compilación legal y canónica (concilios) semejante a esta (Collectio Canonica Hispana). Se produce una explosión cultural, el reino de Toledo es el más rico de Occidente, cuando caiga el reino serán emigrados visigóticos los que propicien el renacimiento carolingio. Esta explosión cultural la fomentan los obispos y sobre todo Isidoro de Sevilla, que rescata la cultura clásica cristianizándola, su gran obra es Etimologías (enciclopedia del saber clásico) y las Sentencia, preceptos clásicos cristianizados. Durante siglos, Isidoro era fuente del saber hasta que con el humanismo se descubren los clásicos y cae en descrédito, también destacan Julián e Ildefonso de Toledo y Braulio de Zaragoza. Isidoro ordena el sistema educativo visigótico, frente a la visión tradicional del reino visigodo como un reino oscuro, en el siglo VII asistimos a una eclosión de la educación, que ya no es como la vieja educación romana con maestros romanos, sino una educación clerical impartida por escuelas episcopales y monasterios. La educación se clericaliza, pero a cambio salva el latín y la cultura escrita. El reino se articula en provincias, la capital del reino estaría en Toledo con una corte militar en torno al rey. Las provincias serían las misma s que en época imperial más la narvonense. En cada una habría un duque y bajo estas estarían las ciudades no desapareciendo la ciudad. La ciudad es más un centro religioso que político o comercial, la presencia de un obispo asegura su supervivencia, se encuentra en las ciudades más importantes y tiene también funciones civiles. Junto a obispos, los jueces asumen la jurisdicción civil, enviados por el Estado, por la crisis de las curias, que algunas perduran. El campo está adscrito a la ciudad. En él hay aldeas, grandes predios señoriales que progresivamente se desligan del mundo de la ciudad. Este fenómeno propicia una protofeudalismo. Los aristócratas cuentan con sus propios ejércitos y se desligan de sus obligaciones con el rey. Tienen una serie de siervos con distintos estatus jurídicos y uno de estos grandes propietarios será la Iglesia que también cuenta con sus propios siervos fijados a la tierra. Desde el punto de vista económico se sigue con las técnicas romanas para trabajar la tierra y son especialmente vulnerables a catástrofes naturales y epidemias que fueron recurrentes en el siglo VII. La situación de los campesinos se fue depauperando progresivamente. En el campo no habría una iglesia ciudadana sino parroquias rurales ligadas al obispo de la ciudad desde el punto de vista jerárquico y patrimonial, construidas y financiadas por los señores del lugar. Junto a la iglesia diocesana se produce el fenómeno del monacato que hundía sus raíces en movimientos ascéticos del siglo IV. Sin embargo lo más característico de esta época es la configuración de comunidades monásticas regidas por normas muy precisas y que son autónomas desde el punto de vista económico del obispo. Esta organización y autonomía hace de esots monasterios auténticas unidades de producción siendo algunos de ellos latifundios. Se rigen por las normas del Codex regularum. El abad usaba distintas reglas. A partir del siglo VII algunos de ellos se rigen por reglas emanadas en la propia Hispania destacando la regula de Isidoro en el sur, el espíritu de estas reglas es de cierta tolerancia y de respeto al orden social. Las normas de Fructuoso de Braga se implantaron en el noroeste de la península. Muchos monjes venían del monasterio de Agali en Toledo, pues era centro cultural.
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